miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo 2

Te colgaste pensando. Para variar un poco.
-Gorda, Pau, me escuchas?
-Eh, si estaba en otro, me decías Vic?
-Que el viernes no voy a estar para la cena con las chicas, nos vamos con Luca a San Bernardo.  Asi que va   a quedar para la próxima. Ah y me dijo Clara que el sabad...
-Me dejó- la interrumpiste, mientras partías un grisin. Si, la feria-continuaste ya con voz normal.
-Que el sabado ...qué??- Te preguntó Victoria, que apenas te había oído.
-Una feria Vic -le aclaraste-...de diseño supongo, eso es lo que me ibas a decir?
-No, Pau, cuando decís "me dejó" a qué te referís exactamente?
-A eso, a Facundo... Cambio la yerba porque esta horrible ya...
-Qué te pasa gorda? Me querés contar? Me decís que te dejó así como quién dice me compre un caramelo?- y sentiste que te abrazó.
-Por que me abrazas?- le preguntaste. Personas ariscas y vos.
-Se que estás mal amiga.
-No. Claro que no, ya lo dijo Luis Fonsi nada es para siempre.
-Ah y a vos no te importa?
-Así que San Bernardo? Que bueno que nunca hayan vendido esa casita
-Pau, estamos hablando de vos.
-No, VOS, estás hablando de mí. Fue solo un comentario.
~Fin flashback~


A ver ... en alguna parte tiene que estar, por acá, a ver este cajón, no acá no...-repetías en voz alta. Costumbre que te acompaño toda tu vida, incluso en tu época de estudio, que parecías maestra ciruela repitiendo los artículos del código civil.
Si algo te faltaba era que suene tu celular, en medio de ese quilombo. Por suerte estaba en sonido, costumbre rara en vos.

-Hola...ah Ester si, todo bien.
-...
-No, vos tranquila, yo llevo todo
-...
-Igual quiero que sepas que lo de hoy no es nada decisivo
-...
-No, no lo digo por eso.
-...
-No, la verdad que no se quien es... Alfonso me dijeron. Creo que es cordobés radicado en Capital
-...
-Si y no te preocupes, termino de buscar mi saco y salgo para allá.
-...
-Yo voy antes porque tengo otras cosas que hacer antes, vos anda al horario normal.
-...
-Chau, nos vemos.

Diosssssssssssss- gritaste. Este saco, yo no puedo salir sin el saco, a ver, donde, quizás en el otro placard...Esos eran los momentos en que extrañabas vivir con tu mamá: ella siempre sabía donde encontrar todo...un gps humano.
Eureka! y le sonreíste al retrato que tenías con tus abuelos en la mesita de luz.

***
Después de posponer básicamente unas 10 veces el despertador, tomaste conciencia que tenías una audiencia.
Hace 5 años años vivías en capital, al principio en casa de tu hermana. Hoy ya eras un hombre independizado.
Los casos de familia nunca te interesaron, pero es lo que te habían asignado.
Mirta, mamá adoptiva. 50 años.
La verdad es que mucho no te interesaba, pero habías planeado dejar en jaque mate a la otra parte. Entendías el dolor de la madre biológica. Pero aún así, tus fuerzas estaban en tu defensa.

Entraste apuradísimo con café en mano, y 10 minutos tarde. Que caos la ciudad, quién te habrá mandado a mudarte a la jungla. Cola por todos lados, piquetes, tránsito, gente, palomas (que odiabas profundamente). Y sumale, que ayer habías escuchado de una invasión de ratas. Lo que te faltaba, el último que apague la luz.
En tu apuro te llevaste puesto a alguien y ya sentías el café caliente derramarse por tu mano derecha. Temías levantar la mirada y toparte con tu jefe. Sería el fin.
-Imbécil-te gritaron
Y a vos sin mirar, te pareció la voz más angelical del mundo.
Levantaste tus ojos marrones y te topaste con unos ojos verdes. Los más lindos que habías visto en tu vida, sin dudas.
Se la veía furiosa. Habías manchado su camisa blanca.
Era increíble pero su expresión era de furia, pero sus ojos, tan dulces, tan potentes, tan hermosos, y tan... tristes. Nunca habias visto una mirada tan penetrante y tan triste a la vez.
-Perdoname, yo...yo venía distraído- le dijiste dudando, tartamudeando, y con tu tonada cordobesa a flor de piel.
-Si, ya me di cuenta, idiota.
-Dejame que te ayude, con todos los papeles encima, seguro que no podes
-Que ni puedo que? A ver por que no voy a poder? Por que soy mujer eh? Típico machista. Imbécil, distraído y encima te crees superman.

Ok. A las palomas, las ratas, los autos, y los problemas de la jungla, agregale mujeres lindas e histéricas. Porteña de cepa. Seguro.

-Pero sabes qué? Ojalá no solo te haya manchado, sino también te haya quemado, tarada.
-Caballeros eran los de antes!!!!!!!!!-te gritó.
-Locaaaaaaa-le gritaste un poco más despacio, pero aún así te aseguraste que te escuche.

***

Llegaste temprano y acomodaste todo. Día perfecto.
-Salgo a buscar un café.- le comentaste a tu compañero.
-Si, dale tenés una hora tranquila Pau
-Si llama Ester...
-Si, ya sé-te interrumpió Nahuel, tu compañero, "la tranquilizo, le explico que venga en una hora, y le digo que saliste"

Ibas repasando todos los papeles que necesitarías ese día, tan especial para vos.
Llevabas tu traje, el que te había acompañado siempre, el que no fallaba, nada puede ir mal.
Tu mente relajada tarareaba "Entra en mi vida" de Sin bandera (que odiabas profundamente, pero en la radio ya la habían pasado cuatro veces en lo que iba del día). No entendías: "te comencé por extrañar, pero empecé a necesitarte luego" Necesitarte? Que onda? Y si, típico de hombres. Te necesitan como madre sustituta.
Tus relaciones no habían sido del todo buenas últimamente. No pudiste frenar a tiempo, o no quisiste, las horas de terapia no habían servido aún para arribar a alguna conclusión válida para vos.
Hoy, con 34 años te replanteabas un poco de todo. Culpabas a los libros, las historias y las películas. Quizás buscabas ideales en un  mundo de imperfecciones.
Hoy, con 34 años, sentías que todos a tu alrededor iban formando sus propias familias, creando sus espacios, de alguna manera te sentías vacía, la vida giraba alrededor tuyo y solo te dabas cuenta por el reloj.
"El tren pasa una sola vez" te dijeron allá lejos, y vos se ve que no compraste pasaje.
La vida te fue sorprendiendo con destiempos. Con ilusiones rotas.
Cuando alguien proyecto algo serio con vos, vos no estabas preparada. Cuando diste el 100%, la vida se rió de vos. Amaste a destiempo, amaste no correspondidamente. Te lastimaron, sufriste y perdonaste.
Los días pasaban, tu vida pasaba, y seguías así, sola, vos, tus plantas y tu trabajo.
Tu entrono te preguntaba por qué estabas sola, que responder cuando ni vos lo sabías. ¿Por qué una mujer está sola? ¿Será que te cerrabas para que no te lastimen?
Tus asaltos de dudas fueron interrumpidos por un café en tu camisa blanca de seda.

Levantaste tus ojos y la furia se apoderó de vos. El, con un traje de Ralph Lauren sin dudas (eran tus favoritos) ni siquiera te miraba. Tu enojo fue, claramente, en ascenso. Seguramente un engreído, un tarado que se lleva el mundo por delante. Un dandi, o peor, un nene mimada, de altas esferas.

-Imbécil- le gritaste.
Y fue ahí cuando viste sus ojos color miel, clavarse en tu mirada. Como en la película más romántica (de esas que veías cada dos por tres, helado/chocolate y cajita de pañuelos por delante) te heló la piel, no sabés bien por qué (y pensaste que sería una buena pregunta para Laura, tu psicologa, aunque raramente te hablaba durante la terapia. Para hablar sola me pongo un grabador en casa, le repetías).  Tus manos sudaban, ante el contacto visual, no es que fuera Brad Pitt el hombre, pero su mirada parca y dulce a la vez te conmovían, te elevaban del plano. Su voz interrumpió el momento.

-Perdoname, yo...yo venía distraído-te dijo, y bueno, que pretendía que le agradezcas que no fue al propósito? Eso te exasperó.
-Si, ya me di cuenta, idiota.
-Dejame que te ayude, con todos los papeles encima, seguro que no podes
-Que no puedo que? A ver por que no voy a poder? Por que soy mujer eh? Típico machista. Imbécil, distraído y encima te crees superman.
-Pero sabes qué? Ojalá no solo te haya manchado, sino también te haya quemado, tarada.
-Caballeros eran los de antes!!!!!!!!!-le gritaste y el tuvo el tupé de rematar con un:
-Locaaaaaaa

Bueno, lo reconocés, quizás se te fue la mano. No sabés bien por que. Miraste tu camisa y agradeciste que no tuvieras el traje puesto.
¿Cómo podía ser si te había parecido una mirada super dulce, que lo hubieses tratado así? Al final, ibas a pensar que Laura tenía razón y no era nadie más que vos misma la que te impedía abrirte a los demás, especialmente a los hombres.
En ese momento recordaste tus palabras a Victoria, tu mejor amiga: "no voy a permitir que lo que pasó con mis ex arruine mi vida". Cerebro traicionero. ¿Eh? ¿Que tenía que ver? Al final, fue un simple choque, el era un boludo que te arruinó la camisa y seguro era un engreído, un picaflor y un arruina vida de mujeres, estabas segura.
Con tu autoestima y tu orgullo, solucionado y reparado, con tus técnicas de autoconvencimiento, que muchas veces te nublaban la realidad, retomaste tu camino a la oficina. Con la camisa manchada, pero la frente en alto.

-Ey Chaves, estaba rico el café?- se burló Nahuel, tu compañero
-Que gracioso nene. Un boludo, engreído, idiota y agggggggg no me hagas acordar. Ester llamó?
-No, parece que la señora está más tranquila que vos, Poly.
-Yo estoy tranquila, pasa que no se, nunca tuve un caso de estos. Encima mi camisa es un desastre. Todo culpa del inepto ese.
-Pero quién era Poly?
-Ni idea, ojalá supiera.


-Paula!!!!!-te llamó tu jefe
-Si?-te presentaste ante él sacudiendo tu falda negra y sacandole las arrugas (como si tu mano fuera una plancha. Tarada)
-Volvé a tu casa que se suspende todo
-Cómo que se suspende?
-Si, se reprogramó la audiencia.
-Ah bueno, pero el caso sigue verdad?
-Si, Paula el caso sigue. Te dije que estabas demasiada metida para mi gusto no?
-Si, Oscar, ya me lo dijiste.
-Y yo no...
-Si, ya se, vos no hablas porque quedarse callado sea delito- le repetiste con un tono cansado su frase de cabecera "Yo no hablo porque quedarse callado sea delito, se de lo que hablo")
-Bueno, si lo sabes tenelo presente.

***

Y si, claramente en esta ciudad de mierda la gente está demasiado al pedo, sino no se explica que te hagan venir a una audiencia que no se iba a llevar a cabo, porque estabas seguro que todo esto era obvio antes siquiera que hubiera sonado tu primer despertador (y eso era unas cuantas horas atrás)

Desajustaste tu corbata. Colgaste tu saco negro en tu hombro derecho y estabas por salir cuando viste a la linda, pero increíblemente histérica chica a la que volcaste tu café.
Tu cabeza discutía si deberías ir a disculparte o no. Además no tenías mucho que hacer. Viste como un chico se acercaba a ella y la tomaba por los hombros. Casi sin darte cuenta te comenzaste a rascar la nuca (que fue cualquiera, porque vos solo te rascas la nuca cuando estás nervioso).
Decidiste que una buena opción sería disculparse cuando estaba con el chico (que suponías era su novio) así no le agarraba uno de esos berrinches y/o ataques de histeria femenina en sus peores días.
Aunque si ese era el novio no te la podrías llevara  la cama, lo cual no sería un buen punto. Bueno, eso fue lo que pensaste con Jacky...En fin, al menos para que tu conciencia te deje tranquila (y para dejar de rascarte la nuca porque parecía perro sarnoso) te decidiste por acercarte a ella.

-Hola, Pedro es mi nombre- le dijiste con tu sonrisa de costado a ella, y extendiendo tu mano hacia él.
-Que tal, Nahuel y ella Paula- te respondió el acompañante de la histérica.
-Hola - respondió ella secamente
-Quería disculparme por lo del café
-jajajajajjaja, vos sos el inepto?- preguntó Nahuel sosteniéndose la panza mientras se descostillaba de la risa.
-Cómo inepto?-le preguntaste con el ceño fruncido.
La viste sonrojarse.
-Si, disculpame, me extralimité. Tenía un día complicado. Todo bien Pedro.
-Inepto?- le repreguntaste aún digiriéndolo.
-Eso y otras cositas dije, pero no te preocupes
-Así que inepto...
-Ay si nene que denso, ya está todo bien, que tengas un gran día.

Y la viste irse. O sea, ella te decía inepto y encima se iba cual protagonista de novela de la tarde. Increíble.

-Poly no es fácil- te palmeó Nahuel.

Quedaste solo en el hall, y tu celular sonó: "Te espero" "Ya no", respondiste. Mientras, intentabas recordar que línea de subte debías tomar (quién te habrá mandado a mudarte a la jungla)







1 comentario:

  1. ayyyy Mery! tu paula por momentos me da ganas de abrazarla fuerte y desarmarla y por otros de sopapearla!

    me encantaaaaaaa!!
    gracias :)

    ResponderEliminar