Te desplomaste en el sillón.
Cerraste los ojos e intentaste procesar.
¿En serio? ¿Es en serio Paula? ¿Cómo pensas procesar? Las neuronas las dejaste con el pibe, claramente.
Agradece si podías pegar un ojo a la noche. Cerebro 1- Paula 0.
5 años de relación, por ella habría abandonado Córdoba? No, seguramente no porque te dijo "esa es otra historia". Dios. Es una caja de pandora. Pandora, que divertido no? Es como una mezcla de panda... nono. Paula, volvé. El tinto siempre te hacía hablar boludeces.
-Ella era la luz de mis ojos, me enceguecí cuando pasó todo. Aún no puedo creerlo.
-No entiendo, pero te dejó ella?
-Hacía un año que planeábamos la boda. En esos 365 días jamás se le ocurrió contarme que tenía miedo, que no se quería casar. Le dí todo Paula, te juro.
-Te entiendo- le dijiste, intentando sonar bastante convincente.
-No, no me entendes- y por primera vez se soltó de tu agarre. Vos no me podés entender porque tu vida es demasiado linda como para entenderme a mí.- Te dijo con sus ojos marrones (que te obnubilaban) bien abiertos.
-Si yo te contara, Pedro, la cantidad de veces que me dejaron...
-Vos sos linda. A la gente linda nadie la deja.
-Y vos que sos? Sos feo Pedro? Es eso? Por eso te dejó Juana?
Viste su gesto.
-Te molesta que la nombre?-le preguntaste
-No me acostumbro a que la nombre alguien que no sea yo.
Sin dudas. Ella lo había marcado.
Sin dudas, tenía una historia que llevaría por mucho tiempo. Tu única incógnita ahora, era si serías capaz de curar su herida. Porque si, te decidiste, querías curar su herida. No querías que permanezca del otro lado del muro. Y esto ya no tenía que ver con tu lucha con el reloj biológico.
Mientras el te hablaba, tuviste que contener tus ganas de acariciar su mejilla, de rozar sus labios, al menos, con la yema de tus dedos.
Lo viste desprotegido y sus lágrimas te partían al medio, mientras buscabas una carilina que regalarle.
***
Y ya pasó, pero te arrepentís de todo, o de nada. ¿De qué te arrepentís? Te preguntaba tu cerebro.
Paula parecía tan frágil, tan vulnerable, y aún así te escuchó, te acarició, te esperó y se conmovió con vos.
Y eso no sabías si te había gustado o no.
-Morocha, de ojos azules. Preciosa Pau, teníamos una relación hermosa
-Hace mucho que salían?
-5 años
-Guau, mucho.
-Igual no me sirvió de mucho. Cuando la ví entrar vestida con ropa casual corrí a su encuentro, la iglesia entera nos miraba.
-Y qué te dijo?
-Que la perdone, que no podía - le contaste entre lágrimas reprimidas y la mirada fija, en la pata de la silla de la mesa de enfrente. Estaba linda, linda, con su piel de terciopelo, sus ojos brillaban. Me dijo que tomó mucho coraje para ir, porque pensaba directamente no asistir, al final parece que la tenía que agradecer, eh, que ironía- le contaste melancólico.
-Que yegua malnacida- te dijo ella. Y te molestó.
-No Pau. Vos no la entendés, porque no me conoces, ella me rescató.
-Te rescató? De qué te rescato Pedro? No entiendo.
-Yo vivía sumido en la violencia, Pau, y ella me vió, me entendió y me rescato. Fue como un ángel, para mí, entre tanta oscuridad...
-Un ángel negro querrás decir.
-NO!!!!-le gritaste golpeando la mesa.
El mozo te reprendió. Vos te arrepentiste. Tu conciencia te gritó de todo, menos lindo. La veías pestañar 1,2,3,4,5,6. Reacción, si, eso.
-Ella no tuvo la culpa
-Y vos sí? te preguntó.
Ahora con un fernet en tu mano derecha y en el balcón de tu casa, te lo preguntabas vos.
¿Vos sí tuviste la culpa?
Quizás de lo que siguió en esa fatídica noche, si. No, basta-te repetías mientras movías enérgicamente tu cabeza de un lado para otro.
Era hora de cerrar los ojos, ahora sí.
***
Ya la hora del almuerzo.
24 horas atrás sabías nada de Pedro. Solo que era un lindo abogado, bueno, uno muy lindo. Y muy obstinado.
Hoy, 24 horas después, sabías algo, bastante fuerte de Pedro, que te daban ganas de abrazarlo hasta que se quede sin aire.
¿Habría cambiado algo para él? Vaya que tu subconsciente estaba pensante últimamente.
Esperabas en la puerta del edificio, como quién no quiere la cosa, a ver si él salía...inútilmente.
Ya habías rechazado la invitación de Nahuel y el edificio seguía vaciándose.
Lo viste acercarse a Joaquín y para tu sorpresa te habló.
-Si lo esperas a él no vino.
¿Cómo que no vino? Ese bendito cerebro/conciencia no paraba de hablar. Era como un loro parlanchín interno.
-¿Perdón? ¿De quién me hablas? - Bien. Sonó covincente. ¿Qué? En serio, vos te lo hubiera creído. Bueno, hubieses fingido creerlo.
-De Pedro- te dijo con una sonrisa burlona.
-Ah no. La verdad que no me interesa mucho su vida- le dijiste. No. Eso sí que no sonó convincente. Loro parlanchín interno, nuevamente.
-Claro, Chaves, almorzamos, o me vas a seguir esquivando?
Sonreíste nerviosa. ¿Qué pensaría Pedro? Momento. ¿Por qué debería importarte? Claramente, no te importa. (JA)
-Vamos, muero por unas pastas.
-Hace mucho lo conoces a Pedro?-le preguntaste durante la comida
-Mmm...no tanto por?
-Curiosidad.
-LA curiosidad mato al gato, nena...
Odiabas que te digan nena. Degradante y ultrajante. Te sentías una cosa. Es una clara consecuencia del machismo exacerbado. Ay, ya te había molestado. Retrograda. Tenías los suficientes años como para que te siga diciendo nena.
-Te doy un consejo?-te dijo interrumpiendo tu discurso moralista anti hombres, que ibas perfeccionando a lo largo de los años.
-Decime
-No le preguntes a Pedro por su pasado, y mejor aún, no te acerques a él.
Un escalofrío recorrió tu cuerpo, quizás por como lo dijo.
-Qué sabes que no me estás diciendo?
-Tomalo como un consejo de un buen amigo
-Vos y yo no somos amigos.
-Es malo, eso dicen. Así terminó su ex
Mentira. Mentira. Vos sabías la historia. ¿Cómo podían difamarlo así?
-Vuelvo al trabajo-le dijiste de mala gana.
-Yo estaba perturbado, intenté detenerla. Pensé que sería todo un mal entendido, un chiste quizás...
-Y tan chistosa que no llevo vestido blanco?- ok. No había tanta confianza como para decir eso.
-Es verdad lo que dicen?
-Y qué es lo que dicen? - te dijo con una media sonrisa
-Que..que...que ella murió- le tiraste, así de la nada cuando ya llevaban más de 4 horas hablando.
-Eso dicen? Por qué me mentís Paula?- y te tomó de la barbilla. No me mientas-te suplicó. Vos no-terminó murmurando
-Bueno, muchos dudan que estes habilitado para ejercer...
-Decime, dale, sincerate, contame que dicen-te interrumpió. Y a vos el miedo te invadía.
-Que la mataste, eso dicen.
***
Trámites. Trámites. Trámites. Odiabas los trámites. Odiabas la jungla y a las palomas, sobretodo las marrones.
Llegaste a la puerta del edificio y la viste a Paula hecha una furia. Resoplando y moviendo su piecito, linda.
Se dio vuelta y te vio.
-Hola-te sonrió. Que dientes blancos, lindos y radiantes. ¿Habría usado ortodoncia alguna vez?
-Hola, Pedro? Me escuchas?
Sonreíste. Nota mental: ella es muy ansiosa.No te distraigas.
-Hola Pau, saliste a almorzar?
-Si- te respondió.
De pronto llegó Joaquín y sentiste que cruzaban fuego sus miradas.
Momento. Eso no te gustó.
El siguió de largo. Y sentiste que había algo que no sabías.
-Paso algo? Te hizo mal?- acariciaste su mano y los recuerdos te invadían.
-Si te sirve, yo no creo que lo hayas hecho-se apresuró a decirte.
-Sabés lo que es amar sin límites? Que tu corazón se desgarre? Sabés lo que es sentir que vivir te duele más que morir? Eso sentí yo ese día.
-No entiendo.
-Juana era luz. Era el sol después de la tempestad. Aún puedo recordar su mirada cuando me decía que no había más amor. Así, de la noche a la mañana. Mi frac y yo estábamos atónitos, encima la gente miraba. De pronto la vi irse. Y mi mundo se desmoronó. La corrí, y la alcance. Mi corazón aunque dolido seguía amandola con locura. Pero ella me dijo que no, que la dejara vivir...y...-te quebraste, tus manos temblaban, tus labios vibraban, no querían continuar el relato. Ella cruzó la calle, quiso escapar de mí, eso quiso hacer me entendes?-y por primera vez en largos minutos pudiste mirarla a la cara.
-Y se fue? Así sin más? Y la seguís defendiendo?
-Quiso irse, si. Pero un auto la embistió.
-Oh- y viste como llevaba sus manos a su boca, a sus labios delgados.
-Quise ser ella. No daba crédito a lo que veía. Desde ese momento su imagen me persigue. Mis peores pesadillas llevan su nombre. Cierro los ojos y aún la veo sobre el asfalto. La culpa me carcome, si no la hubiera seguido, si tan solo ella no se hubiera sentido presionada a huir.
Miraste a Paula y te estrangulaba la mano. Lloraba a tu par.
-Ella no murió, pero es como si lo hubiera hecho. Su estado me mató a mí. Por meses sentí que la muerte se reía en mi cara. No le vi el sentido a la vida. Hoy me permito vivir, pero no me creo capaz de amar, no más.
-Yo te creo sabés- te dijo y no supiste por qué, ni a qué se refería.
4 p.m. y fumabas como un loco en la vereda del edificio. Las palabras de Joaquín te daban vuelta.
"Ella te tiene miedo" "No viste que te acercas y tiembla?" " Alejate, para qué queres lastimar a alguien más?" "Te molesta que alguien sea feliz es eso no?" "Ella te tiene lástima, Pedro, entendés ?" "LÁSTIMAAAAA".
Las primeras gotas habían empezado a caer. Y ya había perdido la cuenta de cuantos cigarrillos habías fumado.
-Entra que llueve, Pedro- te dijo ella desde la entrada.
Le respondiste con silencio.
-Dale, Pedro!
Más silencio.
-Vení, entremos-te dijo cuando llegó a donde estabas, ya mojándose.
-Dejame en paz- te quejaste
-Qué te pasa?-te preguntó incrédula.
-Andate Paula andate!!!!!!- le gritaste
-Qué te pasa?- te volvió a preguntar ya un poco angustiada
-No necesito tu caridad, andate!!- le gritaste con mayor furia, con más enojo. Desconocés si con vos o con ella.
-No entiendo- te dijo mientras limpiaba las gotas que caían sobre su cara
-QUÉ NO NECESITO DE TU LÁSTIMA!!!- finalmente explotaste y la empujaste para salir de su agarre.
Sentiste que te tomaban con fuerza de los hombros y tocabas la pared.
-A mi no. A mi con tus estúpidos planteos no- te dijo mientras colocaba sus manos en tus hombros y te arrinconaba contra la pared.
-No te tengo lástima, no te la tengas vos-siguió.
-Dejame ayudarte, por favor-te susurró una Paula empapada, mientras apoyaba su frente en la tuya. Por favor-te susurró nuevamente cerrando sus ojos.
Ayyyyyyyyyyyy me gusta!!! Me encanta!!! Me tiene totalmente atrapada la historia!
ResponderEliminarAy x dios! Que intenso! No puedo creer como me sorprendes, me esperaba una charla y me encontre con tantos sentimientos expuestos! Me matan de amor estos dos! Para mi se viene el beso pero con vos me imagino una cosa y despues leo otra! Sos genial!
ResponderEliminarYa quiero mas!! Subi otro este finde porfis!!!!
Besotes
ayyyyyy estoy sufriendooo Pedro xq sos tan duro y debil a la vez, Pau que sensible, tierna y a la defensiva estas.....No pueden mas estos dos!! ni yo!! Genial Mery
ResponderEliminarAle (aleman_)
Vos me queres matar? ay cachi, cachi, nooo! Por Dios, me encantó! que le cure las heridas yaaa ♥
ResponderEliminarWOUW PAU LE PUSO LOS PUNTOS FINALMENTE.ME ENCANTA LA NOVELA
ResponderEliminarwow buenísimo,me encanto!!!
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