lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo 27

-Perdón, no se que decirte
-Decime algo Pedro, no se, no puedo seguir así
-Es que todo esto es mi culpa, lo se
-No te estoy pidiendo que asumas culpas, ninguno de los 2 tiene 8 años verdad?
-Y que me pedís?
-No se, dejame algo en claro, que te pasa a vos, que querés vos.
-Me estas haciendo preguntas que ni yo mismo lo se Paula- le dijiste abriendo los ojos de par en par, demostrándole que ni vos mismo sabías donde estabas parado.
-O sea que no tenes nada en claro?- te preguntó mientras se hacía un rodete en el pelo con un chuflín invisible.
-No Pau, te juro que es todo tan poco claro.
-Tenes razón, que demandante estoy, pobre de vos
-No seas irónica, no me dijiste que no teníamos 8 años?
-Si, y también te di el pie para decirme que lo único claro que tenes es que me amas.

Y la viste darse vuelta.
Y te autoputeaste porque nunca lo habías visto así, nunca habías sentido que eso era un "reclamo", un pedido.

-No me di cuenta mi amor- le dijiste acercándote
-Ese es el problema, que no te das cuenta de nada- te dijo apenada, dolida, posiblemente decepcionada
-No me digas así por favor, yo te lo había advertido, o no? yo no te lo advertí?
-Que me advertiste?
-Que no era un tipo del cual enamorarte
-Qué?
-Que yo te lo dije y no quisiste aceptarlo, te dije que venía con demasiados problemas como para encarar una relación, te lo dije o no te lo dije?- le decías mientras dabas círculos alrededor de la mesa rascándote la nuca. Pero claro vos estabas demasiado ocupada pensando en lo bien que te sentías con lo que teníamos que nunca pensaste en las consecuencias. Por dios Paula, te dije que no confíes en mí, te lo dije, yo te avise que a vos no te quería lastimar pero te empecinaste- y te despeinaste un poco.
-Ahora es mi culpa esto?
-Es que no me escuchas? Te estoy diciendo que soy yo, yo no estaba listo para esto, pero te lo dije, eso te estoy diciendo. Mierda Paula!!!! No se que decirte para que me entiendas- casi le gritabas cuando tus niveles de nerviosismo aumentaban más y más.
-Basta Pedro! Estas diciendo cualquiera y no nos va a llevar a ningún lado.
-Pero yo te avise Paula- murmuraste pasando la palma de tu mano por tu cara- la historia de mi viejo, Juana, ella... ella siempre fue un capítulo importante vos lo sabías!!! Yo no estaba preparado! No estoy preparado! El amor siempre fue difícil para mí, vos lo sabías. Yo venía muy lastimado y no creo que alguna vez cicatricen esas heridas!
-Basta!!!!!!- te gritó.



***


-Será que siempre tenes que ser vos la víctima?
-De que me hablas?
-Que...por que todo tiene que ser vos? Por que el sufrido siempre sos vos!!?
-Y si no soy yo quién sería?
-No se...yo? Los dos? Eramos una pareja por si no te acordas
-Eramos?
-No se decime vos...
-No entiendo tu punto
-Que me esta pudriendo tener que sacarte todos los días de un pozo, que me estoy cansando de ser una psicóloga las 24 hs. Al final...
-Qué?
-Nada dejá- le dijiste dándote vuelta
-No ahora decime- te exigió tomándote del brazo.
-Que al final pareciera que traes tu pasado para arruinar lo que tenemos.
-Pensas que lo hago al propósito? No te entiendo
-Pienso que tu psiquis te juega una mala pasada, y yo quedo en el medio. Pienso que estoy podrida de que no puedas elegir amarme, cuando yo renuncie a mi orgullo de mujer, con la finada resucitada, con esta mina que ahora aparentemente está embarazada, con tu historia y tus mambos
-Que onda? Nunca te molestó y ahora me echas en cara todo junto?
-Por Dios Pedro!!- y si, el te exasperaba. Dejá de pensar que es todo contra vos. Somos dos!! Nos ves? Me ves acá? Yo también sufro, perdoname si mi vida no es tan agitada como la tuya si?
-Es que te escucho y no se que hacer, no se para donde quiero ir.
-No sabes? Buenisimo. Yo si se. Yo te amo. Yo te elegí, pero no puedo remar contra la corriente sola. No puedo, te juro que estos días lo intenté. Mis amigas me decían que de un paso al costado y acá estoy, pero se ve que soy la única de los dos que tiene las cosas claras.
-No entendes que tenes las cosas claras porque no son tus problemas? Son los mios!
-Basta!!! Me pudriste. Cuando te des cuenta que ir juntos a la par implica que tus problemas son nuestros problemas, buscame.

Y te fuiste. Porque no lo bancabas más. Y porque rogabas que reaccione.


Y como el orgullo no sabías donde había quedado, le mandaste un mensaje.

"Buscame, pero no te tardes, no quiero tener que decirte que la confundida soy yo"


***

Tu mente circulaba a mil por hora. ¿Qué probabilidades había que Paula tuviera razón?
Pero no, claro que eran tus problemas, y no querías que ella se metiera, no porque pensaras que no sean sus problemas, sino porque si, demasiados inconvenientes ya habías traído como para sumar otros.

Vos, se lo habías advertido, no eras un combo fácil de llevar, pero ella no te escucho! No te hizo caso.
Y bueno, vos tampoco hiciste demasiado para impedirlo. Te sentías bien. Ella te hacía bien entre tanto dolor.
Ella, apareció para darle un poco de luz a tu vida, cuando para vos todo era oscuridad.
Cuando Paula apareció en tu vida, vos te habías decidido a simplemente dejarla pasar, a que los días pasen intentando que los sentimientos tengan el mínimo de incidencia en tu vida.
Habías bloqueado toda posibilidad de enamorarte, de volver a descubrir el amor. Tu vínculo con las mujeres se había vuelto netamente carnal.
Pero llego ella, como un remolino que trajo paz y alegría a tus días, que te enseñó lo que es el amor después del amor.
Te enseñó a cocinar, y a cuidar al otro cuando se enferma. Te enseñó que de a dos se camina más rápido, y que si aún así, el camino es lento, la compañía lo es todo.
Ella era la calma, en tus días turbulentos. Y la tormenta en los días calmos.


Al menos, algo tenías claro.
Pero el resto...era tan confuso.



***

Hacía media hora (fácil) que intentabas leer el expediente. Habían acordado una visita a favor de Ester de 3 veces por semana, como para empezar a entablar algún tipo de diálogo.
Hasta ahora los resultados venían siendo bastante positivos, claro, Ester no podía dar demasiada información al menor.
Que ironía, tener a tu hijo tan cerca sin poder decirle que sos su mamá.
Vos, tantas veces habías soñado con ser mamá, y ese sueño cada vez se veía más frustrado.

Y el. El que no llamaba. Maldito sea!!!

-Paula! Si seguís así vas a ojear esas tres miserables hojas con las que estas hace 3 horas!- te "retó" Nahuel.
-Eh?- distraída.com
-Ah, estás en cualquiera eh?- y rodó su silla de escritorio cerca de la tuya.
-Un poco distraída nada más.
-Y esa distracción tiene nombre?
-Sabes que sí, vos me conoces como nadie
-Claro que si. Te lo dije a vos y se lo dije a el.
-Qué le dijiste?
-Que no te lastime.

Y te mordiste el labio.

-Sos como un hermano para mí, lo sabías no?
-Y vos sos mi pequeña indefensa
-No soy indefensa!
-Sos testaruda, claro que sos indefensa en materia de hombres.- y colocó un mechón de tu pelo detrás de tu oreja- pero sabes una cosa, yo me doy cuenta de muchas cosas
-Como por ejemplo?- le preguntaste intrigada
-El te ama. Mucho.

Y estúpidamente te emocionó. Te emocionó que lo notara alguien más, pero al mismo tiempo te dolió adentro.

-Y eso alcanza?- le preguntaste esperanzada.
-Decime vos, querés que alcance? Sincerate Paupi.
-Quiero todo con él, pero no estoy segura si el amor es suficiente. Además...
-Además que?
-Además no se... no se si el está dispuesto a jugársela por mí.



***

Te sacudió escucharla. Un escalofrío recorrió tu cuerpo.
Dicen, que nunca es bueno escuchar tras la puerta. Al menos... si no haces nada al respecto.
"No se si el está dispuesto jugársela por mí" esa frase retumbaba en tu mente, una y otra vez.
Desde tu lugar, mirabas sus ojos verdes, y solo rogabas que esa decepción que veías en ellos fuese pasajera. Solo eso.
Su voz ya era inaudible para vos, que te retirabas a tu casa.


***


Te hiciste un rodete como para no ensuciar tu pelo al cocinar (aunque en realidad mucho no te importaba). Te pusiste el delantal que te regaló tu abuela, ya que según ella no se puede cocinar sin delantal. Y te pusiste a picar la cebolla. No porque necesitaras una excusa para llorar en paz.
No, seguro que no, te dijo el loro parlanchín a tu oído revoleando sus alas, con esos aires superados que tenía tu amigo alado, que se había llamado al silencio (extrañamente para él) en estos días.


Timbre.
Y te pareció raro que toquen arriba directamente, sería alguna de tus vecinas.

Abriste la puerta y encontraste una rosa blanca.
Sonreíste extrañada, la levantaste y cerraste la puerta.
La pusiste en agua y buscaste el celular para ver si habpia alguna señal de que pudiera ser de Pedro. (LAS ganas). Ni un miserable mensaje.

Volviste a tu tarea con las cebollas. Y volvió a sonar el timbre.
Otra rosa blanca, esta vez con un papel enrollado.

"Mi principio y mi fin"

Ahora si estabas perdida, porque ni siquiera entendías el mensaje.


"Sos vos?" Le mandaste un mensaje a Pedro. Te llego la notificación que lo había leído, pero nunca una respuesta.

Timbre nuevamente. Otra rosa y otro mensaje.
Te fijaste en el pasillo, pero no había nadie.

"Me muero si te vas"

Irte? A donde?

El timbre fue sonando y pensabas seriamente en desconectarlo.

"Eclipsado y hechizado"
"Como el ave fénix" Resurgir de las cenizas, siempre te lo decía.

Timbre nuevamente y ya estabas entre gustosa y podrida.


"Yo si quiero jugármela por vos" Rezaba el cartel, que tapaba su cara.

Te mordiste el labio y tomaste el cartel entre tus manos, dejándolo al descubierto.

-Estuve pensando, puedo pasar?
-Ya estás acá- le dijiste corriéndote de la puerta
-No me interrumpas por favor
-Con condiciones venís? Bueno, te escucho. (Aunque en realidad ya estabas derretida desde la primer rosa, que fácil sos)

-No concibo una vida sin vos. Y si la concibiera, no la quiero. Me enseñaste a amar, cuando pensé que no era posible. Me elegiste, cuando ni yo mismo lo hacía. No se que viste, lo juro, pero menos mal que lo viste. Cuando apareciste en mi vida, yo no vivía, solo dejaba pasar los días, me planteaba cada noche que el lugar de Juana debió ser el mío y todo iba a ser mejor, pero llegaste vos, con tus aires de porteña insoportable, me odiaste del momento cero. Y yo me enamoré en el momento cero. Tus ojos verdes tan apagados en ese momento, cuando te tiré el café. Esos ojos verdes que amo ver brillar. Diste vuelta mi centro, mi mundo, lo diste vuelta y no me dí cuenta, no me quería dar cuenta, porque no me quería chocar contra la pared, y viniste vos, tan suelta, abriéndome el camino, que me asusté, y te pedí que no me eligieras, te pedí que te fueras, y no lo hiciste, te quedaste, y me tambaleaste más.
-Y ayer -siguió- me preguntaste por qué siempre tenía que ser la víctima yo, y no vos, y no se por qué. Solo se que si uno de los dos tiene que sufrir prefiero ser yo. Me pediste que aclare que me pasaba, y me pasas vos. Sos mi principio y quiero que seas mi fin, te amo Paula.


Y te miró.


Y lo besaste. Besaste sus labios. Y su cuello. Besaste su lunar. Y colocaste besos hasta llegar a su oreja, tu punto débil.
Susurraste un te amo en su oído y volviste a besarlo salvajemente.
El también te besaba. Se habían extrañado. El, buscaba tus labios. Mordía tu labio superior.
Vos, te lanzabas a sus brazos acorralándolo contra la puerta.
El, te tomó en sus brazos.
Y sus respiraciones se agitaron, más y más.
Los gemidos eran el sonido de tu departamento.
Y ya en sus brazos, no sentías nada más que amor.

Nunca dejes de elegirme



Feliz año nuevo... Larguito para arrancar bien y porque me tomo vacaciones y hasta el 10 mínimo no hay nove. Besosssss




lunes, 23 de diciembre de 2013

Capítulo 26

Levantaste la mirada porque si, porque estabas alarmada, porque de alguna manera , aun a pesar de todo, temías su reacción.

Por mucho que lo intentaras evitar, tus ojos ya se habían cristalizado (ni hablar del nudo de tu garganta).
El, te miraba fijo.
Lo veías suspirar.

-Por qué?- te preguntó finalmente, acercándose (al fin) a vos.
-Por qué que? - le preguntaste. Y si, no entendías nada.
-Por qué me haces elegir entre ella o vos?

Y tu cara se transformó.

-Es en serio?
-Si Pau, claro que es en serio. No se por que te metes en esto, que es mi tema
-Tema que te olvidaste de contarme no?
-Y qué hubiera cambiado que te lo cuente?
-No se, pienso que al menos podría sentir que confias en mi
-Te das cuenta que la posición de mierda siempre me queda a mi no?
-A vos? Me estas jodiendo ? Cual es tu posición de mierda? Contame
-Venis aca, te metes, yo te quería proteger, por eso no te lo conté
-Asi me proteges? Dejá ni me contestes. Cuando tengas ganas de hablar, llamame.
-Paula!! No seas melodramática.



-Melodramática, yo. Entendes? Es un descarado.- le decías mientras picabas la cebolla.
-No quiero ser reiterativa, pero te lo dije, ojo con el cuchillo nena
-Que cuchillo? Ah este- te respondiste sola cuando mirabas tu mano.
-Y que vas a hacer?
-Con el cuchillo? Picar y picar cebolla, dame algo más para hacer- le dijiste incrustando el filo del cuchillo en la tabla de madera.
-Mmmm... mejor nos calzamos los guantes y le damos a la bolsa de box queres?- te preguntó Vic.


Y te largaste a llorar. Porque si. Porque sos impredecible. Porque no sabías que hacer, hacia donde ir.
Tu mundo era el. Eso habías sacado en limpio. Tendrías que haberle hecho caso a tu amiga, y no embarcarte tan rápido. O al menos, haberle hecho caso a Pedro y no enamorarte de él. Pero ya era tarde.

Ahora te preguntabas que hacer con el.  Te preguntabas por que prefirió ocultarte las cosas, para protegerte, te había dicho, pero para protegerte de que.

Decidiste que tenias demasiadas preguntas para no tener ninguna respuesta.
Le mandaste un mensaje para mañana almorzar juntos, te dijo que no podía, que estaba ocupado. Pensaste en hacerte la ofendida (aunque de verdad lo estabas), pensaste en hacerle un vacío.

Te llamó.

-Hola?- desesperada Mode On te susurraba el loro.
-Pau, como estas?- y lo sentiste conciliador. O es lo que te estabas haciendo creer.
-Bien
-Mas tranquila?
-No empieces si?
-Podemos hablar después del laburo, tengo un almuerzo impostergable
-Ah bueno si, pense que no me querias ver.
-Pau...
-Esta, esta, no digo nada
-Igual a la tarde nos íbamos a ver o no? Pensé que la lejanía era hoy...te extraño

Y vos te mordías el labio...

-Vemos mañana, tenemos que hablar, nos vemos
-Chau mi amor, te amo
-Besos


***

Si, te toca reconocerlo. Tu reacción no fue la mejor. Más bien fue lo más parecido a la peor, que a una buena.
Te replanteabas por qué no se lo habías dicho antes (eso cuando Nan dejaba de putearte y de decirte cuanto le habías pifiado. Tarde, ahora ya lo sabías)

Juana estaba mejor, la estabilizaron y te comentaron que estaba con mejorías. Al menos una buena.

Verla a Paula ahí (y encima vestida así) te mató, pero que te planteara que no estabas pensando en ella, sino simplemente en Juana, te mató aun más. Te mató porque vos estabas haciendo todo lo que este a tu alcance para que no sufriera.
De alguna manera, sentías que si Pau supiera que Juana se había despertado y que encima estaba bastante confundida con respecto a "ustedes" iba a ser todo peor, pero al final, fue peor el remedio que la enfermedad.
Paula era muy impredecible, pero aunque no lo fuera, la situación la justificaría.
Por instantes pensabas que quizás no fuese todo tan raro como aparentaba, es decir, todo el mundo tiene un ex verdad? La tuya solo venía con unos especiales, recién despierta de un coma luego de unos años, con memoria frágil y varada en el momento del accidente.


-Hola mi amor, viniste
-Jua, estas bien- le decías mientras con tu mano recorrías las facciones de su cara
-Si, por que no lo estaría gordo?
-Estás bien, estás bien- repetías cada vez más bajito
-Donde estoy Pepe? Cuando nos vamos? Hay que terminar de organizar todo
-Organizar que?
-El casamiento gordo, como que!!!! Siempre tan memorioso vos- te dijo mientras te besaba.

Y vos confundido te quedaste ahí, inmóvil, sin responder pero sin reaccionar tampoco.

-Qué pasa? Estas raro- te llamó la atención.
-Estas... estas... como confundida Jua
-Confundida por?
-Pedro, me acompaña por favor te pidió un médico a tus espaldas.

-Si?
-Ella no está confundida, solo tiene una pérdida de memoria parcial.
-Memoria parcial?
-Ella recuerda todo hasta unos días, quizás meses, antes del casamiento
-Nadie le conto del accidente?
-No, suponemos que podría ser contraproducente
-Suponen? Que clase de suposición es esta? Y que se supone que haga?
-Por ahora, si pensas venir, hacer como que no paso nada
-Me esta pidiendo que la engañe?
-Simplemente que le sigas la corriente
-No se si voy a poder
-Entonces quizás sea mejor que no vengas más, ella tiene que recomponer su historia sola
-Pero su historia me involucra que parte no se entiende?
-Pedro, lo hablamos varias veces, esta situación ES un milagro. Media pila, cuantas veces te dije que eran escasas las posibilidades que sobreviva? Cuántas veces me hiciste prometer que al menos la iba a mantener así, en el estado que estaba? Vos me contrataste, a mi y a la clínica, hace un tiempo, ahora el que te dice los pasos a seguir soy yo. Es mi paciente, entendido?


Tu desayuno se mezclaba de recuerdos. Te hacía sentir que vivías ese preciso instante en el que la visitabas por primera vez desde que Nan te había dado la noticia.
Sacudiste tu cabeza e intestaste pensar en hoy, era lo único en lo que podías (y debías) focalizarte.
Tu cabeza se dividía en tres: Juana, Silvia y Paula.


El almuerzo había sido catastrófico, pero de verdad catastrófico.


-Qué te pasa nene? Estas distraído- te dijo Joaquín desde su escritorio
-Qué? No, nada- le contestaste saliendo de tu trance
-Si queres lo dejamos acá pero estas como ido. Tu trabajo para hoy era bastante sencillo lo podrías haber terminado antes.
-Si, perdoname estoy en otra es verdad
-Bueno si queres ya sabes, lo charlamos.
-Voy a ser padre- le soltaste parándote y apoyándote contra su escritorio.
-Qué? Buenisimo! Felicitaciones

-Perdón, se puede?-preguntó Paula sonriendo desde el umbral de la puerta.

Tu cara se transformó, pero no así la de Joaquín, que apresuradamente se acercó a ella. Vos seguías sin reacción.

-Felicitaciones Pau, Pepe me dijo que iba a ser papá.

Y viste como te buscaba con la mirada. Pestaño varias veces.

-Yo no estoy embarazada- contestó finalmente.
-Yo sí- aclaró el panorama Silvia entrando a tu oficina.


Paula te miró y se retiró de ahí.
La seguiste.


***



-Paula, esperaa!- escuchaste detrás tuyo.

Te detuviste al rayo del sol, a una cuadra de la oficina.

-Qué pasa?
-Hablemos por favor, son muchas cosas, lo se, pero no planee ninguna
-Yo si, la verdad que todo esto me encanta- le contestaste irónica.
-Vamos a casa y lo charlamos, estamos acá nomas.
Suspiraste, lease, inhalaste y exhalaste pausadamente.

-No se, creo que un poco de aire libre me vendría mejor
-Es un ratito, te explico todo de 0, lo prometo.
-Bueno, está bien- cediste.



-Y que me decís?
-Que te digo de qué?
-De todo, me crees? Es lo único que me importa
-Ojalá fuese tan simple Pedro, no es creer o no creer. Claro que te creo porque yo si confío en vos
-No digas eso mi amor, sabes que yo confío en vos
-Y por qué me lo ocultaste?
-Tenía miedo de tu reacción con lo de Juana y lo de Silvia la verdad, no se, ni siquiera ahora estoy seguro.
-Tenías miedo? No entiendo, tan forra me crees que pensaste que mi reacción seria otra?
-Tenía miedo que me quieras dejar al enterarte
-Vos te escuchas? No tiene ni sentido lo que decís, por que te dejaría? Que culpa tenes vos que la cuasi finada, perdón, que Juana se haya despertado?
-En serio pensas así?
-Cada instante me descolocás más Pedro
-Y vos por qué fuiste a verla?
-Ya te dije quería ver que pasaba, como estaba, como era, que hacía, por qué vos no me habías dicho nada.
-Y por qué no me preguntaste directamente?
-Por qué no me contaste?
-No empieces otra vez Pau
-No hagas preguntas estúpidas entonces. Y lo de Silvia que onda?
-No se, está embarazada.

Empezaste a caminar por su departamento, llevando tu mano a tu cara, para tratar de sacar algo en limpio. Para ver si se te prendía la lamparita, y decidías que hacer.

-Hablame, decime algo Pau
-Es que no se que querés que te diga
-Qué pensas?
-En que necesito saber cual es mi lugar, no entiendo. Sacando a Silvia, no entiendo que pasa con Juana, y que nos pasa a nosotros con respecto a ella.
-No puedo hacer lo que me pedis Paula!- te dijo levantándose de la silla
-Y qué es lo que te estoy pidiendo a ver? - le dijiste elevando un poco el tono de tu voz
-Me pedis que elija y yo no puedo elegir!
-No te estoy diciendo que elijas!! Aunque hubiese estado bueno que me digas que no había nada que elegir.
-También me vas a decir que puedo o no decir?- te preguntó.

EL tupé.

-Ahora sos vos el ofendido?
-Me parece que no vamos a ningún lado con esta conversación, es obvio que vos queres que cortemos esta relación.
-Me hablas en serio? Es que no entendiste nada de lo que estoy haciendo Pedro?- le dijiste mientras tus ojos se iluminaban de lágrimas (otra vez)
-ME recriminas cosas que no puedo hacer nada
-Te recrimino? Vos te escuchas Pedro?- y te mordías el labio.

-Es que no me ves?- le preguntaste.
-Estoy acá- continuaste- estoy en tu departamento intentando que no te ofendas, después de enterarme que vas a ser papá con otra mina, bancandome a la finada resucitada y aún así no te das cuenta- le lanzaste entre lágrimas- que te estoy suplicando que no me dejes?
-Es tan difícil para vos darte cuenta que estoy frente a vos con el orgullo en el subsuelo suplicándote que no me dejes, suplicándote que a pesar de ellas elijas amarme?

Y al fin pudiste verlo a los ojos. Empañada y humillada, pero lo lograste.



Feliz Navidad. Gracias a las que siguen leyendo y las que se fueron lola viene la mejor parte, voy a intentar subirles más seguidito, pero la luz y el calor no son buena combinación.

martes, 10 de diciembre de 2013

Capítulo 25

-Pau?
-...
-Amor, estás bien?

Palabras que deberían reconfortarte, hoy, ahora, no lo hacían.
Tu cabeza no paraba de maquinar (para variar no?), tu parte racional (si, en algún lado había una parte racional) intentaba recordar toda la conversación, no solo pedazos. Quizás no fuese todo como pensaste, quizás hay otra explicación.
Si, seguro que si, te repetías.

-Mi amor, si no me respondes, entro, me estás preocupando...
-Estoy bien Pedro, anda a acostarte- e intentaste que tu voz no suene quebrada.
-Puedo pasar?

Y el loro se apresuraba a ponerse los guantes de box. La situación no ayudaba a disminuir esa poca simpatía que le tenía.


-No, Pedro. Ya voy yo. Acostate- le pedías (lo más neutral que te salía) mientras te incorporabas del piso, porque esa situación de piso-ovillo-demacrada-bidet-inodoro era bastante patética.


El, te esperaba con la lámpara de la mesita de luz encendida, y tapado con las sábanas.


-Estás bien? Me asuste.


Cínico.


-Un mal momento, ya va a pasar.
-Querés pedirme algo?
-Si, un vaso de agua, me traes?- le pediste para ganar un poco de tiempo.


-Acá- te dijo mientras te entregaba un vaso de los de Coca-Cola, color violeta (¿Qué? Bueno, tu fanatismo por la gaseosa tenía que tener algún premio)

Te ovillaste, del lado contrario de él, obvio, porque todavía no habías decidido si creerle o no.


-Pedro?
-Si, mi vida?
-Vos nunca me mentirías o ocultarías cosas, no?


Ja.


-No, claro que no amor.

Y lo sentiste sincero. ¿Qué? De verdad. No es que quieras inconscientemente creer que todo fue un mal entendido, se notaba en su voz que no mentía.

Y en tu mente, el loro agitaba su piecito contra el piso "Ajá". Loro traidor. No soporta verte feliz.


***


No podías decirle otra cosa. Además técnicamente no le mentías. Técnicamente.


-Pau, te despertas?- le preguntabas mientras llenabas de besos su cuello
-Mmmm- y te pareció que te corría de su cuello. Quizás paranoia tuya.
-Te lavas la cara y los dientes y te espero con el desayuno?- le preguntaste haciéndote el romántico.
-Que me queres decir?- te atacó. Si, te atacó.
-Que... que te espero con el desayuno gorda
-No, vos me quisiste decir que tengo mal aliento
-Qué? No gorda...
-Ahora me estas diciendo gorda?
-Eh?


Hola. No, nunca entenderías a las mujeres.


Decidiste mejor retirarte de a poquito, antes de que te tire con la primer almohada que encontrara.
Estaba demasiado sensible.

Oiga, sensible?

Si sensible + el encierro del baño....no, no imposible.

¿O posible?

Dios. Pongan los fideos que estamos todos.


Te ignoró toda la mañana. Si, toda. Ni hablar de la ida al trabajo.
Y cuando pensaste que volvería con vos, te tiró un "Me voy de Victoria"


Vos, aprovechaste para comentarle que irías a jugar al paddle con Nan.
Pudiste notar, y claramente no era una percepción tuya, como su cara se transformaba, pero no había chances que te descubriera después de 3 meses.


-Podría ir a verlos, no? Qué te parece?- te preguntó finalmente
-Qué? No no. A nan no le gusta jugar con público.
-Pero ni me va a ver, dame la dirección y voy con Vic.
-Nono, Paula, habla con tu amiga, yo tengo que hablar con Nan de...de su novia.
-Desde cuando tiene novia Nan?
-Qué es un interrogatorio? No se, hace un tiempo
-No me dijiste nada
-Y tampoco te tengo que decir todo, no rompas



***


-Tenés razón, no tenes por que decirme todo, solo espero que no me ocultes cosas que nos afecte
-De qué hablas? Por qué tenes ganas de pelear?
-No tengo ganas de pelear, mejor me voy



-Es un estúpido! Te dije que no me caía bien
-Pero podemos ser racionales?
-Racionales Paula? Vos te escuchas? Otra vez? Y sabes a que me refiero
-Es distinto. El es distinto
-Por favor, Poly, lo conocés hace cuanto? 5 meses exagerando?
-No importa, se que no me miente
-Ay Poch- te dijo agachándose frente a vos, que estabas sentada en el sillón azul francia (si, azul francia) de su casa- qué necesitas? Querés que lo sigamos?
-Qué? No. No seas ridícula.
-Contame que escuchaste, a ver.


Vos le contaste todo. Con lujo de detalles. Ella se corría un mechón de la cara. Daba vueltas por el living y te escuchaba.

-La verdad? No se que más necesitas- te dijo mientras se tiraba al lado tuyo suspirando- es como que tenes la pared frente tuyo y vos, conscientemente querés ir a chocartela. Si tanto confias en el, por qué no lo encaras? Y te sacás las dudas?

Vos agachaste tu mirada.

-Dale Pau, hablemos
-Porque tengo miedo de lo que pueda decirme, si? Contenta?
-Claro que no, hasta que no le saque la cabeza de su cuerpo a ese tarado que tenes como novio no voy a estar contenta. Y uffffff esa muerta viene a parecer ahora? Que se piensa? No tenes suficiente con las vivas que viene una que ya casi estaba en el cajón para robarte al abogadito?

Y sonreíste.

-Victoria! No le digas así, no estaba muerta, pero nunca me imagine que se despertara.
-Hay que sacarla del camino YA. Yo preferiría que lo borremos a el del mapa, pero bueno, se ve que con vos no tengo quorum. Estás hasta las manos eh?- se burló de vos.
-Un poco- admitiste.



***


LA noche había sido terrible. Pero terrible.

Ella, apenas recordaba tu historia, como para recordar que te había dejado en el altar como un estúpido.
Los médicos, te habían aconsejado no forzar ningún recuerdo, pero ya llevaban meses así.
Ella pensaba que ustedes seguían juntos.


-Cuando me vas a sacar de acá?
-No puedo Jua
-Pero tenemos que terminar de preparar la boda- te dijo. Y a vos te mató recordar esos días previos.
-Ya va a haber tiempo
-Pero por qué sigo acá?
-Es lo mejor Juani, ya vas a salir y todo va a estar bien.
-Y nos vamos a casar?
-Todo va a estar bien - y le eludiste el tema
-Por qué me esquivas? Ya no me decís te amo, como antes
-Cuando salgas de acá va a ser todo como antes
-Hay otra, verdad?

Y fue lo último que recordás antes de que sus gritos se empiecen a escuchar.
Estaban sentados en un banco blanco de la clínica y los otros pacientes (y familiares) empezaban a mirarlos.
Nunca la habías visto así. Antes de que pudieras pensar algo, te encontrabas esquivando sus puños y patadas.
Sus lágrimas caían rápidamente. Quizás a la misma velocidad en que sus gritos aumentaban, más y más.
Pronto dos enfermeros se acercaron a ella, inyectándole un calmante.
La tomaron de los brazos (uno cada uno) y lo último que viste fue: ella relajándose, venciéndose, y gritándote "te amo"


Y ahora eras vos, el que se vencía, el que cubría con sus manos su cara, mientras subía las piernas al banco.

¿Qué era esto? ¿Por qué a vos? ¿Por qué si ya había seguido adelante? Y nuevamente, Paula, ella era tu principio y tu fin. Tu paz y tu tormenta. 
Te sentías mal ocultándoselo, pero sabías que era por su bien.
En tu cabeza, su imagen casi suplicándote que no la lastimes, que no le mientas, se repetía una y otra vez.

Y no sabías para donde ir, que hacer, que sentir. 
¿Qué rumbos deberías tomar?

Por un lado, Juana, ella no tenía la culpa, pero esto te estaba matando. De alguna manera se lo debías. Los medicos te lo habian dicho, era un milagro que hoy esté así. 
Todavía te sentias culpable por el accidente, sentias que de alguna manera esto lo remediaba, al menos un poco. Dentro tuyo, necesitabas devolverla a la vida, a la rutina...
Pero sin vos, claramente; porque vos ya tenías a Paula. 
Te encantaría poder hablarlo con ella, pero esto era tu "tema" y no el de ella. Esta vez, te tocaba a vos repartir, jugar y barajar de nuevo.

Con su imagen, casi desprotegida, con sus ojos verdes iluminados, en tu mente, repitiéndose, cual martirio... te decías a vos mismo "Si supieras que esto no lo elegí, mi amor"



***

Algo debías hacer, esto no podía quedar así, tu desvelo te estaba matando.


Lograste escabullirte de él, al fin.
Había estado muy pegote. Con culpa, lo había definido Victoria (y claramente tu conciencia, lease loro parlanchín, estaba de acuerdo)


Nunca habías hecho algo semejante. Habías implorado a Zaira su uniforme de enfermera. Tenías que hacerlo. Debías conocerla.


Con el ambo, cofia y barbijo puesto (Dios! Que calor), ingresaste.
Tus "pares" te hablaban en lo que a vos te pareció bastante cercano a un chino mandarín nivel avanzado. Intentabas mirar para abajo, porque si veían tu cara de NoSeDeQueMierdaMeHablasYMeEstoyCagandoDeCalor te iban a descubrir, de una.

-Clara, Juana de la habitación 215 está en el jardín?- escuchaste. Así que Clara, bueno, ya conocías a alguien.
-Si, Facundo, ya esta mejor. - mejor? estuvo peor? y encima, Facundo, que ironía, pensaste.


Saliste al patio de la clínica, y pensaste que la internación debía costar mínimo, no se, 6 juicios ganados.
Sacaste la foto de Juana de tu bolsillo (y rogabas que Pedro no haya notado el pequeño hurto, no por el hurto en sí, sino porque de ser así, significaría que recurre a su fotografía para no extrañarla).

Viste a una mujer muy parecida a ella, y te acercaste.


La tenías a solo unos pasos. Ella te miró fijamente, y pestaño varias veces.

Miró al costado y empezó a gritar.




Loca de mierda. Tenías que salir de ahí antes de que algo pasara.

Pero algo te detuvo.


-Qué mierda haces acá?- te preguntó.

Te diste vuelta.



Ahí estaba él. Atónito y enojado.



-Qué haces acá?- te dijo mientras te arrastraba a un costado y tiraba de tu barbijo (y supusiste que no era para besarte desenfrenadamente)
-Yo...
-Quién mierda te dio permiso Paula para venir acá? Mirá como estas vestida, que haces? La desestabilizaste. Quién te contó? Dios, tengo tantas preguntas para hacerte, pero ahora tengo que ver como esta ella, porque con tu pendejada pudiste hacer cualquier cosa, te das cuenta?- te preguntó mientras te zamarreaba nervioso.


-Me voy a ver como se siente- te dijo finalmente.


Y a vos las lágrimas (tras, que eras de lágrimas fáciles) te brotaban sin parar.


-Y yo?
-Y vos qué?- te dijo sin darse cuenta, suspirando.
-A mi no me preguntas como me siento? No te das cuenta que vine porque te amo?No te das cuenta que vine a ver que tenía ella, para que te rías en mi cara tres meses? - le preguntaste llorando, hipando, desenfrenadamente


Y por primera vez, se dio vuelta. Y te miró. Pero tus ojos verdes, ya no querían, al menos no podían, en ese momento, mirarlo, sentirlo enojado.
No querías que ella vuelva, porque vos ya lo amabas demasiado. Y ahora, dolía. Mucho.



La curiosidad mató al gato.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Capítulo 24

De todo lo que habías aprendido con el durante todos estos tres meses, sin dudas, esto era lo que más te gustaba.
Despertarte antes y recorrer sus facciones con tu mirada (aunque a veces no soportabas la tentación y lo hacías con la yema de tus dedos).
Cada cicatriz que supiste descubrir, a fuerza de tiempo y amor, era tu perdición.
Cada día que habían pasado juntos, te dejaba una anécdota, sobre cada parte de su cuerpo.

-Podrías contarme qué paso, no?
-Si ya sabes que pasó para qué queres que te lo cuente?
-Porque quiero que confíes en mi
-Y vos? Vos confias en mi Paula?
-Qué es esto? Qué me estas preguntando?
-Si confias en mí, creo que no es muy difícil
-Y yo creo que estás siendo muy irónico, que te pasa? Te estoy preguntando por qué tenes el labio sangrando
-Nahuel, me pelee con tu amigo, contenta?
-Y por qué te pegó? Lo voy a llamar- le dijiste mientras buscabas con la mirada tu celular
-Lo vas a llamar para preguntarle como está el? o querés saber por qué me pego?
-Sos tarado? Qué te pasa? Otra vez con los celos?
-No son celos, no seas ridícula
-Ridícula? Bueno esta ridícula te va a mostrar donde está la puerta, que casualmente está sin llave.
-No seas exagerada, no voy a ir a mi departamento
-Y donde pensas dormir?
-Con vos, sos mi novia no?
-Hasta que te avivaste, me vas a decir por qué estás así y por qué te peleaste con Nahuel?
-Porque el tarado de tu amigo dice que me vio hablando con Silvia y discutimos y bueno..
-Solo discutieron? Vos no le dijiste nada?
-Bueno quizás, probablemente, le haya dicho algo que sabía que le iba a doler- te dijo rascándose la nuca
-Quizás probablemente? Como es eso? Que le dijiste Pedro? Por qué te rascas la nuca? Eso haces cuando estas nervioso
-No quiero hablar de esto
-Pedro...
-Bueno, si, le dije lo de la hermana, pense que sabía!!!! Pero el empezó, te juro mi amorr!
-A veces no encuentro diferencias entre vos y Lautaro- le dijiste yéndote para la cocina
-Entonces no estas enojada?- te preguntó desde el umbral de la puerta.

Te mordiste el labio inferior.

-No, no estoy enojada con vos. Vamos al baño que te voy a curar ese labio
-Con besos?
-Después...


Sus labios, claramente, entraban en la zona de tu perdición. Amabas recorrerlos con tus labios, con tus dedos, o simplemente sentirlos sobre tu piel.

Lo viste abrir un ojo.

-Si te pido el desayuno es mucho ?
-Mmmmm no se si lo haría en este momento - le dijiste mientras acomodabas tus piernas, una a cada lado de su cuerpo.
-Creo que alguien está muy cariñosa para irse a trabajar en una hora
-Y quién te dijo que iba a ir a trabajar?
-No se, se me ocurrió porque hoy es...¿miércoles?
-Se te ocurre cada cosa mi amor...salvo que no tenés en cuenta que me pedí el día.
-Qué? No, no vale. No es justo.

Y ya se estaba encabronando. Tuviste que aumentar un poco la fuerza de tu cuerpo para que no se levantara y te volara por los aires.


-Shhhh no te muevas más- le pediste en su oído.
-Pero no es justo- te reprochó
-También te pedí el día a vos- y te encargaste del lóbulo de su oreja izquierda.
-Ah bueno entonces creo que si me gusta.....


***

Acomodabas un poco las cosas. Tu mente al menos ya no era el torbellino que era antes, y en parte se lo debías a ella.

Solo un lapso de un poco más de tres meses, te habían bastado para conocerla, para saber que quizás si, quizás era ella.

3 meses que aprendiste a recorrerla, a conocerla, a no invadirla (porque ella también es complicada).
Sorteabas la "simpatía" de tu suegro para con vos, aunque te costó un poco entenderla. Quizás cuando tengas hijos, lo entenderías mejor.
A veces te parecía hasta excesivo su comportamiento, como si vos desearas lastimarla.
Vos, que la amabas como no recordabas haberlo hecho antes.
Vos, que te habías metido en un problema al decirle a tu mamá que habías encontrado a alguien que amabas más que a ella. Celocitis aguda.
Vos, que nada te gustaba más que verla sonreír.
Vos, que soñabas con ella...despierto y dormido.


Ahora te encontrabas cocinando para esperarla, seguro venía cansada. Te preocupó un poco que haya ido al médico, sin querer que la acompañes. Es más, prefiriendo ir con su amiga Victoria (que según sus palabras todavía estabas " a prueba")


Y ahora que el silencio te acompañaba, aunque sentías la música sonar de fondo. Los recuerdos te invadían y todo aquello que quisiste sacar en estos días ( y semanas) de tu mente ahora volvían para preocuparte.

-No necesito hablar con vos
-Yo creo que si
-No, y punto final
-Y qué pasa si?
-No quieras venir a arruinar todo
-Esto sería arruinarlo para vos?
-Claramente. Qué duda tenes?
-La que deberías tener vos... no es claro?
-No.


-Y ahora qué querés?
-Necesito ser clara
-Y yo necesito que te alejes de mí, me vas a traer problemas. Nos acostamos un par de veces si? Pero por más cruel que suene, nunca sentí ni voy a sentir nada por vos
-Un día te vas a arrepentir de estas palabras
-Es una amenaza?
-Una advertencia
-Mantenete vos y tu advertencia lejos de mi y mi mujer, entendido?
-Cuando menos lo esperes vas a tener noticias mías.


Sentiste unos brazos alrededor de tu cuerpo y te sobresaltaste.

-Ay amor! Te asusté?
Te reíste nervioso y la abrazaste más fuerte contra vos, como si eso la protegiera.

-Te amo, lo sabes no?- le confesaste
-Ay mi vida, estás muy tierno o me querés contar algo?
-Si...me voy a sincerar.

Ella pestaño varias veces. Viste sus ojos verdes tras sus pestañas maquilladas. Unos aros de perla le daban esa luz que tanto te gustaba.
El brillo de sus ojos comenzó a desarmarte.

-Paso algo? Hice algo?- te preguntó

Vos tomabas coraje, quizás todo sea más fácil de a dos... Eso dicen al menos.

-Lo arruiné todo?- te preguntó

Y su inseguridad te mataba.

-No Pau, nada de eso- le dijiste acercándote a ella.

-Solo que..
-Solo que qué?
-Viste Silvia?
-Si, que paso?- te preguntó entrecerrando los ojos.

Ibas a hablar pero el teléfono de ella comenzó a sonar. Un mensaje.

-Perdón amor... Es Lucre, mi compañera de la facu te acordas?
-Si si, paso algo?
-Parece que el novio le oculta cosas... lo está siguiendo
-Que loca !!
-Si, por suerte a mi no me pasa...porque yo confío a ciegas en vos, y se que no me quemo, no mi amor?- te medio preguntó tragando saliva.
-Claro- le dijiste intentando que la saliva te pase por la garganta.
-Me hablabas de Silvia...-retomó ella.
-No, era una boludez...
-Pero decime
-Que...que se toma unos días en el trabajo...eso, si, eso me dijeron. Comemos?
-Tanto lío por eso? Sos raro gordo eh!



***


Hacer el amor con el, bajaba tus decibeles, claramente.
Sentías que era de madrugada. Odiabas interrumpir tu sueño, pero lo que más te gustaba en esos moemtnos era buscar con tu pie el cuerpo de él y volverte a dormir abrazándolo.

Tu pie buscaba y buscaba, pero no llegaba a nada. Eso n te gustaba.
Te diste vuelta, buscándolo.
La cama estaba revuelta, y las sábanas blancas hechas un lío.

El despertador (que había traído él de su casa a tu departamento, porque es super mañoso) marcaba 2.23 am, donde estaría?

La soledad y el silencio comenzaban a angustiarte. Era raro, si hasta recién estabas super feliz.
Sentiste ruidos en la cocina, y pensaste que quizás había ido por un vaso de agua. Y eso te tranquilizó.

Caminaste sigilosa y te detuviste en el umbral de la puerta cuando lo escuchaste hablar bajito por su celular.


-No, ahora no puedo...
-...
-Si, está en la cama
-...
-No, todavía no pude decirle
-...
-No, iba a decirle lo otro y no me animé, imaginate esto...
-...
-Si, la conozco... la va a afectar
-...
-Ella como está?
-...
-Son secuelas del accidente no?
-...
-No se que hacer
-...
-Creo que otras semanas así, diciéndole que voy a jugar al paddle con vos cuando en realidad la voy a visitar a ella no voy a soportar....
-...
-Pero la amo
-...
-Y por ella no se...
-...
-Si Paula se entera me mata. Mejor te corto...acordate mañana jugamos al paddle más temprano


Volvías a tu habitación mucho más desanimada, claro está.
Fuiste al baño, para que no te encuentre.
Te desplomaste entre el bidet y el inodoro.
Agachada, con la cabeza casi tocando tus rodillas.
Sollozando en silencio.
Y sus palabras venían una y otra vez a tu mente.
"Cuando en realidad la voy a ver a ella"

Y te ovillabas cada vez más.

Cada palabra sonaba como un eco, cerrabas los ojos como si eso detuviera que las palabras resonaran dentro tuyo, como si eso evitara lo que escuchaste.
Y las puntadas eran cada vez más fuerte. Un dolor emocional, que se transformaba en un dolor físico.
Ya ni siquiera te daban ganas de secar tus lágrimas, que te atormentaban, más y más.
Confiar a ciegas, que ilusa.

Si tenías que definir que sentías, básicamente dirías que si alguien te arrancara (literalmente hablando) el corazón, no te dolería tanto.
¿Por qué te echaste a amar, a confiar, cuando ni siquiera habías logrado, aún, volver a hacerlo con vos misma?



Y si, a veces al destino no le gusta lo blanco o lo negro.
A veces nos decidimos a hacer las cosas bien demasiado tarde.
A veces, se ama tanto que se disfruta, y también duele.

A veces, escuchar una conversación tras la puerta, nos puede alegrar el día... otras veces no.





Va para vos, te quiero hasta el infinito, me vas a tener que bancar para SIEMPRE.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Capítulo 23

Una hermosa pradera. Y los pájaros volaban. Vos sentada en un mantelito a cuadros rojo. El, a tu lado, sacaba unos triples de la canasta de mimbre que había entre los dos. De tanto en tanto, acariciaba tu panza. Y eso te descolocaba, a vos, que tu única distracción eran unas pequeñas ardillas que había frente a tus ojos.

Sentías tu nombre, y te parecía lejano, cada vez más. Pero insistente. Paula, Paula, Pau.
No entendías por que seguía nombrándote y ni siquiera te hablaba.
Nuevamente el Paula llegaba a tus oídos, y  a vos la paz te inundaba.

Lo verde de la pradera empezaba a confundirse, los colores a fundirse unos con otros, las ardillas corrían en dirección opuesta a la tuya. Y un grito te asustó.

-Paulaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Y tu realidad se asomaba de golpe.

-Podes levantarte que llegamos tarde?
-Tarde a dónde?
-A trabajar Paula!
-Ahhh...me olvidé
-Si, tenes un sueño bastante pesado eh
-Y vos un mal humor bastante groso eh
-Las mañanas no son mi momento que más puedo decir- te dijo.
-Y yo tengo la culpa?
-No, vos solo tenes que aguantarme, dale vestite que no quiero quejas



-Amor... la audiencia es en 3 días te acordabas no?
-Si Paula.
-Ok, entendí. Nos vemos a la noche- le dijiste al llegar al trabajo


El loro parlanchín suspiraba, mientras te daba un sermón. Se calzó sus lentes (porque era medio miope como vos, y obvio, si es tu conciencia) mientras desplegaba un pergamino con todas las desventajas de tu relación (pseudo-relación para él) con Pedro.
Sabías que pronto debías buscarle compañía al loro, en su defecto, tirarlo a un barranco, si no querías terminar con chaleco blanco en alguna institución.

Pero aunque solo fuese el loro, a vos también te había parecido un despertar bastante extraño.


***

SMS Nan: tengo que hablar con vos, llamame cuando estes libre
SMS Pepe: pasó algo?
SMS Nan: paso si, nada grave supongo
SMS Pepe: entonces pilotealo hasta el jueves si?
SMS Nan: copiado capitán, que tal la presentación?
SMS Pepe: eso nos va a llevar mínimo 2 fernet
SMS Nan: tan mal?
SMS Pepe: fue todo menos "normal". Sigo trabajando, abrazo.


No sabes muy bien por que pero un presentimiento te rondaba.
Pocas veces te planteabas cosas en tu vida, hoy lo hacías.
La paradoja del destino era que en ese momento en que te habías decidido abrirte nuevamente al amor, a confiar en alguien, sentías una congoja en tu pecho inexplicable. Y lo que menos querías era lastimar a Paula. No a ella.
Si tan solo hace unos meses te hubiesen preguntado, o mejor, si te hubiesen afirmado, que ibas a encontrar alguien que te amara, porque eso sentís, que Paula te ama, como alguna vez soñaste que lo hagan, no les creerías.
Porque como siempre te dice Nan, Juana fue un hito para vos. Un antes y un después. Un antes donde el amor era todo rosa, amor y pasión, un antes en el que sentías que vivías para amar, un antes en el que sentías que después de una infancia tan dolorosa como la tuya (porque solo vos sabes lo que es sufrir, lo que es no tener recuerdos positivos, lo que es no recordar un solo día de tu vida en que tu padre te haya llevado a la calesita o a un partido de fútbol, es más, ni siquiera recordas un día en el que no hubieras visto sufrir a tu mamá) habías sido elegido, o "beneficiado" de algún modo. Y un después, un después, que te cegó, un después que te siguió hasta hace pocos meses. Un después que se convirtió en pesadillas constantes. Un después en el que pensabas que ella estaba ahí por tu culpa, si tan solo no la hubieses perseguido. Si tan solo no hubiesen llegado a esa instancia.

Y eso eras vos, un después en el que tu vida solo consistía en dejar correr el reloj, en que el tiempo pase, en que la vida pase.
Y así, encontrabas un poco de alivio en cada mujer con la que te acostabas, sentías que la vida pasaba un poco más rápido, y ese era tu único deseo. Y tu vida era más calma.

Pero era la calma que antecede al huracán.
Tu huracán. Tu lucifer. Ella, que llegó para poner tus días y tus planes de cabeza. Ella, que alborotó hasta la más mínima barrera que habías construido por años. Ella, que hizo que por primera vez, quieras detener el tiempo, ella, que hizo que no odiaras tanto la jungla, porque ella la amaba. Ella, que se ríe porque tomas nesquik. Ella, que es tu mundo, tu cielo y tu tierra.
Ella, que llegó para hacer lío, pero sobretodo para quedarse. Y eso, era lo que más querías. Lo único que querías.
Detener el tiempo. Que no pase más. Que las agujas no sigan, o que sí, que sigan, si era con ella.


Un golpe detuvo tus pensamientos.

-Necesito hablar con vos- te dijo
-Qué haces acá? No no andate, me vas a traer líos.
-Por qué fue todo tan de repente?
-No fue de repente y vos sabías cuales eran las reglas
-Y ella? Por qué ella tiene otras reglas?
-Ella no tiene reglas que es distinto
-Solo un café, con eso me conformo
-No seas mentirosa, vos no te conformas con nada, podes tener a quien quieras Silvia, de verdad me vas a traer problemas
-Ya lo creo.- y se fue ante la seña de tu jefe, que al menos llegó para calmar las aguas.


-No quiero problemas Alfonso, de cacería en otros lados, entendió?
-Si, pero nada de eso.
-Mejor así, todo listo para la audiencia?
-Audiencia?
-Es en dos días Alfonso, no tiene nada programado?
-Sisi claro, yo me ocupo despreocúpese
-Claro que me despreocupo para algo le pago no? Y por algo lo puse a usted.


***

-Salió rica verdad?
-Riquisima amor, si sabías que eras tan buena cheff te contrataba antes eh
-Ah y ya me contrataste?
-Claro no te diste cuenta?- te preguntó apoyado en tu espalda, mientras con sus brazos te sacaba los platos. Lavamos mañana, te susurró.

Y era lo que más querías, dejar todos los platos sucios.

Sentías como besaba tu cuello, llegando a tus hombros y corriendo la tiritas de tu musculosa blanca.

-Mmmm creo que esta musculosa se tiene que ir, nunca me gustó- te dijo mientras vos levantabas los brazos. Regalada, te gritaba el loro haciendo huequito con sus alas. Y no te importó, estúpido y moralista, alado verde.

Vos acariciabas los rulitos de su nuca, y decidiste que lo mejor era igualar las condiciones, así que fuiste por su camisa blanca, con botones negros. A medida que ibas desabrochando uno a uno sus botones, ibas desparramando besos por su torso semi desnudo.
Ibas inhalando su aroma, ibas disfrutando su perfume, que se mezclaba con el olorcito de su piel, olor a bebé como siempre le decías.
Cerca de las costillas descubriste una marca que nunca habías visto, la miraste, la besaste y lo miraste a el. El cerró sus ojos fuerte y sentiste su fuerza en su brazos acorralándote más a el; demandándote que sigas, que no te detengas.
Volviste tus labios a su cicatriz, y preferiste no abordar ahora el tema, ya habría tiempo.


El, por su parte, te ayudó a volver a tu pose original, frente a sus labios. Te besó y se encargó de ellos, los mordió y sentiste como lo necesitabas.
Sentiste como separaba sus labios de vos, pensaste que era para respirar. Vos también  lo necesitabas.

-Te amo- te dijo.

Vos. Te quedaste dura. Parpadeaste un par de veces seguidas. Tragaste saliva y lo miraste a los ojos.

-En verdad, te amo- te repitió, como si no lo hubieras escuchado.

-Me hacés bien, muy muy bien- finalmente le dijiste
-Y vos me haces feliz. Muy feliz
-Pensar que yo te prometí que te iba a curar tus heridas, y al final fue al revés. Yo también tenía una coraza.
-vos estabas cegada que es distinto- te dijo
-Cegada?
El se sentó en la silla  (si, así como estaban) y te sentó a upa suyo.
-Aún te cuesta entender un poco lo que pasa, aún te da miedo lo que pueda pasar
-Eso no es verdad- le recriminaste
-Claro que si, por eso te sorprendes cuando te dije que me estaba enamorando de vos, por eso te sorprendió que te diga te amo, porque de alguna manera subconsciente estabas esperando que me vaya por donde vine, porque no tenes todavía la suficiente confianza en vos misma
-Que sos psicólogo ahora gordo?
-Mmmmm puede ser
-Me gusta que seamos claros, vos nunca me vas a mentir no?
-Nunca mi amor.

Y terminaron de hacer el amor, esta vez con más dulzura, sin que esto le saque pasión.

***

-Nooooooo – gritaste.
-Amor, amor, es una pesadilla- te dijo ella secando tu frente traspirada
-Qué?
-Que fue solo una pesadilla, estoy acá si?- te dijo dejando unos besos en tu frente. Me querés contar?- te preguntó.
-No fue nada mi amor. Vení , abrazame y voy a dormir mejor.

Ella te acurrucó en su pecho. Pasaba la palma de su mano sobre tu frente, acariciándote, mimandote. Secando tu transpiración, corriendo tus rulos de tu frente. Preocupándose y ocupándose.
Y vos solo querías que tus preocupaciones sean en vano, y que ella no se de cuenta.
Solo querías que la pesadilla no haya sido una premonición ni nada por el estilo, no ahora.

Quedate donde estás, te repetías. Y si fuera ella.



La vida siempre es a contrareloj. El destino, a veces muy cruel.
Cuando uno decide parar, la vida continua. Cuando uno decide continuar, no siempre tiene la oportunidad.
Quizas, las oportunidades, son algo que uno debe ganarse. Y al final del día, debemos preguntarnos, si merecemos otra oportunidad. Y de ser así, que haríamos.

Lo que hacemos, es lo que somos. 
Lo importante no siempre es decidir, sino bancar nuestras decisiones.
A veces, el reloj biológico apremia. A veces las inseguridades, y los miedos, nos marcan. Y a veces, puede traer sus consecuencias.

Al final del día, el peón y el rey, vuelven a la misma caja. Y al final del día, lo importante es que haya amor. Porque solo así, el preocuparse sirve para ocuparse. 
Dicen que la felicidad es pura utopía. El amor también. El amor es preocuparse, ocuparse y disfrutar.
Lo importante es mirar al horizonte, y saber que siempre hay más. Y es mucho más lindo si es de a dos.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Capítulo 22

-No?- te preguntó, el, incrédulo.
-Podes no ser tan atolondrado, amor?- le reprochaste mentalmente. Jummmm hombre tenía que ser te acotó el loro parlanchín.
-No es algo que te interese Facundo, como no es algo que tengas que hacer estar acá- le dijiste mientras tomabas a Lauti de sus brazos. Creo que ya lo hablamos, no?
-Or qué no tiene que venir el tío acu, tía?
-Querés ir a jugar un rato con los nenes, Lau?- Vos, tu conciencia y el loro, suspiraron al mismo tiempo. Finalmente parece que tu mamá no estaba tan perdida como parecía.
-No quiero discutir esto acá Pau- te dijo Facundo.
-Es que no tenemos nada que hablar, hace ya un par de meses, no se cual es la parte que no entendés.
-Es que yo ya te pedí perdón no se que querés que haga, Pau

Y Pedro que no se despegaba de vos.
Tu papá los dejó solos.

-Es que no me interesa tu perdón, ya paso, tenes otra vida, un hijo de que ocuparte, una familia, no se miles de cosas- y veías como Pedro los miraba a uno y otro sin meterse.
-Pero yo la dejé, ya te lo expliqué.
-Y yo ya te dije que no me interesaba lo que hagas de tu vida, yo estoy bien, yo estoy enamorada, y tengo lo que merezco.
-A el? Eso mereces? Paula estábamos por casarnos.

Ibas a contestar, pero EL te detuvo.
Fueron segundos eternos, en los que tu respiración se agitaba.
Con su brazo derecho, te empujó hacia atrás de el.
Un movimiento un tanto brusco, que no le gusto mucho al alado verde que tenías por conciencia.


***

-Pero vos sos pelotudo o tenés problemas de memoria? No te acordás que embarazaste en su cama a su mejor amiga?- le dijiste interponiéndote entre Paula y el.
-Esto no es con vos Pedro, todo bien, pero no te metas.
-Me meto porque es mi novia con la que te estás metiendo
-Pero no te das cuenta que está con vos, porque no se recupera de que lo nuestro no haya funcionado?
-Y vos no te das cuenta lo estúpido que estás quedando?
-Mirá flaco no me quiero enojar, pero Paula fue mía antes y ahora la vengo a recuperar, ok?
-Recuperar vas a tener que recuperar tu rostro de nene bueno, si te acercás un centímentro más a ella, ok?
-Pedro, ya, vamos...- te interrumpió ella.


¿En qué momento te habías vuelto tan vulnerable? ¿Tan manejable? ¿En qué momento le abriste la puerta al amor nuevamente? ¿Por qué ella te podía? ¿Por qué te llevaba al abismo y sentías que tu vida pendía de un hilo, de un instante? De un paso, tal vez.


Sentías a ella tirándo de tu brazo, para el lado de la canchita.

Lauti llegó corriendo a contarles que iban a cortar la torta.


-Perdón, si? No sabía que venía..- te dijo tu ¿cuñada?
-Todo bien. Si pudiera lo echaría
-Yo también, pero hoy no puedo sabés? Lautaro lo quiere por alguna extraña razón.
-Lo se.


-No te alcanza con una de mis hijas que acaparas la atención de las dos?

Y sonreíste porque todavía no descubrías si te estaba jodiendo o te lo decía en serio.

-Ay papá sos tremendo.
-Por qué? Solo las cuido.
-Todavía no se si te cae bien o no el pobre chico.

Hola. Estabas ahí. ¿Les jodería tener esta conversación fuera del alcance de tu oído?

-Sabes que yo tampoco?- dijo Miguel.

Panic atack.

-Pero es un chiste querido, no te pongas blanco che, que sensible. Ahí viene mi princesa, recomponete rápido que me va a retar

-Te estás portando bien papá?- la oíste.
-Si mi cielo, por qué lo decís?
-mmm, eso espero. Todo bien pepe?
-Si, mi amor- y viste la mirada de Miguel clavada en vos, extrañamente sonriéndote. Y Paula, bordo.

Y entonces te sorprendió más. Quizás por que sabías cuanto le costaba esto.

Te abrazó y te besó.
La retuviste en tus brazos. Y acentuaste el beso.

-Tía la tortaaaaaa- los interrumpió Lauti. Pequeño demonio.

***

-Tranquilo, si?- le dijiste
-Por qué?
-EL está acá por Lauti, nada más, ya se va a ir.
-Ay Paula por favor... es obvio que está acá por vos- te murmuró mientras entonaban el "feliz cumpleaños"
-No quiero pelear
-No estamos peleando
-Mejor, porque yo no te digo nada y me banco todos los días a tus ex
-Es un pase de factura?- te preguntó mientras aplaudían.
-No
-Mejor, porque no es lo mismo, sonreí que están mirando- te dijo tomándote de la cintura y sonriendo.


A veces era todo tan cambiante. Todo blanco o todo negro. Era complicado con personalidades tan fuertes y cambiantes como las de ustedes dos. Y bueno, reconocías que el factor exs no era un buen adicional.

***

-Y Paula?- le preguntaste a Ale.
-No se mi vida, no estaba con vos? Hace rato no la veo
-No, yo estaba jugando al fútbol con los nenes
-Si, se te ve traspiradito, si la veo le digo que la buscas si
-Por favor.



Tu oído se agudizó, y escuchabas voces "fuertes".
Fuiste prácticamente corriendo en busca de las personas protagonistas de esas voces "fuertes".

Los recuerdos se agolpaban poco a poco en tu mente y te nublaban la reacción.
Casi como un deja vu, veías como la tomaba del brazo y la sacudía. Veías su pecho subir y bajar de la agitación. Y vos ahí, inmóvil.

Rememorabas tu pasado que volvía para asustarte. Para acobardarte.
Su voz te parecía cada vez más distante, más lejana, aún, cuando la distancia que los separaba seguía siendo la misma.
Veías los labios de uno y otro moverse, pero no lograbas entender cuales eran las palabras que pronunciaban.
Como si tu historia pasara frente a tus ojos, las imágenes se agolpaban en tu mente. Una tras otra.

"Me golpee con la puerta" "Me caí" "No fue nada" "Quizás fue mi culpa" "Me prometió que era la última vez" "Me dijo que me ama" "Me pidió perdón" "Yo estuve mal" "No quiso, se siente mal" "En realidad, tiene razón" "Yo lo provoqué"


Y ahora.
 Esto es el ahora.
 Esto es el ya.
 Esto, es el momento en que podías hacer algo.
 Este era el momento en que tus pies no debían quedar pegados al piso.
Sentías la traspiración bajar por tu frente (y no era del partidito de fútbol)
Sentías la sangre corriendo por tus venas. Calentandose más y más.
Llamabas a tu compostura y a tu razón al mismo tiempo.
Necesitabas moverte, hacer algo.

Sus gritos eran cada vez más audibles, pero por la lejanía con el salón de la casita de fiestas, dudabas que alguien más que vos pudiera notarlos.


Liberaste tu labio, que hasta ese momento era mordido por tus propios dientes.

Avanzaste decidido. Y ellos te vieron (al fin)
El la soltó inmediatamente. Y retrocedió un paso. Ella, cayó al suelo.

Y ahí te diste cuenta cuan frágil era. Y cuan frágil eras vos, por ella.

Sin omitir palabra alguna, avanzaste hacia él. Reduciendo el espacio que los separaba, hasta hacerlo nulo.

Tomaste el cuello de su remera blanca. Facundo tenía tu altura, pero era más flaco que vos.
Lo elevaste en el aire.

-No te había dicho algo yo?
-Pedro calmate- te dijo Paula
-Ahora no Paula
-Decime nene no te dije algo yo a vos?- le preguntaste mientras lo arrastrabas hacia la puerta.
-Te dije que era algo entre ella y yo. No necesitamos terceros.
-Vos necesitas un tercero que te recuerde las cosas, y yo necesito una bolsa de box que hace mucho no practico.
-Sos un violento- te dijo liberándose de tus brazos.
-Vos, me decis eso a mí? Después de lo que ví tenés el tupe de decirme algo así?
-No viste nada, no es como vos pensas
-No a mi con esos cuento no nenito. ¿Por qué haces esto? Si yo te dije que no me queria enojar, yo te avisé.
-Ya te dije que queria recuperar lo que me pertenece, y esa mujer me pertenece. Yo la tenía en mi cama haciendo piruetas mientras vos...

Y no dejaste que termine la oración. Un jab fue directo a sus labios.
Casi, sin pensarlo, por tus manos corría su sangre.

-En tu vida, vuelvas a mencionar a mi novia, ok?

Él intento pegarte pero lo contuviste. Lo cubriste. Y lo retiraste del salón, fuera del alcance de la vista de Paula.


***

-Estás bien?- te preguntó cuando volvió. Vos seguías arrodillada en el suelo.

-Estás bien amor?- te volvió a preguntar poniéndose a tu altura.
Habías quedado sin habla. Raro en vos.

Solo eras capaz de mirarlo.

-Si- le contestaste finalmente.

Miraste su puño y te cubriste la boca, instantáneamente.

-No pasa nada- te dijo rápidamente
-Si, si pasa- le dijiste asustada, desviando tu mirada de sus ojos marrones que se clavaban en tus ojos verdes.

-No vos no, de mí no- te dijo en una frase bastante incoherente.
-De vos no qué?- le preguntaste. Había recuperado tu atención.
-Vos no me podes tener miedo. Eso no.
-No te tengo miedo, mi amor. A vos no- le dijiste mientras te acercabas a sus labios para dibujarlos con tus dedos y para luego besarlos.
-Vamos a casa- te propuso.


***


El silencio gobierna. Muchas veces somos esclavos de nuestras palabras, pero también de lo que callamos. Si el que calla otorga, es mejor hablar?


-Por qué nunca me lo dijiste?
-Que cosa?- te preguntó aún un poco absorta.
-Que era así
-No es así, fue solo un momento.
-Paula, a mi no.
-Me di cuenta tarde
-Cuándo es tarde? Se iban a casar
-Tu mamá también se caso.
-Los golpes bajos no te van a salvar de esta charla.
-Cuando vos me contaste tu historia, me di cuenta que no era normal nuestra relación
-Y hasta ese momento qué?
-No era siempre. Fueron muy pocas veces. Nunca me marcó. Solo me empujó un par de veces.
-Y vos "te chocaste la puerta" verdad?
-No quiero tener esta charla
-Y yo la necesito- le dijiste sentandote al lado de ella.
-Para qué?
-Cómo para qué? Paula se iban a casar
-Y no me case
-Pero no por esto. Necesito entender que paso. Alguien sabía algo?
-No, y tampoco quiero que sepan nada, porque no paso nada. Mi historia es historia, lo dice la palabra. Qué me paso, me preguntas? Supongo que sentía que era normal, pero me daba miedo hablarlo con alguien más, porque temía fracasar, de alguna manera temía que no fuera cierto, que no fuera normal. Tenía verguenza de otra vez ser la que tenía los problemas, los conflictos. Tenía verguenza que supieran que pasaba.  Al principio estaba todo bien. Todo cambió cuando nos comprometimos, ahí me empezó a echar en cara mi anterior falta de compromiso, de entusiasmo. Supuse que lo merecía. Pensaba que su ego se había sentido lastimado, y me sentí feliz.
-De verdad te sentías feliz, amor?
-No. Creo que sentir no era la palabra. Me pense feliz, me proyecté no fracasando. Me proyecté en el altar con el hombre que pensé que me amaba. Me proyecté que por ahí, de pronto, no tendría que escuchar a mis tíos en las reuniones familiares preguntandome por que no me casaba, por que no tenia hijos, por que no. El reloj seguía girando, y yo seguía ahí, jugando con mi destino. Y que tal si era ese? No era tan malo, sabes?- te dijo conmocionada.
-Como que no era malo amor, vos no mereces que nadie te haga derramar una sola lágrima, no mereces más que te amen. Por eso no me tenías miedo no?
-Qué?
-Un día me dijiste que no me tenías miedo.
-Y es verdad. Yo en el fondo sabía que vos no eras como el, fuese o no normal lo que pasaba puertas adentro.
-Y por qué seguías? Por qué no diste un paso al costado?
-Porque no es fácil, y porque en el estado de baja autoestima que me encontraba, con mis mambos propios, los deberes sociales, los tiempos que pense que me corrían, esa idea de la media naranja agobiandome todo el día, no se, pense que era amor, vos nunca te confundiste? Qué es esto? Un interrogatorio?
-Ey ey ey, frena un cambio.
-Pero me exasperás. Te dije que no queria hablar de esto. Yo no te hablo de tu novia cuasi finada
-Sabes que sos muy hiriente cuando querés no?
-No quise decir eso- admitiste avergonzada.
-Lo se, mi amor.
-Pedro?
-Que gorda?- te dijo mientras te acunaba en sus brazos
-Yo se que no sos como el.
-Me alegra oirlo.
-Pedro?
-Si
-Me cocinas algo?
-Llamo al delivery?
-Bueno, eso.

El ya iba en busca del teléfono fijo.

-Pedro?
-Que, Paula?

Y si, colmabas su paciencia.

-Que gracias por lo de hoy, pero no quiero que vuelvas a hacerlo, porque se lo que significa para vos.
-Vos significas más para mi. Sabés, hoy me di cuenta que soy muy vulnerable frente a vos.
-Yo también me di cuenta de algo.
-De qué mi pequeño Einstein?- se rió de vos, mientras se agachaba para quedar a tu altura, que seguías sentada en el sillón.

Aprovechaste a ver su pelo revuelto. Sus rulos sin forma. Su desfachatez. Los hoyuelos que se le formaban cuando sonreía. Esos dientes, no tan blancos. Ese lunar, tu mayor perdición, aprovechaste a perderte en él, tu hombre. Y sonreíste. Y sentías que tus ojos verdes brillaban por demás. Y amaste sus ojos marrones, casi tan dulces como la miel.

-Que te amo, de eso me di cuenta.


Touche & Jaque mate.





Siguen leyendo no? Gracias por aguantar, pero mi vida estudiantil necesitaba una pausa. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Capítulo 21

-Pedro?
-mjjm?
-No te van a  morder sabes?
-Y si yo no dije nada
-No, pero te estoy viendo, no hace falta que expreses nada- le dijiste mientras tocabas su mano sobre el cambio.
-Pero por favor....por que voy a estar nervioso? Por qué voy a conocer a tus padres? A tus abuelos? Tatarabuelos no tenes no?
-jajajajajjajajaja


Era el cumple de Lauti y te habías decidido llevarlo a Pedro. ¿Por qué? No sabías. El estaba super nervioso. Lo que si tuviste que preparar el camino  con Lautaro porque el es medio suelto de palabras y eso seguramente no ayudaría con esta mini presentación.

-Pedrooooooooooo

El clavo los frenos.

-Qué paso?- te pregunto asustado
-Por qué frenas?
-Porque me gritaste
-Ay no te grite Pedro, no seas exagerado, solo quería que dobles
-Y no me podes decir mi amor dobla?

Le sonreíste.

-Suena bien eh?
-Qué? - te dijo retomando la marcha
-Mi amor
-Si, claro, mon amour- te dijo sonriendo
-Que paso con ese flaco que me odiaba?
-Bueeee tampoco te odiaba, eras un poco rompe, seguís siendo solo que ahora me das bola


Lo sabía, te dijo el loro parlanchín.
Imbécil susurraste.

-Qué? Tanto por eso?
-Eh?
-Me dijiste imbécil
-No, no te hablaba a vos

Se dio vuelta.

-Amor, no hay nadie más- te dijo.
Y te pusiste a reír.

-Ahí, ahí, frena ahí.
-Si, supuse con tantos globos.


-Tranquilo si?-le dijiste antes de entrar.


***


El enano era igual que Paula. Hiperactivo. Y aparentemente estaba en la edad de los por qué. No paraba de hablar.

-jugas al utbol?-  te preguntó tirando de tu remera y supusiste que alguien tenía problemas con la f.
-Si vamos- le dijiste tomándolo en brazos.


Al rato llegó Paula a rescatarte.

-Quiero que conozcas a mis papás
-Te parece?
-Me parece, dale Pedro no seas chiquilin


Y de pronto, no entendiste muy bien por qué pero ella salió corriendo y se abrazó a un tipo.
Básicamente, lo que te faltaba.


Nota mental: la próxima sujetarla más fuerte de la mano.

Seguiste caminando hasta que llegaste a ella.
Tosiste levemente y sonreíste incómodo.

-Hola, sos el papá de alguno de los nenes?- te dijo una chica embarazada
-Emmm no yo...- dijiste tartamudeando
-El es Pedro, viene conmigo- dijo Paula
-Pepe ella es Flor la mamá de Lauti, mi mamá Ale y mi papá Miguel


Y finalmente era el papá. Alivio mode on.

-Vos no te estarás queriendo robar a mi nena no?
-Eh ? Qué ? Yo?

Y avanzó hacia vos.
Con sus manos plancho las arrugas de tu remera.
Tomó entre sus dedos el cuello.

-Porque a mi no me gusta que jueguen con mi hija, sabes- te dijo
-Miguel, por favor comportate - lo retó Ale y supiste de quien había sacado el carácter Paula
-Pero si estamos hablando solamente- se defendió.

Vos traspirabas y no sabías muy bien si era por correr con Lautaro o por el padre de Paula.


-No te jodió a vos Pedro no?
-A mi no, todo bien- le contestaste intentando sonar amable

Paula se acercó a vos. Con su mano te secó un poco la frente y besó tu mejilla. Lo que paradojicamente elevó tus nervios a la enésima.



-Tranquilo, le caíste bien- te dijo
-En serio? Uy se re notó- le respondiste
-jajajajjaa bobo papá es así super cómico
-Si, veo... comiquísimo- le dijiste mientras saludabas con la mano a Miguel que te saludaba a la distancia
-Está medio a la defensiva por la veces anteriores pero nada más, no quiere que sufra nada más
-Yo tampoco quieras que sufras Poly- le dijiste besando la frente.

Nota mental 2: ufff que corajudo.


Miguel te vino a buscar para que lo ayudes a correr las mesas.

-Me retaron por tu culpa sabes?- te dijo cual nene de 5 años
Intentaste no reírte. De verdad, lo intentaste.

-No fue mi intención- le dijiste
-No quiero que sufra más, es solo eso. Sos padre?
-No señor
-Cuando seas padre vas a ver que tus hijos son lo más sagrado que tenés. Y Paula es un sol. Cada vez que recuerdo a cada uno de los tarados que la lastimaron, me dan ganas de ir a buscarlos y desfigurarles la cara.
-Somos dos. Sobretodo a Facundo, no se, me da mala espina.
-De verdad?
-Si, señor
-Creo que me vas cayendo mejor. A qué te dedicas?
-Abogado señor
-Cómo mi hija?
-En verdad, somos contricantes en un juicio, señor
-Eso quiero verlo. Paula odia perder.
-Somos dos.
-Siempre usas la frase somos dos?
-No señor, perdón.
-Relajate nene. Todo bien, me caes bien, siempre y cuando no vea que Paula derrama una lágrima por vos, vamos a estar bien. Eso sí, una lágrima - te dijo enfatizando y tomando nuevamente el cuello de tu remera, que aparentemente hoy era la elegida- y te voy a buscar a Barcelona si es necesario, entendido?
-Si, señor. No va a pasar.
-Pedro, deja de decirme señor que me pones nervioso.
-Bueno Miguel? - le preguntaste confundido
-Claro. Qué? Qué pasa?- te preguntó al ver tu cara. Se dio vuelta para mirar tu mismo objetivo.


***

Tu loro parlanchín además de ser extremadamente pesado, tenía otro sentido. Debe ser el sentido de la conciencia pensaste.  Pero sabías que algo estaba por pasar.

-Acu!- gritó Lauti.

Y sin darte vuelta sabías que estaba pasando.


***


-Creo que lo voy a matar con mis propias manos, que hace acá?- le preguntaste a Miguel
-No se, pero te ayudo- te respondió mientras iban acercándose.


-Gracias tio acu- decía Lautaro mientras abría el regalo.

La cara de Paula era casi tan mala como la tuya.
Lautaro estaba chocho, y Flor, no sabía donde meterse. Ale en su mundo, ponía más comida en las mesas, sin ni siquiera detectar el mal momento que se vivía a sus espaldas.


-Qué haces acá?- preguntó Paula
-Siempre vine al cumple del nene
-Antes, cuando estábamos juntos- le contestó obvia.

Vos aprovechaste para ponerte al lado de ella, abrazándola por la cintura y marcando territorio.

-Que tal- preguntaste
-Facundo- te dijo extendiendo su mano, que claramente ignoraste
-No te educaron bien querido?- te preguntó canchereandote. Y vos no parabas de pensar lo bien que quedaría su cabeza entre la chapa de tu auto y la puerta, cerrándose una y otra vez.
-Si, claro. Pero me acuerdo de vos- le contestaste muy bien. Bien Pedro, te autofelicitabas.
-Pero yo no se quién sos. Sos el novio de Paula?

-Si- dijste
-No- dijo ella.

Sus monosílabos sonaron casi al mismo tiempo. Y no eras el único confundido.
Te miró. Vos la miraste. Y ahora eras vos, el que quería una explicación. Y eras vos, el que no entendía. Y eras vos el ofendido. No porque te desconociera, sino porque lo hiciera frente al "tio acu"




Holi. Jueves 21 próximo capi...y ahí empezamos a regularizar.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Capítulo 20

-mmmjjjjmmm guau- expresaste aún sin reacción
-Te puse incómoda?
-No, solo que no lo esperaba no me malinterpretes- le dijiste levantando las sábanas mientras te tapabas
-Así que no soy el único asustadizo eh?
-Qué? No, no estoy asustada Pedro. Me sorprendiste. Solo eso

Lo oíste reir.

-De qué te reís genio?- le preguntaste sosteniendote con tu codo.
-Vos. Sos mi perdición y mi consuelo.
-Mmmm muy poético para esta hora.
-Sos vos, vos me pones así y bueno, de otras formas también- te dijo guiñándote el ojo
-Pedrooooooo
-Pero es que será que siempre me vas a gritar?
-Siempre- le dijiste mientras te acercabas a besarlo
-Por alguna extraña razón tenes la sabana agarrada como si alguien te la fuera a sacar?
-Es que me da verguenza- admitiste finalmente tapandote toda la cara con la sábana

Ante su silencio, liberaste un ojo para espiar.

-Qué hacés?- le preguntaste finalmente
-Busco algo que había visto por algún lado- te contestó apurado mientras se dirigía a un armario
-A dónde vas? - le gristaste
-Ya vuelvo- te dijo asomando su cabeza desde el umbral de la puerta

-Eurekaaaaa!- gritó desde el pasillo

Te pusiste tu ropa interior como pudiste y cuando ibas a ponerte una bata apareció el.

-A donde vas mon chéri?
-Qué tenes en la mano?-preguntaste ignorando su pregunta
-Twister.
-Estás loco? Son las 5 de la mañana!!
-Es solo un juego, Poly
-Pero por qué? No podemos simplemente dormir como dos personas normales?
-Mmmm lamento contarte que no somos dos personas normales. Deja esa bata ahí que no la vas a necesitar
-Pero esperá si al menos vamos a jugar dejame cambiar- le dijiste confundida
-Cambiarte? Para qué?
-Porque estoy practicamente desnuda?- le preguntaste confundida
-Sabes?- te dijo tomandote de la cintura- lo que más me molesta de esa frase es el "practicamente". Al menos me quedo tranquilo que nunca jugaste al naked twister. Pero así estamos perfectos para jugar
-Para que es todo esto Pedro?
-Porque no me gusta que te averguences de vos, no conmigo- te dijo centrando sus ojos marrones en los tuyos.



***

-Ya ya ya perdí- admitiste

Sus defensas bajaron y cayó a tus brazos.

-Mmmm si sabía que era así perdía antes
-Bobo- te dijo besandote
- ¿Qué hora es?- te dijo
- 6.30
-¿Quéeeeee? No vamos a dormir nadaaaaaa!
-Mejor. Se me ocurren mejores planes.



-¿Nesquik?- le preguntaste al llegar a la cocina
-¿Café?- te retrucó. ¿En serio tomás chocolatada en el desayuno? Pareces mi sobrino
-Nunca me hablas de el.
-Mañana es el cumpleaños, es la luz de mis ojos. Creo que es todo lo que tenes que saber.
-Creo que me pone celoso

Te sonrió.

-El es muy celoso también- te dijo
-Ohhh...o sea que voy a tener un camino con piedras?
-Depende como le caigas jajajaj
-Unica pregunta: se llevaba mal con tus ex
-Casi
-Casi? Qué significa casi?
-No era la única pregunta?
-Si, pero pense que no ibas a ser tan ratona para responder.
-Quise decir con la mayoría.
-Ahora si última: con quién se llevaba bien?
-No importa- te dijo ráscandose el pelo
-Contame no pasa nada...por algo son ex no?
-Claro, por eso no se que pretendés
-Conocerte
-No son preguntas necesarias
-Dale PAu
-Con Facundo, a Facundo lo adora y le dice tío contento?


Bueno. A decir verdad, no lo estabas mucho.


-mmmm, buenisimo
-Ves? Para que preguntás si después te joden las respuestas
-No me jode.... pero digo, justo a el? Bueno ya cambiemos de tema
-Cambiemos de tema nada, vení que te arreglo la corbata y nos vamos.
-Por? Qué tiene mi corbata?
-El nudo está super desprolijo
-Sos media obse sabías?
-Lo se- te dijo dándote un beso en la nariz.


***

-Pedro?- le dijiste cuando estaban yendo
-Si?
-Nos separamos antes? Llego yo antes o vos?
-Juntos, por qué deberíamos hacer algo distinto de lo que estamos haciendo?
-No se, por ahí para que no hablen...
-Relajate
-Pedro?
-Si, Pau?
-Si nos preguntan qué decimos?
-Que vinimos juntos- te dijo
-Ajá.
-Tenés un novio suelto que te da tanto miedo?-se rió de vos
-Nada que ver nene

-Pedro?- insististe
-Si pau- te dijo suspirando
-Hay alguien de la oficina con la que no te hayas acostado?
-Si, creo que me quedaron algunas
-Ah, bueno, que te queden...

-Pedro?
-Qué Pau?- te dijo un tanto irritado ya.
-No, que el traje puedo?
-Qué pasa?- te preguntó mirándose
-La solapa está desaliñada
-Ay mi obsesiva compulsiva- te dijo besándote la frente

Estaban ingresando al edificio.

-Bueno ahora somos contrincantes- le dijiste gracioso
-Si, y yo te abandono acá
-Por?
-Necesito buscar unas correspondencias

-Pedro?
-Qué Paula por dios!!!!!
-Que la pase muy bien anoche- le dijiste con el ceño fruncido
-Yo también...incluido el twister?
-Todo- le dijiste con un fugaz beso en los labios


***


-Epa que carita hermano- te dijo Joaquín ni bien entraste
-Fue una muy buena noche- le dijiste. Mirta llamó?- le preguntaste
-Si, pedile a Clara que ella tomó nota
-Allá voy entonces
-Pedro?
-Si...
-El jefe quiere verte también... día largo pichón.... espero estés desacansado
-No mucho, pero valió la pena- le dijiste sonriendo que si te viera Hernán o tu hermana te cargarían de por vida
-Con quién te cruzaste que te dejó así?
-Una hermosa lucifer... Si, eso...Nada menos que lucifer vestida de mujer.



SMS Pepe: Me devolvés mis energías? Bajas a almorzar?
SMS Pau: Día complicadísimooooo! besos
SMS Pepe: No podés siquiera contestarme un miserable mensaje?
SMS Pau: 1) no tengo energía, alguien me las robó anoche. 2) no puedo almorzar con usted, mon amour!
SMS Pepe: que lindo se lee eso.
SMS Pau: Eso porque no lo escuchaste de mis labios
SMS Pepe: de tus labios lo último que quiero es ver como pronuncian el francés.


***

Días complicados y hoy.
El loro parlanchín se había quedado dormido después de criticarte toda la bendita noche.

Terminaste de escribir en francés y revoleó los ojos. Ganas de acogotarlo. O buscarle compañía. Que absurdo, era tu conciencia. Psicologo para 2 por aquí.


BBM  Flor: almorzamos?
BBM Pau: Estoy atrasadísiimaaaa! Mañana te veo
BBM Flor: el enano no para de preguntar por vos y la panza está gigante 17 hs acordate!!
BBM Pau: Dale!!!! Llevo compañía
BBM Flor: Quéeee? No me contaste nada guacha
BBM Pau: MAñana te enteras besosssss



No tenías ni 5 minutos para salir así que no te quedó otra que hacer todo por celular. Pero un llamado te interrumpió

-Hola Ester
-...
-Si, me acuerdo
-...
-No, todavía nada
-....
-No, el mediador no me comunica nada
-...
-Vamos a lograr lo mejor, lo prometo
-...
-Lo se
-...
-Yo también
-...
-4 días más y vemos. Hablamos después besos!



SMS Pau: Hola lindo que hacés mañana?
SMS Pepe: O sea que hoy no te veo? Nada por?
SMS Pau: Hoy nada!!!! El cumpleaños de mi sobrino..venís?
SMS Pepe: Quiénes van?
SMS Pau: por?
SMS Pepe: Tengo fobia a las presentaciones
SMS Pau: jajajajaj me haces reír
SMS Pepe: hablo en serio
SMS Pau: mi mamá, mi papá, mis abuelos, mi hermana, mi familia Pedro! Pd: maneja tus fobias
SMS Pepe: por ahí otro día
SMS Pau: ya avise que ibas, no querrás empezar con el pie izquierdo no?
SMS Pepe: inventales algo


Te apareciste en su oficina. Joaquín te miraba.

-Que haces acá?- te preguntó Pedro
-Es verdad lo de la fobia?
-Si

Joaquín se retiró.


-Qué? No que hacés? No, Paula, no, no llores- te dijo
-Es que yo...-le dijiste hipando- es que no te importo no? Es eso?
-Ay no, por qué tenés que hacer esto? Sabes que no se que hacer cuando lloran las mujeres. No lo hagas. Paula NO!
-No soy un perro, no me grites!!- le dijiste con tu cara llena de lágrimas.
-Bueno ya ya- te dijo palmeándote
-No me ayuda Pedro....dejá si no te importo no pasa nada, yo sabía que solo era un objeto para vos siempre lo fui, como siempre, por eso mi hermana no creía que fuera a llevar a alguien porque siempre fui una fracasada, y vos pensas igual que ellos...me voy dejá todo acá..no me llames más - le dijiste totalmente quebrada
-Que? No no pará bueno esta bien te voy a acompañar.
-De verdad?- le preguntaste secándote las lágrimas
-Sisi

Sonreíste y ya no había rastros de la crisis.

-Qué? Para...estas...era todo un chiste no? Tu familia no piensa que sos una fracasada y vos no pensas que no me importas no?
-No, para nada- le dijiste sonriendo
-O sea que fue una crisis trucha?
-Prefiero llamarla recursos femeninos, mon amour- le dijiste besando su nariz y retirándote victoriosa.


***

Oh pequeña lucifer-pensaste.




Días de subida: Se modifican a "cuando la escritora pueda" hasta nuevo aviso

lunes, 4 de noviembre de 2013

Capítulo 19

-Pero vos sos boludo atómico eh
-No me lo digas que ya me quiero matar, no se con que cara mirarla
-Con esa de embobado que tenes que me encanta, amigo!
-Ay Nan, te juro que me embrujó, es una miserable
-Que te tiene agarradito eh- te cargó mientras tomaban un fernet
-De los mil demonios me tiene, pero se siente bien sabes? Después de tanto se siente bien
-Y no sabes lo que me alegra escucharlo
-Y ahora que hago?
-Y si la invitas a mi fiesta?
-Te parece? Si ni se conocen
-Si a vos te copa ella, y te hace bien...Escuchame ... si te hace bien si? Otra más a la lista no quiero eh...Si te hace bien y se copa traela....Baile de máscaras acordate.



Y acá estabas intentando descifrar si sería mejor invitarla por mensaje (y así si te dice que no, no tenes que enfrentarla) o personalmente.

SMS Pepe: Buen día, almorzamos?
SMS Pau: Se te paso el enojo?  A las 13:00 hs abajo.
SMS Pepe: No estaba enojado. Te espero.
SMS Pau: ;) ♥


¿Un corazón, que especie de concepto sería un ♥? ¿Es un te quiero? ¿Un te amo? Ay, la sola idea te espantaba. Pero te espantaba más saber si siempre usaba el corazón, o solo con vos.




El ascensor se abría y la veías, venía con una sonrisa.

-Me perdonas?- le preguntaste haciendo pucherito
-Si dejás de lado tus celos absurdos si.



-Vas a terminarte el plato?- le preguntaste
-No, lo querés?
-Si, cambiame
-Es increíble tu apetito
-Los hombres siempre comemos más Poly
-Bueno hombre, apurate que en 15 minutos tengo que estar si o si en la oficina. Qué pasa? Por qué esa cara?
-Es que quiero preguntarte algo - le dijiste llevando tu mano sobre la de ella
-Decime
-Tenés algo que hacer esta noche?
-Cenar y dormir?
-Es una proposición?
-No tonto, es lo que tengo que hacer
-Es el cumpleaños de mi mejor amigo, una fiesta de máscaras, querés venir conmigo?
-Pero mañana trabajo
-Yo también
-Y entonces?
-Entonces es el cumpleaños de mi mejor amigo, dale!
-Es que no se
-Dale, te prometo que 8 am estamos acá...Hacemos como de más jóvenes, pasamos de largo... Qué me decis?
-Qué tipo de máscaras?



Sonreíste triunfante.



***


-Y me pasas a buscar por casa?
-Si, tipo 10 está bien?
-Si, yo hoy salgo a las 16 hs asi que mejor
-Y eso por qué señorita?
-Porque puedo- y le sonreíste palmeándole el hombro mientras lo abandonabas en la puerta del edificio.


¿Fiesta de máscaras? ¿En serio? ¿A quién se le ocurría?
Ya estabas mandando mensajes a Zaira y Victoria para que te ayuden, y claramente recibiendo puteadas por no haber contado las novedades.


Un vestido colorado se ceñía a tu cuerpo y una máscara plateada, con pequeños brillos decoraba tu rostro. Un fino labial terminaba un trabajo perfecto.


Ya solo lo esperabas a el, y ahí llegaba.
El loro se tiraba aire y vos pensabas que no podía verse más lindo, una máscara negra cubría su rostro haciendo composé con su jean negro y su camisa negra que delineaba su figura.


-Si me seguís mirando así ni te llevo a la fiesta
-Bobo- y te acercaste a besarlo



***


-Paula el es Nan, Nan...Paula
-Un gusto Paula, gracias por acompañar al bobo este- dijo tu amigo.
-Feliz cumpleaños, gracias por invitarme
-Como no invitar a quien me esta salvando al nene- le dijo guiñando un ojo
-Ya ya ya- le dijiste tomando de la cintura a Paula y atrayendola hacia vos


-Querés una copa o bailamos?-le preguntaste cuando estaban solos
-mmmm en ese orden- te dijo tomando dos copas de una barra y acercándose a vos

Te entregó una copa y con la de ella en la derecha te abrazó mientras sonaba Making Love Out Of Nothing At All.

-mmmm mirá que yo no bailo muy bien eh- le hablaste mezclándote entre su cabello con olor a lavanda
-Igualmente me envidian, no te preocupes- te dijo mientras su boca buscaba la tuya, para perderse en ella.

Tus manos recorrían su cuerpo intentando ser lo más cautelosas posibles.

-mmm pedro...
-Qué?- le dijiste un poco agitado
-frena un poco o nos vamos de acá... y recién llegamos .
- ok ok, pero vayamos a buscar algo para comer entonces


***

Terminaban de cortar la torta y Pedro estaba cada vez más pegado.

Volvía a sonar air supply.
Tus ojos se encontraron con los de el, desde lados encontrados de la pista. Te sonrió. Tus ojos brillaban. Nunca nada te fue tan claro: vos lo querías y lo deseabas.


Era el turno de All Out Of Love y el se acercaba a vos. Su mano derecha se estiraba buscando la tuya, tu emoción empezaba a notarse. Desconocías si por la situación o por la canción en sí misma que tanto adorabas.

Todo te resultaba tan claro: era él.
Lo querías en tu vida, sea como sea.
Tu pecho se comprimía solo de pensar que un día pudiera corresponderle a otra.
Sus manos en tu cintura te acercaban a él, más y más.
Tus manos tomaban sus rulitos de la nuca y lo besabas. Tus labios y los de él, sabían a tus lágrimas.
Sentías como se separaba de vos, sus manos recorrían cada facción de tu cara.

-Ey qué pasa? Estás incómoda?
-No, todo lo contrario
-Todo lo contrario?
-Nunca me sentí tan cómoda....Pedro, creo que me estoy enamorando...- le soltaste sin más vueltas

Lo sentiste sonreír.

-Qué se supone que haga con vos, abogada del diablo? Me haces pasar del amor al deseo en un solo segundo. Te quiero al lado mío y te quiero llevar a la primer cama que encuentre, al mismo tiempo. Qué clase de poder tenes sobre mí?- te preguntó pegando su frente en la tuya

Y tal como lo dijo, sus manos volvían a recorrer tu cuerpo al compás de la canción.
Tu respiración se agitaba más y más. Sentías el calor subir por tu cuerpo y nublar tu razón o las pocas neuronas que estaban de guardia esa noche.
Tus manos empezaban a querer desabrochar algunos botones de su camisa y así se encontraban en su pecho, y terminaban tomándolo del cuello, incrementando la pasión y el deseo.

Alguna parte todavía cuerda de vos, llegó a articular una palabra:

-Vamos


***


Llegaban a tu departamento y la besabas contra la puerta, mientras a ciegas prácticamente buscabas la llave.
Tu máscara se había corrido y no veías nada

-Espera que no veo- le pediste
Ella te lo impidió

-No, dejá, así es más divertido- te pidió agitada.


Una vez que lograste pasar el umbral de la puerta, con una patada la diste por cerrada, mientras la empujabas a ella contra la puerta.

Escuchaste la llave girar y supiste que ella había cerrado.
Ella abrazó tu cintura con sus piernas y vos tiraste a algún lado del departamento tu máscara, mientras ella seguía con la suya.

Como pudiste la llevaste hasta tu dormitorio, tirando su cartera en el living para evitar llamados molestos. Tu celular ya estaba apagado en el bolsillo izquierdo de tu jean.

La tumbaste sobre la cama.

-Mmm que rico mi postre- le dijiste
-Cómo tu postre?
-Y... no llegamos a la mesa dulce.... y yo tengo mucha hambre- le dijiste en su oído seductoramente.


Tus manos bajaron a su espalda, haciendo desaparecer cierre y vestido.


-Menos mal que no tengo la ropa interior de abuela- te dijo graciosa
-Creo que de todas maneras reclamaría mi postre- le dijiste mientras mordías el lóbulo de su oreja derecha y ella se encargaba de tu jean.


Ella mordía tu labio inferior. Y vos solo pensabas en hacerle el amor.



***

Tu respiración iba tomando forma. Se iba tranquilizando. Solo contabas con una sábana cubriéndote y el antifaz que seguía ahí.

-Qué pensas?- le preguntaste
-Que nunca disfrute tanto hacerle el amor a alguien- te dijo retirando tu antifaz y depositando un beso en cada ojo.

Le sonreíste.
-Yo tampoco... y nunca pensé que llevar puesto un antifaz podía ser tan divertido- admitiste

Fue su turno de sonreír.

-Pau?
-Si?- le dijiste mientras te ponías de costado
-Yo también creo que me estoy enamorando.


Y la palabra perpleja te definía de pies a cabeza.

Se acercó a tus labios y te besó.

Y ahí, respiración con respiración te confesó:  " Y se siente muy bien"


Jaque Mate.