martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 33

No estoy nerviosa, no estoy nerviosa, no estoy nerviosa, no estoy nerviosa.
¿Cuántas veces debías repetirlo para que tu subconsciente lo entienda?

A lo lejos escuchabas un zumbido, un sonido, algo, todavía no detectabas que era

-Paulaaaaaaaaa

Y vos, tan concentrada estabas en lo tuyo, en aparentar tranquilidad frente a tu novio que iba manejando lo más campante, como si nada fuera a pasar, que no lo escuchaste y como si fuera poco, te asustaste con su grito.

-Ay Pedro por favor, qué pasa?
-No, si me cebas mate porque me estoy muriendo hace 15 minutos fácil hablándote.
-Mate? En el auto decís?
-No esperame que freno en la banquina tomamos unos mates y llegamos en una semana. Si Paula, estás toda tensionada amor, frena un poco.
-Para vos es tan fácil...- le dijiste entre ofendida y realista.
-Y vos te la complicas tanto, no me decís que te proyectabas conmigo? Yo tengo una mamá...como vos... y ella es mi mamá y mi papá, es todo lo que tengo.

Auch. Golpe bajo por aquí.
Sentías tu dolor y el dolor de tu loro parlanchín interno, que aparentemente también tenía sentimientos.


-Eso no vale, porque sabes que contra eso no te puedo decir nada
-Es que no quiero que me digas nada Pau, no necesito que me estés protegiendo, solo necesito y quiero que me conozcas, ya sabes quien soy, de donde vengo y que hago, ahora te toca conocer a tu suegra, te juro que no te va a hacer pasar un mal momento.
-Perdoname- le dijiste acariciando su pierna- me ahogo en un vaso de agua, cuánto falta para que lleguemos?
-Supongo que para el mediodía, pero si no te sentís cómoda aún podemos parar a comer por acá y llegar más tarde a lo de mi vieja- te dijo intentando conciliar,y viste de alguna manera el cansancio que le ocasionaba esperar tus tiempos, tus miedos.

Esto no te podía frenar. Siempre fuiste de las que si la vida no te ponía palos en las ruedas, vos y tu hermosa psiquis empezaban a cuestionarse.
Tu mente era una rueda que nunca paraba de girar, pensando en todo, en cada hueco, en cada historia, en cada "que pasaría si".
Siempre creíste en el cuento de hada y nunca lo tuviste.
Quizás era momento de cambiar las fichas y apostar distinto.


-No mi amor, si llegamos para el almuerzo llegamos, le aviso a tu mamá?

Y el te sonrió.



***


Al principio pensaste que era un juego de Paula, esto de los "nervios", nunca pensaste que de verdad la tenía tan alterada.
Ahora la veías más tranquila pero no sabías muy bien si era frente a vos esta postura zen, o de verdad estaba más relajada.


-Te parece si pasamos por helado antes de llegar a la casa de tu mamá?
-Claro, hay una heladería buenísima de camino
-Y qué gustos son su preferidos?
Y vos sonreíste.

-Los mismos que los tuyos- le dijiste triunfante
-Dulce de leche granizado y chocolate con almendras?
-Correcto
-Ah pero me buscaste al propósito vos eh- te dijo riendo (al fin, relajada)
-Yo? A leguas se notaba la baba que dejabas cada vez que aparecía este cordobés
-jajajajjaja sabes que no? Me parecías tannnn odioso
-Y vos en cambio me parecías tannnnn linda, pero tannnnnn amargada que quise darte un final feliz desde el primer día
-Pedrooooooo
-Si señora de Alfonso? Ahí está la heladería, espera que estaciono y bajamos
-Aun no
-No querés bajar? Que me queres proponer?
-Pedrooooo! Que todavía no soy la Sra de Alfonso
-Ah pero falta nada...- le dijiste bajándote del auto
-Cómo sería eso?- te preguntó dándote la mano
-Qué cosa?
-No te hagas el tonto
-Y vos no arranques con tu ansiedad


***

Tu novio abrió la puerta con su llave y el olor a comida casera inundó tus fosas nasales, casi como cuando visitabas a tu abuela y ella hacía tu comida favorita.
La casa tenía mucha luz y plantas por todos lados.
Una música bastante alegre llegaba desde algún punto de la casa

-Cocina- te acotó Pedro sonriendo. Y viste en sus ojos la emoción que le provocaba estar ahí.
-Eso es...?
-No te conté que mamá es fanática de la lambada? Esa es danzando lambada de Kaoma
-Guauu no no me dijiste
-Vení está empezando recién- te dijo tomándote de la cintura y colocando tu brazo izquierdo en su hombro en un movimiento tan rápido que no te dio tiempo ni siquiera para pensarlo.
-No no se bailar Pepee- le dijiste despacito ya que todavía estaban en el living pero riéndote a más no poder.

El dio un paso hacia atrás lo que hizo que vos debas avanzar hacia su lado

-Dale, que no es difícil, movete conmigo
-Pero no se que hacer ayudame
-Siempre- te dijo besándote- Ahora vamos a contar tres tiempos y después vas a inclinar tu espalda hacia atrás, es el famoso látigo pero solo hasta la altura donde yo tengo mi mano si?
-Me da miedo Pedro para! jajajajjaaaa- le dijiste riéndote
-Va...Repetí uno...dos...tres

Hacía tiempo no te divertías así, ni hablar de lo relajada que estabas.

Terminaste el látigo con la cabeza a una altura entre tus hombros y tu cintura, y te volviste a abrazarlo.



Como si todo esto fuera muy normal, empezaste a escuchar aplausos.


-Primer lambada Paula?- te preguntó viniendo desde otra sector de la casa una señora de unos 60 años aproximadamente, rubia (teñida claramente), con ojos iguales a los de Pedro, entre delgada y rellenita.

Y sentiste el abrazo de tu novio por tu cintura

-Hola mamá!- le dijo soltándote y yendo a abrazarla- te extrañe
-Yo también mi amor, te emprolijaste la barba, que lindo que estás.


Y vos ahí cuál poste. Hola. Acá estoy.


Anita (como le decía el) corrió su cabeza del abrazo de su hijo

-Ah pero es todo una modelito Pepe- le dijo a su hijo y vos te sonrojaste.
-jajajajaja esperá ma que la vas a asustar y va a salir corriendo.

¿Qué vendría después del sonrojo? Si, bordo bordo.


Ella se acercó unos pasos a vos.

-Paula verdad?- te dijo cuando estaba frente a vos
-Si, hola, un gusto- le dijiste dándole un beso
-El gusto es mío querida- te dijo dándote un abrazo


-Vení a la cocina que se me quema la comida- te dijo yéndose- Pedro vengan que hice bifecitos a la criolla
-Ay que bueno ma! Asi le enseñas a Paula que no le salen tan ricos
-Pedrooo!- le girtaron Anita y vos a la par.




***


Estaban sentados a la mesa y el cuestionario venía en plena acción, bien, pero en plena acción.

-Y qué te enamoró de mi hijo?
-mmm que difícil, creo que su lado sensible
-Shhh que no le gusta que le reconozcan ese lado de su personalidad- le dijo tu mamá complice.
-Me gusta tanto este almuerzo má! Es tan lindo que la hayas querido conocer a Paula
-¿Y cómo no voy a querer conocerla? Si es una dulce
-Entonces ...¿Qué planes tienen para el futuro?

Momento incómodo. Parte 1.

-Estamos bien mamá, eso es lo importante
-Está bien, no pregunto entonces
-Mmmm... voy a hacer como que te creo
-Asi que abogada también Paula?
-Si, trabajamos en el mismo edificio con Pepe, pero para distintos estudios, ahí competimos- le dijo ella riéndose, y mostrandole esa sonrisa que a vos te había enamorado desde el momento 0.
-Y Pedro que es tan competitivo- dijo tu mamá- bueno, si le sacaste lo mujeriego, también podes sacarle lo competitivo, no sabes lo que era nena, el chico se me acostaba con par de piernas que se le cruzaran, a mi ya me había empezado a dar miedo. Cuando estaba con Juana, lo agarre un par de veces en off side que ni te cuento, tengo unas anécdotas de graciosas que te morís


Momento incómodo. Parte 2.

-Mamá ya está no es necesario
-Ay mi amor, estamos hablando me puede contar tranquila Ana- contestó Paula
-Ay pero tuteame querida-  dijo tu mamá mientras se levantaba a buscar el helado

Paula estaba más relajada claramente, pero ahora el nervioso eras vos.

-Mirá lo que te traje- dijo tu mamá entrando con un album de fotos que si tocabas la tapa le sacabas el polvo
-No mamá no, a Paula no le interesan las fotos de bebé
-Como no le van a interesar Pedro, a todas las mujeres nos gustan, no querida?
-Claro, me muero de intriga por ver a Pedro en miniatura
-Si sabía que ibas a hacer esto ni la traía- contestaste ofuscado y viste como Paula se tapaba la cara para que no vieras como se te estaba riendo.


-Y vos sos muy joven también Paula, los dos, y hacen una pareja divina, realmente me encanta. Siento que sos lo que necesitaba mi hijo para encarrilarse, tenes que enseñarle a cocinar, porque Caro lo malcría mucho.
-De a poquito le estoy enseñando- comentó ella. Y vos ahí pintado al óleo.
-Ya viven juntos?- y ahí arrancó de nuevo
-No mamá si ya sabes todo porque te cuento todo- y se rieron los tres juntos.


-Y lo tengo que preguntar- escuchaste que decía cuando te llevabas el helado a la boca, y la veías que estaba punto de salirse de la vaina.

La miraste, mientras Paula seguía enamorada de su helado de dulce de leche granizado.



-Cuándo me van a hacer abuela??? Porque el otro día, a tu cuñado se le escapó algo de un bebé... están embarazados?



Porque no hay dos sin tres. Momento incómodo, parte 3.

7 comentarios:

  1. SOS grosa! me encantó la suegri es lo mas! que cuente que cuente que cuente! jajaaa

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  2. Nooo, no podes cortar ahora ¡¡ ja ja ja .. esta buenisima la nov. ame a la suegri

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  3. oohh que bueno la dejaste picando con ese final espero que pau lo soporte

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  4. "No hay dos sin tres." Literal.
    Ay Dios. Este Pedro y su pasado... Ojala el futuro sea con Pau y mas tranquilo.

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  5. Muy bueno jaja q genia la suegra! Una copada! Subi mas me encanta!!!! :-)

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  6. hola me llamo andrea seguila esta buena mi twitter es andrepastorutti etiquetame despues

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