Tus ojos en sus ojos. Tus ojos verdes en sus ojos marrones. Y esos otros ojos, que los miraban desde varias esquinas.
Vos, aun sentada en el piso, esperando algo quizás.
Él, no parecía capaz de sacarte la mirada de encima.
Y la viste a ella, Silvia, tirar de su brazo, demandando su atención.
El se dio vuelta y todo eran sonidos para vos, no distinguías los gritos, pero escuchabas a Pedro, Silvia y Nahuel alternadamente.
Tu jefe se acercó a vos, y se agachó a tu altura. Recién en ese momento, te diste cuenta donde estabas. Y el dolor del golpe, también pareció acordarse.
-Pedrooo!- gritaste mirando hacia donde el estaba.
Él, se volvió hacia vos, ocupando el lugar de tu jefe.
Te levantó en sus brazos, y vos te acurrucaste en él, para luego susurrar un "me duele".
"Un golpazo" les había dicho el médico gordito que los atendió en la sala de urgencias del hospital. Hielo y muchos mimos, te había recetado.
Pedro parecía entre preocupado e ido. Presente y distante.
Llegaban a tu departamento y el colocaba las llaves en el llavero (inusual en él) con un cuidado desmedido, como si las llaves fuesen de cristal... o como si quisiera retrasar el momento.
-Acostate Pau, ahora te llevo un te- te dijo aun sin darse vuelta.
-Vení conmigo- le pediste
-En un ratito- cedió el.
-Ahora. No hagas de todo un problema, y no retrases la charla que nos debemos
***
-No fui yo- le soltaste mientras acomodabas los almohadones tras su espalda.
-Qué cosa no fuiste vos?- te preguntó frunciendo el ceño (un gesto muy tuyo)
-Fui a hablar con ella, si, pero no le pegue- le comenzaste a explicar mientras caminabas alrededor de la cama
-Si seguís caminando me vas a hacer un agujero en el dormitorio
Y le sonreíste.
-Pedro...yo no necesito explicaciones de ese tipo, me duele que pienses eso.
-Yo pensé que la charla era por lo que había dicho Silvia
-No, amor, yo no estaría con vos si pienso algo así, por qué siempre pensas por mí?
-Tengo miedo- reconociste acercándote
-De qué?- te preguntó ella.
-De que te quieras ir- y mirándola a los ojos, te sentaste en el borde de la cama.
-Dudo que aplastándome la mano pueda ir a algún lado
-Jajajaja, perdón- y te corriste un poco, poniendo su mano en tu regazo.
-Por qué siempre pensas que me quiero ir?
-Estamos discutiendo?- le preguntaste tímidamente
-No Pedro no estamos discutiendo- te dijo ella resoplando
-A veces pienso que no podes ser sincera conmigo...no del todo
-Qué querés decir?
-Que yo por menos ya me hubiese ido
-Por menos? Qué me queres decir? Que me vaya? No es muy caballero de tu parte- te dijo más confundida aun
-Nono, apenas puedo explicarme. A veces pienso que es demasiado, no se es como que había demasiada letra chica en el contrato.
-Me he comido peores letras chicas, no te preocupes.
-Entonces?
-Entonces qué?- te preguntó ella y vos diste vuelta a la cama para acostarte a su lado.
-Que de que querías hablar
-De como vamos a seguir, vos pensas que ella va a llegar a denunciarte?
-Pero no hice nada! Te juro.
-Ya se que no hiciste nada, lo se, pero ella monto un circo que era bastante creíble, yo pienso que está loca, tenes un imán con las locas.
-Juana no está loca- le dijiste apoyándote en tu codo con la cabeza sobre tu mano.
***
Si tan solo fuese la cuasi finada tu problema, apunto el loro parlanchín mientras se mecía en su columpio (sí, tenía un columpio de madera). Yo te avise que tenías que huir del cordobés, apunto una vez más, el alado poco simpático para con tu novio. Aunque a decir verdad nunca fue una conciencia muy objetiva, sino más bien molesta, y egocéntrica.
Y ahora la loca parecías vos, si tenías en cuenta el hilo de tus pensamientos: debatiendo el mérito (aparentemente inexistente) de tu conciencia. Seguramente habías llegado tarde al reparto y no había mas del tipo angelito y demonio, y te tocó el alado amargo y botón.
-Pau...pau...me escuchas?- te preguntó Pedro tocando tu hombro.
-Ah sí, me decías?
-En que pensabas?- te preguntó curioso.
Bordo.
Sería muy poco inteligente contarle que tenías un loro parlanchín como conciencia y que aparentemente le deseaba que se mude a Plutón.
-Yo eh...en nada, repetime lo que me decías!
-Todo?- te preguntó abriendo de par en par esos ojos marrones que te encantaban.
Y te provocó besarlo. Y lo besaste. Porque tenías ganas y punto.
-Y eso?- te preguntó. Parece que estaba con ganas de charlar
-Tenía ganas de besarte y te besé. Algún problema?
-No, salvo que me encanta- te dijo intentando atraerte hacia él. Seguramente vio tu mueca de dolor porque se disculpó inmediatamente.
-Estoy bien, solo duele un poco. Ahora si contame
-No, te decía lo de Jua que los médicos dicen que va avanzando, quizás pronto pueda hacer una recuperación ambulatoria
-Pero ahí no tenemos nada que ver ya, no?
-Emmm... bueno no se ... nada como nada...emm
-Dios! No tiene familia?
-Si, un hermano que...
-Ves? Ahí está, el hermano se va a encargar, una menos.
-Es que yo todavía me siento un poco culpable- murmuró el rosando tus labios con su dedo índice.
-Y te vas a sentir culpable mucho más? O pensas que en algún momento podemos llegar a ser solo nosotros dos...sin terceros?
-Como lo decís suena bastante comprensible- te dijo besándote. Vos le sonreíste.
-Ok, yaya después me ocupo de la finada, la fui a visitar el otro día te conte? Soy un ángel...
-Paula...- te dijo el en tono de reproche.
-No te conte? Pense que si, pero fui re simpática, te juro y no me disfrace de enfermera- le dijiste guiñándole un ojo.
-Lo decía por lo de finada, pobre Juana.
-Bueno... bueno...cuasi finada, está mejor?
-Sos terrible
-Así me amas..
-Mucho.
-Pense en Silvia, para mí ese hijo no es tuyo.
-Para mí tampoco, vos por que lo pensas?
-Por el acting de hoy, es innecesario si en un ADN salta que sos el padre, no te parece, no se, demasiados cabos sueltos.
-Lo decís como abogada o como mujer?
-Sentido común de abogada mujer.
-Hoy me asusté todos mirando...ella con los golpes, creo que es capaz de hacer cualquier cosa.
-Y yo creo que puedo manejarla...pero necesito que me des vía libre.
***
-Qué pensas hacer?
-Me das vía libre?- te pregunto esquivando tu pregunta.
-Te vas a cuidar?
-Siempre.
-Entonces sí, solo no hagas nada de lo que tengamos que preocuparnos.
-Lo prometo. Dormimos? No tengo hambre
Vos te levantaste a apagar la luz, y viste como los calmantes poco a poco empezaban a hacer mella en ella.
Viste sus ojos verdes cansados.
Viste su pelo desordenado sobre las almohadas blancas.
Viste su sonrisa disminuyendo a cada instante.
Viste su paz y te gustó. Ella te gustó. Y no querías que nada la aparte de vos.
Te acostaste y apagaste el velador.
-Hasta mañana amor- le dijiste.
Ella se amoldó a tu cuerpo.
5 minutos después volviste a prender el velador.
-Si de verdad fuera un contrato, pedirías la resolución contractual?
La viste sonreír.
-Si querés la nulidad vas a tener que usar otra vía Alfonso... no me asusta ni la letra chiquita, ni los vicios redhibitorios.
-Te amo.
-Entonces es de mutuo acuerdo, yo también te amo.
Que bueno que pau le creyo a pepe!!! Y le sigue acompañando y apoyando. Ojala puedan desenmascarar a SiIlvia pronto.
ResponderEliminarSi quiero q la desenmascaren a Silvia y mw encanta q eaten tan unidos :))
ResponderEliminarme encanto volviste todos los dias entraba para ver si subias pensaba que por ahi no tenias mas la lista de pasar besos me encanto
ResponderEliminarEspero con ansias esa guerra sin cuartel Pau-yegua! y por supuesto que Pau la despedace. Viva la Paz!!! Firma: ya sabes quien
ResponderEliminar"Entonces es de mutuo acuerdo". Jajaja. Muri <3
ResponderEliminarAy, ay, Mery! A ver si les solucionas un poco de problemas! Pobres chicos! Esta genial la historia. Un placer leerte.
Beso!