-No?- te preguntó, el, incrédulo.
-Podes no ser tan atolondrado, amor?- le reprochaste mentalmente. Jummmm hombre tenía que ser te acotó el loro parlanchín.
-No es algo que te interese Facundo, como no es algo que tengas que hacer estar acá- le dijiste mientras tomabas a Lauti de sus brazos. Creo que ya lo hablamos, no?
-Or qué no tiene que venir el tío acu, tía?
-Querés ir a jugar un rato con los nenes, Lau?- Vos, tu conciencia y el loro, suspiraron al mismo tiempo. Finalmente parece que tu mamá no estaba tan perdida como parecía.
-No quiero discutir esto acá Pau- te dijo Facundo.
-Es que no tenemos nada que hablar, hace ya un par de meses, no se cual es la parte que no entendés.
-Es que yo ya te pedí perdón no se que querés que haga, Pau
Y Pedro que no se despegaba de vos.
Tu papá los dejó solos.
-Es que no me interesa tu perdón, ya paso, tenes otra vida, un hijo de que ocuparte, una familia, no se miles de cosas- y veías como Pedro los miraba a uno y otro sin meterse.
-Pero yo la dejé, ya te lo expliqué.
-Y yo ya te dije que no me interesaba lo que hagas de tu vida, yo estoy bien, yo estoy enamorada, y tengo lo que merezco.
-A el? Eso mereces? Paula estábamos por casarnos.
Ibas a contestar, pero EL te detuvo.
Fueron segundos eternos, en los que tu respiración se agitaba.
Con su brazo derecho, te empujó hacia atrás de el.
Un movimiento un tanto brusco, que no le gusto mucho al alado verde que tenías por conciencia.
***
-Pero vos sos pelotudo o tenés problemas de memoria? No te acordás que embarazaste en su cama a su mejor amiga?- le dijiste interponiéndote entre Paula y el.
-Esto no es con vos Pedro, todo bien, pero no te metas.
-Me meto porque es mi novia con la que te estás metiendo
-Pero no te das cuenta que está con vos, porque no se recupera de que lo nuestro no haya funcionado?
-Y vos no te das cuenta lo estúpido que estás quedando?
-Mirá flaco no me quiero enojar, pero Paula fue mía antes y ahora la vengo a recuperar, ok?
-Recuperar vas a tener que recuperar tu rostro de nene bueno, si te acercás un centímentro más a ella, ok?
-Pedro, ya, vamos...- te interrumpió ella.
¿En qué momento te habías vuelto tan vulnerable? ¿Tan manejable? ¿En qué momento le abriste la puerta al amor nuevamente? ¿Por qué ella te podía? ¿Por qué te llevaba al abismo y sentías que tu vida pendía de un hilo, de un instante? De un paso, tal vez.
Sentías a ella tirándo de tu brazo, para el lado de la canchita.
Lauti llegó corriendo a contarles que iban a cortar la torta.
-Perdón, si? No sabía que venía..- te dijo tu ¿cuñada?
-Todo bien. Si pudiera lo echaría
-Yo también, pero hoy no puedo sabés? Lautaro lo quiere por alguna extraña razón.
-Lo se.
-No te alcanza con una de mis hijas que acaparas la atención de las dos?
Y sonreíste porque todavía no descubrías si te estaba jodiendo o te lo decía en serio.
-Ay papá sos tremendo.
-Por qué? Solo las cuido.
-Todavía no se si te cae bien o no el pobre chico.
Hola. Estabas ahí. ¿Les jodería tener esta conversación fuera del alcance de tu oído?
-Sabes que yo tampoco?- dijo Miguel.
Panic atack.
-Pero es un chiste querido, no te pongas blanco che, que sensible. Ahí viene mi princesa, recomponete rápido que me va a retar
-Te estás portando bien papá?- la oíste.
-Si mi cielo, por qué lo decís?
-mmm, eso espero. Todo bien pepe?
-Si, mi amor- y viste la mirada de Miguel clavada en vos, extrañamente sonriéndote. Y Paula, bordo.
Y entonces te sorprendió más. Quizás por que sabías cuanto le costaba esto.
Te abrazó y te besó.
La retuviste en tus brazos. Y acentuaste el beso.
-Tía la tortaaaaaa- los interrumpió Lauti. Pequeño demonio.
***
-Tranquilo, si?- le dijiste
-Por qué?
-EL está acá por Lauti, nada más, ya se va a ir.
-Ay Paula por favor... es obvio que está acá por vos- te murmuró mientras entonaban el "feliz cumpleaños"
-No quiero pelear
-No estamos peleando
-Mejor, porque yo no te digo nada y me banco todos los días a tus ex
-Es un pase de factura?- te preguntó mientras aplaudían.
-No
-Mejor, porque no es lo mismo, sonreí que están mirando- te dijo tomándote de la cintura y sonriendo.
A veces era todo tan cambiante. Todo blanco o todo negro. Era complicado con personalidades tan fuertes y cambiantes como las de ustedes dos. Y bueno, reconocías que el factor exs no era un buen adicional.
***
-Y Paula?- le preguntaste a Ale.
-No se mi vida, no estaba con vos? Hace rato no la veo
-No, yo estaba jugando al fútbol con los nenes
-Si, se te ve traspiradito, si la veo le digo que la buscas si
-Por favor.
Tu oído se agudizó, y escuchabas voces "fuertes".
Fuiste prácticamente corriendo en busca de las personas protagonistas de esas voces "fuertes".
Los recuerdos se agolpaban poco a poco en tu mente y te nublaban la reacción.
Casi como un deja vu, veías como la tomaba del brazo y la sacudía. Veías su pecho subir y bajar de la agitación. Y vos ahí, inmóvil.
Rememorabas tu pasado que volvía para asustarte. Para acobardarte.
Su voz te parecía cada vez más distante, más lejana, aún, cuando la distancia que los separaba seguía siendo la misma.
Veías los labios de uno y otro moverse, pero no lograbas entender cuales eran las palabras que pronunciaban.
Como si tu historia pasara frente a tus ojos, las imágenes se agolpaban en tu mente. Una tras otra.
"Me golpee con la puerta" "Me caí" "No fue nada" "Quizás fue mi culpa" "Me prometió que era la última vez" "Me dijo que me ama" "Me pidió perdón" "Yo estuve mal" "No quiso, se siente mal" "En realidad, tiene razón" "Yo lo provoqué"
Y ahora.
Esto es el ahora.
Esto es el ya.
Esto, es el momento en que podías hacer algo.
Este era el momento en que tus pies no debían quedar pegados al piso.
Sentías la traspiración bajar por tu frente (y no era del partidito de fútbol)
Sentías la sangre corriendo por tus venas. Calentandose más y más.
Llamabas a tu compostura y a tu razón al mismo tiempo.
Necesitabas moverte, hacer algo.
Sus gritos eran cada vez más audibles, pero por la lejanía con el salón de la casita de fiestas, dudabas que alguien más que vos pudiera notarlos.
Liberaste tu labio, que hasta ese momento era mordido por tus propios dientes.
Avanzaste decidido. Y ellos te vieron (al fin)
El la soltó inmediatamente. Y retrocedió un paso. Ella, cayó al suelo.
Y ahí te diste cuenta cuan frágil era. Y cuan frágil eras vos, por ella.
Sin omitir palabra alguna, avanzaste hacia él. Reduciendo el espacio que los separaba, hasta hacerlo nulo.
Tomaste el cuello de su remera blanca. Facundo tenía tu altura, pero era más flaco que vos.
Lo elevaste en el aire.
-No te había dicho algo yo?
-Pedro calmate- te dijo Paula
-Ahora no Paula
-Decime nene no te dije algo yo a vos?- le preguntaste mientras lo arrastrabas hacia la puerta.
-Te dije que era algo entre ella y yo. No necesitamos terceros.
-Vos necesitas un tercero que te recuerde las cosas, y yo necesito una bolsa de box que hace mucho no practico.
-Sos un violento- te dijo liberándose de tus brazos.
-Vos, me decis eso a mí? Después de lo que ví tenés el tupe de decirme algo así?
-No viste nada, no es como vos pensas
-No a mi con esos cuento no nenito. ¿Por qué haces esto? Si yo te dije que no me queria enojar, yo te avisé.
-Ya te dije que queria recuperar lo que me pertenece, y esa mujer me pertenece. Yo la tenía en mi cama haciendo piruetas mientras vos...
Y no dejaste que termine la oración. Un jab fue directo a sus labios.
Casi, sin pensarlo, por tus manos corría su sangre.
-En tu vida, vuelvas a mencionar a mi novia, ok?
Él intento pegarte pero lo contuviste. Lo cubriste. Y lo retiraste del salón, fuera del alcance de la vista de Paula.
***
-Estás bien?- te preguntó cuando volvió. Vos seguías arrodillada en el suelo.
-Estás bien amor?- te volvió a preguntar poniéndose a tu altura.
Habías quedado sin habla. Raro en vos.
Solo eras capaz de mirarlo.
-Si- le contestaste finalmente.
Miraste su puño y te cubriste la boca, instantáneamente.
-No pasa nada- te dijo rápidamente
-Si, si pasa- le dijiste asustada, desviando tu mirada de sus ojos marrones que se clavaban en tus ojos verdes.
-No vos no, de mí no- te dijo en una frase bastante incoherente.
-De vos no qué?- le preguntaste. Había recuperado tu atención.
-Vos no me podes tener miedo. Eso no.
-No te tengo miedo, mi amor. A vos no- le dijiste mientras te acercabas a sus labios para dibujarlos con tus dedos y para luego besarlos.
-Vamos a casa- te propuso.
***
El silencio gobierna. Muchas veces somos esclavos de nuestras palabras, pero también de lo que callamos. Si el que calla otorga, es mejor hablar?
-Por qué nunca me lo dijiste?
-Que cosa?- te preguntó aún un poco absorta.
-Que era así
-No es así, fue solo un momento.
-Paula, a mi no.
-Me di cuenta tarde
-Cuándo es tarde? Se iban a casar
-Tu mamá también se caso.
-Los golpes bajos no te van a salvar de esta charla.
-Cuando vos me contaste tu historia, me di cuenta que no era normal nuestra relación
-Y hasta ese momento qué?
-No era siempre. Fueron muy pocas veces. Nunca me marcó. Solo me empujó un par de veces.
-Y vos "te chocaste la puerta" verdad?
-No quiero tener esta charla
-Y yo la necesito- le dijiste sentandote al lado de ella.
-Para qué?
-Cómo para qué? Paula se iban a casar
-Y no me case
-Pero no por esto. Necesito entender que paso. Alguien sabía algo?
-No, y tampoco quiero que sepan nada, porque no paso nada. Mi historia es historia, lo dice la palabra. Qué me paso, me preguntas? Supongo que sentía que era normal, pero me daba miedo hablarlo con alguien más, porque temía fracasar, de alguna manera temía que no fuera cierto, que no fuera normal. Tenía verguenza de otra vez ser la que tenía los problemas, los conflictos. Tenía verguenza que supieran que pasaba. Al principio estaba todo bien. Todo cambió cuando nos comprometimos, ahí me empezó a echar en cara mi anterior falta de compromiso, de entusiasmo. Supuse que lo merecía. Pensaba que su ego se había sentido lastimado, y me sentí feliz.
-De verdad te sentías feliz, amor?
-No. Creo que sentir no era la palabra. Me pense feliz, me proyecté no fracasando. Me proyecté en el altar con el hombre que pensé que me amaba. Me proyecté que por ahí, de pronto, no tendría que escuchar a mis tíos en las reuniones familiares preguntandome por que no me casaba, por que no tenia hijos, por que no. El reloj seguía girando, y yo seguía ahí, jugando con mi destino. Y que tal si era ese? No era tan malo, sabes?- te dijo conmocionada.
-Como que no era malo amor, vos no mereces que nadie te haga derramar una sola lágrima, no mereces más que te amen. Por eso no me tenías miedo no?
-Qué?
-Un día me dijiste que no me tenías miedo.
-Y es verdad. Yo en el fondo sabía que vos no eras como el, fuese o no normal lo que pasaba puertas adentro.
-Y por qué seguías? Por qué no diste un paso al costado?
-Porque no es fácil, y porque en el estado de baja autoestima que me encontraba, con mis mambos propios, los deberes sociales, los tiempos que pense que me corrían, esa idea de la media naranja agobiandome todo el día, no se, pense que era amor, vos nunca te confundiste? Qué es esto? Un interrogatorio?
-Ey ey ey, frena un cambio.
-Pero me exasperás. Te dije que no queria hablar de esto. Yo no te hablo de tu novia cuasi finada
-Sabes que sos muy hiriente cuando querés no?
-No quise decir eso- admitiste avergonzada.
-Lo se, mi amor.
-Pedro?
-Que gorda?- te dijo mientras te acunaba en sus brazos
-Yo se que no sos como el.
-Me alegra oirlo.
-Pedro?
-Si
-Me cocinas algo?
-Llamo al delivery?
-Bueno, eso.
El ya iba en busca del teléfono fijo.
-Pedro?
-Que, Paula?
Y si, colmabas su paciencia.
-Que gracias por lo de hoy, pero no quiero que vuelvas a hacerlo, porque se lo que significa para vos.
-Vos significas más para mi. Sabés, hoy me di cuenta que soy muy vulnerable frente a vos.
-Yo también me di cuenta de algo.
-De qué mi pequeño Einstein?- se rió de vos, mientras se agachaba para quedar a tu altura, que seguías sentada en el sillón.
Aprovechaste a ver su pelo revuelto. Sus rulos sin forma. Su desfachatez. Los hoyuelos que se le formaban cuando sonreía. Esos dientes, no tan blancos. Ese lunar, tu mayor perdición, aprovechaste a perderte en él, tu hombre. Y sonreíste. Y sentías que tus ojos verdes brillaban por demás. Y amaste sus ojos marrones, casi tan dulces como la miel.
-Que te amo, de eso me di cuenta.
Touche & Jaque mate.
Siguen leyendo no? Gracias por aguantar, pero mi vida estudiantil necesitaba una pausa.
Esperaba ansiosa q subieras, recordaba q subías hoy y como siempre me dejaste tambaleando! Que lindo capítulo! Confieso q varias veces se iba a terminar sin q le des un cierre y no, no sólo le diste un cierre, le diste un hermoso cierre. ;-)
ResponderEliminarSimplemente genial y hermoso!!! Me sorprenden tanto tus pyp, tienen cada salida, yo pense que se venia pelea y fue puro amor! Tienen varias cosas en comun y varias diferentes, lo que hace que se complementen al 100%!
ResponderEliminarMori de amor por como Pau defendio la relacion y como PP la defendio a ella, mas juntos que nunca! Y ese final "Que te amo, de eso me di cuenta" Que ternura que sos! Escribis genial, obvio que no me voy a cansar e leerte!!!
Besosssss....
ME ENCANTA MUCHO MUCHISIMOOOOO!! y me mata de amor mal Él ! y ella tb!! awwwsssss!
ResponderEliminarMeryyyy que lindo capitulo, va como nos tenes acostumbradas. Gracias, muy tiernos ♥
ResponderEliminarwow un capítulo intenso pero increíble como nos tenes acostumbradas...seguí subiendo sos una genia!!!
ResponderEliminarme encanta esta historia y como escribis segui subiendo por fa!!
ResponderEliminarQue historia tan atrapante! Me encanta!! Besos Mery!
ResponderEliminarSegui que te leemos☺