Tenías la cabeza sobre su hombro y ella te acariciaba el brazo.
-Me vas a contar quién te enseño a cocinar así?
-Mmm tanta intriga te genera?
-Mucha- le dijiste y te incorporaste apoyando tu espalda en el apoya brazo.
-Uno de mis ex
-Uno? Cuántos tuviste?
-Cuatro, 5 tal vez
-Y con cuál me tengo que cuidar?
-Con ninguno, por algo son ex no?
-No se nada de ellos
-No es necesario
-El último es el que apareció en la oficina?
-Si, Facundo, por?
-No me gusto no se... Contame lo que tenga que saber
-Lo que tengas que saber?
-Si, por qué estas soltera a los 34?
-Ah un amigo eh
-Tonta- y la acercaste hacia vos
-No me gusta hablar de ellos- y se quiso parar. La detuviste.
-Yo te conté varias cosas- le dijiste a su oído izquierdo.
-Facundo me pidió matrimonio.
-Y te dejó en el altar?
-No- te dijo dándose vuelta y quedando enfrentada a vos
-Entonces?
-Dejo embarazada a la que se suponía era una de mis mejores amigas
-Cómo?
-Necesitas un dibujo?
-No boba, como sabes?
-Porque quise darle una sorpresa y la vi a ella con el en la cama, tengo que ser más precisa?
-El te vio?'
-Si me vio? Fue la situación más patética que viví en mi vida. Había preparado una bandeja con todo para merendar juntos. Entre, me tropecé con la ropa que había tirada en el cuarto, y se me cayó todo. Interrumpí todo, todo una malvada yo eh? Te lo cuento y me vuelvo a sentir una tarada- te dijo secándose las lágrimas.
***
-Al poco tiempo, obviamente suspendimos la boda, me vino a contar que ella estaba embarazada.
-Ah pero un hdp- te dijo
-El siempre había querido una familia y yo por mucho tiempo lo había esquivado, se había querido casar, y yo le dije que no, y cuando finalmente le dije que si, vino todo esto- le dijiste mordiendo tu labio inferior.
-Qué queres decir con "habia querido una familia"?
-Eso, que muchas veces me había planteado tener un hijo, casarnos, eso es lo que quería....quizás era eso- le dijiste medio para vos, medio para él
-Quizás era eso qué?
-Lo que encontró en ella....no se.....Quizás fueron muchos no para una relación, me quedaron varias preguntas en el tintero
-Y que hay de las respuestas?
-Cómo que hay?
-No las pediste?
-Para qué?
-Y hoy?
-Hoy qué?
-Hoy las necesitas? Las querés?
-No, creo que no.
-Me gusta escuchar eso- te dijo.
-Sabés- comenzaste a contarle- a veces pienso si esos desengaños que sufrí no eran lo que merecía
-Qué decís Paula!
-Digo, tal vez, es lo que estaba escrito para mí, tal vez yo no nací para ser feliz, será eso?
-Y yo?
-Vos que?
-Yo nací para ser feliz?
-Si, claro
-Vos también- y se acercó a vos.
***
Te tumbaste hacia ella.
-Cómo te pudieron lastimar? Me querés decir?- le preguntaste mientras secabas con tus labios una a una las lágrimas que sus dudas habían provocado.
-De dónde saliste?- te preguntó mientras te tomaba de la nuca para profundizar el beso.
-Supongo que de mi mamá...
-Tonto
Comenzaste a besarla, de sus labios a su clavícula, por el lado derecho.
De la clavícula al lóbulo de su oreja, lo presionaste entre tus labios, y ya tu intención era bastante clara.
Ella suspiró en tu oído.
Tus manos vagaban por su cuerpo.
Sus manos jugaban con el borde de tu remera y se metían poco a poco bajo ella.
Acariciaba tu espalda y el contacto comenzaba a sentirse.
Ella puso primera y tu remera voló a alguna parte de tu habitación
-Epa, estoy en desventaja le dijiste- con tu voz un poco "distinta" ya.
-Pasa que sos muy lento- te dijo
-Y cual es su apuro abogada?- le preguntaste mordiéndole el labio y haciéndola esperar.
-Me gusta que las cosas se hagan a mi ritmo-te contestó.
Te apuraste a desabrochar su camisa, y entre botón y botón, mirabas su reacción.
Una vez terminado el trabajo admirabas a tu musa.
Tu dedo índice recorrió su torso y terminó en sus labios. Y ella, muy gentilmente, lo tomo entre ellos.
-Mmmmm Paula..
-Cama
-Donde?
-Parate
Sus piernas se acoplaban a tu cintura a la perfección.
***
El loro se debatía entre mirar y no mirar. Se tiraba aire y espiaba tras su ala. Aleteaba y gritaba cosas.
Vos te trasladabas con el hacía tu dormitorio.
Lo besabas salvajemente. Y menos mal que el loro tenía sus propios debates internos porque te criticaría de acá a la china.
Te tiró en la cama, desesperado por más.
-Ay, bruto- te quejaste
-Paula, por Dios!
Luchabas con su cinturón blanco. ¿Qué necesidad?
-La próxima sin cinto Pedro- le dijiste
El escondía su cabeza en tu cuello, mezclándose con tu pelo suelto.
Aprovechaba a seguir con su trabajo.
Tu celular sonaba en la mesita de luz.
-El celular- te dijo
-Dejalo
El besaba tu ombligo cuando volvía a sonar.
-No, no puedo
-Lo apago- le dijiste estirándote
-No, atende- te dijo
Nahuel.
El se levantó ofuscado y se fue hacia el baño.
-Pedro, por qué te fuiste?
-Por qué lo atendiste?- te preguntó abriendo la puerta
-Pero si vos me dijiste!!!!
-Pero no era para que me tomes en serio!!!!- te dijo mientras se ponía su remera
-Qué hacés?
-Me visto y me voy.
-Para, me estas jodiendo....no te vas a ir ahora?- lo detuviste en la puerta
-Lo hubieses pensado antes
-Me jodes? VOS me dijiste que lo atienda!!!! Te dije apago el celular!
-Pero no entendes las indirectas?????? PENDEJA!!!!- te gritó antes de pegar un portazo.
Hombres. No solo se roban la histeria, sino también las ambigüedades.
Timbre. Volvió.
-Recapacitaste?- le preguntaste provocativamente
-No. Abrime abajo - te dijo
Y a Nahuel bloquealo, te dijo antes de darte un beso.
-Mía. Sos MIA- te dijo antes de colgarse la campera al hombro y huir hacia las escaleras.
HOMBRES. Gritaron vos y el loro al unísono.
miércoles, 30 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
Capítulo 17
La vuelta a la rutina. ¿Cómo enfrentarla?
-Buenos días Chaves
-Buen día Alfonso, sube?
-No, simplemente inspecciono el ascensor.
Y con ese chiste el loro parlanchín revoleó los ojos.
El chico del primer piso, los miro, algo confundido.
-Al fin- te dijo besando tus labios
-Estabas apurado?
-Muy? Vos no?
-No tanto.
-Me invitas a tu departamento hoy?- te preguntó
-Qué clase de propuesta indecente es?
-Una culinaria...si no querés me voy de Caro
-No podés comer solo? jajajaja
-No cocino, y Caro me cocina, pero supuse que si tengo una chica....
-Asi que tenes una chica?- lo interrumpiste
-Una muy linda y muy codiciada.
-Tonto
-Mi piso...avisame
SMS Pau: " En serio no cocinas?"
SMS Pepe: "En serio, soy un nene mimado"
SMS Pau: "Yo te voy a sacar un par de mañas"
SMS Pepe: "Almorzamos juntos?"
SMS Pau: "No puedo. Tengo reunión. 20.30 en casa, Baez 423"
Llevabas trabajando más de dos horas en el informe de la visita de Ester.
El menor no estaba reaccionando del todo bien y eso te tenia un tanto preocupada.
Ester, por otra parte, te comentaba un poco su desilución con la reacción de su hijo.
-Pero le dijiste algo? Te lo prohibí Ester, no se puede
-Nono, no le dije nada, jugamos con situaciones hipotética con la asistentes social
-Contame que me interesa
-Claro distintas preguntas, situaciones, en fin, en una de esas, Ana, la asistente social, le pregunta quién es la persona en la me confía, y el responde que su mamá, casi que me emociono, pero el no hablaba de mí entendes, el no sabe quién soy- te dijo mientras secaba sus lágrimas. El ni siquiera entendía que hacía ahí. Y yo lo parí, entendés Paula, yo lo lleve 9 meses en mi panza, yo lo cuidé, no es justo, vos me entendés no?- te preguntó hipando
-Ay Ester, me partís el alma, no puedo decirte mucho
-Igual empeoró todo- te dijo mientras se limpiaba la cara con la manga de su remera, Mati, sin más empezó a explicar que su madre, Mirta obvio, lo acompañaba siempre, se quedaba con el cuando tenía pesadillas, le compraba la ropa, los útiles, lo cuidaba cuando tenía fiebre y yo... Ay Paula, sabe Dios que yo quise y quiero hacer esas cosas, me lo quiero llevar lejos, es mi hijo entendés? Y no se lo puedo decir. Prometeme que me lo vas a traer de regreso. Prometemelo- te pidió en medio de un llanto desgarrador
***
-Entonces no te quedás a comer?
-No, ya te dije que no.
-Y a donde vas?
-Ya te dije que no te voy a decir
-Sabés que no se le hace eso a una mujer embarazada?
-De verdad? Caro no seas dramática. Mañana si ceno con vos
-Dame una pista, por favor- y te puso carita de pobrecita
-Es por una mujer
-Tonto. Me hubiese gustado que me digas "Es por Paula" si yo soy mujer, entiendo que esa cara de bobo es nueva y está estrenandose.
-Cómo cara de bobo?
-Claro, hace días la tenés pero como tengo piedad no voya indagar, ahora, si vos querés contarme sabes que....
-Chau Carito, gracias por la ropa planchada- lo interrumpiste.
Inhalar. Exhalar.
Nota mental: ¿Por qué hace días que no vas al gimnasio? Ir.
Timbre.
-Hola- te abrió ella de delantal y con una sonrisa.
-Hola - y no sabías si podías besarla o qué.
-Pasas? Por que no me copa mucho estar con la puerta abierta
-Si
Y ella te dio el beso que a vos te ponía en duda.
-Qué es eso?- te preguntó
-Vengo de Caro
-Ah y qué es?
-Ropa
-Tampoco lavas?????
-Ay Paula, que exagerada.
-Ya me estaba asustando
-No plancho- le soltaste mientras se iba a la cocina
Y escuchaste su risotada.
-Vení para acá Alfonsooooo!
-Voy, mujer, no grites
-Qué es eso?
-Una vincha de tela, en general, la uso para maquillarme
-Pero no te maquilles, así me gusta
-En general dije, vení para acá
-Epa, vamos a jugar?
-No- te dijo mientras la ajustaba sobre tus ojos
-Qué? No Yo no quiero- le dijiste mientras intentabas sacartelo
-Dale no seas quisquilloso
-Qué me vas a hacer?
-Te voy a enseñar a cocinar
-Alguien te enseño a cocinar así? Quién fue?
-No creo que te interese, vení acercate
-Donde? No veo Paula!!
-Nunca jugaste al gallito ciego nene?
-Tenía otras cosas de que preocuparme, asi que no.
-Ay perdoname no sabía.
-Ya ya no pasa nada, guiame
Y estabas contra la mesada, ella atrás tuyo .
-Me escuchás?- te preguntó a tu oído derecho
Y no recordabas algo más mmm... ¿sensual? ¿erótico?
-En serio me preocupa quien te enseño a cocinar así
-Vas a ver que la cocina tiene su encanto.....
-Si me dejaras, te mostraría todo el encanto....
-Pedroooooooo!- y te pegó en el hombro.
-Dame tu mano derecha- te pidió
-Un tenedor?- le preguntaste
-Si, acá - te dijo colocando tu mano dentro de un bowl- están los huevos que vas a batir.
-Yo voy a ir agregando especias que vas a ir oliendo una a una- continuó.
-Mmmmm eso lo reconozco... orégano?- le preguntaste al 3 condimento que agregaba
-Exacto, ves? No es tan malo verdad?
-No, y más si estás cerquita.
Ella depositó un beso en tu cuello.
***
-Mi mamá usaba mucho orégano..- te dijo de repente
-Usaba?- le preguntaste timidamente
-No, no está muerta- te dijo sonriendo. El día que la conozcas la vas a amar es como un loro parlanchín.
Genial. Otro más, pensaste. Y tu loro parlanchín interno te intentaba golpear con su ala.
-Ella es la culpable que seas un niño mimado?- le preguntaste mientras le sacabas el tenedor de la mano y comenzabas a pasar la carne en los huevos.
-Todas. Te dije que tengo 4 hermanas mujeres?
-Mmmm miedo. Vení acercate
Tanteo tu cuerpo (un poco innecesario) y llego a tu cabeza, la sostuvo por los lados y con sus labios busco los tuyos.
-Me gusta este jueguito sabes?
-Cocinamos Pedro, cocinamos
-Bueno, me gusta, ahora que hago.
-Pone las manos acá- le dijiste
-Está mojado- te dijo
-Nada que no te llevarías a tu boca, no te preocupes
-Y ahora que hago?
-Con pequeños golpes- le dijiste al oído- así, muy bien, vamos a terminar de cocinar.
-Mmmmmm no doy más-
-Cansado?
-Ponele, sos muy mala sabías?
-No querías cocinar?
-Quería comer que es distinto.
-Ya te vas a alimentar no te preocupes. Me hablas de tu mamá?
-Mamá es dulce, es buena, una cocinera perfecta, aunque nunca la vi hacer esta clase de cocina...tan...especial. Ella es maestra jardinera, tiene paciencia de hierro. Es muy demandante, hace 2 días que no la llamo, asi que en cualquier momento llama.
-Sos su nene mimado?- le preguntaste quitandole la venda
-Ya terminó?
-Si, ya hicimos unas ricas milanesas.
-Guau tan..."sugerente" es hacer milanesas?
-Lo que vos quieras en esta vida puede ser "sugerente" Alfonso....-le dijiste mientras te sentabas en la mesada, después de haber puesto las milanesas en el horno.
El se acercó a vos y te besó.
Lo interrumpiste.
-Y tu papá? por qué no me hablas de tu papá?
Viste su semblante cambiar.
-Ay no tenés papá no? Es eso? Siempre meto la pata
-Tengo, pero preferiría no tenerlo.
Abriste los ojos. Y lo acercaste a vos.
-Contame- le pediste.
-Tuve una fea infancia, al principio pense que era normal. Por eso me fui de Cordoba, no lo podía soportar.
-No podías soportar qué?
-Mil veces no lo frené, yo lo veía y no lo frenaba, me quedaba ahí, sin reacción. Pero un día todo terminó
-Un día terminó?
-Un día la golpeó hasta dejarla inconciente, los celos lo cegaban. Y ese día desperté. Verla ahi, todavía me persigue la imágen.
-Ay mi amor- le dijiste acariaciándolo.
-No me tengas lástima
-No te tengo lástima, no podría. Contame más.
-Ese día le desfiguré la cara. Y a partir de ese día empezó mi pasión por el box. Pero yo no soy como el, yo no te voy a lastimar.
-Lo se
-Aunque ella me perdono, mi mamá digo, a mi me cuesta. Cuando ya ejercía alguien sacó el tema, y fue un infierno.
-Tranquilo Pepe.
-Hay días que no lo soporto
-Es entendible.
-Te vas a ir?- te preguntó levantando la cabeza que tenía apoyada en tu pecho mientras le acariciabas los rulitos y lo consolabas.
-Es mi departamento, a donde iria?
-No, si me vas a dejar.....
-Por esto? Estas loco?- y lo llenaste de besos.
-No te preocupa?
-Qué cosa?
-Lo que pueda hacerte. Tengo sangre de golpeador
-No. Y no tenes nada de eso. Sos lindo, por fuera y por dentro.
-Yo si tengo miedo. Tengo miedo que te vayas y tengo miedo que te quedes.- te confesó mirándote a los ojos.
-Buenos días Chaves
-Buen día Alfonso, sube?
-No, simplemente inspecciono el ascensor.
Y con ese chiste el loro parlanchín revoleó los ojos.
El chico del primer piso, los miro, algo confundido.
-Al fin- te dijo besando tus labios
-Estabas apurado?
-Muy? Vos no?
-No tanto.
-Me invitas a tu departamento hoy?- te preguntó
-Qué clase de propuesta indecente es?
-Una culinaria...si no querés me voy de Caro
-No podés comer solo? jajajaja
-No cocino, y Caro me cocina, pero supuse que si tengo una chica....
-Asi que tenes una chica?- lo interrumpiste
-Una muy linda y muy codiciada.
-Tonto
-Mi piso...avisame
SMS Pau: " En serio no cocinas?"
SMS Pepe: "En serio, soy un nene mimado"
SMS Pau: "Yo te voy a sacar un par de mañas"
SMS Pepe: "Almorzamos juntos?"
SMS Pau: "No puedo. Tengo reunión. 20.30 en casa, Baez 423"
Llevabas trabajando más de dos horas en el informe de la visita de Ester.
El menor no estaba reaccionando del todo bien y eso te tenia un tanto preocupada.
Ester, por otra parte, te comentaba un poco su desilución con la reacción de su hijo.
-Pero le dijiste algo? Te lo prohibí Ester, no se puede
-Nono, no le dije nada, jugamos con situaciones hipotética con la asistentes social
-Contame que me interesa
-Claro distintas preguntas, situaciones, en fin, en una de esas, Ana, la asistente social, le pregunta quién es la persona en la me confía, y el responde que su mamá, casi que me emociono, pero el no hablaba de mí entendes, el no sabe quién soy- te dijo mientras secaba sus lágrimas. El ni siquiera entendía que hacía ahí. Y yo lo parí, entendés Paula, yo lo lleve 9 meses en mi panza, yo lo cuidé, no es justo, vos me entendés no?- te preguntó hipando
-Ay Ester, me partís el alma, no puedo decirte mucho
-Igual empeoró todo- te dijo mientras se limpiaba la cara con la manga de su remera, Mati, sin más empezó a explicar que su madre, Mirta obvio, lo acompañaba siempre, se quedaba con el cuando tenía pesadillas, le compraba la ropa, los útiles, lo cuidaba cuando tenía fiebre y yo... Ay Paula, sabe Dios que yo quise y quiero hacer esas cosas, me lo quiero llevar lejos, es mi hijo entendés? Y no se lo puedo decir. Prometeme que me lo vas a traer de regreso. Prometemelo- te pidió en medio de un llanto desgarrador
***
-Entonces no te quedás a comer?
-No, ya te dije que no.
-Y a donde vas?
-Ya te dije que no te voy a decir
-Sabés que no se le hace eso a una mujer embarazada?
-De verdad? Caro no seas dramática. Mañana si ceno con vos
-Dame una pista, por favor- y te puso carita de pobrecita
-Es por una mujer
-Tonto. Me hubiese gustado que me digas "Es por Paula" si yo soy mujer, entiendo que esa cara de bobo es nueva y está estrenandose.
-Cómo cara de bobo?
-Claro, hace días la tenés pero como tengo piedad no voya indagar, ahora, si vos querés contarme sabes que....
-Chau Carito, gracias por la ropa planchada- lo interrumpiste.
Inhalar. Exhalar.
Nota mental: ¿Por qué hace días que no vas al gimnasio? Ir.
Timbre.
-Hola- te abrió ella de delantal y con una sonrisa.
-Hola - y no sabías si podías besarla o qué.
-Pasas? Por que no me copa mucho estar con la puerta abierta
-Si
Y ella te dio el beso que a vos te ponía en duda.
-Qué es eso?- te preguntó
-Vengo de Caro
-Ah y qué es?
-Ropa
-Tampoco lavas?????
-Ay Paula, que exagerada.
-Ya me estaba asustando
-No plancho- le soltaste mientras se iba a la cocina
Y escuchaste su risotada.
-Vení para acá Alfonsooooo!
-Voy, mujer, no grites
-Qué es eso?
-Una vincha de tela, en general, la uso para maquillarme
-Pero no te maquilles, así me gusta
-En general dije, vení para acá
-Epa, vamos a jugar?
-No- te dijo mientras la ajustaba sobre tus ojos
-Qué? No Yo no quiero- le dijiste mientras intentabas sacartelo
-Dale no seas quisquilloso
-Qué me vas a hacer?
-Te voy a enseñar a cocinar
-Alguien te enseño a cocinar así? Quién fue?
-No creo que te interese, vení acercate
-Donde? No veo Paula!!
-Nunca jugaste al gallito ciego nene?
-Tenía otras cosas de que preocuparme, asi que no.
-Ay perdoname no sabía.
-Ya ya no pasa nada, guiame
Y estabas contra la mesada, ella atrás tuyo .
-Me escuchás?- te preguntó a tu oído derecho
Y no recordabas algo más mmm... ¿sensual? ¿erótico?
-En serio me preocupa quien te enseño a cocinar así
-Vas a ver que la cocina tiene su encanto.....
-Si me dejaras, te mostraría todo el encanto....
-Pedroooooooo!- y te pegó en el hombro.
-Dame tu mano derecha- te pidió
-Un tenedor?- le preguntaste
-Si, acá - te dijo colocando tu mano dentro de un bowl- están los huevos que vas a batir.
-Yo voy a ir agregando especias que vas a ir oliendo una a una- continuó.
-Mmmmm eso lo reconozco... orégano?- le preguntaste al 3 condimento que agregaba
-Exacto, ves? No es tan malo verdad?
-No, y más si estás cerquita.
Ella depositó un beso en tu cuello.
***
-Mi mamá usaba mucho orégano..- te dijo de repente
-Usaba?- le preguntaste timidamente
-No, no está muerta- te dijo sonriendo. El día que la conozcas la vas a amar es como un loro parlanchín.
Genial. Otro más, pensaste. Y tu loro parlanchín interno te intentaba golpear con su ala.
-Ella es la culpable que seas un niño mimado?- le preguntaste mientras le sacabas el tenedor de la mano y comenzabas a pasar la carne en los huevos.
-Todas. Te dije que tengo 4 hermanas mujeres?
-Mmmm miedo. Vení acercate
Tanteo tu cuerpo (un poco innecesario) y llego a tu cabeza, la sostuvo por los lados y con sus labios busco los tuyos.
-Me gusta este jueguito sabes?
-Cocinamos Pedro, cocinamos
-Bueno, me gusta, ahora que hago.
-Pone las manos acá- le dijiste
-Está mojado- te dijo
-Nada que no te llevarías a tu boca, no te preocupes
-Y ahora que hago?
-Con pequeños golpes- le dijiste al oído- así, muy bien, vamos a terminar de cocinar.
-Mmmmmm no doy más-
-Cansado?
-Ponele, sos muy mala sabías?
-No querías cocinar?
-Quería comer que es distinto.
-Ya te vas a alimentar no te preocupes. Me hablas de tu mamá?
-Mamá es dulce, es buena, una cocinera perfecta, aunque nunca la vi hacer esta clase de cocina...tan...especial. Ella es maestra jardinera, tiene paciencia de hierro. Es muy demandante, hace 2 días que no la llamo, asi que en cualquier momento llama.
-Sos su nene mimado?- le preguntaste quitandole la venda
-Ya terminó?
-Si, ya hicimos unas ricas milanesas.
-Guau tan..."sugerente" es hacer milanesas?
-Lo que vos quieras en esta vida puede ser "sugerente" Alfonso....-le dijiste mientras te sentabas en la mesada, después de haber puesto las milanesas en el horno.
El se acercó a vos y te besó.
Lo interrumpiste.
-Y tu papá? por qué no me hablas de tu papá?
Viste su semblante cambiar.
-Ay no tenés papá no? Es eso? Siempre meto la pata
-Tengo, pero preferiría no tenerlo.
Abriste los ojos. Y lo acercaste a vos.
-Contame- le pediste.
-Tuve una fea infancia, al principio pense que era normal. Por eso me fui de Cordoba, no lo podía soportar.
-No podías soportar qué?
-Mil veces no lo frené, yo lo veía y no lo frenaba, me quedaba ahí, sin reacción. Pero un día todo terminó
-Un día terminó?
-Un día la golpeó hasta dejarla inconciente, los celos lo cegaban. Y ese día desperté. Verla ahi, todavía me persigue la imágen.
-Ay mi amor- le dijiste acariaciándolo.
-No me tengas lástima
-No te tengo lástima, no podría. Contame más.
-Ese día le desfiguré la cara. Y a partir de ese día empezó mi pasión por el box. Pero yo no soy como el, yo no te voy a lastimar.
-Lo se
-Aunque ella me perdono, mi mamá digo, a mi me cuesta. Cuando ya ejercía alguien sacó el tema, y fue un infierno.
-Tranquilo Pepe.
-Hay días que no lo soporto
-Es entendible.
-Te vas a ir?- te preguntó levantando la cabeza que tenía apoyada en tu pecho mientras le acariciabas los rulitos y lo consolabas.
-Es mi departamento, a donde iria?
-No, si me vas a dejar.....
-Por esto? Estas loco?- y lo llenaste de besos.
-No te preocupa?
-Qué cosa?
-Lo que pueda hacerte. Tengo sangre de golpeador
-No. Y no tenes nada de eso. Sos lindo, por fuera y por dentro.
-Yo si tengo miedo. Tengo miedo que te vayas y tengo miedo que te quedes.- te confesó mirándote a los ojos.
viernes, 25 de octubre de 2013
Capítulo 16
Te levantaste y morías de sueño, pero el día estaba precioso.
Cerraste los ojos, los cubriste con tu antebrazo mientras recordabas.
-Mmmm no me invitás a pasar?-le preguntaste
-Estás jugando con fuego...
-Y?
-Te podés quemar....
-No sabés las ganas que tengo de quemarme, de arder en la hoguera...
-Ya, ya Pedro volvé a tierra no te vas a quemar no te preocupes
-Como me pinchás el globo eh....
Ella se mordió el labio inferior
-jajajajaja, no esto si que era sin dobles sentidos
-Bueno, anda a dormir doble sentidos
-Quiero ver que entres
-Chau- te dijo, y deposito un beso en tus labios, y uno en tu pera.
SMS Pepe: "Te despertaste bella durmiente?"
SMS Pau: "Si, te estaba por escribir. Estamos sentados por desayunar, venís?"
SMS Pepe: " Estamos?"
SMS Pau: "Nahuel, Joaquín, Clara, y Silvia, te hago lugar?"
SMS Pepe: "Entre Clara y Silvia podrá ser?"
Y te reías solo.
SMS Pau: "Clara tambiénnnnnnn?"
SMS Pepe: "Eso fue un grito?"
SMS Pau: "Apurate"
SMS Pepe: "Te enojaste?"
SMS Pau: "Cambio y fuera"
***
Y si, para que negarlo, te encanta asustarlo.
Eso si, deberías recordar agregar a Clara a la lista de "asesinatos casuales", o al menos, hacerle pasar un día con el loro parlanchín.
Apareció en el comedor con carita de dormido, sus rulitos mucho más armados de lo usual. Te miró a los ojos y viste como intentaba detener su sonrisa.
Se sentó en la mesa. Enfrente tuyo, al lado de Joaquín y de Silvia.
Vos, entre Nahuel y Clara.
-Larga noche, campeón?- preguntó Joaquín
-No tanto como me gustaría, pero fue una gran noche, si.
-Es que Pepe es un sex symbol- dijo Silvia. Y vos intentaste no atragantarte con la tostada. Turra te susurraba el loro.
Ella se acercó más a él, y el se sobresalto. Inmediatamente Nahuel pasó su brazo por tus hombros. Viste los ojos de Pedro agrandarse y para que negarlo...te divirtió...mucho.
Empezó a golpear la mesa suavemente. Hasta que se oyó un golpe seco.
-Tranquilo, Pedro- lo retó Clara
-Qué? Ah, si, no quería saber si trajeron café ya.
-Relax, Alfonso, ya te van a atender como te merecés
-Y cómo me merezco?- te preguntó desafiante.
-Con una taza de café? - le preguntaste jugando una inocente.
SMS Pepe: "la mano"
SMS Pau: "tranquilo, te va a subir la presión"
-Querés ir a tomar sol?- te preguntó Clara
-mmmm- intentaste ver que hacía Pedro- no, tengo unos llamados que hacer después los busco.
Nahuel se acercó a vos y te llevó a un costadito.
"Si me disculpan" previamente había dicho
Sentías los ojos de Pedro pegados a ustedes. Seguro no estaba escuchando nada de lo que le decían.
-Estás bien?- te preguntó
-Si- le sonreíste
-Vos sabés que yo te quiero verdad Poch?
-Si, claro, yo también.
Te abrazó y te susurró "Si es el, yo te banco"
-Que?- le preguntaste
-Quizás, te conozco más de lo que pensas Poly- te dijo colocando un mechón de tu pelo tras tu oreja.
-No te des vuelta, pero está mirando - te dijo. Me gusta verte sonreír, pero si te hace derramar una lágrima me vas a tener que hacer de abogada si no me puedo autodefender, entendido?
Le sonreíste y lo abrazaste.
El loro parlanchín era medio arisco y estaba medio molesto con tanto afecto, se movía intentando que sus alas no sean bañadas por la extrema dulzura.
***
-Pedro, estás?- te preguntó Joaquín.
Y no flaco, claramente no tengo ganas de escucharte, sino te respondería.
-Si, que pasa...
-Si sabes como sigue la rutina hasta que hora estamos acá!
-Creo que hasta las 16 hs por?
-Para ver que hacíamos, descontamos a Nahuel y a Paula no?
-Eh? Por qué?
-Miralos, para mi hay algo
-Deja de decir boludeces Joaquín querés
-Epa, no saltes que no hay charquito querido, baja los humos. Que pasa? Fue la única que no te pudiste llevar a la cama?
-Callate querés.
-Hagamos una apuesta, dame una semana y yo....
-Vos nada me escuchaste?- le dijiste mientras tomabas del cuello de su camisa, elevandolo del aire.
-Pedrooooo- te gritó ella. Y lo soltaste. Cayó bajo su peso frente a vos.
-Acordate lo que te dije, no te metas, te hablo en serio- le dijiste a el.
Saliste caminando para otro lado, necesitabas un poco de aire.
¿Qué era lo que estaba pasando? Vos sabías perfectamente que no estabas acostumbrado a esto, otra vez, el sufrir, el amar, la vorágine. ¿Sería demasiado?
Te sentías tan perdido por momentos, y ella había llegado así como un terremoto a tu vida, para darla vuelta, para cambiar todos tus si y tus no. Era un huracán, te dejaba patas para arriba, con esa sensación de tranquilidad, que hace mucho no sentías y que tan bien se sentía.
Te habías convencido por tanto tiempo en enterrar todos estos sentimientos y ahora venían todos juntos a tocarte la puerta.
Amor. Los celos, no recordabas que se sentían así, se te estrujaba el pecho querías ir corriendo a buscarla, abrazarla y llevártela para que nadie la toque y... todo tan confuso.
-Pedroooooo! - escuchaste. Te diste vuelta.
-Qué haces?
-Hace 10 minutos que te estoy gritando y siguiendo.
-Por?
-Que te pasa?
Se acerco a vos y retrocediste
Frunció el ceño.
-Necesito que me dejes solo
-Otra vez? Decime que pasa, sino no vamos a ir a ningún lado. Confia en mí
-No tengo ganas de confiar en vos, tengo ganas de estar solo. Lo podes entender?- le preguntaste
-Como hago para entenderte? Decime porque no se que hacer
-No hagas nada
-Así sin más? A que jugas?
Te rascaste la nuca. Diste media vuelta y seguiste caminando.
-A qué jugasssss?- te gritó
-A nada - te diste vuelta y la viste con los ojos brillantes.
Te acercaste a ella.
-No, no llores. - Besaste sus ojos.
-Mi vida era simple, yo me divertia una noche y ya estaba, y de pronto llegaste vos, y me hiciste temblar, me dabas ganas de verte. Nunca pude verte como alguien a quien solo quería llevar a la cama, pensé que no me atraías, aunque en realidad creo que me atraías demasiado. Sos un imán, un torbellino.
Sabes el tiempo que hace que no sentia celos? Que no queria pegarle a alguien? Que me hiciste Chaves?
-Puedo preguntar lo mismo?- te dijo. Y sentiste sus besos recorrer tu cara.
Sentiste sus besos cubrir toda tu cara. Hacía enfasis en tus ojos, en tu boca.
Sentiste sus manos en tu cuello y la acercaste más a vos.
Se escuchó un relinche y Paula se sobresaltó
-Que es eso?- preguntó
-Las personas le decimos relinche, ya sabes, un caballo.
-Ay esos cuadrúpedes- susurró Paula
-Sos un pcoo rara sabías no? Querés dar un paseo?
-Dónde?
-A caballo.
-jajajajaja no, no comulgo con los cuadrúpedos asesinos
-jjajajajajjaja me hablás en serio?
-Si, claro, no sabes lo que son las estadísticas... Te tiran siempre te lastimas, muchos mueren con las caídas, además se suelen asustar y se ponen en dos patas, algunos no te hacen caso, no definitivamente no me gustan
-Sos tan linda- le dijiste, y en un rápido movimiento la tomaste por las rodillas y la pusiste en tus hombros.
***
-Bajame de acá - le pediste mientras te colocaba sobre la montura de un caballo
-Shhh- te susurró al oído mientras subía tras tuyo.
-No quiero
El tomó las riendas y el cuadrúpedo comenzó a moverse.
El loro parlanchín susurraba toda clase de improperios hacia Pedro, mientras aleteaba para no perder el equilibrio.
-Estás más tranquila?- te preguntó
-Me da miedo- le dijiste hipando.
-Ey, no voy a dejar que la pases mal, lo prometo- te dijo al oído mientras besaba tu cuello.
-Sabes algo de caballos?
-Bastante, es más creo que podría hacerte el amor aca arriba
-Pedroooooooooooooooooo!
-Bueno, ya, se ve que tanto miedo no tenés para gritar así
-Tonto
-Ves que no pasa nada?
-Estoy bien por ahora, pero igual no confio en el - le susurraste señalando al caballo
-Tenes que relajarte, ponele un nombre
-Al caballo?
-Y si....- te dijo picaramente
-Yaco
-Yaco? Los caballos no se llaman Yaco
-Bueno, este si.
-Ok, Yaco. Acaricialo, hablale.
-Como le voy a hablar a un caballo?
-Asi como me hablas a mi?
-Cómo hacés?
-Cómo te hablo?- te preguntó en una voz que te sonó confundida
-No, como logras que haga cosas que nunca haría ?
Detuvo el caballo y vos te diste vuelta a mirarlo.
Bajo sus lentes. Vos enganchaste los tuyos en tu remera.
Te miró a los ojos y sonrió.
No sabes cómo, pero te estaba ayudando a quedar cara a cara con él, con una destreza desconocida para vos (y el loro se tapaba con el ala imaginando que otras destrezas había por ahí)
-De la misma manera que vos me embrujaste. De la misma manera en que vos hacés que vuelva a creer en el amor. No me lastimes, por favor.- te pidió antes de besarte, e inclinarte contra el lomo del caballo sosteniendo tu cintura, y enganchando sus pies con los tuyos en el estribo de la montura
Cerraste los ojos, los cubriste con tu antebrazo mientras recordabas.
-Mmmm no me invitás a pasar?-le preguntaste
-Estás jugando con fuego...
-Y?
-Te podés quemar....
-No sabés las ganas que tengo de quemarme, de arder en la hoguera...
-Ya, ya Pedro volvé a tierra no te vas a quemar no te preocupes
-Como me pinchás el globo eh....
Ella se mordió el labio inferior
-jajajajaja, no esto si que era sin dobles sentidos
-Bueno, anda a dormir doble sentidos
-Quiero ver que entres
-Chau- te dijo, y deposito un beso en tus labios, y uno en tu pera.
SMS Pepe: "Te despertaste bella durmiente?"
SMS Pau: "Si, te estaba por escribir. Estamos sentados por desayunar, venís?"
SMS Pepe: " Estamos?"
SMS Pau: "Nahuel, Joaquín, Clara, y Silvia, te hago lugar?"
SMS Pepe: "Entre Clara y Silvia podrá ser?"
Y te reías solo.
SMS Pau: "Clara tambiénnnnnnn?"
SMS Pepe: "Eso fue un grito?"
SMS Pau: "Apurate"
SMS Pepe: "Te enojaste?"
SMS Pau: "Cambio y fuera"
***
Y si, para que negarlo, te encanta asustarlo.
Eso si, deberías recordar agregar a Clara a la lista de "asesinatos casuales", o al menos, hacerle pasar un día con el loro parlanchín.
Apareció en el comedor con carita de dormido, sus rulitos mucho más armados de lo usual. Te miró a los ojos y viste como intentaba detener su sonrisa.
Se sentó en la mesa. Enfrente tuyo, al lado de Joaquín y de Silvia.
Vos, entre Nahuel y Clara.
-Larga noche, campeón?- preguntó Joaquín
-No tanto como me gustaría, pero fue una gran noche, si.
-Es que Pepe es un sex symbol- dijo Silvia. Y vos intentaste no atragantarte con la tostada. Turra te susurraba el loro.
Ella se acercó más a él, y el se sobresalto. Inmediatamente Nahuel pasó su brazo por tus hombros. Viste los ojos de Pedro agrandarse y para que negarlo...te divirtió...mucho.
Empezó a golpear la mesa suavemente. Hasta que se oyó un golpe seco.
-Tranquilo, Pedro- lo retó Clara
-Qué? Ah, si, no quería saber si trajeron café ya.
-Relax, Alfonso, ya te van a atender como te merecés
-Y cómo me merezco?- te preguntó desafiante.
-Con una taza de café? - le preguntaste jugando una inocente.
SMS Pepe: "la mano"
SMS Pau: "tranquilo, te va a subir la presión"
-Querés ir a tomar sol?- te preguntó Clara
-mmmm- intentaste ver que hacía Pedro- no, tengo unos llamados que hacer después los busco.
Nahuel se acercó a vos y te llevó a un costadito.
"Si me disculpan" previamente había dicho
Sentías los ojos de Pedro pegados a ustedes. Seguro no estaba escuchando nada de lo que le decían.
-Estás bien?- te preguntó
-Si- le sonreíste
-Vos sabés que yo te quiero verdad Poch?
-Si, claro, yo también.
Te abrazó y te susurró "Si es el, yo te banco"
-Que?- le preguntaste
-Quizás, te conozco más de lo que pensas Poly- te dijo colocando un mechón de tu pelo tras tu oreja.
-No te des vuelta, pero está mirando - te dijo. Me gusta verte sonreír, pero si te hace derramar una lágrima me vas a tener que hacer de abogada si no me puedo autodefender, entendido?
Le sonreíste y lo abrazaste.
El loro parlanchín era medio arisco y estaba medio molesto con tanto afecto, se movía intentando que sus alas no sean bañadas por la extrema dulzura.
***
-Pedro, estás?- te preguntó Joaquín.
Y no flaco, claramente no tengo ganas de escucharte, sino te respondería.
-Si, que pasa...
-Si sabes como sigue la rutina hasta que hora estamos acá!
-Creo que hasta las 16 hs por?
-Para ver que hacíamos, descontamos a Nahuel y a Paula no?
-Eh? Por qué?
-Miralos, para mi hay algo
-Deja de decir boludeces Joaquín querés
-Epa, no saltes que no hay charquito querido, baja los humos. Que pasa? Fue la única que no te pudiste llevar a la cama?
-Callate querés.
-Hagamos una apuesta, dame una semana y yo....
-Vos nada me escuchaste?- le dijiste mientras tomabas del cuello de su camisa, elevandolo del aire.
-Pedrooooo- te gritó ella. Y lo soltaste. Cayó bajo su peso frente a vos.
-Acordate lo que te dije, no te metas, te hablo en serio- le dijiste a el.
Saliste caminando para otro lado, necesitabas un poco de aire.
¿Qué era lo que estaba pasando? Vos sabías perfectamente que no estabas acostumbrado a esto, otra vez, el sufrir, el amar, la vorágine. ¿Sería demasiado?
Te sentías tan perdido por momentos, y ella había llegado así como un terremoto a tu vida, para darla vuelta, para cambiar todos tus si y tus no. Era un huracán, te dejaba patas para arriba, con esa sensación de tranquilidad, que hace mucho no sentías y que tan bien se sentía.
Te habías convencido por tanto tiempo en enterrar todos estos sentimientos y ahora venían todos juntos a tocarte la puerta.
Amor. Los celos, no recordabas que se sentían así, se te estrujaba el pecho querías ir corriendo a buscarla, abrazarla y llevártela para que nadie la toque y... todo tan confuso.
-Pedroooooo! - escuchaste. Te diste vuelta.
-Qué haces?
-Hace 10 minutos que te estoy gritando y siguiendo.
-Por?
-Que te pasa?
Se acerco a vos y retrocediste
Frunció el ceño.
-Necesito que me dejes solo
-Otra vez? Decime que pasa, sino no vamos a ir a ningún lado. Confia en mí
-No tengo ganas de confiar en vos, tengo ganas de estar solo. Lo podes entender?- le preguntaste
-Como hago para entenderte? Decime porque no se que hacer
-No hagas nada
-Así sin más? A que jugas?
Te rascaste la nuca. Diste media vuelta y seguiste caminando.
-A qué jugasssss?- te gritó
-A nada - te diste vuelta y la viste con los ojos brillantes.
Te acercaste a ella.
-No, no llores. - Besaste sus ojos.
-Mi vida era simple, yo me divertia una noche y ya estaba, y de pronto llegaste vos, y me hiciste temblar, me dabas ganas de verte. Nunca pude verte como alguien a quien solo quería llevar a la cama, pensé que no me atraías, aunque en realidad creo que me atraías demasiado. Sos un imán, un torbellino.
Sabes el tiempo que hace que no sentia celos? Que no queria pegarle a alguien? Que me hiciste Chaves?
-Puedo preguntar lo mismo?- te dijo. Y sentiste sus besos recorrer tu cara.
Sentiste sus besos cubrir toda tu cara. Hacía enfasis en tus ojos, en tu boca.
Sentiste sus manos en tu cuello y la acercaste más a vos.
Se escuchó un relinche y Paula se sobresaltó
-Que es eso?- preguntó
-Las personas le decimos relinche, ya sabes, un caballo.
-Ay esos cuadrúpedes- susurró Paula
-Sos un pcoo rara sabías no? Querés dar un paseo?
-Dónde?
-A caballo.
-jajajajaja no, no comulgo con los cuadrúpedos asesinos
-jjajajajajjaja me hablás en serio?
-Si, claro, no sabes lo que son las estadísticas... Te tiran siempre te lastimas, muchos mueren con las caídas, además se suelen asustar y se ponen en dos patas, algunos no te hacen caso, no definitivamente no me gustan
-Sos tan linda- le dijiste, y en un rápido movimiento la tomaste por las rodillas y la pusiste en tus hombros.
***
-Bajame de acá - le pediste mientras te colocaba sobre la montura de un caballo
-Shhh- te susurró al oído mientras subía tras tuyo.
-No quiero
El tomó las riendas y el cuadrúpedo comenzó a moverse.
El loro parlanchín susurraba toda clase de improperios hacia Pedro, mientras aleteaba para no perder el equilibrio.
-Estás más tranquila?- te preguntó
-Me da miedo- le dijiste hipando.
-Ey, no voy a dejar que la pases mal, lo prometo- te dijo al oído mientras besaba tu cuello.
-Sabes algo de caballos?
-Bastante, es más creo que podría hacerte el amor aca arriba
-Pedroooooooooooooooooo!
-Bueno, ya, se ve que tanto miedo no tenés para gritar así
-Tonto
-Ves que no pasa nada?
-Estoy bien por ahora, pero igual no confio en el - le susurraste señalando al caballo
-Tenes que relajarte, ponele un nombre
-Al caballo?
-Y si....- te dijo picaramente
-Yaco
-Yaco? Los caballos no se llaman Yaco
-Bueno, este si.
-Ok, Yaco. Acaricialo, hablale.
-Como le voy a hablar a un caballo?
-Asi como me hablas a mi?
-Cómo hacés?
-Cómo te hablo?- te preguntó en una voz que te sonó confundida
-No, como logras que haga cosas que nunca haría ?
Detuvo el caballo y vos te diste vuelta a mirarlo.
Bajo sus lentes. Vos enganchaste los tuyos en tu remera.
Te miró a los ojos y sonrió.
No sabes cómo, pero te estaba ayudando a quedar cara a cara con él, con una destreza desconocida para vos (y el loro se tapaba con el ala imaginando que otras destrezas había por ahí)
-De la misma manera que vos me embrujaste. De la misma manera en que vos hacés que vuelva a creer en el amor. No me lastimes, por favor.- te pidió antes de besarte, e inclinarte contra el lomo del caballo sosteniendo tu cintura, y enganchando sus pies con los tuyos en el estribo de la montura
miércoles, 23 de octubre de 2013
Capítulo 15
Inhalar. Exhalar. Ignorar al loro. Inhalar. Exhalar. Ignorar al loro.
Y sentiste sus labios en el lóbulo de tu oreja. Sucio. Eso, era jugar sucio.
Inspirabas su aroma, disfrutabas el contacto. Al fin y al cabo se sentía bien.
Sus manos estaban a tus costados, acorralándote contra el árbol.
Simplemente querías detener el tiempo.
Tus manos jalaban sus rulitos aún un poco húmedos.
-Qué me hiciste?- de pronto te preguntó
-Mmm te convencí?- le preguntaste sobre sus labios
-Mmmm creo que me embrujaste
-Tanto?
-Si, y sabes que es lo peor?
-No qué?- le preguntaste recorriendo su nariz con tu dedo.
-Que no se siente tan mal...es más, creo que se siente bien.
Su cara se escondió en tu pelo y sus labios volvieron a tu cuello.
***
Las notas mentales brillaban por su ausencia.
Algún lado de tu cerebro te decía que estabas cometiendo un error, pero esa mujer te embriagaba.
Tu mente no paraba de decirte que era una mala opción, que no era el camino que había que tomar.
Pero, por un rato preferiste ponerle off.
-Volvemos?- te preguntó
-Claro Poly...Qué ? No puedo decirte Poly?
-Si, solo me causó gracia, nunca me llamaste así...
-Es verdad, además muchos te llaman así voy a buscar otro sobrenombre, uno que sea solo mío, no me gusta compartir- le dijiste cuando besabas su frente.
Ella intentó tomar tu mano.
Vos te escabulliste.
Te detuviste.
-Esto es importante para mí, Pau. No me apures
-Por tomar tu mano?
-Si, es difícil. Esperame, por favor- le susurraste
-Pero si te ví miles de veces de la mano de otras
-Ojalá sea tan fácil Chaves- y le acomodaste el pelo. Para mí, con vos, la mano tiene otro significado. El beso tiene otro significado. Respirar cerca tuyo tiene otro significado, vos tenes otro significado
-Dejate sanar Pepe...no te encadenes
-No lo hago, pero no rompas mis cadenas, aún son muy fuertes, pero en serio me embrujaste, en otro caso ya hubiera salido corriendo. Teneme paciencia- le murmuraste antes de acercarte a sus labios
-Ay que me saliste difícil Alfonso, lo voy a intentar, lo prometo
---
No es que estuvieras celoso, no es eso. Pero desde que llegaron a la estancia Nahuel había monopolizado a Paula. Vos intentabas mirar de reojo. Si, disimuladamente. Nunca te habías sentido así. Te hubieras quedado en el árbol con ella y era más simple.
Nota mental: ahogar a Nahuel en el primer charquito
Nota mental 2: buscar abogado
Nota mental 3: sos abogado
Nota mental 4: basta de notas mentales.
SMS Pepe: "Te falta mucho"
Ay la señal lpm. Justo ahora? Mientras tus NoCelos te invadían
SMS Pepe: "Te falta mucho?"
Enviado. Yes.
SMS Pau : "paso algo? Estoy charlando con Nahuel"
SMS Pepe: " Si, ya me dí cuenta. Falta mucho?"
SMS Pau: "tenes mejores planes?"
SMS Pepe: "Pense que ya estar conmigo sería un mejor plan"
SMS Pau: "A mama mono con banana verde no!"
SMS Pepe: "Y eso que significa? Te me estás insinuando?"
SMS Pau: " Que conmigo los chamuyos baratos no, esos guardalo para tus ex gatitos. Insinuarme MÁS? Me queda algo de dignidad Alfonso. Esforzate!"
SMS Pepe: "mmm voy a pensarlo. Pau, Nahuel te está mirando de más, hace algo."
SMS Pau: " Celos?"
SMS Pepe: "Tendría qué?"
SMS Pau: "no, aunque nunca delimitamos los bordes de "esto" "
SMS Pepe: "Así de despectivo?. Que es eso de los ex gatitos?"
SMS Pau: "Si estás conmigo, no hay gatos. Cambio y fuera"
Debías idear algo para sorprenderla. Pero ahora, necesitabas algo para alejarla de Nahuel.
Llamaste a Clara para charlar un rato. Sonido SMS. Bingo.
SMS Pau: "Algo para decirme?"
SMS Pepe: "Celos?"
SMS PAu: "de qué me hablas?"
SMS Pepe: "Te pusiste celosa con Clara?"
SMS Pau: " Pisate solo querido, estoy dando un paseo con Nahuel, no estoy mirandote. Te preguntaba si hay planes, a ver si vuelvo temprano o que...."
SMS Pepe: "Qué clase de paseos? Volve"
SMS Pau: " En un rato....te veo? o te vas de joda?"
SMS Pepe: "Con vos. Cambio y fuera"
***
SMS Pau: "Me voy a dormir y sin noticias tuyas. Manejate"
Sentiste que alguien tocaba tu puerta. Tu loro ya roncaba, y te relajaste al pensar que no te criticaría. Para, tu loro sos vos, es ridículo, le tenes miedo a tu otro yo.
-A todos les abrís así?
-No, solo a los que tocan la puerta a las 2 de la mañana...Pasas?
-Propuesta indecente?
-Tarado- y le sonreíste
-Dale cambiate que nos vamos.
-Nos vamos a donde?
-Shhhhh vos cambiate.
-Y me podes dar un beso? O en eso también me toca esperar?
-Tengo miles guardados ya que no puedo recurrir a los gatitos...
Sonreís victoriosa. El loro se despierta con un "ajá"
Hace diez minutos que te tenía caminando. No es que tuvieras miedo, pero no había muchas luces. El loro parlanchin no paraba de hacer todo tipo de gestos con su cabeza, "volve pedazo de tarada" te pedía (no muy amablemente)
-Fuegoooo!- gritaste. Quisiste salir corriendo, pero el te lo impidió.
-Las personas normales decimos rojo, bikini y fogata.
-Ah estás gracioso? Que es esto?
-Fogata Pau, me gustaría tener malvaviscos pero no soy boyscout
-Mmmm creo que podría soportarlo..Se puede hacer fogata acá?
-Está todo autorizado.... y si ves bien - te dijo alumbrando con la linterna- esto es un cajón de arena...todo fríamenta calculado.
-Menos una cosa..
-Qué cosa?- te dijo mirando para todos lados
-Que no me dijiste que traiga camperita
-Eso es porque pensaba darte calor yo- te dijo impulsando sus labios a tu cuello.
Después de un rato:
-Pedro pará!
-Que pasa?
-No va a pasar nada, no te entusiasmes
-Y eso por qué?
-Tenemos que respetarnos, no quiero que repitas conmigo lo que hiciste con todas- le dijiste acariciando su mejilla
-Lo se. Perdoname.
***
-Igual podes seguir dándome calorcito - te dijo.
Y ahí estaban los dos en el piso. Besandose.
-Los límites que dijiste hoy...podemos incluir a Hernán?- le preguntaste
-Mmm hablemos- te dijo
Te sentaste tipo indio cerca del fuego. Ella en tu regazo.
-Sin terceros es mi única regla- te dijo ella
-Creo que podría soportarlo...
-Sin rótulos- dijo
-mmm entonces no hay una única regla. Recibiste una palmada como respuesta
-Estoy de acuerdo pero por qué?-preguntaste
-Porque no me gustaría descepcionarme
-Y el no rótulo te ayuda?
-No, pero por un rato me puedo autoengañar- te dijo dirigiéndo su boca a tu lunar.
-Te dijeron que tenés un lunar muy sexy?
-No, creo que no....
-Mejor. Es todo mío...
-Tengo una sorpresa para mañana
-Contame
-Chantajeame
Y sentiste sus labios en el lóbulo de tu oreja. Sucio. Eso, era jugar sucio.
viernes, 18 de octubre de 2013
Capítulo 14
-Te fijas por favor que decía el pronóstico?
-Mañana solo o mañana y pasado?
-Los dos
-Y qué vas a hacer con el nene bonito?
-Qué debería hacer Vic?
-Te gusta mucho no?
Vos asentiste tímidamente.
-Ay Pau..-te dijo abrazándote.
Mañana tendrían el fin de semana del campo finalmente.
Ahora hasta Pedro mismo te había dicho que iba, estaba bastante entusiasmado. Igual, ahora no sabías que hacer con el.
Traje de baño ☑
Remera manga corta ☑
Remera manga larga ☑
Buzo ☑
Campera de lluvia ☑
Short ☑
Accesorios personales ☑
Vestido ☑
Campera finita de noche ☑
Campera más abrigada de noche ☑
Zapatos con taco ☑
Zapatillas ☑
Ojotas ☑
Chatitas ☑
Pedro pasaría en cualquier momento. Bueno, por decirlo de alguna manera porque en el la puntualidad no era algo innato.
Timbre.
Ay timbre.
Debías hacerlo esperar? Ay ¿Qué te había dicho Zaira al respecto? Dios. Recordas algo de la puntualidad. Pero es lo mismo cuando te vienen a buscar? Timbre, otra vez. Abrile tarada, te dijo el loro parlanchin. En serio, debias buscar una manera de tirarlo al río, o al menos sellarle el pico con cinta adhesiva.
-Vas a algún lado?- te preguntó Pedro bajándose los lentes de sol. Dios. Aire.
-Al campamento?- le preguntaste confundida
-Paula, esa valija parece para una semana...
-Pero es que no sabía bien que llevar
-Llevas compera de nieve?
-Qué? No... Vos decís que..
-Arriba- te interrumpió
-Cómo?
-Que vamos arriba a sacar un poco de ropa
-No, estoy bien gracias
-No es una pregunta Paula- te dijo con los ojos abiertos
-Por qué?
-Porque no quiero que nadie se ría de vos- te dijo entrando al edificio
-Por qué?-preguntaste otra vez.
-Otra vez? Porque no quiero que se rían de vos
-No, porque no querés que se rían de mi?
-No es obvio?
-No, por eso te pregunto
-Porque Nahuel no es el único que no quiere que te lastimen. - te dijo mirándote a los ojos
-Por eso preferiría no tenerte tan cerca- murmuró más para él que para vos
Ay. Vos preferirías tenerlo tan cerca que te deje sin aire. Y el loro revoleo los ojos.
***
Lo que tenía de adorable, lo tenía de exagerada.
-Me gusta ella para vos
-Ella quién?
-La que te estampó un bife- te dijo Caro sonriéndote
-Tiene carácter eh?
-Y eso te encanta...
-Caro no empieces
-Que no empiece qué? Nunca termine...
-Ya te dije que yo no me voy a volver a enamorar, no quiero lastimar a más nadie
-Me tenés cansada con tu agonía
-Andate entonces, sabes perfectamente donde está la puerta
-Por qué pensas que la vas a lastimar? Si sos una cosita hermosa- te dijo acariciándote el pelo
-Vos sos mi hermana....
-Y por eso quiero verte feliz, cuándo te vas a perdonar, mi pequeño bebote?- te dijo ella abrazándote.
Y vos simplemente te dejaste estar ahí, tranquilo.
-De qué te reís?- te prepoteó
-Ey, tranquila- te reiste
-Mmm bueno así esta bien el bolso?
-Perfecto, ves, con una camperita vas a estar bien
-Si me cebas unos mates no me enojo- le dijiste
-Dale
-No me preguntas si dulces o amargos?
-No. Yo hago amargos. Los mates son amargos
-Te dijeron alguna vez que tenes carácter fuerte?
-Si, uno de mis ex antes de dejarme
Nota mental: ¿Por qué sos tan tarado?
Ella miraba por la ventana pensando en vaya uno a saber qué.
-Querés hablar de eso?- le preguntaste
-No
-Te arruiné el viaje?
-No- te dijo sonriendo. Por ahora no, pero por las dudas mantenete alerta - siguió.
-Trajiste bikini?- le preguntaste cambiando de tema, mientras ya iban llegando
-Si, traje de baño
Frunciste el ceño.
-Tenes un problema con las palabras sabías? Las personas normales le decimos bikini
-Bueno, Las Paula Chaves le decimos traje de baño.
***
Aire. Agua. Algo. Que te tiren algo.
El loro te abanicaba con sus alas, al fin parecía un aliado.
Pedro estaba al borde de la pileta, aun con unas gotas de agua sobre su cuerpo.
Tragabas saliva lentamente. Parecía que el sol no estaba trabajando muy bien porque las gotas de agua seguían ahí intactas.
-Ey Chaves, cambiate y vení a la pileta- te dijo Joaquín que estaba en el agua, cerca de Pedro
Y ahí se dio vuelta el...
Los rulitos de su nuca todavía goteaban, tenía el pelo revuelto. Su lunar intacto.
Sus ojos brillaban y lo veías relajado.
Te sonrió de costado. Ibas a fallecer. En serio.
-Apa pero que lindo está ese traje de baño eh- te dijo sonriendo
-Basta que me pongo colorada. Menos mal que esto si lo deje en el bolso
-Voley acuático, se prenden?- preguntó Nahuel
-Que linda estas Poch- te dijo Nahuel corriéndote un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Yo con Paula- dijo Pedro y lo sentiste al lado tuyo.
-Me encanta ganar- le dijiste
-A mi también y soy muy bueno
-Ah si?
-Si, y logro todo lo que me propongo- te dijo pegandole a la pelota
-Eso que significa?-le preguntaste dándote vuelta. A vos claramente te parecía una indirecta.
-Guardaaaaaa- te gritó abalanzándose sobre vos, evitando que la pelota impacte sobre vos
-Perdón, me distraje- dijiste bajando la mirada
-Nunca te distraigas del objetivo, Pau- te dijo tomándote de la barbilla y mirándote a los ojos
Finalmente ganaron, menos mal, Pedro ya estaba empezando a asustarte.
Estabas muy perdida. Definitivamente, necesitabas a Zaira o a Victoria.
¿Eran estas señales? ¿Pedro te estaba tirando onda? ¿O era solo idea tuya?
-Bien Pau- te dijo enganchando su brazo en tu hombro.
Y a vos el contacto te mató.
-Me encanta ganar- te dijo dándote un beso en la mejilla. Y me encanta que haya sido con vos, no soy tan inepto eh.
Aire. Aire. O espacio. Algo. Vamos, Paula, pone primera te dijo el loro. Ay pero que simpático estaba, debe ser el aire de campo.
-Yo la paso muy bien con vos- le dijiste intentando que tu cara no se tiña de bordo.
-En serio? Yo también. Hace mucho que...
-Hace mucho que qué?
-Que no me sentía tan cómodo con alguien- te dijo clavándote esos ojos marrones.
Ya después del mediodía ibas a buscar a alguno de los chicos para ver que estaban haciendo.
Habías estado pensando en que era lo que pasaba con Pedro, no querías hacerte las ilusiones, pero ya te las habías hecho.
Tal vez este fuera un buen fin de semana después de todo.
-Vení Pau- te pidió Pedro
Listo. Era el momento. Lo sentías
-Me extrañabas? - te burlaste
-Necesitaba orientarme un poquito
-Orientarte?
-Ya sabes... si hay agua en la pileta...
-Que? Si estuvimos hace un rato ahí Pedro
-No, Pau, te dijo acercándose..
Ay. Ay. Ay. El loro aleteaba. Uf. Tirate de uuuuuuuuna, le hubiese gritado.
-Laura..Vos que decís? Es muy malo que me la quiera tirar acá en el campamento? A vos como mujer te jodería?
¿Qué? Ah no este pibe es un tarado.
-No seguro no le jode.
No ibas a llorar. No en frente de él.
-Si me permitís me voy....
***
¿Habías hacho algo mal?
Por alguna extraña razón sentiste que tu corazón se comprimió al verla irse así.
-Paulaaa, a donde vas?
-Dejame, quiero estar sola
-Ah..
-Qué haces? Quiero estar sola dije!
-Si, te escuche
-Y entonces?
-Entonces qué?
-Por qué no te vas Pedro, podes dejarme en paz?
-No se que te hace pensar que te voy a hacer caso- le dijiste cuando ya casi estaban a mínimo 4 kilómetros del resto de la estancia.
De pronto, viste como salía corriendo.
¿Qué? ¿Es en serio? ¿Qué edad tiene? Uf , hace cuanto no corrías.
-¿A dónde pensas que vas?- le dijiste cuando la alcanzaste tomándola del brazo
-Soltame- te pidió entre sollozos
-¿Qué? ¿Estas llorando? ¿Qué pasó?
-Dejame en paz- te pidió
-¿Quién te hizo eso?
-¿Es qué no te das cuenta?
-No, no entiendo qué pasa
-Vos.. vos me hiciste eso- finalmente te escupió. Vos y tus estúpidas y confusas señales. Vos abriéndote conmigo, vos acercándote y alejándote de mí. Eso me pone así!
-Yo?- le preguntaste. No Paula nooooooooo- le gritaste
-No qué?- te preguntó con lágrimas en su cara
-Vos no, yo no quería lastimarte, a vos no- le murmuraste acercándote a ella. Al menos, intentándolo.
-No, no te acerques- te pidió bajito
-Pero la puta madre Paula! Te dije que no te acerques a mí!- le dijiste empezando a caminar en círculos
-Vos fuiste el que me pidió ayuda- te dijo hipando. Andate, voy a estar bien.
-No vas a estar bien, mirá como estás. Estás confundida, si, eso , eso es lo que pasa, estas confundida
-No estoy confundida sos tarado? No te dabas cuenta que me estabas mandando señales confusas?
-Lo vamos a solucionar, Pau
-No vamos a solucionar nadaaaaaa!- le gritaste. No ves que soy yo la que puso primera y se chocó con un paredón?
-Que querés decir?
-Necesitas un dibujo? Que me enamore demasiado rápido quiero decir.
Tu cabeza te daba vueltas, todo era confuso.
Vos no estabas preparado para enamorarte, no te podías permitir lastimar a alguien más. Y menos que esa persona sea ella. No, eso no podía pasar.
Y la miraste a los ojos, a eso ojos verdes que brillaban tras las lágrimas. Y la viste tan desprotegida. Y morías por hacer algo.
***
Y ahí estaba él mirándote.
Lo escuchaste suspirar. Y cerraste los ojos.
Sus labios impactaban contra los tuyos, no tierno, salvajemente. Sus labios entre los tuyos,mordiendo tu labio inferior.
Tu cuerpo vibraba al contacto. Su mano en tu cintura. Tus manos en su cuello, atrayendolo un poco más.
El marcaba el ritmo, y tu respiración se agitaba.
Casi sin pensarlo, y cuando creíste que era imposible, estabas en sus labios, en sus brazos.
Se separo lentamente, y te habló sobre tu boca.
-Que voy a hacer con vos, nena.
Y de pronto no te importó que te dijera nena. De pronto sentiste como tu espalda chocaba contra el árbol más cercano. Y de pronto, si, su sonrisa y sus labios, una vez más.
-Mañana solo o mañana y pasado?
-Los dos
-Y qué vas a hacer con el nene bonito?
-Qué debería hacer Vic?
-Te gusta mucho no?
Vos asentiste tímidamente.
-Ay Pau..-te dijo abrazándote.
Mañana tendrían el fin de semana del campo finalmente.
Ahora hasta Pedro mismo te había dicho que iba, estaba bastante entusiasmado. Igual, ahora no sabías que hacer con el.
Traje de baño ☑
Remera manga corta ☑
Remera manga larga ☑
Buzo ☑
Campera de lluvia ☑
Short ☑
Accesorios personales ☑
Vestido ☑
Campera finita de noche ☑
Campera más abrigada de noche ☑
Zapatos con taco ☑
Zapatillas ☑
Ojotas ☑
Chatitas ☑
Pedro pasaría en cualquier momento. Bueno, por decirlo de alguna manera porque en el la puntualidad no era algo innato.
Timbre.
Ay timbre.
Debías hacerlo esperar? Ay ¿Qué te había dicho Zaira al respecto? Dios. Recordas algo de la puntualidad. Pero es lo mismo cuando te vienen a buscar? Timbre, otra vez. Abrile tarada, te dijo el loro parlanchin. En serio, debias buscar una manera de tirarlo al río, o al menos sellarle el pico con cinta adhesiva.
-Vas a algún lado?- te preguntó Pedro bajándose los lentes de sol. Dios. Aire.
-Al campamento?- le preguntaste confundida
-Paula, esa valija parece para una semana...
-Pero es que no sabía bien que llevar
-Llevas compera de nieve?
-Qué? No... Vos decís que..
-Arriba- te interrumpió
-Cómo?
-Que vamos arriba a sacar un poco de ropa
-No, estoy bien gracias
-No es una pregunta Paula- te dijo con los ojos abiertos
-Por qué?
-Porque no quiero que nadie se ría de vos- te dijo entrando al edificio
-Por qué?-preguntaste otra vez.
-Otra vez? Porque no quiero que se rían de vos
-No, porque no querés que se rían de mi?
-No es obvio?
-No, por eso te pregunto
-Porque Nahuel no es el único que no quiere que te lastimen. - te dijo mirándote a los ojos
-Por eso preferiría no tenerte tan cerca- murmuró más para él que para vos
Ay. Vos preferirías tenerlo tan cerca que te deje sin aire. Y el loro revoleo los ojos.
***
Lo que tenía de adorable, lo tenía de exagerada.
-Me gusta ella para vos
-Ella quién?
-La que te estampó un bife- te dijo Caro sonriéndote
-Tiene carácter eh?
-Y eso te encanta...
-Caro no empieces
-Que no empiece qué? Nunca termine...
-Ya te dije que yo no me voy a volver a enamorar, no quiero lastimar a más nadie
-Me tenés cansada con tu agonía
-Andate entonces, sabes perfectamente donde está la puerta
-Por qué pensas que la vas a lastimar? Si sos una cosita hermosa- te dijo acariciándote el pelo
-Vos sos mi hermana....
-Y por eso quiero verte feliz, cuándo te vas a perdonar, mi pequeño bebote?- te dijo ella abrazándote.
Y vos simplemente te dejaste estar ahí, tranquilo.
-De qué te reís?- te prepoteó
-Ey, tranquila- te reiste
-Mmm bueno así esta bien el bolso?
-Perfecto, ves, con una camperita vas a estar bien
-Si me cebas unos mates no me enojo- le dijiste
-Dale
-No me preguntas si dulces o amargos?
-No. Yo hago amargos. Los mates son amargos
-Te dijeron alguna vez que tenes carácter fuerte?
-Si, uno de mis ex antes de dejarme
Nota mental: ¿Por qué sos tan tarado?
Ella miraba por la ventana pensando en vaya uno a saber qué.
-Querés hablar de eso?- le preguntaste
-No
-Te arruiné el viaje?
-No- te dijo sonriendo. Por ahora no, pero por las dudas mantenete alerta - siguió.
-Trajiste bikini?- le preguntaste cambiando de tema, mientras ya iban llegando
-Si, traje de baño
Frunciste el ceño.
-Tenes un problema con las palabras sabías? Las personas normales le decimos bikini
-Bueno, Las Paula Chaves le decimos traje de baño.
***
Aire. Agua. Algo. Que te tiren algo.
El loro te abanicaba con sus alas, al fin parecía un aliado.
Pedro estaba al borde de la pileta, aun con unas gotas de agua sobre su cuerpo.
Tragabas saliva lentamente. Parecía que el sol no estaba trabajando muy bien porque las gotas de agua seguían ahí intactas.
-Ey Chaves, cambiate y vení a la pileta- te dijo Joaquín que estaba en el agua, cerca de Pedro
Y ahí se dio vuelta el...
Los rulitos de su nuca todavía goteaban, tenía el pelo revuelto. Su lunar intacto.
Sus ojos brillaban y lo veías relajado.
Te sonrió de costado. Ibas a fallecer. En serio.
-Apa pero que lindo está ese traje de baño eh- te dijo sonriendo
-Basta que me pongo colorada. Menos mal que esto si lo deje en el bolso
-Voley acuático, se prenden?- preguntó Nahuel
-Que linda estas Poch- te dijo Nahuel corriéndote un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Yo con Paula- dijo Pedro y lo sentiste al lado tuyo.
-Me encanta ganar- le dijiste
-A mi también y soy muy bueno
-Ah si?
-Si, y logro todo lo que me propongo- te dijo pegandole a la pelota
-Eso que significa?-le preguntaste dándote vuelta. A vos claramente te parecía una indirecta.
-Guardaaaaaa- te gritó abalanzándose sobre vos, evitando que la pelota impacte sobre vos
-Perdón, me distraje- dijiste bajando la mirada
-Nunca te distraigas del objetivo, Pau- te dijo tomándote de la barbilla y mirándote a los ojos
Finalmente ganaron, menos mal, Pedro ya estaba empezando a asustarte.
Estabas muy perdida. Definitivamente, necesitabas a Zaira o a Victoria.
¿Eran estas señales? ¿Pedro te estaba tirando onda? ¿O era solo idea tuya?
-Bien Pau- te dijo enganchando su brazo en tu hombro.
Y a vos el contacto te mató.
-Me encanta ganar- te dijo dándote un beso en la mejilla. Y me encanta que haya sido con vos, no soy tan inepto eh.
Aire. Aire. O espacio. Algo. Vamos, Paula, pone primera te dijo el loro. Ay pero que simpático estaba, debe ser el aire de campo.
-Yo la paso muy bien con vos- le dijiste intentando que tu cara no se tiña de bordo.
-En serio? Yo también. Hace mucho que...
-Hace mucho que qué?
-Que no me sentía tan cómodo con alguien- te dijo clavándote esos ojos marrones.
Ya después del mediodía ibas a buscar a alguno de los chicos para ver que estaban haciendo.
Habías estado pensando en que era lo que pasaba con Pedro, no querías hacerte las ilusiones, pero ya te las habías hecho.
Tal vez este fuera un buen fin de semana después de todo.
-Vení Pau- te pidió Pedro
Listo. Era el momento. Lo sentías
-Me extrañabas? - te burlaste
-Necesitaba orientarme un poquito
-Orientarte?
-Ya sabes... si hay agua en la pileta...
-Que? Si estuvimos hace un rato ahí Pedro
-No, Pau, te dijo acercándose..
Ay. Ay. Ay. El loro aleteaba. Uf. Tirate de uuuuuuuuna, le hubiese gritado.
-Laura..Vos que decís? Es muy malo que me la quiera tirar acá en el campamento? A vos como mujer te jodería?
¿Qué? Ah no este pibe es un tarado.
-No seguro no le jode.
No ibas a llorar. No en frente de él.
-Si me permitís me voy....
***
¿Habías hacho algo mal?
Por alguna extraña razón sentiste que tu corazón se comprimió al verla irse así.
-Paulaaa, a donde vas?
-Dejame, quiero estar sola
-Ah..
-Qué haces? Quiero estar sola dije!
-Si, te escuche
-Y entonces?
-Entonces qué?
-Por qué no te vas Pedro, podes dejarme en paz?
-No se que te hace pensar que te voy a hacer caso- le dijiste cuando ya casi estaban a mínimo 4 kilómetros del resto de la estancia.
De pronto, viste como salía corriendo.
¿Qué? ¿Es en serio? ¿Qué edad tiene? Uf , hace cuanto no corrías.
-¿A dónde pensas que vas?- le dijiste cuando la alcanzaste tomándola del brazo
-Soltame- te pidió entre sollozos
-¿Qué? ¿Estas llorando? ¿Qué pasó?
-Dejame en paz- te pidió
-¿Quién te hizo eso?
-¿Es qué no te das cuenta?
-No, no entiendo qué pasa
-Vos.. vos me hiciste eso- finalmente te escupió. Vos y tus estúpidas y confusas señales. Vos abriéndote conmigo, vos acercándote y alejándote de mí. Eso me pone así!
-Yo?- le preguntaste. No Paula nooooooooo- le gritaste
-No qué?- te preguntó con lágrimas en su cara
-Vos no, yo no quería lastimarte, a vos no- le murmuraste acercándote a ella. Al menos, intentándolo.
-No, no te acerques- te pidió bajito
-Pero la puta madre Paula! Te dije que no te acerques a mí!- le dijiste empezando a caminar en círculos
-Vos fuiste el que me pidió ayuda- te dijo hipando. Andate, voy a estar bien.
-No vas a estar bien, mirá como estás. Estás confundida, si, eso , eso es lo que pasa, estas confundida
-No estoy confundida sos tarado? No te dabas cuenta que me estabas mandando señales confusas?
-Lo vamos a solucionar, Pau
-No vamos a solucionar nadaaaaaa!- le gritaste. No ves que soy yo la que puso primera y se chocó con un paredón?
-Que querés decir?
-Necesitas un dibujo? Que me enamore demasiado rápido quiero decir.
Tu cabeza te daba vueltas, todo era confuso.
Vos no estabas preparado para enamorarte, no te podías permitir lastimar a alguien más. Y menos que esa persona sea ella. No, eso no podía pasar.
Y la miraste a los ojos, a eso ojos verdes que brillaban tras las lágrimas. Y la viste tan desprotegida. Y morías por hacer algo.
***
Y ahí estaba él mirándote.
Lo escuchaste suspirar. Y cerraste los ojos.
Sus labios impactaban contra los tuyos, no tierno, salvajemente. Sus labios entre los tuyos,mordiendo tu labio inferior.
Tu cuerpo vibraba al contacto. Su mano en tu cintura. Tus manos en su cuello, atrayendolo un poco más.
El marcaba el ritmo, y tu respiración se agitaba.
Casi sin pensarlo, y cuando creíste que era imposible, estabas en sus labios, en sus brazos.
Se separo lentamente, y te habló sobre tu boca.
-Que voy a hacer con vos, nena.
Y de pronto no te importó que te dijera nena. De pronto sentiste como tu espalda chocaba contra el árbol más cercano. Y de pronto, si, su sonrisa y sus labios, una vez más.
miércoles, 16 de octubre de 2013
Capítulo 13
-En serio hiciste eso?
-Y qué tenía que hacer?- les preguntaste mientras mirabas a una y a otra.
-Cualquier cosa menos eso, Poly- te dijo Zaira.
Y hasta vos te sentís una tarada importante al recordarlo.
-Entonces estás bien ya?-le dijiste mientras guiñabas un ojo.
-Si, claro, vos estás bien Paula?- te dijo un Pedro confundido
-Si, claro, pero si querés me quedo a cuidarte, ya sabés- le dijiste sensualmente Lo que a vos te pareció que era sensual te corrigió tu loro parlanchín-
-Estas... un poco rara- te dijo él con el ceño fruncido.
-Yo sabés que no pienso que seas inepto- le dijiste mientras caminabas hacia atrás.
Zaira estallo en risas.
-Esa parte es la mejor jajajajajajjajajajaja
-Zaira no es gracioso
-Bueno, Pau, un poco gracioso es- te dijo Vicky mientras te daba un mate.
-Estás bien?-te preguntó Pedro
-Si- le contestaste con tu cara colorada desde el piso.
Te habías llevado puesta la mesa ratona y una silla que había en tu camino
-Bueno chicas, creo que perdí el tacto, no se, que hago? Lo que dijo dormido vale?
-Y... lo mejor sería que te lo repita sin fiebre de por medio Poly- Esa era vicky.
-Cuándo decís tacto... hace cuánto que nada Pau?
-Zairaaaaaaaaaaaaaaaaa!-le gritaste. Rojo. Colorado. Bordo. Los tres colores en tu cara. Eras sumamente pudorosa y Zaira era tu antítesis. Estabas sumamente avergonzada y el loro parlanchín se tapaba con su ala derecha. Parece que los dos eran pudorosos. Soy tu otro yo, genia, te repetía.
***
Morías por saber que le pasaba, es que en serio nunca la habías visto así.
Todavía recordas cuando la viste en el piso. Pobre, salio corriendo.
-Hola buen día- te saludo
-Estás mejor?- apoyaste tu mano en su hombro y se sobresaltó.
-Estas bien?-preguntaste otra vez al ver su reacción
-Si, pasa que nada, dejá.
-Te pasó algo?
-No- y viste como se ponía colorada. Solo un golpe-agregó
-Quién? A ver dejame ver? Quién te hizo eso? Arremangate la remera- casi le ordenaste.
Ella te miraba confundida, asombrada.
-Estoy bien en serio- y llamó al ascensor
-Mirame-le pediste levantando su barbilla- decime quien fue
-Pedro no es nada, me caí ayer en tu casa, te acordás? Sos un poco exagerado sabés....
-De verdad me lo decís?
La alejaste antes de que el ascensor llegara y le murmuraste
-De verdad podés confiar en mí, ellos intentan que vos estés asustada, tengas miedo. Te dice que es su culpa? Confia en mi Paula, mirame, confia en mí, yo te puedo ayudar- le repetías bajito para que nadie más te escuchara.
-No se de que me hablas. Fue solo un golpe, ya te explique
-Quiero ayudarte, pero dejame- acariciaste su mejilla.
De pronto ella te tomaba, te acariciaba tu barba incipiente. Sus ojos brillaban y te miraban.
-Estás muy herido verdad?- te dijo en un susurro también.
Y después de mucho tiempo te sentiste cómodo con caricias. De pronto hablar de vos no te pareció tan tremendo.
***
-Paulaaaaa- te gritó Nahuel.
-Eh? Qué? Yo? Qué? Si, enseguida.
-Si no te pedí nada todavía Poly. Me querés contar que pasa?
Negaste con la cabeza.
-Quién te hizo esto Poly?
-Que me hizo qué?
-Hace días estas colgada, en otra.
-Me colgué no seas exagerado....
Levanto las manos atajándose a lo que podría seguir.
-Paula, no quiero verte sufrir. Ya sufriste demasiado
¿Por que es tan difícil todo?¿Por qué el amor es tan complicado?
Todavía la reacción de Pedro te descolocaba, tanto por un miserable moretón. El cordobés era exagerado.
" Fin de semana campestre" decía la tarjeta. El edificio cumplía 50 años y como siempre se festejaban. Es de los edificios más antiguos de la zona y para colmo atestada de abogados.
Sonreíste pensando que tal vez el iría.
-Cheee, y van todos? Sabes?- le preguntaste a Nahuel como quien no quiere la cosa
-No hice una encuesta Paula, por quien me queres preguntar?- te dijo levantando la vista de sus papeles
-Eh? No, en general lo decía.
-Claro, en general, tu abogado va...
Tarada. Tarada y obvia. Te dijo el loro parlanchín.
Y ya te habías volcado el café en la camisa.
...
Uf. A veces es tan aburrido tu trabajo.
El día no terminaba más. 17:00 hs al fin.
-Siempre tenes problemas con el café?- te preguntó Pedro en el hall
-No, por?
-Digo, como la primera vez- y se ruborizó.
Vaya detalle.
-Paula, acordate- te dijo Nahuel cuando pasaba cerca de ustedes.
-De qué te tenes que acordar?- te preguntó Pedro mientras miraba como se iba Nahuel
-Una tontería
-Contame, me interesa
-No quiere que sufra, es eso
-Y por qué sufrirías?
-Tal vez piensa que me enamore demasiado rápido- murmuraste
-Tiene razón Pau. No hay que enamorarse. Yo disfruto de mis noches - te dijo palmeándote, guiñandote un ojo y yendo hasta Silvia.
Y hasta el loro parlanchín se quedó sin palabras.
¿No hay que enamorarse? ¿Ahora te lo decía?
Te morías por gritarle que le pasaba, a que jugaba.
Jugar a un juego de dos y que el otro no esté enterado no está bueno.
¿Por qué nadie te explico la reglas del juego?
¿Por qué, una vez más, proyectaste por demás?
¿Por qué no vas despacio, por una vez en tu vida? Tarde. Tarde. Ya era tarde.
-Y qué tenía que hacer?- les preguntaste mientras mirabas a una y a otra.
-Cualquier cosa menos eso, Poly- te dijo Zaira.
Y hasta vos te sentís una tarada importante al recordarlo.
-Entonces estás bien ya?-le dijiste mientras guiñabas un ojo.
-Si, claro, vos estás bien Paula?- te dijo un Pedro confundido
-Si, claro, pero si querés me quedo a cuidarte, ya sabés- le dijiste sensualmente Lo que a vos te pareció que era sensual te corrigió tu loro parlanchín-
-Estas... un poco rara- te dijo él con el ceño fruncido.
-Yo sabés que no pienso que seas inepto- le dijiste mientras caminabas hacia atrás.
Zaira estallo en risas.
-Esa parte es la mejor jajajajajajjajajajaja
-Zaira no es gracioso
-Bueno, Pau, un poco gracioso es- te dijo Vicky mientras te daba un mate.
-Estás bien?-te preguntó Pedro
-Si- le contestaste con tu cara colorada desde el piso.
Te habías llevado puesta la mesa ratona y una silla que había en tu camino
-Bueno chicas, creo que perdí el tacto, no se, que hago? Lo que dijo dormido vale?
-Y... lo mejor sería que te lo repita sin fiebre de por medio Poly- Esa era vicky.
-Cuándo decís tacto... hace cuánto que nada Pau?
-Zairaaaaaaaaaaaaaaaaa!-le gritaste. Rojo. Colorado. Bordo. Los tres colores en tu cara. Eras sumamente pudorosa y Zaira era tu antítesis. Estabas sumamente avergonzada y el loro parlanchín se tapaba con su ala derecha. Parece que los dos eran pudorosos. Soy tu otro yo, genia, te repetía.
***
Morías por saber que le pasaba, es que en serio nunca la habías visto así.
Todavía recordas cuando la viste en el piso. Pobre, salio corriendo.
-Hola buen día- te saludo
-Estás mejor?- apoyaste tu mano en su hombro y se sobresaltó.
-Estas bien?-preguntaste otra vez al ver su reacción
-Si, pasa que nada, dejá.
-Te pasó algo?
-No- y viste como se ponía colorada. Solo un golpe-agregó
-Quién? A ver dejame ver? Quién te hizo eso? Arremangate la remera- casi le ordenaste.
Ella te miraba confundida, asombrada.
-Estoy bien en serio- y llamó al ascensor
-Mirame-le pediste levantando su barbilla- decime quien fue
-Pedro no es nada, me caí ayer en tu casa, te acordás? Sos un poco exagerado sabés....
-De verdad me lo decís?
La alejaste antes de que el ascensor llegara y le murmuraste
-De verdad podés confiar en mí, ellos intentan que vos estés asustada, tengas miedo. Te dice que es su culpa? Confia en mi Paula, mirame, confia en mí, yo te puedo ayudar- le repetías bajito para que nadie más te escuchara.
-No se de que me hablas. Fue solo un golpe, ya te explique
-Quiero ayudarte, pero dejame- acariciaste su mejilla.
De pronto ella te tomaba, te acariciaba tu barba incipiente. Sus ojos brillaban y te miraban.
-Estás muy herido verdad?- te dijo en un susurro también.
Y después de mucho tiempo te sentiste cómodo con caricias. De pronto hablar de vos no te pareció tan tremendo.
***
-Paulaaaaa- te gritó Nahuel.
-Eh? Qué? Yo? Qué? Si, enseguida.
-Si no te pedí nada todavía Poly. Me querés contar que pasa?
Negaste con la cabeza.
-Quién te hizo esto Poly?
-Que me hizo qué?
-Hace días estas colgada, en otra.
-Me colgué no seas exagerado....
Levanto las manos atajándose a lo que podría seguir.
-Paula, no quiero verte sufrir. Ya sufriste demasiado
¿Por que es tan difícil todo?¿Por qué el amor es tan complicado?
Todavía la reacción de Pedro te descolocaba, tanto por un miserable moretón. El cordobés era exagerado.
" Fin de semana campestre" decía la tarjeta. El edificio cumplía 50 años y como siempre se festejaban. Es de los edificios más antiguos de la zona y para colmo atestada de abogados.
Sonreíste pensando que tal vez el iría.
-Cheee, y van todos? Sabes?- le preguntaste a Nahuel como quien no quiere la cosa
-No hice una encuesta Paula, por quien me queres preguntar?- te dijo levantando la vista de sus papeles
-Eh? No, en general lo decía.
-Claro, en general, tu abogado va...
Tarada. Tarada y obvia. Te dijo el loro parlanchín.
Y ya te habías volcado el café en la camisa.
...
Uf. A veces es tan aburrido tu trabajo.
El día no terminaba más. 17:00 hs al fin.
-Siempre tenes problemas con el café?- te preguntó Pedro en el hall
-No, por?
-Digo, como la primera vez- y se ruborizó.
Vaya detalle.
-Paula, acordate- te dijo Nahuel cuando pasaba cerca de ustedes.
-De qué te tenes que acordar?- te preguntó Pedro mientras miraba como se iba Nahuel
-Una tontería
-Contame, me interesa
-No quiere que sufra, es eso
-Y por qué sufrirías?
-Tal vez piensa que me enamore demasiado rápido- murmuraste
-Tiene razón Pau. No hay que enamorarse. Yo disfruto de mis noches - te dijo palmeándote, guiñandote un ojo y yendo hasta Silvia.
Y hasta el loro parlanchín se quedó sin palabras.
¿No hay que enamorarse? ¿Ahora te lo decía?
Te morías por gritarle que le pasaba, a que jugaba.
Jugar a un juego de dos y que el otro no esté enterado no está bueno.
¿Por qué nadie te explico la reglas del juego?
¿Por qué, una vez más, proyectaste por demás?
¿Por qué no vas despacio, por una vez en tu vida? Tarde. Tarde. Ya era tarde.
lunes, 14 de octubre de 2013
Capítulo 12
Por primera vez desde hace ya varios años te sentiste perdido.
Perdido en un aroma, en su mirada.
Y de pronto estar perdido no te pareció tan malo.
Desde tu ruptura (un tanto forzosa) con Juana, las mujeres comenzaron a resultarte distante. Intentaste verlas como objetos, como situaciones que solo te proporcionaban placer. Los sentimientos eran algo perdido.
Te habías jurado no volver a amar, y pensabas cumplirlo.
Y aunque todos te dijeran que estabas equivocado, vos te culpabas por Juana, por su desenlace, por no haber sido suficiente para ella.
Tu pequeña voz interior coincidía con las palabras de Joaquín, vos no podías hacer feliz a nadie, y por eso, te habían afectado tanto.
Ahora la tenías a ella, frente a vos, pidiéndote que te dejes ayudar, y aunque sea por un instante muy pequeño, no te pareció algo tan loco.
Sus ojos verdes brillaban entre las gotas de lluvia. Casi sin darte cuenta tu dedo índice recorría su labio inferior, deteniéndose en cada pequeña grieta. Sus ojos dejaron de mirarte, se cerraron al contacto.
¿Te invitaba a que la beses? ¿Querías besarla? Si. Si querías-te gritaba alguna parte de tu cuerpo. Cerebro o corazón, alguno de los dos.
Sentías su respiración agitarse, sus suspiros casi pegados a tu boca.
Corriste un mechón de pelo detrás de su oreja, y ella abrió los ojos.
Viste, casi en cámara lenta, como abría la boca.
-Chicos, adentro que se van a enfermar!
¿Qué? ¿Ahora? Dios. Silvia, la secretaria del edificio.
Chau romanticismo. Chau líbido. Chau Paula.
¿Qué ibas a hacer? De pronto nada te parecía real. No podías acercarte a ella, al menos no como en ese momento ibas a hacer. No podías lastimarla. No querías.
***
Maldita perra. Yegua malnacida. Ya casi podías saborearlo.
¿Ah si? Te preguntó el loro parlanchín interno. Ahí está de nuevo. Deberías acogotarlo y tirarlo al río, si tan solo pudieras.
-Gracias Silvia- le dijiste entre dientes cuando te pasó una toalla.
Mirabas de reojo como ella le acercaba la toalla a Pedro con un contacto innecesario. En el aire se mezclaba un "YoMeAcosteConElYVosNo".
-Silvia los papeles que me iban a alcanzar los tenes?-le preguntaste interrumpiendo el ensueño que tenían.
***
Hacía 10 minutos que tu casa había sido invadida.
-En serio estoy bien, no es nada, no, que haces?
-Preparo un te, te vas a sentir mucho mejor
-Odio el té.
-jajajajaja sos como un nene chiquito Pedro. Nadie odia los te.
-Si, claro.- Y le mostraste la página del facebook a la que le habías dado me gusta hace ya varios meses "Yo también odio el te".
-Lautaro también odia los te- te dijo ella reflexionando.
Y ese quién era? Nota mental: Averiguar quién es. Nota mental 2: cama YA!
-En serio te agradezco, pero ya estoy bien, nos vemos mañana- le dijiste acercándote a la puerta
-Me estás echando? te preguntó.
Oh, alguien está muy despierta. Aplausos.
-Es que simplemente estoy bien.
-Te molestó que haya venido? Es eso no?
Su cara se transformó de pronto. Ups parece que le cayó mal, pero no te gustaba que te cuiden.
-Ya tenías quién te cuide no? Que tarada-te dijo tomando el bolso y abriendo la puerta.
Nota mental: detenerla.
Y de pronto en el pasillo: los 3.
La loca histérica y maníaca va a pensar cualquier cosa en 3,2,1.
-Estabas ocupado?- pregunta Caro sonriéndote a vos y a Paula.
-Ya me iba, no quería interrumpir los planes de la enfermera de turno, buenas tardes- dijo Paula (enojada)
No sabías si reírte o detenerla.
Y para completar la cara de Caro era para filmar.
Te interpusiste entre ella y el ascensor.
-No querés conocer a la enfermera de turno?
-Claro que no, dejame pasar.
-Sino me cuidan entre las 2...
-Auchhhhhhh- gritaste mientras llevabas tu mano a tu mejilla izquierda
-No soy una de tus conquistas, que te quede claro.
-Qué pasó? Qué le hacés a mi hermano?- preguntó Caro
-A tu qué?
***
Bordo. Bordo. Bordo.
Ay no. Más bordo. Más bordo.
Quedaste como una novia despechada, una estúpida, e histérica novia despechada, te acusaba tu lorito parlanchín. Ay esa bendita conciencia.
-Cómo tu hermana? Por qué no me dijiste?
-Te estaba por decir pero vos y tu ansiedad me estamparon una cachetada antes- te dijo medio reprochándote
-Tenés hielo?- le dijiste yendo para su departamento
-Si, tan pobre no soy Paula!- se quejo mientras te seguía.
Te sentaste con el en el sofá.
-No si yo estoy bien, ni me presenten- se quejó la aparentemente hermana de Pedro.
Tus mejillas otra vez tomaban color.
-Paula, ella es mi hermana, Caro. Caro, ella es Paula- explicó Pedro.
-Hola Paula, que lindo conocerte, Pedro vive hablando de vos.
Sonreíste y tu loro parlanchín aleteaba fuerte. Ay estaba como loco. El, vos no. JA.
Por primera vez viste que sus mejillas también tomaban color
-Caro, ya, callada- le dijo el.
-Asi que te habla de mí? Bien o mal?
-Supongo que sos un capítulo fuerte en su vida, el no suele hablar de mujeres
Ok. Esta conversación es difícil.
-Te? Alguien quiere te? Preparo te?- vía escapatoria fácil.
-Yo si- dijo Caro.
Ya te caía bien.
-Yo odio el te- murmuró Pedro. Me hacés una chocolatada?
Lo miraste con ternura, parecía Lautaro.
-Qué? Me lo debes!-te dijo señalandose su mejilla
Caro se disculpó al rato y se fue.
Casi cuando te ibas, ya tarde para tu casual ida a la casa de Pedro, lo viste empalidecer.
-Estás bien?
-Si, claro solo que- te dijo tambaleándose y cayendo al piso.
...
Y ahí estabas, a su lado intentando bajar su fiebre. El doctor habló de una gripe fuerte pero nada más.
-Vas a estar bien- le decías mientras corrías el pelo de su cara.
Aprovechaste a recorrer sus facciones: sus cejas, su nariz (nunca te habías fijado que lindo perfil tenía), sus parpados : lo veías cansado.
-Nono, por favor nooooo!-gritaba
-ssshhh- intentabas calmar
-Perdoname, perdoname
-Tranquilo hombrecito, todo está bien- con sus dedos tocaste sus labios que habían perdido un poco su color.
-No quise dañarte, perdón por no ser suficiente- se quejaba mientras se balanceaba para ambos lados
Querías calmarlo, de veras querías calmarlo. Incluso tu loro parlanchín estaba callado, no tenía consejos para darte.
-Ayudame a no lastimarte- repetía
Continuaste con las caricias
-No te vayas, no me dejes, quiero ser suficiente para vos- dijo entre lágrimas.
Y el corazón se te achicaba, se comprimía en tu pecho.
Le hablaba a ella. Todavía no lo superaba y vos no sabías que hacer.
De pronto, te sentiste lejos de él. Y si, claramente eran dos extraños. Pero vos querías tocarlo querías cuidarlo, protegerlo. Querías romper esa coraza. Querías mostrarle que podía seguir.
-Sos el ángel blanco de mis días negros
Y a cada frase te dolía más. Y ahí estaba tu conciencia quejándose. Tenés 34 años y aún seguís creyendo en el príncipe azul, te repetía.
Cada frase, era un puñal, porque vos ya habías apretado el acelerador... y no viste la curva.
Era ella a quien llamaba entre sueños, era ella a quien quería.
Lo que vos querías no tenía contrapartida.
-Dejame demostrarte que no soy inepto para vos
-Quiero ser suficiente para vos, Pau.
Muerte lenta. Eras vos, no era ella.
Jaque mate.
Perdido en un aroma, en su mirada.
Y de pronto estar perdido no te pareció tan malo.
Desde tu ruptura (un tanto forzosa) con Juana, las mujeres comenzaron a resultarte distante. Intentaste verlas como objetos, como situaciones que solo te proporcionaban placer. Los sentimientos eran algo perdido.
Te habías jurado no volver a amar, y pensabas cumplirlo.
Y aunque todos te dijeran que estabas equivocado, vos te culpabas por Juana, por su desenlace, por no haber sido suficiente para ella.
Tu pequeña voz interior coincidía con las palabras de Joaquín, vos no podías hacer feliz a nadie, y por eso, te habían afectado tanto.
Ahora la tenías a ella, frente a vos, pidiéndote que te dejes ayudar, y aunque sea por un instante muy pequeño, no te pareció algo tan loco.
Sus ojos verdes brillaban entre las gotas de lluvia. Casi sin darte cuenta tu dedo índice recorría su labio inferior, deteniéndose en cada pequeña grieta. Sus ojos dejaron de mirarte, se cerraron al contacto.
¿Te invitaba a que la beses? ¿Querías besarla? Si. Si querías-te gritaba alguna parte de tu cuerpo. Cerebro o corazón, alguno de los dos.
Sentías su respiración agitarse, sus suspiros casi pegados a tu boca.
Corriste un mechón de pelo detrás de su oreja, y ella abrió los ojos.
Viste, casi en cámara lenta, como abría la boca.
-Chicos, adentro que se van a enfermar!
¿Qué? ¿Ahora? Dios. Silvia, la secretaria del edificio.
Chau romanticismo. Chau líbido. Chau Paula.
¿Qué ibas a hacer? De pronto nada te parecía real. No podías acercarte a ella, al menos no como en ese momento ibas a hacer. No podías lastimarla. No querías.
***
Maldita perra. Yegua malnacida. Ya casi podías saborearlo.
¿Ah si? Te preguntó el loro parlanchín interno. Ahí está de nuevo. Deberías acogotarlo y tirarlo al río, si tan solo pudieras.
-Gracias Silvia- le dijiste entre dientes cuando te pasó una toalla.
Mirabas de reojo como ella le acercaba la toalla a Pedro con un contacto innecesario. En el aire se mezclaba un "YoMeAcosteConElYVosNo".
-Silvia los papeles que me iban a alcanzar los tenes?-le preguntaste interrumpiendo el ensueño que tenían.
Aprovechaste para acercarte a él.
-Estas bien?-le preguntaste
-Si, gracias, un poco de agua no me hace nada, quizás hasta
me salvo del baño- se rio.
-No me refería a eso, sino a lo.. a lo otro-le dijiste
-Es un tema sensible para mí, ni siquiera sé porque te lo
conté- te susurró
-Te arrepentís?
-No, pero no quiero que pienses mal de mí, creo que no lo
soportaría-
“No lo soportaría” Como un eco se repetía en tu mente. ¿Qué
significaba eso? Porque para vos era mucho. Tenías que preguntarle a Victoria o
a Zaira. O quizás a las dos. Ay!! Ya te habías olvidado esta difícil tarea de
entender estas frases poco completas de los hombres.
Nahuel llegó y los miró con el ceño fruncido. Típico de el.
Te precisaban en la oficina. Fin de la
aventura.
24 horas después te debatías que hacer. Ya en un lapsus de
locura habías conseguido su dirección.
Tu loro parlanchín interno no paraba de susurrarte consejos y
reprenderte por haber violado los perfiles del sistema para conseguir datos
personales.
“Se pescó un refrío o algo peor. Algo fuerte debe ser porque
en general no falta” Te había dicho Clara.
***
Hacía 10 minutos que tu casa había sido invadida.
-En serio estoy bien, no es nada, no, que haces?
-Preparo un te, te vas a sentir mucho mejor
-Odio el té.
-jajajajaja sos como un nene chiquito Pedro. Nadie odia los te.
-Si, claro.- Y le mostraste la página del facebook a la que le habías dado me gusta hace ya varios meses "Yo también odio el te".
-Lautaro también odia los te- te dijo ella reflexionando.
Y ese quién era? Nota mental: Averiguar quién es. Nota mental 2: cama YA!
-En serio te agradezco, pero ya estoy bien, nos vemos mañana- le dijiste acercándote a la puerta
-Me estás echando? te preguntó.
Oh, alguien está muy despierta. Aplausos.
-Es que simplemente estoy bien.
-Te molestó que haya venido? Es eso no?
Su cara se transformó de pronto. Ups parece que le cayó mal, pero no te gustaba que te cuiden.
-Ya tenías quién te cuide no? Que tarada-te dijo tomando el bolso y abriendo la puerta.
Nota mental: detenerla.
Y de pronto en el pasillo: los 3.
La loca histérica y maníaca va a pensar cualquier cosa en 3,2,1.
-Estabas ocupado?- pregunta Caro sonriéndote a vos y a Paula.
-Ya me iba, no quería interrumpir los planes de la enfermera de turno, buenas tardes- dijo Paula (enojada)
No sabías si reírte o detenerla.
Y para completar la cara de Caro era para filmar.
Te interpusiste entre ella y el ascensor.
-No querés conocer a la enfermera de turno?
-Claro que no, dejame pasar.
-Sino me cuidan entre las 2...
-Auchhhhhhh- gritaste mientras llevabas tu mano a tu mejilla izquierda
-No soy una de tus conquistas, que te quede claro.
-Qué pasó? Qué le hacés a mi hermano?- preguntó Caro
-A tu qué?
***
Bordo. Bordo. Bordo.
Ay no. Más bordo. Más bordo.
Quedaste como una novia despechada, una estúpida, e histérica novia despechada, te acusaba tu lorito parlanchín. Ay esa bendita conciencia.
-Cómo tu hermana? Por qué no me dijiste?
-Te estaba por decir pero vos y tu ansiedad me estamparon una cachetada antes- te dijo medio reprochándote
-Tenés hielo?- le dijiste yendo para su departamento
-Si, tan pobre no soy Paula!- se quejo mientras te seguía.
Te sentaste con el en el sofá.
-No si yo estoy bien, ni me presenten- se quejó la aparentemente hermana de Pedro.
Tus mejillas otra vez tomaban color.
-Paula, ella es mi hermana, Caro. Caro, ella es Paula- explicó Pedro.
-Hola Paula, que lindo conocerte, Pedro vive hablando de vos.
Sonreíste y tu loro parlanchín aleteaba fuerte. Ay estaba como loco. El, vos no. JA.
Por primera vez viste que sus mejillas también tomaban color
-Caro, ya, callada- le dijo el.
-Asi que te habla de mí? Bien o mal?
-Supongo que sos un capítulo fuerte en su vida, el no suele hablar de mujeres
Ok. Esta conversación es difícil.
-Te? Alguien quiere te? Preparo te?- vía escapatoria fácil.
-Yo si- dijo Caro.
Ya te caía bien.
-Yo odio el te- murmuró Pedro. Me hacés una chocolatada?
Lo miraste con ternura, parecía Lautaro.
-Qué? Me lo debes!-te dijo señalandose su mejilla
Caro se disculpó al rato y se fue.
Casi cuando te ibas, ya tarde para tu casual ida a la casa de Pedro, lo viste empalidecer.
-Estás bien?
-Si, claro solo que- te dijo tambaleándose y cayendo al piso.
...
Y ahí estabas, a su lado intentando bajar su fiebre. El doctor habló de una gripe fuerte pero nada más.
-Vas a estar bien- le decías mientras corrías el pelo de su cara.
Aprovechaste a recorrer sus facciones: sus cejas, su nariz (nunca te habías fijado que lindo perfil tenía), sus parpados : lo veías cansado.
-Nono, por favor nooooo!-gritaba
-ssshhh- intentabas calmar
-Perdoname, perdoname
-Tranquilo hombrecito, todo está bien- con sus dedos tocaste sus labios que habían perdido un poco su color.
-No quise dañarte, perdón por no ser suficiente- se quejaba mientras se balanceaba para ambos lados
Querías calmarlo, de veras querías calmarlo. Incluso tu loro parlanchín estaba callado, no tenía consejos para darte.
-Ayudame a no lastimarte- repetía
Continuaste con las caricias
-No te vayas, no me dejes, quiero ser suficiente para vos- dijo entre lágrimas.
Y el corazón se te achicaba, se comprimía en tu pecho.
Le hablaba a ella. Todavía no lo superaba y vos no sabías que hacer.
De pronto, te sentiste lejos de él. Y si, claramente eran dos extraños. Pero vos querías tocarlo querías cuidarlo, protegerlo. Querías romper esa coraza. Querías mostrarle que podía seguir.
-Sos el ángel blanco de mis días negros
Y a cada frase te dolía más. Y ahí estaba tu conciencia quejándose. Tenés 34 años y aún seguís creyendo en el príncipe azul, te repetía.
Cada frase, era un puñal, porque vos ya habías apretado el acelerador... y no viste la curva.
Era ella a quien llamaba entre sueños, era ella a quien quería.
Lo que vos querías no tenía contrapartida.
-Dejame demostrarte que no soy inepto para vos
-Quiero ser suficiente para vos, Pau.
Muerte lenta. Eras vos, no era ella.
Jaque mate.
viernes, 11 de octubre de 2013
Capítulo 11
Te desplomaste en el sillón.
Cerraste los ojos e intentaste procesar.
¿En serio? ¿Es en serio Paula? ¿Cómo pensas procesar? Las neuronas las dejaste con el pibe, claramente.
Agradece si podías pegar un ojo a la noche. Cerebro 1- Paula 0.
5 años de relación, por ella habría abandonado Córdoba? No, seguramente no porque te dijo "esa es otra historia". Dios. Es una caja de pandora. Pandora, que divertido no? Es como una mezcla de panda... nono. Paula, volvé. El tinto siempre te hacía hablar boludeces.
-Ella era la luz de mis ojos, me enceguecí cuando pasó todo. Aún no puedo creerlo.
-No entiendo, pero te dejó ella?
-Hacía un año que planeábamos la boda. En esos 365 días jamás se le ocurrió contarme que tenía miedo, que no se quería casar. Le dí todo Paula, te juro.
-Te entiendo- le dijiste, intentando sonar bastante convincente.
-No, no me entendes- y por primera vez se soltó de tu agarre. Vos no me podés entender porque tu vida es demasiado linda como para entenderme a mí.- Te dijo con sus ojos marrones (que te obnubilaban) bien abiertos.
-Si yo te contara, Pedro, la cantidad de veces que me dejaron...
-Vos sos linda. A la gente linda nadie la deja.
-Y vos que sos? Sos feo Pedro? Es eso? Por eso te dejó Juana?
Viste su gesto.
-Te molesta que la nombre?-le preguntaste
-No me acostumbro a que la nombre alguien que no sea yo.
Sin dudas. Ella lo había marcado.
Sin dudas, tenía una historia que llevaría por mucho tiempo. Tu única incógnita ahora, era si serías capaz de curar su herida. Porque si, te decidiste, querías curar su herida. No querías que permanezca del otro lado del muro. Y esto ya no tenía que ver con tu lucha con el reloj biológico.
Mientras el te hablaba, tuviste que contener tus ganas de acariciar su mejilla, de rozar sus labios, al menos, con la yema de tus dedos.
Lo viste desprotegido y sus lágrimas te partían al medio, mientras buscabas una carilina que regalarle.
***
Y ya pasó, pero te arrepentís de todo, o de nada. ¿De qué te arrepentís? Te preguntaba tu cerebro.
Paula parecía tan frágil, tan vulnerable, y aún así te escuchó, te acarició, te esperó y se conmovió con vos.
Y eso no sabías si te había gustado o no.
-Morocha, de ojos azules. Preciosa Pau, teníamos una relación hermosa
-Hace mucho que salían?
-5 años
-Guau, mucho.
-Igual no me sirvió de mucho. Cuando la ví entrar vestida con ropa casual corrí a su encuentro, la iglesia entera nos miraba.
-Y qué te dijo?
-Que la perdone, que no podía - le contaste entre lágrimas reprimidas y la mirada fija, en la pata de la silla de la mesa de enfrente. Estaba linda, linda, con su piel de terciopelo, sus ojos brillaban. Me dijo que tomó mucho coraje para ir, porque pensaba directamente no asistir, al final parece que la tenía que agradecer, eh, que ironía- le contaste melancólico.
-Que yegua malnacida- te dijo ella. Y te molestó.
-No Pau. Vos no la entendés, porque no me conoces, ella me rescató.
-Te rescató? De qué te rescato Pedro? No entiendo.
-Yo vivía sumido en la violencia, Pau, y ella me vió, me entendió y me rescato. Fue como un ángel, para mí, entre tanta oscuridad...
-Un ángel negro querrás decir.
-NO!!!!-le gritaste golpeando la mesa.
El mozo te reprendió. Vos te arrepentiste. Tu conciencia te gritó de todo, menos lindo. La veías pestañar 1,2,3,4,5,6. Reacción, si, eso.
-Ella no tuvo la culpa
-Y vos sí? te preguntó.
Ahora con un fernet en tu mano derecha y en el balcón de tu casa, te lo preguntabas vos.
¿Vos sí tuviste la culpa?
Quizás de lo que siguió en esa fatídica noche, si. No, basta-te repetías mientras movías enérgicamente tu cabeza de un lado para otro.
Era hora de cerrar los ojos, ahora sí.
***
Ya la hora del almuerzo.
24 horas atrás sabías nada de Pedro. Solo que era un lindo abogado, bueno, uno muy lindo. Y muy obstinado.
Hoy, 24 horas después, sabías algo, bastante fuerte de Pedro, que te daban ganas de abrazarlo hasta que se quede sin aire.
¿Habría cambiado algo para él? Vaya que tu subconsciente estaba pensante últimamente.
Esperabas en la puerta del edificio, como quién no quiere la cosa, a ver si él salía...inútilmente.
Ya habías rechazado la invitación de Nahuel y el edificio seguía vaciándose.
Lo viste acercarse a Joaquín y para tu sorpresa te habló.
-Si lo esperas a él no vino.
¿Cómo que no vino? Ese bendito cerebro/conciencia no paraba de hablar. Era como un loro parlanchín interno.
-¿Perdón? ¿De quién me hablas? - Bien. Sonó covincente. ¿Qué? En serio, vos te lo hubiera creído. Bueno, hubieses fingido creerlo.
-De Pedro- te dijo con una sonrisa burlona.
-Ah no. La verdad que no me interesa mucho su vida- le dijiste. No. Eso sí que no sonó convincente. Loro parlanchín interno, nuevamente.
-Claro, Chaves, almorzamos, o me vas a seguir esquivando?
Sonreíste nerviosa. ¿Qué pensaría Pedro? Momento. ¿Por qué debería importarte? Claramente, no te importa. (JA)
-Vamos, muero por unas pastas.
-Hace mucho lo conoces a Pedro?-le preguntaste durante la comida
-Mmm...no tanto por?
-Curiosidad.
-LA curiosidad mato al gato, nena...
Odiabas que te digan nena. Degradante y ultrajante. Te sentías una cosa. Es una clara consecuencia del machismo exacerbado. Ay, ya te había molestado. Retrograda. Tenías los suficientes años como para que te siga diciendo nena.
-Te doy un consejo?-te dijo interrumpiendo tu discurso moralista anti hombres, que ibas perfeccionando a lo largo de los años.
-Decime
-No le preguntes a Pedro por su pasado, y mejor aún, no te acerques a él.
Un escalofrío recorrió tu cuerpo, quizás por como lo dijo.
-Qué sabes que no me estás diciendo?
-Tomalo como un consejo de un buen amigo
-Vos y yo no somos amigos.
-Es malo, eso dicen. Así terminó su ex
Mentira. Mentira. Vos sabías la historia. ¿Cómo podían difamarlo así?
-Vuelvo al trabajo-le dijiste de mala gana.
-Yo estaba perturbado, intenté detenerla. Pensé que sería todo un mal entendido, un chiste quizás...
-Y tan chistosa que no llevo vestido blanco?- ok. No había tanta confianza como para decir eso.
-Es verdad lo que dicen?
-Y qué es lo que dicen? - te dijo con una media sonrisa
-Que..que...que ella murió- le tiraste, así de la nada cuando ya llevaban más de 4 horas hablando.
-Eso dicen? Por qué me mentís Paula?- y te tomó de la barbilla. No me mientas-te suplicó. Vos no-terminó murmurando
-Bueno, muchos dudan que estes habilitado para ejercer...
-Decime, dale, sincerate, contame que dicen-te interrumpió. Y a vos el miedo te invadía.
-Que la mataste, eso dicen.
***
Trámites. Trámites. Trámites. Odiabas los trámites. Odiabas la jungla y a las palomas, sobretodo las marrones.
Llegaste a la puerta del edificio y la viste a Paula hecha una furia. Resoplando y moviendo su piecito, linda.
Se dio vuelta y te vio.
-Hola-te sonrió. Que dientes blancos, lindos y radiantes. ¿Habría usado ortodoncia alguna vez?
-Hola, Pedro? Me escuchas?
Sonreíste. Nota mental: ella es muy ansiosa.No te distraigas.
-Hola Pau, saliste a almorzar?
-Si- te respondió.
De pronto llegó Joaquín y sentiste que cruzaban fuego sus miradas.
Momento. Eso no te gustó.
El siguió de largo. Y sentiste que había algo que no sabías.
-Paso algo? Te hizo mal?- acariciaste su mano y los recuerdos te invadían.
-Si te sirve, yo no creo que lo hayas hecho-se apresuró a decirte.
-Sabés lo que es amar sin límites? Que tu corazón se desgarre? Sabés lo que es sentir que vivir te duele más que morir? Eso sentí yo ese día.
-No entiendo.
-Juana era luz. Era el sol después de la tempestad. Aún puedo recordar su mirada cuando me decía que no había más amor. Así, de la noche a la mañana. Mi frac y yo estábamos atónitos, encima la gente miraba. De pronto la vi irse. Y mi mundo se desmoronó. La corrí, y la alcance. Mi corazón aunque dolido seguía amandola con locura. Pero ella me dijo que no, que la dejara vivir...y...-te quebraste, tus manos temblaban, tus labios vibraban, no querían continuar el relato. Ella cruzó la calle, quiso escapar de mí, eso quiso hacer me entendes?-y por primera vez en largos minutos pudiste mirarla a la cara.
-Y se fue? Así sin más? Y la seguís defendiendo?
-Quiso irse, si. Pero un auto la embistió.
-Oh- y viste como llevaba sus manos a su boca, a sus labios delgados.
-Quise ser ella. No daba crédito a lo que veía. Desde ese momento su imagen me persigue. Mis peores pesadillas llevan su nombre. Cierro los ojos y aún la veo sobre el asfalto. La culpa me carcome, si no la hubiera seguido, si tan solo ella no se hubiera sentido presionada a huir.
Miraste a Paula y te estrangulaba la mano. Lloraba a tu par.
-Ella no murió, pero es como si lo hubiera hecho. Su estado me mató a mí. Por meses sentí que la muerte se reía en mi cara. No le vi el sentido a la vida. Hoy me permito vivir, pero no me creo capaz de amar, no más.
-Yo te creo sabés- te dijo y no supiste por qué, ni a qué se refería.
4 p.m. y fumabas como un loco en la vereda del edificio. Las palabras de Joaquín te daban vuelta.
"Ella te tiene miedo" "No viste que te acercas y tiembla?" " Alejate, para qué queres lastimar a alguien más?" "Te molesta que alguien sea feliz es eso no?" "Ella te tiene lástima, Pedro, entendés ?" "LÁSTIMAAAAA".
Las primeras gotas habían empezado a caer. Y ya había perdido la cuenta de cuantos cigarrillos habías fumado.
-Entra que llueve, Pedro- te dijo ella desde la entrada.
Le respondiste con silencio.
-Dale, Pedro!
Más silencio.
-Vení, entremos-te dijo cuando llegó a donde estabas, ya mojándose.
-Dejame en paz- te quejaste
-Qué te pasa?-te preguntó incrédula.
-Andate Paula andate!!!!!!- le gritaste
-Qué te pasa?- te volvió a preguntar ya un poco angustiada
-No necesito tu caridad, andate!!- le gritaste con mayor furia, con más enojo. Desconocés si con vos o con ella.
-No entiendo- te dijo mientras limpiaba las gotas que caían sobre su cara
-QUÉ NO NECESITO DE TU LÁSTIMA!!!- finalmente explotaste y la empujaste para salir de su agarre.
Sentiste que te tomaban con fuerza de los hombros y tocabas la pared.
-A mi no. A mi con tus estúpidos planteos no- te dijo mientras colocaba sus manos en tus hombros y te arrinconaba contra la pared.
-No te tengo lástima, no te la tengas vos-siguió.
-Dejame ayudarte, por favor-te susurró una Paula empapada, mientras apoyaba su frente en la tuya. Por favor-te susurró nuevamente cerrando sus ojos.
Cerraste los ojos e intentaste procesar.
¿En serio? ¿Es en serio Paula? ¿Cómo pensas procesar? Las neuronas las dejaste con el pibe, claramente.
Agradece si podías pegar un ojo a la noche. Cerebro 1- Paula 0.
5 años de relación, por ella habría abandonado Córdoba? No, seguramente no porque te dijo "esa es otra historia". Dios. Es una caja de pandora. Pandora, que divertido no? Es como una mezcla de panda... nono. Paula, volvé. El tinto siempre te hacía hablar boludeces.
-Ella era la luz de mis ojos, me enceguecí cuando pasó todo. Aún no puedo creerlo.
-No entiendo, pero te dejó ella?
-Hacía un año que planeábamos la boda. En esos 365 días jamás se le ocurrió contarme que tenía miedo, que no se quería casar. Le dí todo Paula, te juro.
-Te entiendo- le dijiste, intentando sonar bastante convincente.
-No, no me entendes- y por primera vez se soltó de tu agarre. Vos no me podés entender porque tu vida es demasiado linda como para entenderme a mí.- Te dijo con sus ojos marrones (que te obnubilaban) bien abiertos.
-Si yo te contara, Pedro, la cantidad de veces que me dejaron...
-Vos sos linda. A la gente linda nadie la deja.
-Y vos que sos? Sos feo Pedro? Es eso? Por eso te dejó Juana?
Viste su gesto.
-Te molesta que la nombre?-le preguntaste
-No me acostumbro a que la nombre alguien que no sea yo.
Sin dudas. Ella lo había marcado.
Sin dudas, tenía una historia que llevaría por mucho tiempo. Tu única incógnita ahora, era si serías capaz de curar su herida. Porque si, te decidiste, querías curar su herida. No querías que permanezca del otro lado del muro. Y esto ya no tenía que ver con tu lucha con el reloj biológico.
Mientras el te hablaba, tuviste que contener tus ganas de acariciar su mejilla, de rozar sus labios, al menos, con la yema de tus dedos.
Lo viste desprotegido y sus lágrimas te partían al medio, mientras buscabas una carilina que regalarle.
***
Y ya pasó, pero te arrepentís de todo, o de nada. ¿De qué te arrepentís? Te preguntaba tu cerebro.
Paula parecía tan frágil, tan vulnerable, y aún así te escuchó, te acarició, te esperó y se conmovió con vos.
Y eso no sabías si te había gustado o no.
-Morocha, de ojos azules. Preciosa Pau, teníamos una relación hermosa
-Hace mucho que salían?
-5 años
-Guau, mucho.
-Igual no me sirvió de mucho. Cuando la ví entrar vestida con ropa casual corrí a su encuentro, la iglesia entera nos miraba.
-Y qué te dijo?
-Que la perdone, que no podía - le contaste entre lágrimas reprimidas y la mirada fija, en la pata de la silla de la mesa de enfrente. Estaba linda, linda, con su piel de terciopelo, sus ojos brillaban. Me dijo que tomó mucho coraje para ir, porque pensaba directamente no asistir, al final parece que la tenía que agradecer, eh, que ironía- le contaste melancólico.
-Que yegua malnacida- te dijo ella. Y te molestó.
-No Pau. Vos no la entendés, porque no me conoces, ella me rescató.
-Te rescató? De qué te rescato Pedro? No entiendo.
-Yo vivía sumido en la violencia, Pau, y ella me vió, me entendió y me rescato. Fue como un ángel, para mí, entre tanta oscuridad...
-Un ángel negro querrás decir.
-NO!!!!-le gritaste golpeando la mesa.
El mozo te reprendió. Vos te arrepentiste. Tu conciencia te gritó de todo, menos lindo. La veías pestañar 1,2,3,4,5,6. Reacción, si, eso.
-Ella no tuvo la culpa
-Y vos sí? te preguntó.
Ahora con un fernet en tu mano derecha y en el balcón de tu casa, te lo preguntabas vos.
¿Vos sí tuviste la culpa?
Quizás de lo que siguió en esa fatídica noche, si. No, basta-te repetías mientras movías enérgicamente tu cabeza de un lado para otro.
Era hora de cerrar los ojos, ahora sí.
***
Ya la hora del almuerzo.
24 horas atrás sabías nada de Pedro. Solo que era un lindo abogado, bueno, uno muy lindo. Y muy obstinado.
Hoy, 24 horas después, sabías algo, bastante fuerte de Pedro, que te daban ganas de abrazarlo hasta que se quede sin aire.
¿Habría cambiado algo para él? Vaya que tu subconsciente estaba pensante últimamente.
Esperabas en la puerta del edificio, como quién no quiere la cosa, a ver si él salía...inútilmente.
Ya habías rechazado la invitación de Nahuel y el edificio seguía vaciándose.
Lo viste acercarse a Joaquín y para tu sorpresa te habló.
-Si lo esperas a él no vino.
¿Cómo que no vino? Ese bendito cerebro/conciencia no paraba de hablar. Era como un loro parlanchín interno.
-¿Perdón? ¿De quién me hablas? - Bien. Sonó covincente. ¿Qué? En serio, vos te lo hubiera creído. Bueno, hubieses fingido creerlo.
-De Pedro- te dijo con una sonrisa burlona.
-Ah no. La verdad que no me interesa mucho su vida- le dijiste. No. Eso sí que no sonó convincente. Loro parlanchín interno, nuevamente.
-Claro, Chaves, almorzamos, o me vas a seguir esquivando?
Sonreíste nerviosa. ¿Qué pensaría Pedro? Momento. ¿Por qué debería importarte? Claramente, no te importa. (JA)
-Vamos, muero por unas pastas.
-Hace mucho lo conoces a Pedro?-le preguntaste durante la comida
-Mmm...no tanto por?
-Curiosidad.
-LA curiosidad mato al gato, nena...
Odiabas que te digan nena. Degradante y ultrajante. Te sentías una cosa. Es una clara consecuencia del machismo exacerbado. Ay, ya te había molestado. Retrograda. Tenías los suficientes años como para que te siga diciendo nena.
-Te doy un consejo?-te dijo interrumpiendo tu discurso moralista anti hombres, que ibas perfeccionando a lo largo de los años.
-Decime
-No le preguntes a Pedro por su pasado, y mejor aún, no te acerques a él.
Un escalofrío recorrió tu cuerpo, quizás por como lo dijo.
-Qué sabes que no me estás diciendo?
-Tomalo como un consejo de un buen amigo
-Vos y yo no somos amigos.
-Es malo, eso dicen. Así terminó su ex
Mentira. Mentira. Vos sabías la historia. ¿Cómo podían difamarlo así?
-Vuelvo al trabajo-le dijiste de mala gana.
-Yo estaba perturbado, intenté detenerla. Pensé que sería todo un mal entendido, un chiste quizás...
-Y tan chistosa que no llevo vestido blanco?- ok. No había tanta confianza como para decir eso.
-Es verdad lo que dicen?
-Y qué es lo que dicen? - te dijo con una media sonrisa
-Que..que...que ella murió- le tiraste, así de la nada cuando ya llevaban más de 4 horas hablando.
-Eso dicen? Por qué me mentís Paula?- y te tomó de la barbilla. No me mientas-te suplicó. Vos no-terminó murmurando
-Bueno, muchos dudan que estes habilitado para ejercer...
-Decime, dale, sincerate, contame que dicen-te interrumpió. Y a vos el miedo te invadía.
-Que la mataste, eso dicen.
***
Trámites. Trámites. Trámites. Odiabas los trámites. Odiabas la jungla y a las palomas, sobretodo las marrones.
Llegaste a la puerta del edificio y la viste a Paula hecha una furia. Resoplando y moviendo su piecito, linda.
Se dio vuelta y te vio.
-Hola-te sonrió. Que dientes blancos, lindos y radiantes. ¿Habría usado ortodoncia alguna vez?
-Hola, Pedro? Me escuchas?
Sonreíste. Nota mental: ella es muy ansiosa.No te distraigas.
-Hola Pau, saliste a almorzar?
-Si- te respondió.
De pronto llegó Joaquín y sentiste que cruzaban fuego sus miradas.
Momento. Eso no te gustó.
El siguió de largo. Y sentiste que había algo que no sabías.
-Paso algo? Te hizo mal?- acariciaste su mano y los recuerdos te invadían.
-Si te sirve, yo no creo que lo hayas hecho-se apresuró a decirte.
-Sabés lo que es amar sin límites? Que tu corazón se desgarre? Sabés lo que es sentir que vivir te duele más que morir? Eso sentí yo ese día.
-No entiendo.
-Juana era luz. Era el sol después de la tempestad. Aún puedo recordar su mirada cuando me decía que no había más amor. Así, de la noche a la mañana. Mi frac y yo estábamos atónitos, encima la gente miraba. De pronto la vi irse. Y mi mundo se desmoronó. La corrí, y la alcance. Mi corazón aunque dolido seguía amandola con locura. Pero ella me dijo que no, que la dejara vivir...y...-te quebraste, tus manos temblaban, tus labios vibraban, no querían continuar el relato. Ella cruzó la calle, quiso escapar de mí, eso quiso hacer me entendes?-y por primera vez en largos minutos pudiste mirarla a la cara.
-Y se fue? Así sin más? Y la seguís defendiendo?
-Quiso irse, si. Pero un auto la embistió.
-Oh- y viste como llevaba sus manos a su boca, a sus labios delgados.
-Quise ser ella. No daba crédito a lo que veía. Desde ese momento su imagen me persigue. Mis peores pesadillas llevan su nombre. Cierro los ojos y aún la veo sobre el asfalto. La culpa me carcome, si no la hubiera seguido, si tan solo ella no se hubiera sentido presionada a huir.
Miraste a Paula y te estrangulaba la mano. Lloraba a tu par.
-Ella no murió, pero es como si lo hubiera hecho. Su estado me mató a mí. Por meses sentí que la muerte se reía en mi cara. No le vi el sentido a la vida. Hoy me permito vivir, pero no me creo capaz de amar, no más.
-Yo te creo sabés- te dijo y no supiste por qué, ni a qué se refería.
4 p.m. y fumabas como un loco en la vereda del edificio. Las palabras de Joaquín te daban vuelta.
"Ella te tiene miedo" "No viste que te acercas y tiembla?" " Alejate, para qué queres lastimar a alguien más?" "Te molesta que alguien sea feliz es eso no?" "Ella te tiene lástima, Pedro, entendés ?" "LÁSTIMAAAAA".
Las primeras gotas habían empezado a caer. Y ya había perdido la cuenta de cuantos cigarrillos habías fumado.
-Entra que llueve, Pedro- te dijo ella desde la entrada.
Le respondiste con silencio.
-Dale, Pedro!
Más silencio.
-Vení, entremos-te dijo cuando llegó a donde estabas, ya mojándose.
-Dejame en paz- te quejaste
-Qué te pasa?-te preguntó incrédula.
-Andate Paula andate!!!!!!- le gritaste
-Qué te pasa?- te volvió a preguntar ya un poco angustiada
-No necesito tu caridad, andate!!- le gritaste con mayor furia, con más enojo. Desconocés si con vos o con ella.
-No entiendo- te dijo mientras limpiaba las gotas que caían sobre su cara
-QUÉ NO NECESITO DE TU LÁSTIMA!!!- finalmente explotaste y la empujaste para salir de su agarre.
Sentiste que te tomaban con fuerza de los hombros y tocabas la pared.
-A mi no. A mi con tus estúpidos planteos no- te dijo mientras colocaba sus manos en tus hombros y te arrinconaba contra la pared.
-No te tengo lástima, no te la tengas vos-siguió.
-Dejame ayudarte, por favor-te susurró una Paula empapada, mientras apoyaba su frente en la tuya. Por favor-te susurró nuevamente cerrando sus ojos.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Capítulo 10
No. No estabas celoso. Solo te molestó que te ignorara, si, claramente era eso.
Porque además con Paula no te pasaba nada. 0. NADA.
Vos eras más del touch and go. Y ella tenía muchos problemas. Además son el agua y el aceite. Si, eso. Polos opuestos. Además no te atraía. Solo la veías como una buena consejera. Si, eso.
-En qué pensas Pepe?
-Por?
-Te veo muy pensativo, y no probaste las milanesas.- te dijo acercándo su silla un poco más a vos. Típico. Comienzo del interrogatorio.
-No, por favor, no empieces.
-Ay dale Pedroooo! Contame que te pasa, estás triste? pasó algo en el trabajo? llamaste a mamá? Juana otra vez? Es por la carta no?
-Cómo sabes de la carta Caro?
-Emmm, no pasa que la vi y estaba como abierta y...estem....viste que yo .. me perdonas? En eso pensabas?-y te quiso comprar, claramente.
-Sabés que? No, no pensaba en eso.
-En serio? creo que por primera vez en dos años no me contestaste ariscamente ni evadiéndome el tema, eso me gusta.
- Tampoco soy un ogro Carolina!
-No dije eso, estás sensible che.
-Bueno, bueno me voy que mañana me tengo que levantar temprano.
-Cómo? Si mañana es feriado...
-Pero tengo cosas que hacer.
-Los gatos madrugan? O pasan de largo?
-Basta Caro, nada que ver con eso. Ya te voy a contar.
***
-Un café? No se te ocurrió algo más divertido Paula?- te recriminó Vicky.
-Por? que tiene de malo un café? Todos toman café.
-No de malo nada, pero por ahí si lo invitabas al club literario se copaba más.
-Mirá Victoria, si me seguís gastándo te corto eh. Necesito ayuda. Qué me pongo? No tengo nada.
-Ay me haces reir Poly, tenes un guardarropa gigante.
-No se ni para qué te llamo si me gastas 23 de las 24 hs del día.
-No te gasto Polypocket, es que me gusta verte así, animada
-Eh? Ay no digas cualquiera. No pasa nada. Es un compañero que me pidió ayuda
-Claaaro...y vos santa teresita te ofreciste a ayudarlo? Nahuel hace varios años que te pide ayuda y vos nada...
-Tampoco exageres Victoria.
-Ay vamos Pau, cuando estabas con Facu también te perseguía, pasa que a vos siempre te costó darte cuenta
-Me estás diciendo lenta? En serio no me está ayudando esta conversación- le decías mientras caminabas por tu departamento.
-Me hacés reir Pau, anda, descansá y mañana hablamos o lo citaste a las 7 am?
-Que graciosa. Chau Victoria
Y le cortaste. No te ayudó en na-da.
Además por qué suponía que vos querías algo? Nada que ver. Solo lo querías ayudar.
¿Qué sería lo que tenía para contarte? ¿Seguiría con ganas de hacerlo?
El te habla de que no le tengas miedo, pero vos a su vez, veías miedo en sus ojos. ¿Lo habrían golpeado o el sería el golpeador? ¿Y si te decía que era golpeador que tenías que hacer? ¿Salir corriendo? Ay, tu cabeza no paraba de maquinar.
Lo mejor sería descansar, o al menos intentarlo.
Seguro algo te cayó mal. Si. Seguro, es eso. El nudo en el estómago con el que te levantaste nada tenía que ver con estas cosas. Nono, nada.
Te preparaste una ensaladita, mientras esperabas a Zaira que te iba a ayudar un poco. Tampoco es que te estuvieras preparando mucho.
-No tenés algo que no sea un traje?
-Unos short de playa creo que hay por acá-le comentaste mientras revolvías una pequeña pila
-Me estás jodiendo? Esperame acá que te voy a traer algo de casa
-Pero vos decís que este conjuntito no?
-Por Dios Paula! Parece que vas a un velorio, así no te lo vas a levantar....
-No parece de velorio!! Por que sonreís? Te conozco! Algo estás pensando! Que pasa? Zaira no me des la espalda te estoy hablando!
-No te doy la espalda Pau, solo me aleje un poquito- te dijo sonriendo.
-Seguís sonriendo! Decime que pasa, tengo feo el pelo? O la piel ? Es mi piel no? Es eso? Zairaaaaaaaaaaaaa- le gritaste mientras examinabas tu cara frente a un espejo.
-Me hacés reir Pocha, no tenes nada! Igual no importa porque es solo una ayudita de buena samaritana no?
-Ah es eso, VOS- la señalaste con el dedo- estás complotada con Victoria, es eso! Lo sabia!
-No boba, por qué deberíamos estar complotadas? Solo me reí, bueno me sonreí.
-Y por qué, genia?
-No se, la próxima vez que quieras hacerme creer que no te pasa algo con alguien desmentime primero el "no me lo quiero levantar" antes que "no parece de velorio"
Touche.
***
Tus manos empezaban a quemar, desconocías por que.
Ah si. Hace 10 minutos que esperabas a Paula y tus manos no tuvieron mejor idea que refregarse en el jean. Jean recién lavado.
¿Se habría arrepentido? Si ella siempre era puntual.
Será de Dios esta mujer justo cuando vos sos puntual ella no, que onda?
-Va a tomar algo señor?- te preguntó el mozo.
Pedirías un whisky doble pero no te daba para pedirlo a las 4 de la tarde. 4.10 en realidad.
-Un café irlandés, por favor.
-Va a usar esta silla? O me la puedo llevar?- te preguntó una señora de unos 60 años
-Estoy con alguien ...digo, está ocupada, no ahora, em que estoy, que estoy esperando a alguien- le dijiste rascándote la nuca. Qué stress.
-Claro, querido, claro- te dijo ella.
La viste por el ventanal: sus ondas volaban con el viento, radiante. Estaba bellísima. Nota mental: controlar estos pensamientos cursis que estabas teniendo. Nota mental 2: No halagar a alguien que no querés llevarte a la cama. Nota mental 3: hola cerebro, es Paula, qué te pasa?.
Tomaste el primer diario que encontraste, como para asemejar que no la estabas esperando.
-Hola- te saludó.
Vos levantaste la vista del diario (que no tenías idea de que se trataba).
-Ah, Paula, que rápido viniste- le dijiste, intentando sonar convincente cuando en realidad ya la ansiedad te estaba matando.
-Fui muy puntual? Eso querés decir?- y se sonrojó. (Y a vos te encantó)
-Emmm, no a ver - y miraste el reloj como si no supieras que llevaba 14 minutos de retraso- es que estaba leyendo el diario y se me paso volando el tiempo.
-No sabía que hablabas ingles
-Eh? No, no mucho por?
- Y como leías The New York Times entonces?
Y por primera vez miraste el diario. De los 5 que había agarraste el de inglés? L.O.S.E.R
Y ahora te sonrojabas vos.
-Me mentiste?- te preguntó con los ojitos achinados.
-No, pasa que no se hablar, pero se leer, si, eso. Claro, se leer
-Su café- te dijo el mozo.
Dios bendiga al mozo. Pero en serio. Lo querías abrazar. Fuerte.
-La bella dama va a tomar algo?
Cof...Cof...Tosiste.
-Un submarino, por favor- le dijo sonriéndo. Y si acabara el mundo... no te molestaría.
***
-Que lindo te queda el rojo- te dijo.
-Perdón?- le dijiste, de que hablaba?
-La chaqueta o blazer, el saco, es rojo, ese, me gusta como te queda- te dijo balbuceando.
-Ah gracias, pero es colorado.
-Cómo?- te preguntó mientras torcía la cabeza.
-Que es colorado, no rojo
-Ok, perdón, mala mía- te dijo riéndose.
¿De qué se ríe? ¿Encima se reía de vos? Y miraste sus rulitos. Que lindos. Tu debilidad. Concentración Paula. Volvé.
-Te reís de mí?
-No, perdoname..
-Que loco no?
-Qué cosa?
-Nuestras charlas siempre terminan en un "perdoname"
Y viste su cara endurecerse.
-Quién es Juana?- le preguntaste de una. Al fin y al cabo el te dijo que quería hablar.
-Un viejo amor.
-Y que hay de cierto en los rumores de la oficina?
-Mucho- te dijo.
-Querés contarme?- le preguntaste mientras le extendías la mano sobre la mesa.
El tomó tu mano y con la mirada perdida te preguntó:
"Alguna vez te dejaron plantada en el altar?"
Y te miró. Centró sus ojos marrones ya emocionados en tus ojos verdes. Y no supiste que hacer. Solo cubriste con tu otra mano la mano que el tenía sobre la tuya, invitándolo a que siga con su historia, o al menos parte de ella.
Porque además con Paula no te pasaba nada. 0. NADA.
Vos eras más del touch and go. Y ella tenía muchos problemas. Además son el agua y el aceite. Si, eso. Polos opuestos. Además no te atraía. Solo la veías como una buena consejera. Si, eso.
-En qué pensas Pepe?
-Por?
-Te veo muy pensativo, y no probaste las milanesas.- te dijo acercándo su silla un poco más a vos. Típico. Comienzo del interrogatorio.
-No, por favor, no empieces.
-Ay dale Pedroooo! Contame que te pasa, estás triste? pasó algo en el trabajo? llamaste a mamá? Juana otra vez? Es por la carta no?
-Cómo sabes de la carta Caro?
-Emmm, no pasa que la vi y estaba como abierta y...estem....viste que yo .. me perdonas? En eso pensabas?-y te quiso comprar, claramente.
-Sabés que? No, no pensaba en eso.
-En serio? creo que por primera vez en dos años no me contestaste ariscamente ni evadiéndome el tema, eso me gusta.
- Tampoco soy un ogro Carolina!
-No dije eso, estás sensible che.
-Bueno, bueno me voy que mañana me tengo que levantar temprano.
-Cómo? Si mañana es feriado...
-Pero tengo cosas que hacer.
-Los gatos madrugan? O pasan de largo?
-Basta Caro, nada que ver con eso. Ya te voy a contar.
***
-Un café? No se te ocurrió algo más divertido Paula?- te recriminó Vicky.
-Por? que tiene de malo un café? Todos toman café.
-No de malo nada, pero por ahí si lo invitabas al club literario se copaba más.
-Mirá Victoria, si me seguís gastándo te corto eh. Necesito ayuda. Qué me pongo? No tengo nada.
-Ay me haces reir Poly, tenes un guardarropa gigante.
-No se ni para qué te llamo si me gastas 23 de las 24 hs del día.
-No te gasto Polypocket, es que me gusta verte así, animada
-Eh? Ay no digas cualquiera. No pasa nada. Es un compañero que me pidió ayuda
-Claaaro...y vos santa teresita te ofreciste a ayudarlo? Nahuel hace varios años que te pide ayuda y vos nada...
-Tampoco exageres Victoria.
-Ay vamos Pau, cuando estabas con Facu también te perseguía, pasa que a vos siempre te costó darte cuenta
-Me estás diciendo lenta? En serio no me está ayudando esta conversación- le decías mientras caminabas por tu departamento.
-Me hacés reir Pau, anda, descansá y mañana hablamos o lo citaste a las 7 am?
-Que graciosa. Chau Victoria
Y le cortaste. No te ayudó en na-da.
Además por qué suponía que vos querías algo? Nada que ver. Solo lo querías ayudar.
¿Qué sería lo que tenía para contarte? ¿Seguiría con ganas de hacerlo?
El te habla de que no le tengas miedo, pero vos a su vez, veías miedo en sus ojos. ¿Lo habrían golpeado o el sería el golpeador? ¿Y si te decía que era golpeador que tenías que hacer? ¿Salir corriendo? Ay, tu cabeza no paraba de maquinar.
Lo mejor sería descansar, o al menos intentarlo.
Seguro algo te cayó mal. Si. Seguro, es eso. El nudo en el estómago con el que te levantaste nada tenía que ver con estas cosas. Nono, nada.
Te preparaste una ensaladita, mientras esperabas a Zaira que te iba a ayudar un poco. Tampoco es que te estuvieras preparando mucho.
-No tenés algo que no sea un traje?
-Unos short de playa creo que hay por acá-le comentaste mientras revolvías una pequeña pila
-Me estás jodiendo? Esperame acá que te voy a traer algo de casa
-Pero vos decís que este conjuntito no?
-Por Dios Paula! Parece que vas a un velorio, así no te lo vas a levantar....
-No parece de velorio!! Por que sonreís? Te conozco! Algo estás pensando! Que pasa? Zaira no me des la espalda te estoy hablando!
-No te doy la espalda Pau, solo me aleje un poquito- te dijo sonriendo.
-Seguís sonriendo! Decime que pasa, tengo feo el pelo? O la piel ? Es mi piel no? Es eso? Zairaaaaaaaaaaaaa- le gritaste mientras examinabas tu cara frente a un espejo.
-Me hacés reir Pocha, no tenes nada! Igual no importa porque es solo una ayudita de buena samaritana no?
-Ah es eso, VOS- la señalaste con el dedo- estás complotada con Victoria, es eso! Lo sabia!
-No boba, por qué deberíamos estar complotadas? Solo me reí, bueno me sonreí.
-Y por qué, genia?
-No se, la próxima vez que quieras hacerme creer que no te pasa algo con alguien desmentime primero el "no me lo quiero levantar" antes que "no parece de velorio"
Touche.
***
Tus manos empezaban a quemar, desconocías por que.
Ah si. Hace 10 minutos que esperabas a Paula y tus manos no tuvieron mejor idea que refregarse en el jean. Jean recién lavado.
¿Se habría arrepentido? Si ella siempre era puntual.
Será de Dios esta mujer justo cuando vos sos puntual ella no, que onda?
-Va a tomar algo señor?- te preguntó el mozo.
Pedirías un whisky doble pero no te daba para pedirlo a las 4 de la tarde. 4.10 en realidad.
-Un café irlandés, por favor.
-Va a usar esta silla? O me la puedo llevar?- te preguntó una señora de unos 60 años
-Estoy con alguien ...digo, está ocupada, no ahora, em que estoy, que estoy esperando a alguien- le dijiste rascándote la nuca. Qué stress.
-Claro, querido, claro- te dijo ella.
La viste por el ventanal: sus ondas volaban con el viento, radiante. Estaba bellísima. Nota mental: controlar estos pensamientos cursis que estabas teniendo. Nota mental 2: No halagar a alguien que no querés llevarte a la cama. Nota mental 3: hola cerebro, es Paula, qué te pasa?.
Tomaste el primer diario que encontraste, como para asemejar que no la estabas esperando.
-Hola- te saludó.
Vos levantaste la vista del diario (que no tenías idea de que se trataba).
-Ah, Paula, que rápido viniste- le dijiste, intentando sonar convincente cuando en realidad ya la ansiedad te estaba matando.
-Fui muy puntual? Eso querés decir?- y se sonrojó. (Y a vos te encantó)
-Emmm, no a ver - y miraste el reloj como si no supieras que llevaba 14 minutos de retraso- es que estaba leyendo el diario y se me paso volando el tiempo.
-No sabía que hablabas ingles
-Eh? No, no mucho por?
- Y como leías The New York Times entonces?
Y por primera vez miraste el diario. De los 5 que había agarraste el de inglés? L.O.S.E.R
Y ahora te sonrojabas vos.
-Me mentiste?- te preguntó con los ojitos achinados.
-No, pasa que no se hablar, pero se leer, si, eso. Claro, se leer
-Su café- te dijo el mozo.
Dios bendiga al mozo. Pero en serio. Lo querías abrazar. Fuerte.
-La bella dama va a tomar algo?
Cof...Cof...Tosiste.
-Un submarino, por favor- le dijo sonriéndo. Y si acabara el mundo... no te molestaría.
***
-Que lindo te queda el rojo- te dijo.
-Perdón?- le dijiste, de que hablaba?
-La chaqueta o blazer, el saco, es rojo, ese, me gusta como te queda- te dijo balbuceando.
-Ah gracias, pero es colorado.
-Cómo?- te preguntó mientras torcía la cabeza.
-Que es colorado, no rojo
-Ok, perdón, mala mía- te dijo riéndose.
¿De qué se ríe? ¿Encima se reía de vos? Y miraste sus rulitos. Que lindos. Tu debilidad. Concentración Paula. Volvé.
-Te reís de mí?
-No, perdoname..
-Que loco no?
-Qué cosa?
-Nuestras charlas siempre terminan en un "perdoname"
Y viste su cara endurecerse.
-Quién es Juana?- le preguntaste de una. Al fin y al cabo el te dijo que quería hablar.
-Un viejo amor.
-Y que hay de cierto en los rumores de la oficina?
-Mucho- te dijo.
-Querés contarme?- le preguntaste mientras le extendías la mano sobre la mesa.
El tomó tu mano y con la mirada perdida te preguntó:
"Alguna vez te dejaron plantada en el altar?"
Y te miró. Centró sus ojos marrones ya emocionados en tus ojos verdes. Y no supiste que hacer. Solo cubriste con tu otra mano la mano que el tenía sobre la tuya, invitándolo a que siga con su historia, o al menos parte de ella.
lunes, 7 de octubre de 2013
Capítulo 9
Y por primera vez te había dado ternura. Por primera vez no lo viste como un hombre frío y calculador. Por primera vez, sentías unas ganas locas de abrazarlo.
Tu vida siempre fue una dicotomía, y esta no era la excepción.
Vos eras rara, Pedro era raro, y la relación de ustedes no se quedaba atrás.
Hace apenas unas horas veías en su mirada furia, sentías temor, miedo. Y eso no te gustaba porque el miedo te paralizaba y vos no sos así, al menos esa no es tu cara visible. Vos no necesitas de nada ni de nadie. Odias depender de alguien. Odias que alguien te pueda. Y Pedro, a su manera (o a la tuya), te podía.
-Y qué hiciste?
-Qué hice con qué?- le preguntaste confundida
-Te pidió ayuda y vos que hiciste? Decime que no saliste corriendo.
-Lo pensé, pero no. Quedamos de tomar algo el miércoles que tenemos feriado.
-Me encantaría saber que te pasa con el - te pidió Vicky, prácticamente de la nada. Y si, aunque discutan, ella siempre está.
-A mi también. Por momentos le tengo miedo, siento que me va a estampar contra la primer pared...
-Pero vos pensas que el es golpeador?
-La verdad Vic? No se que pensar, pero no, no creo. Después de la mini discusión lo sentí cargado, con mucho material adentro, entendés?
-mmm... no mucho
-Siento que tiene una historia que contar- le dijiste cual protagonista de serie yanki.
-Todos tenemos una historia que contar Poly.
-Pero te juro que sentí que me dejó su alma en la palma de mi mano, lo vi desprotegido. Y no sabes que mal se sintió...
-Creo que a alguien le está picando un bichito....
-No, en serio, creo fue la primera vez que no lo ví como hombre...y eso me asusta.
-Y te asusta por vos o por él?
-No se
***
Esa carta. Esa maldita carta. No bastaba con tenerla en tu cabeza noche y día que ahora volvía. Pero qué volvía? Qué quería?
Si años atrás te preguntaban por el amor, vos decías Juana. Si hace dos años te pedían que describas el desamor, decías Juana. Hoy, no sabés de qué lado ponerla. Amor o desamor. Engaño o desengaño. Ya no sabés muy bien si sentir tristeza por su recuerdo o que es lo que deberías sentir. Años de terapia no sirvieron para solucionarte otros conflictos internos, menos te ayudarían con ella.
Nan se había cansado de repetirte que la dejes ir. ¿Y por qué no hacerlo? Si sonaba tan fácil. Pequeño detalle: la realidad no siempre es tan fácil.
Y con vos la vida se había encaprichado. Hacía 5 años habías escapado de tu ciudad natal, porque la realidad te golpeaba, porque aunque ella te había perdonado vos no lo habías hecho. Porque nunca te permitiste haber sido tan débil, porque no querías que cada parte de la casa te recordara cada episodio.
Nunca entendiste cuando empezó, menos cuando terminó. Eso sí, recordás cada escena, cada bofetada, cada "castigo" con una claridad que te asusta, te persigue y te nubla.
Esos recuerdos que te hacen traspirar cada noche, casi con la misma frecuencia que el recuerdo de Juana.
La lámpara del living seguía encendida luego de una larga noche.
Tu mano ardía de lo colorada que estaba, pero lo valía, de eso estabas seguro.
Dos miradas conectaban, la tuya y la de ella. Y no importaba nada más. Al menos para vos.
Su labio hinchado sangraba. Ella se giraba para que no la vieras. "Fue mi culpa" repetía. Vos no sabías si creerle o qué. No sabías que hacer, para donde ir. No sabías como parar esta bola gigante de violencia en que se había convertido tu hogar.
Fuiste hacia la cocina, abriste el congelador y sacaste la cubetera con el hielo. Lo mínimo que podías hacer.
Intentaste acercarte a ella, pero su sollozo te debilitaba. A cada instante, un poquito más.
Y el fernet en mano de tu amigo llegaba en el momento justo.
-Y quién pensas que puede estar atrás de esto?-finalmente te preguntó.
-No se, Nan- le contestaste mientras te sacudías los rulitos de la nuca.
-Y qué decía?
-Otra vez te la tengo que leer?
"Pedro.
Deja el pasado donde está, se ve que vas aprendiendo y me encanta que siga así.
Como siempre dijo Juana, si no podes controlarlo, dejalo libre.
Las rosas blancas siempre fueron sus preferidas, si. Pero ya no las necesita. Ya no más
Merecés lo mejor, y merecés que tu reputación no siga cayendo en pique, como supo hacerlo en Córdoba."
-Pensas que es de su parte?
-Tiene que ser alguien que sepa ambas historias...
-Yo no soy eh...
-Ya se tarado!
-Bueno, le quería poner un poco de humor
-Nan, puedo preguntarte algo?
-Si, decime, pero si es una pregunta difícil cobro la consulta
-Vos pensas que yo soy agresivo?
-Otra vez con eso? Qué pasó?
-No pasa que hay una mina en el trabajo
-Ah bueno ahora si se puso interesante- te dijo mientras se frotaba las manos.
-No seas bobo Nan, hoy cuando llegó la carta la recibió ella, y yo reaccioné un poco mal y ella se asustó, entendés? Me tuvo miedo, me pidió, me suplicó, que me aleje de ella, y me sentí devastado te juro.
-Mirá negro, tu reacción seguro tuvo más que ver con la carga que tiene Juana, con ese abandono y esa desaparición forzosa más que con otra cosa. Tenés que entender de una vez por todas que no sos el peor, y que no podés ser el culpable de todas las cosas que pasan a tu alrededor si?
***
Sonó el despertador y saltaste de la cama, y sí, vos sos así, inquieta.
Te sentaste con tu tazón de cereales frente a la tv para ver el noticiero como todas las mañanas.
Tu celular te avisaba que un nuevo mensaje había llegado. "Mañana ecografía, después te cuento bss" Tu hermana. Claramente, era de ayer. Imposible que ella esté despierta a esta hora. E imposible que vos a las 3 am estés con el celular prendido como para ver su mensaje a tiempo.
Llegaste a la oficina con 15 minutos de tiempo de sobra. Lo sabías, una vez más lograste ganarle al tráfico. Vos sabías perfectamente que si querías llegar a tiempo, tendrías que salir con un poco (bastante) de anticipación.
Nahuel te esperaba en el hall de entrada, capuccino en mano. Días como hoy lo amabas. Quizás no tanto como el quisiera.
-Que linda estás Poly.
-Gracias, hoy es el encuentro, espero que salga todo bien.
-Me gusta verte así- te dijo como de pasada
-Así como?
-Relajada, tenés un brillo especial hoy...
Subieron al ascensor donde se encontraron con Joaquin. Y su corbata desaliñada. Te contenías. En serio, de verdad lo estabas intentando. Odiabas las cosas desaliñadas. Bueno, algunos tienen obsesiones. La tuya eran las cosas desprolijas. Y no, no se veía sexy. Al menos no en él. Quizás si fuese... no no. -Y sacudiste la cabeza-
Ellos te miraron extrañados y Joaquín intervino
-Estás bien Chaves?
-Si, estaba repasando un par de cosas que necesito para hoy nada más
-Hoy es el encuentro con el menor?
-Si, así es, esperemos que salga algo positivo.
-Yo espero que Alfonso llegue a tiempo jajajaja
-Es muy impuntual?
-Bastante
-Ay odio la impuntualidad.
-Somos dos- te dijo guiñándote un ojo. Bueno quizás no tanto, quizás solo fue un leve movimiento. Pero se asemejaba mucho a un guiño.
-No bajás Poly?- Te dijo Nahuel con la puerta abierta
Bueno. Sí. Quizás estabas un poco distraída.
9.30 y a las 11 era el encuentro. ¿Habría llegado Pedro? No es que te importara, para nada. O bueno, sí. Pero no por él, por la menor, obvio.
-Linda y distraída.
-Qué dijiste?
-Que estás linda y distraída hoy.
***
Pero podrá ser esta jungla, tantos autos iba a haber. Cortes de tránsito, gente que protesta, pero por qué no hacen algo por la humanidad?
Nota mental: la próxima salir con tiempo de anticipación.
Nota mental 2: hacer caso a la nota mental 1.
Gente. Palomas. Bocina. Listo, debe ser el fin del mundo y nadie te avisó. Debiste ser una persona mala, muy, muy, muy mala en tu vida pasada para que te toque esto.
Además palomas marrones, es en serio? Donde se vió? Son blancas o grises. No marrones. Deben ser una clase de espécimen raro, una mutación genética.
Bocina fuerte. Muy fuerte. Tu corazón se paró en seco. Un auto cerca, muy cerca, de tu bello traje (planchado por tu hermana obvio, bueno, en realidad, ella lo llevó a la tintorería). La concentración no era lo tuyo.
Más puteadas. Y al fin, puerta giratoria. Llegaste. Un poco tarde. No pensabas mirar el artefacto con dos agujas que seguro marcaba una tardanza bastante larga.
-Pero será de Dios el tránsito de loco que hay- te quejaste con Joaquín.
-Y si pepe, esto es la jungla como le decís vos. La abogada del quinto casi se muere cuando le dije que eras impuntual.
-Y por qué le dijiste que soy impuntual?
-No se, salió el tema.- te dijo ignorándote mientras su vista seguía en la pantalla.
-La próxima intenta que te salgan temas positivos de mi persona.
-Si, lo que digas... El jefe te dejó el informe de visita, anda a PB y autorizalo.
Ahí estaba ella. Con su pie derecho de arriba hacia abajo.
-Nerviosa Chaves?
-Ay llegaste!- te dijo con una sonrisa
-Si sabía que te ibas a alegrar tanto venía más temprano. - Y lograste que se sonrojara.
-Por..Por el caso lo decía...
-Si, claro. Perdoname por lo de ayer...fue un momento de debilidad- le dijiste mientras subían al ascensor.
-Todo bien, seguís buscando consejera?
-No
-Ah no?- te dijo ¿desilusionada?
-Ya la encontré, ya te encontré- le dijiste con la sonrisa más compradora que pudiste.
El ascensor se detuvo en el primer piso e inexplicablemente Joaquín ingresó en él.
-Viste que llegó a tiempo?-le dijo a ella ignorándote olímpicamente.
-Si, tenías razón..
-Ahora me debés una cena, mínimo..-le dijo en lo que para vos fue un burdo intento de seducción.
-Vemos- le dijo ella incómoda. ¿Qué? Si, claro que estaba incómoda. A ella no le gusta Joaquín, si, estás seguro. Bueno, casi.
-No se habla de temas personales en el trabajo- le recriminaste. Bueno, alguien se lo tenía que decir.
-Ay me asustaste, no te había visto
-No, si ya me había dado cuenta...
Miraste al espejo (porque todos los ascensores tienen espejo) y viste su reflejo. La viste reír. Y te perdiste en su sonrisa.
Joaquín bajó y vos quedaste nuevamente solo con ella.
-Qué?-le preguntaste mientras te sonreía.
-Nada. Así qué no se habla de temas personales? Nosotros que hacíamos?
-Es distinto Paula.
Clin. "Quinto piso"
-Encima mirá, ni siquiera fuiste capaz de decirme que mi piso era el tercero- le recriminaste bufando.
-En una hora te veo abajo. No te enojes que te arrugas, Alfonso- te dijo canchereandote.
-Y mañana el café, inepto, no te olvides- te gritó ya desde afuera con su mejor sonrisa.
Y no. Claramente, no te olvidarías. Jamás podrías.
Tu vida siempre fue una dicotomía, y esta no era la excepción.
Vos eras rara, Pedro era raro, y la relación de ustedes no se quedaba atrás.
Hace apenas unas horas veías en su mirada furia, sentías temor, miedo. Y eso no te gustaba porque el miedo te paralizaba y vos no sos así, al menos esa no es tu cara visible. Vos no necesitas de nada ni de nadie. Odias depender de alguien. Odias que alguien te pueda. Y Pedro, a su manera (o a la tuya), te podía.
-Y qué hiciste?
-Qué hice con qué?- le preguntaste confundida
-Te pidió ayuda y vos que hiciste? Decime que no saliste corriendo.
-Lo pensé, pero no. Quedamos de tomar algo el miércoles que tenemos feriado.
-Me encantaría saber que te pasa con el - te pidió Vicky, prácticamente de la nada. Y si, aunque discutan, ella siempre está.
-A mi también. Por momentos le tengo miedo, siento que me va a estampar contra la primer pared...
-Pero vos pensas que el es golpeador?
-La verdad Vic? No se que pensar, pero no, no creo. Después de la mini discusión lo sentí cargado, con mucho material adentro, entendés?
-mmm... no mucho
-Siento que tiene una historia que contar- le dijiste cual protagonista de serie yanki.
-Todos tenemos una historia que contar Poly.
-Pero te juro que sentí que me dejó su alma en la palma de mi mano, lo vi desprotegido. Y no sabes que mal se sintió...
-Creo que a alguien le está picando un bichito....
-No, en serio, creo fue la primera vez que no lo ví como hombre...y eso me asusta.
-Y te asusta por vos o por él?
-No se
***
Esa carta. Esa maldita carta. No bastaba con tenerla en tu cabeza noche y día que ahora volvía. Pero qué volvía? Qué quería?
Si años atrás te preguntaban por el amor, vos decías Juana. Si hace dos años te pedían que describas el desamor, decías Juana. Hoy, no sabés de qué lado ponerla. Amor o desamor. Engaño o desengaño. Ya no sabés muy bien si sentir tristeza por su recuerdo o que es lo que deberías sentir. Años de terapia no sirvieron para solucionarte otros conflictos internos, menos te ayudarían con ella.
Nan se había cansado de repetirte que la dejes ir. ¿Y por qué no hacerlo? Si sonaba tan fácil. Pequeño detalle: la realidad no siempre es tan fácil.
Y con vos la vida se había encaprichado. Hacía 5 años habías escapado de tu ciudad natal, porque la realidad te golpeaba, porque aunque ella te había perdonado vos no lo habías hecho. Porque nunca te permitiste haber sido tan débil, porque no querías que cada parte de la casa te recordara cada episodio.
Nunca entendiste cuando empezó, menos cuando terminó. Eso sí, recordás cada escena, cada bofetada, cada "castigo" con una claridad que te asusta, te persigue y te nubla.
Esos recuerdos que te hacen traspirar cada noche, casi con la misma frecuencia que el recuerdo de Juana.
La lámpara del living seguía encendida luego de una larga noche.
Tu mano ardía de lo colorada que estaba, pero lo valía, de eso estabas seguro.
Dos miradas conectaban, la tuya y la de ella. Y no importaba nada más. Al menos para vos.
Su labio hinchado sangraba. Ella se giraba para que no la vieras. "Fue mi culpa" repetía. Vos no sabías si creerle o qué. No sabías que hacer, para donde ir. No sabías como parar esta bola gigante de violencia en que se había convertido tu hogar.
Fuiste hacia la cocina, abriste el congelador y sacaste la cubetera con el hielo. Lo mínimo que podías hacer.
Intentaste acercarte a ella, pero su sollozo te debilitaba. A cada instante, un poquito más.
Y el fernet en mano de tu amigo llegaba en el momento justo.
-Y quién pensas que puede estar atrás de esto?-finalmente te preguntó.
-No se, Nan- le contestaste mientras te sacudías los rulitos de la nuca.
-Y qué decía?
-Otra vez te la tengo que leer?
"Pedro.
Deja el pasado donde está, se ve que vas aprendiendo y me encanta que siga así.
Como siempre dijo Juana, si no podes controlarlo, dejalo libre.
Las rosas blancas siempre fueron sus preferidas, si. Pero ya no las necesita. Ya no más
Merecés lo mejor, y merecés que tu reputación no siga cayendo en pique, como supo hacerlo en Córdoba."
-Pensas que es de su parte?
-Tiene que ser alguien que sepa ambas historias...
-Yo no soy eh...
-Ya se tarado!
-Bueno, le quería poner un poco de humor
-Nan, puedo preguntarte algo?
-Si, decime, pero si es una pregunta difícil cobro la consulta
-Vos pensas que yo soy agresivo?
-Otra vez con eso? Qué pasó?
-No pasa que hay una mina en el trabajo
-Ah bueno ahora si se puso interesante- te dijo mientras se frotaba las manos.
-No seas bobo Nan, hoy cuando llegó la carta la recibió ella, y yo reaccioné un poco mal y ella se asustó, entendés? Me tuvo miedo, me pidió, me suplicó, que me aleje de ella, y me sentí devastado te juro.
-Mirá negro, tu reacción seguro tuvo más que ver con la carga que tiene Juana, con ese abandono y esa desaparición forzosa más que con otra cosa. Tenés que entender de una vez por todas que no sos el peor, y que no podés ser el culpable de todas las cosas que pasan a tu alrededor si?
***
Sonó el despertador y saltaste de la cama, y sí, vos sos así, inquieta.
Te sentaste con tu tazón de cereales frente a la tv para ver el noticiero como todas las mañanas.
Tu celular te avisaba que un nuevo mensaje había llegado. "Mañana ecografía, después te cuento bss" Tu hermana. Claramente, era de ayer. Imposible que ella esté despierta a esta hora. E imposible que vos a las 3 am estés con el celular prendido como para ver su mensaje a tiempo.
Llegaste a la oficina con 15 minutos de tiempo de sobra. Lo sabías, una vez más lograste ganarle al tráfico. Vos sabías perfectamente que si querías llegar a tiempo, tendrías que salir con un poco (bastante) de anticipación.
Nahuel te esperaba en el hall de entrada, capuccino en mano. Días como hoy lo amabas. Quizás no tanto como el quisiera.
-Que linda estás Poly.
-Gracias, hoy es el encuentro, espero que salga todo bien.
-Me gusta verte así- te dijo como de pasada
-Así como?
-Relajada, tenés un brillo especial hoy...
Subieron al ascensor donde se encontraron con Joaquin. Y su corbata desaliñada. Te contenías. En serio, de verdad lo estabas intentando. Odiabas las cosas desaliñadas. Bueno, algunos tienen obsesiones. La tuya eran las cosas desprolijas. Y no, no se veía sexy. Al menos no en él. Quizás si fuese... no no. -Y sacudiste la cabeza-
Ellos te miraron extrañados y Joaquín intervino
-Estás bien Chaves?
-Si, estaba repasando un par de cosas que necesito para hoy nada más
-Hoy es el encuentro con el menor?
-Si, así es, esperemos que salga algo positivo.
-Yo espero que Alfonso llegue a tiempo jajajaja
-Es muy impuntual?
-Bastante
-Ay odio la impuntualidad.
-Somos dos- te dijo guiñándote un ojo. Bueno quizás no tanto, quizás solo fue un leve movimiento. Pero se asemejaba mucho a un guiño.
-No bajás Poly?- Te dijo Nahuel con la puerta abierta
Bueno. Sí. Quizás estabas un poco distraída.
9.30 y a las 11 era el encuentro. ¿Habría llegado Pedro? No es que te importara, para nada. O bueno, sí. Pero no por él, por la menor, obvio.
-Linda y distraída.
-Qué dijiste?
-Que estás linda y distraída hoy.
***
Pero podrá ser esta jungla, tantos autos iba a haber. Cortes de tránsito, gente que protesta, pero por qué no hacen algo por la humanidad?
Nota mental: la próxima salir con tiempo de anticipación.
Nota mental 2: hacer caso a la nota mental 1.
Gente. Palomas. Bocina. Listo, debe ser el fin del mundo y nadie te avisó. Debiste ser una persona mala, muy, muy, muy mala en tu vida pasada para que te toque esto.
Además palomas marrones, es en serio? Donde se vió? Son blancas o grises. No marrones. Deben ser una clase de espécimen raro, una mutación genética.
Bocina fuerte. Muy fuerte. Tu corazón se paró en seco. Un auto cerca, muy cerca, de tu bello traje (planchado por tu hermana obvio, bueno, en realidad, ella lo llevó a la tintorería). La concentración no era lo tuyo.
Más puteadas. Y al fin, puerta giratoria. Llegaste. Un poco tarde. No pensabas mirar el artefacto con dos agujas que seguro marcaba una tardanza bastante larga.
-Pero será de Dios el tránsito de loco que hay- te quejaste con Joaquín.
-Y si pepe, esto es la jungla como le decís vos. La abogada del quinto casi se muere cuando le dije que eras impuntual.
-Y por qué le dijiste que soy impuntual?
-No se, salió el tema.- te dijo ignorándote mientras su vista seguía en la pantalla.
-La próxima intenta que te salgan temas positivos de mi persona.
-Si, lo que digas... El jefe te dejó el informe de visita, anda a PB y autorizalo.
Ahí estaba ella. Con su pie derecho de arriba hacia abajo.
-Nerviosa Chaves?
-Ay llegaste!- te dijo con una sonrisa
-Si sabía que te ibas a alegrar tanto venía más temprano. - Y lograste que se sonrojara.
-Por..Por el caso lo decía...
-Si, claro. Perdoname por lo de ayer...fue un momento de debilidad- le dijiste mientras subían al ascensor.
-Todo bien, seguís buscando consejera?
-No
-Ah no?- te dijo ¿desilusionada?
-Ya la encontré, ya te encontré- le dijiste con la sonrisa más compradora que pudiste.
El ascensor se detuvo en el primer piso e inexplicablemente Joaquín ingresó en él.
-Viste que llegó a tiempo?-le dijo a ella ignorándote olímpicamente.
-Si, tenías razón..
-Ahora me debés una cena, mínimo..-le dijo en lo que para vos fue un burdo intento de seducción.
-Vemos- le dijo ella incómoda. ¿Qué? Si, claro que estaba incómoda. A ella no le gusta Joaquín, si, estás seguro. Bueno, casi.
-No se habla de temas personales en el trabajo- le recriminaste. Bueno, alguien se lo tenía que decir.
-Ay me asustaste, no te había visto
-No, si ya me había dado cuenta...
Miraste al espejo (porque todos los ascensores tienen espejo) y viste su reflejo. La viste reír. Y te perdiste en su sonrisa.
Joaquín bajó y vos quedaste nuevamente solo con ella.
-Qué?-le preguntaste mientras te sonreía.
-Nada. Así qué no se habla de temas personales? Nosotros que hacíamos?
-Es distinto Paula.
Clin. "Quinto piso"
-Encima mirá, ni siquiera fuiste capaz de decirme que mi piso era el tercero- le recriminaste bufando.
-En una hora te veo abajo. No te enojes que te arrugas, Alfonso- te dijo canchereandote.
-Y mañana el café, inepto, no te olvides- te gritó ya desde afuera con su mejor sonrisa.
Y no. Claramente, no te olvidarías. Jamás podrías.
viernes, 4 de octubre de 2013
Capítulo 8
En tu mente rememorabas una y otra vez los avances del caso.
Tu mente debatía que sería lo mejor para el caso y que lo mejor para vos,y sinceramente no sabías como compatibilizarlos.
Pedro parecía cegado, hacía días que no te hablaba (y por qué debería hacerlo?), a el se lo veía muy concentrado en su defendida.
Últimamente lo veías más frío, quizás le molesto la ultima charla que tuvieron.
-Nunca vas a aceptar un café mío?
-No, prefiero no mezclar las cosas
-Mezclar qué? Si no hay nada- te dijo con una mirada un tanto confundida.
-Ya se que no hay nada, no necesito que me lo repitas. Qué pensas que soy una de tus conquistas que puede venir de acá para allá? No, Pedro, yo tengo mi vida no necesito ningún Don Juan que me levante ningún ego.
-Ah, pero vos estás más loca de lo que pensé eh. A qué viene todo esto se puede saber?
-No quiero tener problema con la secretaria del edificio, eso.
-Esto es una escena de celos por Silvia?- te dijo. Como si a vos te importara que se acueste con la secretaria del edificio. Por qué te molestaría? Porque es joven y osada? Por los comentarios que llegan? Por que te tenés que bancar como la mina habla de él y de lo bien que la pasan juntos ,en cada almuerzo que comparten? El tupe, pero EL.
-Vos te escuchas? En serio pensas que a mi me puede importar que vos te acuestes con 1 o 3458 mujeres por día? En que cabeza cabe que una persona seria como yo puede sentir celos,o al menos algo por alguien como vos?
-Y cómo soy yo, Chaves, a ver decime, porque parece que te las sabes todas.
-No me las se todas, simplemente se descubrir a personas como vos a miles de kilómetros
-Y como somos "las personas como yo"?
-Son egoístas, fríos, incapaces de ser fieles a una persona, los hacen sufrir, andan lastimando gente por el camino, como si de verdad la única vida que importara es la de ustedes, son depredadores natos.
-Todo eso?-se rió de vos. Decime, Paula, si sos capaz de descubririlos a miles de kilómetros que haces acá? Contame, por qué tuviste tantos fracasos en tu vida?
-Es problema mío, y qué sabés si tuve fracasos en mi vida?
-Porque tus ojos están tristes y sos demasiado linda para que no se note.
-No tengo ojos tristes dejá de decir estupideces y frases trilladas, me las se todas, conmigo no vas a poder Pedro, asi que volve con tu chica de turno.
-Tanto miedo tenés?
-Miedo? De vos? De qué queres que tenga miedo?
-El problema no son los demás...
-No me quieras devolver la moneda de la charla del otro día, no necesito tu psicología barata -lo interrumpiste
-No es psicología. Es simplemente que vos tenes miedo de vos, porque sufriste tanto que no confias en tus elecciones.
-Es mi vida! Dejame en paz, yo elijo lo que yo quiera elegir. No necesito ayuda de nadie, menos de vos, que tan bien no te fue no?
-Sabes que tenes razón? Para que hablo con vos? Si vos ni siquiera tenes ganas de ser feliz, de relucir esa sonrisa hermosa que tenés....
-Vos no sabes nada de mí.
-Vos tampoco, y me juzgas desde el día que me conociste, yo soy el egocéntrico y vos actuas como si de verdad la única persona sobre la faz de la tierra que tiene problemas sos vos? Avivate nena, todos tenemos problemas, y algunos más graves que los tuyos. Digo, por si querés ampliar tu sentimiento de inferioridad, para variar un poco.
Y tus ganas de estamparle la palma de tu mano en su mejilla eran muchas. MUCHAS.
Pero para variar lo único que te sentías capaz de hacer era llorar. Y así derramaste las primeras lágrimas haciendo contacto visual con el.
-Chaves- te llamó tu jefe, interrumpiendo tu trance.
-Si?
-Mañana. Reunión cumbre.
-Perdón?
-Despertate Chaves, mañana el intermediario propuso encuentro de las partes con el menor, lo olvidaste?
-No, señor, claro que no. Debo estar presente?
-No, te lo cuento porque quería sacar un tema. Claro que debes estar.
-Solo yo? O la otra parte también?
-Se olvidó de los procedimientos? Qué le pasa? Vaya al tercer piso a dejar estos papeles y aproveche para conseguir un café Paula.
***
-Permiso, buenos días-escuchaste
Dejaste de trascribir el informe en el que estabas enfocado y la viste.
Pantalón negro, sweater crema, pelo recogido y lentes de marco negro oscuro. Tragaste saliva. Estaba muy linda, pero es de esas mujeres que por más buenas que estuvieran, nunca te acercarías.
Volviste la vista a la pantalla de la computadora sin siquiera mirarla.
-Buen día- te repitió mientras pasaba cerca de tu escritorio.
-Buen día- le respondiste, serio, así no te malinterpretaba, porque para ella todo lo que hacías era parte de un plan de conquista. Egocéntrica.
-Me decís donde puedo ubicar a Joaquín?- te peguntó ¿sonriéndote?
-El escritorio del fondo, no lo ves?- le dijiste mientras continuabas escribiendo.
-Perdón- te dijo y viste como sus mejillas ardían- no pensé que te molestaba tanto mi presencia.
-A veces no hay que pensar tanto.
La miraste. Sus ojos verdes relucían hoy. ¿Habría estado llorando? En fin a vos no te importaba. ¿O sí? Nota mental: no mirarla nuevamente a los ojos.
-Perdoname a mi, no se a veces sacás lo peor de mí Paula, es muy loco.
Te sonrió, a medias. Bien Pedro, ya la pifiaste.
-No sos el primero que me lo dice, asi que supongo que es de esas pocas cosas para la que sirvo- te dijo, retirandose para el escritorio de Joaquín.
Y la sentiste débil. Y eso te mató, porque aunque no quieras admitirlo, ella te mata. Te deja en jaque.
Veías como Joaquín le sonreía y aunque eso debería ayudarte a sentirte mejor, por alguna extraña razón, no sirvió.
-Paula- la alcanzaste antes que subiera al ascensor.
-Decime- te dijo, mientras jugaba con sus uñas, delicadas uñas.
-Yo... no se que me pasa pero es una avance y un retroceso con vos... No, no me interrumpas que sino no puedo... A veces me irritás con esa postura -y ya sonabas tus dedos, un signo claro de tu nerviosismo- con esa postura de me las se todas. Con esa idea fija que cada cosa que digo es porque te quiero llevar a mi cama, y yo cla-claramente...-hola tartamudeo- sos la última persona a la que llevaría a la cama entendés? Yo no te veo atractiva, no me gustás, no veo nada en vos que haga que me emocione, no siento ni voy a sentir nada por vos porque sos fría, aburrida, por momento me deprime que llores tanto....
-Entendí, entendí el punto, ya está, gracias Pedro.
Y se subió al ascensor. Entre su ansiedad y que vos últimamente resultabas un pésimo seleccionador de palabras, no pegaban una.
***
Y por si no te quedó claro te lo dijo literal. Solo le faltó un "loca maniática alejate de mí". Lo cual hubiera sido bastante malo para tu persona.
Ibas por un café al local de enfrente del edificio, quizás eso te ayudara para aclarar un poco tu cabeza.
¿Aclarar qué? Si no había nada. Si nunca hubo nada. ¿O sí?
Y ya te perdiste, ya no te acordás si hubo señales de que algo pudiera pasar. No te acordás que te enganchó de este estúpido mujeriego, que tenía más problemas que un libro de matemáticas.
Entrabas nuevamente al edificio, cuando un chico de aproximadamente unos 18 o 19 años te entregó una carta. Una carta perfumada. Que en uno de sus lados decía Pedro Alfonso. Y abajo Juana. Una carta que te pedía a gritos que la leas. Si no fuese porque el café de tu mano derecha te impedía maniobrar y abrir la carta que carecía de cerramientos, lo hubieras hecho.
-Paula-escuchaste atrás tuyo. Esa voz. Esa voz que era tu principal problema.
Y ahora el culpable de que te hubieras asustado volcando el cafe y tirándo la carta.
-Tan feo que te asuste?-te dijo sonriéndote. Si. A vos. No, no estabas imaginando nada.
-Estaba en otra le dijiste- mientras mirabas tu mano que quemaba.
-Mmmmm... a ver dejame ver...agua hirviendo...Vamos que te acompaño y dejás la mano bajo el agua fría, o te va a quedar horrible...
Sonreíste. Bueno, lo intentaste. Y tu mirada fue al piso. A esa carta. ¿Debías entregarla?
Y su mirada te siguió. Te inhibió. Y siguió al piso.
Viste su cara transformarse. Quisiste agacharte pero el te ganó de mano.
-Esto es mío- te dijo y viste sus ojos marrones nublarse.
-S..Si - me lo dió un chico recién, te lo iba a llevar
-Decime quién te dió permiso para leerlo? - te gritó.
-No..yo te juro que venía así sin sobre....
-No me hagas enojar Paula, decime la verdad, quién te dió esto?
Y te tomó del hombro. Temblaste. ¿Cómo se puede pasar de estados tan fácilmente? Esa pregunta te invadía.
-Decime quién mierda te dió esto- te gritó mientras te sacudía.
Su fuerza te podía. Sus ojos oscuros te nublaban. Tus manos traspiraban y tus pulsaciones se aceleraban.
-Yo... te juro que no -y temblabas. Vaya que temblabas.
Sentiste como volvía a sacudirte.
-Por favor...me estás lastimando...y de verdad no tengo nada que ver... mi hombro...me duele Pedro...
Y te zafaste. Y casi por inercia caíste contra la pared. Mirabas hacia donde él estaba...lo mirabas, a él. Tus manos cubrían tus piernas flexionadas...
-Te juro que no me acerco más a vos-le dijiste- pero andate por favor.
***
Y nada es como parece. Aunque todo parezca tan claro.
La veías frente a vos, con temor mirándote.
La carta continuaba en tu mano.
Quisiste acercarte a Paula, y así lo hiciste. Y aunque su mirada y sus palabras te pedían que te alejes, no pudiste ni quisiste hacerlo.
Te sentaste a su par. Y simplemente la miraste porque fue lo más sincero y genuino que te salió.
-Necesito que me escuches-le pediste en un susurro.
-Por qué yo? Por qué sería tu confesora?- te respondió también en un susurro
-Porque sos la única persona que ya me juzgó demasiado como para seguir haciéndolo.
-Ayudame, por favor- soltaste en una voz aún más débil que la anterior
-Tengo miedo- te respondió
-Somos dos-susurraste antes de volverle a rogar- ayudame, Paula, por favor- y lo último apenas fue audible, y fue lo último que dijiste antes de cerrar los ojos.
Tu mente debatía que sería lo mejor para el caso y que lo mejor para vos,y sinceramente no sabías como compatibilizarlos.
Pedro parecía cegado, hacía días que no te hablaba (y por qué debería hacerlo?), a el se lo veía muy concentrado en su defendida.
Últimamente lo veías más frío, quizás le molesto la ultima charla que tuvieron.
-Nunca vas a aceptar un café mío?
-No, prefiero no mezclar las cosas
-Mezclar qué? Si no hay nada- te dijo con una mirada un tanto confundida.
-Ya se que no hay nada, no necesito que me lo repitas. Qué pensas que soy una de tus conquistas que puede venir de acá para allá? No, Pedro, yo tengo mi vida no necesito ningún Don Juan que me levante ningún ego.
-Ah, pero vos estás más loca de lo que pensé eh. A qué viene todo esto se puede saber?
-No quiero tener problema con la secretaria del edificio, eso.
-Esto es una escena de celos por Silvia?- te dijo. Como si a vos te importara que se acueste con la secretaria del edificio. Por qué te molestaría? Porque es joven y osada? Por los comentarios que llegan? Por que te tenés que bancar como la mina habla de él y de lo bien que la pasan juntos ,en cada almuerzo que comparten? El tupe, pero EL.
-Vos te escuchas? En serio pensas que a mi me puede importar que vos te acuestes con 1 o 3458 mujeres por día? En que cabeza cabe que una persona seria como yo puede sentir celos,o al menos algo por alguien como vos?
-Y cómo soy yo, Chaves, a ver decime, porque parece que te las sabes todas.
-No me las se todas, simplemente se descubrir a personas como vos a miles de kilómetros
-Y como somos "las personas como yo"?
-Son egoístas, fríos, incapaces de ser fieles a una persona, los hacen sufrir, andan lastimando gente por el camino, como si de verdad la única vida que importara es la de ustedes, son depredadores natos.
-Todo eso?-se rió de vos. Decime, Paula, si sos capaz de descubririlos a miles de kilómetros que haces acá? Contame, por qué tuviste tantos fracasos en tu vida?
-Es problema mío, y qué sabés si tuve fracasos en mi vida?
-Porque tus ojos están tristes y sos demasiado linda para que no se note.
-No tengo ojos tristes dejá de decir estupideces y frases trilladas, me las se todas, conmigo no vas a poder Pedro, asi que volve con tu chica de turno.
-Tanto miedo tenés?
-Miedo? De vos? De qué queres que tenga miedo?
-El problema no son los demás...
-No me quieras devolver la moneda de la charla del otro día, no necesito tu psicología barata -lo interrumpiste
-No es psicología. Es simplemente que vos tenes miedo de vos, porque sufriste tanto que no confias en tus elecciones.
-Es mi vida! Dejame en paz, yo elijo lo que yo quiera elegir. No necesito ayuda de nadie, menos de vos, que tan bien no te fue no?
-Sabes que tenes razón? Para que hablo con vos? Si vos ni siquiera tenes ganas de ser feliz, de relucir esa sonrisa hermosa que tenés....
-Vos no sabes nada de mí.
-Vos tampoco, y me juzgas desde el día que me conociste, yo soy el egocéntrico y vos actuas como si de verdad la única persona sobre la faz de la tierra que tiene problemas sos vos? Avivate nena, todos tenemos problemas, y algunos más graves que los tuyos. Digo, por si querés ampliar tu sentimiento de inferioridad, para variar un poco.
Y tus ganas de estamparle la palma de tu mano en su mejilla eran muchas. MUCHAS.
Pero para variar lo único que te sentías capaz de hacer era llorar. Y así derramaste las primeras lágrimas haciendo contacto visual con el.
-Chaves- te llamó tu jefe, interrumpiendo tu trance.
-Si?
-Mañana. Reunión cumbre.
-Perdón?
-Despertate Chaves, mañana el intermediario propuso encuentro de las partes con el menor, lo olvidaste?
-No, señor, claro que no. Debo estar presente?
-No, te lo cuento porque quería sacar un tema. Claro que debes estar.
-Solo yo? O la otra parte también?
-Se olvidó de los procedimientos? Qué le pasa? Vaya al tercer piso a dejar estos papeles y aproveche para conseguir un café Paula.
***
-Permiso, buenos días-escuchaste
Dejaste de trascribir el informe en el que estabas enfocado y la viste.
Pantalón negro, sweater crema, pelo recogido y lentes de marco negro oscuro. Tragaste saliva. Estaba muy linda, pero es de esas mujeres que por más buenas que estuvieran, nunca te acercarías.
Volviste la vista a la pantalla de la computadora sin siquiera mirarla.
-Buen día- te repitió mientras pasaba cerca de tu escritorio.
-Buen día- le respondiste, serio, así no te malinterpretaba, porque para ella todo lo que hacías era parte de un plan de conquista. Egocéntrica.
-Me decís donde puedo ubicar a Joaquín?- te peguntó ¿sonriéndote?
-El escritorio del fondo, no lo ves?- le dijiste mientras continuabas escribiendo.
-Perdón- te dijo y viste como sus mejillas ardían- no pensé que te molestaba tanto mi presencia.
-A veces no hay que pensar tanto.
La miraste. Sus ojos verdes relucían hoy. ¿Habría estado llorando? En fin a vos no te importaba. ¿O sí? Nota mental: no mirarla nuevamente a los ojos.
-Perdoname a mi, no se a veces sacás lo peor de mí Paula, es muy loco.
Te sonrió, a medias. Bien Pedro, ya la pifiaste.
-No sos el primero que me lo dice, asi que supongo que es de esas pocas cosas para la que sirvo- te dijo, retirandose para el escritorio de Joaquín.
Y la sentiste débil. Y eso te mató, porque aunque no quieras admitirlo, ella te mata. Te deja en jaque.
Veías como Joaquín le sonreía y aunque eso debería ayudarte a sentirte mejor, por alguna extraña razón, no sirvió.
-Paula- la alcanzaste antes que subiera al ascensor.
-Decime- te dijo, mientras jugaba con sus uñas, delicadas uñas.
-Yo... no se que me pasa pero es una avance y un retroceso con vos... No, no me interrumpas que sino no puedo... A veces me irritás con esa postura -y ya sonabas tus dedos, un signo claro de tu nerviosismo- con esa postura de me las se todas. Con esa idea fija que cada cosa que digo es porque te quiero llevar a mi cama, y yo cla-claramente...-hola tartamudeo- sos la última persona a la que llevaría a la cama entendés? Yo no te veo atractiva, no me gustás, no veo nada en vos que haga que me emocione, no siento ni voy a sentir nada por vos porque sos fría, aburrida, por momento me deprime que llores tanto....
-Entendí, entendí el punto, ya está, gracias Pedro.
Y se subió al ascensor. Entre su ansiedad y que vos últimamente resultabas un pésimo seleccionador de palabras, no pegaban una.
***
Y por si no te quedó claro te lo dijo literal. Solo le faltó un "loca maniática alejate de mí". Lo cual hubiera sido bastante malo para tu persona.
Ibas por un café al local de enfrente del edificio, quizás eso te ayudara para aclarar un poco tu cabeza.
¿Aclarar qué? Si no había nada. Si nunca hubo nada. ¿O sí?
Y ya te perdiste, ya no te acordás si hubo señales de que algo pudiera pasar. No te acordás que te enganchó de este estúpido mujeriego, que tenía más problemas que un libro de matemáticas.
Entrabas nuevamente al edificio, cuando un chico de aproximadamente unos 18 o 19 años te entregó una carta. Una carta perfumada. Que en uno de sus lados decía Pedro Alfonso. Y abajo Juana. Una carta que te pedía a gritos que la leas. Si no fuese porque el café de tu mano derecha te impedía maniobrar y abrir la carta que carecía de cerramientos, lo hubieras hecho.
-Paula-escuchaste atrás tuyo. Esa voz. Esa voz que era tu principal problema.
Y ahora el culpable de que te hubieras asustado volcando el cafe y tirándo la carta.
-Tan feo que te asuste?-te dijo sonriéndote. Si. A vos. No, no estabas imaginando nada.
-Estaba en otra le dijiste- mientras mirabas tu mano que quemaba.
-Mmmmm... a ver dejame ver...agua hirviendo...Vamos que te acompaño y dejás la mano bajo el agua fría, o te va a quedar horrible...
Sonreíste. Bueno, lo intentaste. Y tu mirada fue al piso. A esa carta. ¿Debías entregarla?
Y su mirada te siguió. Te inhibió. Y siguió al piso.
Viste su cara transformarse. Quisiste agacharte pero el te ganó de mano.
-Esto es mío- te dijo y viste sus ojos marrones nublarse.
-S..Si - me lo dió un chico recién, te lo iba a llevar
-Decime quién te dió permiso para leerlo? - te gritó.
-No..yo te juro que venía así sin sobre....
-No me hagas enojar Paula, decime la verdad, quién te dió esto?
Y te tomó del hombro. Temblaste. ¿Cómo se puede pasar de estados tan fácilmente? Esa pregunta te invadía.
-Decime quién mierda te dió esto- te gritó mientras te sacudía.
Su fuerza te podía. Sus ojos oscuros te nublaban. Tus manos traspiraban y tus pulsaciones se aceleraban.
-Yo... te juro que no -y temblabas. Vaya que temblabas.
Sentiste como volvía a sacudirte.
-Por favor...me estás lastimando...y de verdad no tengo nada que ver... mi hombro...me duele Pedro...
Y te zafaste. Y casi por inercia caíste contra la pared. Mirabas hacia donde él estaba...lo mirabas, a él. Tus manos cubrían tus piernas flexionadas...
-Te juro que no me acerco más a vos-le dijiste- pero andate por favor.
***
Y nada es como parece. Aunque todo parezca tan claro.
La veías frente a vos, con temor mirándote.
La carta continuaba en tu mano.
Quisiste acercarte a Paula, y así lo hiciste. Y aunque su mirada y sus palabras te pedían que te alejes, no pudiste ni quisiste hacerlo.
Te sentaste a su par. Y simplemente la miraste porque fue lo más sincero y genuino que te salió.
-Necesito que me escuches-le pediste en un susurro.
-Por qué yo? Por qué sería tu confesora?- te respondió también en un susurro
-Porque sos la única persona que ya me juzgó demasiado como para seguir haciéndolo.
-Ayudame, por favor- soltaste en una voz aún más débil que la anterior
-Tengo miedo- te respondió
-Somos dos-susurraste antes de volverle a rogar- ayudame, Paula, por favor- y lo último apenas fue audible, y fue lo último que dijiste antes de cerrar los ojos.
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