Y por primera vez te había dado ternura. Por primera vez no lo viste como un hombre frío y calculador. Por primera vez, sentías unas ganas locas de abrazarlo.
Tu vida siempre fue una dicotomía, y esta no era la excepción.
Vos eras rara, Pedro era raro, y la relación de ustedes no se quedaba atrás.
Hace apenas unas horas veías en su mirada furia, sentías temor, miedo. Y eso no te gustaba porque el miedo te paralizaba y vos no sos así, al menos esa no es tu cara visible. Vos no necesitas de nada ni de nadie. Odias depender de alguien. Odias que alguien te pueda. Y Pedro, a su manera (o a la tuya), te podía.
-Y qué hiciste?
-Qué hice con qué?- le preguntaste confundida
-Te pidió ayuda y vos que hiciste? Decime que no saliste corriendo.
-Lo pensé, pero no. Quedamos de tomar algo el miércoles que tenemos feriado.
-Me encantaría saber que te pasa con el - te pidió Vicky, prácticamente de la nada. Y si, aunque discutan, ella siempre está.
-A mi también. Por momentos le tengo miedo, siento que me va a estampar contra la primer pared...
-Pero vos pensas que el es golpeador?
-La verdad Vic? No se que pensar, pero no, no creo. Después de la mini discusión lo sentí cargado, con mucho material adentro, entendés?
-mmm... no mucho
-Siento que tiene una historia que contar- le dijiste cual protagonista de serie yanki.
-Todos tenemos una historia que contar Poly.
-Pero te juro que sentí que me dejó su alma en la palma de mi mano, lo vi desprotegido. Y no sabes que mal se sintió...
-Creo que a alguien le está picando un bichito....
-No, en serio, creo fue la primera vez que no lo ví como hombre...y eso me asusta.
-Y te asusta por vos o por él?
-No se
***
Esa carta. Esa maldita carta. No bastaba con tenerla en tu cabeza noche y día que ahora volvía. Pero qué volvía? Qué quería?
Si años atrás te preguntaban por el amor, vos decías Juana. Si hace dos años te pedían que describas el desamor, decías Juana. Hoy, no sabés de qué lado ponerla. Amor o desamor. Engaño o desengaño. Ya no sabés muy bien si sentir tristeza por su recuerdo o que es lo que deberías sentir. Años de terapia no sirvieron para solucionarte otros conflictos internos, menos te ayudarían con ella.
Nan se había cansado de repetirte que la dejes ir. ¿Y por qué no hacerlo? Si sonaba tan fácil. Pequeño detalle: la realidad no siempre es tan fácil.
Y con vos la vida se había encaprichado. Hacía 5 años habías escapado de tu ciudad natal, porque la realidad te golpeaba, porque aunque ella te había perdonado vos no lo habías hecho. Porque nunca te permitiste haber sido tan débil, porque no querías que cada parte de la casa te recordara cada episodio.
Nunca entendiste cuando empezó, menos cuando terminó. Eso sí, recordás cada escena, cada bofetada, cada "castigo" con una claridad que te asusta, te persigue y te nubla.
Esos recuerdos que te hacen traspirar cada noche, casi con la misma frecuencia que el recuerdo de Juana.
La lámpara del living seguía encendida luego de una larga noche.
Tu mano ardía de lo colorada que estaba, pero lo valía, de eso estabas seguro.
Dos miradas conectaban, la tuya y la de ella. Y no importaba nada más. Al menos para vos.
Su labio hinchado sangraba. Ella se giraba para que no la vieras. "Fue mi culpa" repetía. Vos no sabías si creerle o qué. No sabías que hacer, para donde ir. No sabías como parar esta bola gigante de violencia en que se había convertido tu hogar.
Fuiste hacia la cocina, abriste el congelador y sacaste la cubetera con el hielo. Lo mínimo que podías hacer.
Intentaste acercarte a ella, pero su sollozo te debilitaba. A cada instante, un poquito más.
Y el fernet en mano de tu amigo llegaba en el momento justo.
-Y quién pensas que puede estar atrás de esto?-finalmente te preguntó.
-No se, Nan- le contestaste mientras te sacudías los rulitos de la nuca.
-Y qué decía?
-Otra vez te la tengo que leer?
"Pedro.
Deja el pasado donde está, se ve que vas aprendiendo y me encanta que siga así.
Como siempre dijo Juana, si no podes controlarlo, dejalo libre.
Las rosas blancas siempre fueron sus preferidas, si. Pero ya no las necesita. Ya no más
Merecés lo mejor, y merecés que tu reputación no siga cayendo en pique, como supo hacerlo en Córdoba."
-Pensas que es de su parte?
-Tiene que ser alguien que sepa ambas historias...
-Yo no soy eh...
-Ya se tarado!
-Bueno, le quería poner un poco de humor
-Nan, puedo preguntarte algo?
-Si, decime, pero si es una pregunta difícil cobro la consulta
-Vos pensas que yo soy agresivo?
-Otra vez con eso? Qué pasó?
-No pasa que hay una mina en el trabajo
-Ah bueno ahora si se puso interesante- te dijo mientras se frotaba las manos.
-No seas bobo Nan, hoy cuando llegó la carta la recibió ella, y yo reaccioné un poco mal y ella se asustó, entendés? Me tuvo miedo, me pidió, me suplicó, que me aleje de ella, y me sentí devastado te juro.
-Mirá negro, tu reacción seguro tuvo más que ver con la carga que tiene Juana, con ese abandono y esa desaparición forzosa más que con otra cosa. Tenés que entender de una vez por todas que no sos el peor, y que no podés ser el culpable de todas las cosas que pasan a tu alrededor si?
***
Sonó el despertador y saltaste de la cama, y sí, vos sos así, inquieta.
Te sentaste con tu tazón de cereales frente a la tv para ver el noticiero como todas las mañanas.
Tu celular te avisaba que un nuevo mensaje había llegado. "Mañana ecografía, después te cuento bss" Tu hermana. Claramente, era de ayer. Imposible que ella esté despierta a esta hora. E imposible que vos a las 3 am estés con el celular prendido como para ver su mensaje a tiempo.
Llegaste a la oficina con 15 minutos de tiempo de sobra. Lo sabías, una vez más lograste ganarle al tráfico. Vos sabías perfectamente que si querías llegar a tiempo, tendrías que salir con un poco (bastante) de anticipación.
Nahuel te esperaba en el hall de entrada, capuccino en mano. Días como hoy lo amabas. Quizás no tanto como el quisiera.
-Que linda estás Poly.
-Gracias, hoy es el encuentro, espero que salga todo bien.
-Me gusta verte así- te dijo como de pasada
-Así como?
-Relajada, tenés un brillo especial hoy...
Subieron al ascensor donde se encontraron con Joaquin. Y su corbata desaliñada. Te contenías. En serio, de verdad lo estabas intentando. Odiabas las cosas desaliñadas. Bueno, algunos tienen obsesiones. La tuya eran las cosas desprolijas. Y no, no se veía sexy. Al menos no en él. Quizás si fuese... no no. -Y sacudiste la cabeza-
Ellos te miraron extrañados y Joaquín intervino
-Estás bien Chaves?
-Si, estaba repasando un par de cosas que necesito para hoy nada más
-Hoy es el encuentro con el menor?
-Si, así es, esperemos que salga algo positivo.
-Yo espero que Alfonso llegue a tiempo jajajaja
-Es muy impuntual?
-Bastante
-Ay odio la impuntualidad.
-Somos dos- te dijo guiñándote un ojo. Bueno quizás no tanto, quizás solo fue un leve movimiento. Pero se asemejaba mucho a un guiño.
-No bajás Poly?- Te dijo Nahuel con la puerta abierta
Bueno. Sí. Quizás estabas un poco distraída.
9.30 y a las 11 era el encuentro. ¿Habría llegado Pedro? No es que te importara, para nada. O bueno, sí. Pero no por él, por la menor, obvio.
-Linda y distraída.
-Qué dijiste?
-Que estás linda y distraída hoy.
***
Pero podrá ser esta jungla, tantos autos iba a haber. Cortes de tránsito, gente que protesta, pero por qué no hacen algo por la humanidad?
Nota mental: la próxima salir con tiempo de anticipación.
Nota mental 2: hacer caso a la nota mental 1.
Gente. Palomas. Bocina. Listo, debe ser el fin del mundo y nadie te avisó. Debiste ser una persona mala, muy, muy, muy mala en tu vida pasada para que te toque esto.
Además palomas marrones, es en serio? Donde se vió? Son blancas o grises. No marrones. Deben ser una clase de espécimen raro, una mutación genética.
Bocina fuerte. Muy fuerte. Tu corazón se paró en seco. Un auto cerca, muy cerca, de tu bello traje (planchado por tu hermana obvio, bueno, en realidad, ella lo llevó a la tintorería). La concentración no era lo tuyo.
Más puteadas. Y al fin, puerta giratoria. Llegaste. Un poco tarde. No pensabas mirar el artefacto con dos agujas que seguro marcaba una tardanza bastante larga.
-Pero será de Dios el tránsito de loco que hay- te quejaste con Joaquín.
-Y si pepe, esto es la jungla como le decís vos. La abogada del quinto casi se muere cuando le dije que eras impuntual.
-Y por qué le dijiste que soy impuntual?
-No se, salió el tema.- te dijo ignorándote mientras su vista seguía en la pantalla.
-La próxima intenta que te salgan temas positivos de mi persona.
-Si, lo que digas... El jefe te dejó el informe de visita, anda a PB y autorizalo.
Ahí estaba ella. Con su pie derecho de arriba hacia abajo.
-Nerviosa Chaves?
-Ay llegaste!- te dijo con una sonrisa
-Si sabía que te ibas a alegrar tanto venía más temprano. - Y lograste que se sonrojara.
-Por..Por el caso lo decía...
-Si, claro. Perdoname por lo de ayer...fue un momento de debilidad- le dijiste mientras subían al ascensor.
-Todo bien, seguís buscando consejera?
-No
-Ah no?- te dijo ¿desilusionada?
-Ya la encontré, ya te encontré- le dijiste con la sonrisa más compradora que pudiste.
El ascensor se detuvo en el primer piso e inexplicablemente Joaquín ingresó en él.
-Viste que llegó a tiempo?-le dijo a ella ignorándote olímpicamente.
-Si, tenías razón..
-Ahora me debés una cena, mínimo..-le dijo en lo que para vos fue un burdo intento de seducción.
-Vemos- le dijo ella incómoda. ¿Qué? Si, claro que estaba incómoda. A ella no le gusta Joaquín, si, estás seguro. Bueno, casi.
-No se habla de temas personales en el trabajo- le recriminaste. Bueno, alguien se lo tenía que decir.
-Ay me asustaste, no te había visto
-No, si ya me había dado cuenta...
Miraste al espejo (porque todos los ascensores tienen espejo) y viste su reflejo. La viste reír. Y te perdiste en su sonrisa.
Joaquín bajó y vos quedaste nuevamente solo con ella.
-Qué?-le preguntaste mientras te sonreía.
-Nada. Así qué no se habla de temas personales? Nosotros que hacíamos?
-Es distinto Paula.
Clin. "Quinto piso"
-Encima mirá, ni siquiera fuiste capaz de decirme que mi piso era el tercero- le recriminaste bufando.
-En una hora te veo abajo. No te enojes que te arrugas, Alfonso- te dijo canchereandote.
-Y mañana el café, inepto, no te olvides- te gritó ya desde afuera con su mejor sonrisa.
Y no. Claramente, no te olvidarías. Jamás podrías.
ayyyyyyyy que ganas de mas que me dejaste!!!
ResponderEliminarmuy bueno Mery! muyy buenooo
Es genial como escribis Mery! Super detallista con todo, me encanta (me enamore de tu novela ja!)
ResponderEliminarNo se xq Pedro me da miedo, necesito saber de su pasado. Espero que en la salida cuenten un poco mas de sus vidas. Quiero entenderlo!
Segui subiendo y te leo en el próximo!
Besos
@06_Laury
Apuesto que: él salía con una chica casada con un golpeador y cuando el tipo se entero se pudrió todo. Bueno... ¿qué necesidad tenía la mina de querer saber todo antes? Jajaja. Bueno, es muy interesante la historia. Espero el próximo. Saludos.
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