-Te amo- le susurrabas mientras besabas su pecho.
-Yo también, que estúpido fui, verdad?- te dijo reincorporándose un poco en la cama
Vos, alzaste las sábanas blancas, tapándote.
-Pero ya está, estamos bien, verdad?- le preguntaste casi como una niña de 5 años, casi asustada, casi temerosa.
El te acercó a su cuerpo, y te apretó fuerte fuerte, casi privándote de respirar. Pero era todo lo que necesitabas.
Te diste vuelta y lo besaste, porque era tuyo y porque estaba ahí, ahí para vos, sin fantasmas ni terceros.
-Sos mi salvadora, te lo dije no?- te preguntó en voz baja, porque estaban tan cerca que con eso bastaba.
-Muchas veces
-Entonces te lo voy a repetir muchas más.
-Pedro?
-Qué, amor?
-Que lindo se siente- le dijiste sonriendo.
-Amor, amor, amor, amor- se burló de vos.
-Te decía- le dijiste poniéndote seria, luego de pegarle suavemente en su hombro- que vos no tenes que agradecerme nada, ni decirme que soy tu salvadora, porque más allá de lo que vos pienses no estás dañado, y estás absolutamente listo para tener otra relación.
-Con vos- te interrumpió.
-Y con quién sino?
-Y...mirá tengo varias candidatas- te dijo haciéndose el canchero
-Ni que lo digas
-No fue el mejor chiste no?
-Has tenido mejores.
Lo viste acercarse a vos.
Viste como sus ojos marrones hacían contacto con tus ojos verdes.
Lo viste sonreír de costado. Y viste su hoyuelo marcarse. Lo amaste más.
Lo próximo que sentiste fue como tomaba tu labio inferior, te estaba mordiendo.
-Por suerte- le dijiste- nada me interesa menos en este momento que hablar de alguien que no seamos nosotros dos, en realidad, ni siquiera tengo ganas de hablar.
-Ah no? Y de qué tenes ganas?- y de pronto lo sentiste interesado.
-No te lo imaginas?
-De mil maneras. Pero quiero escucharlo.
-De mil maneras? Cómo sería eso?
-Mi imaginación es muy amplia, vos solo pedímelo.
-Quiero que me hagas el amor de mil y un formas- le susurraste.
-Siempre más, si serás competitiva- te dijo contento.
-Con vos siempre quiero más.
-Yo tendría que preguntarte con quién sino?
-No. Vos tendrías que empezar a cumplir con lo que te pedí.
-A sus ordenes capitán- te dijo mientras te sacaba la sábana con la que seguías cubriéndote y se dedicaba a tu cuello.
***
Te tiraste sobre ella. Con la cabeza sobre su hombro, casi tocando el colchón.
-No se si aguanto otra reconciliación así.
-De verdad?- te preguntó- yo creo que un par más me banco.
-Pero la previa no fue muy buena
-Te parece? A mi me pareció bastaaaante satisfactoria.
-Hablaba de los problemas Pau- y te reíste fuerte.
-Ahhh esa previa- y se rió a tu par.
-Me gusta mucho verte reír.- le confesaste sinceramente.
Ella acarició tu mejilla y vos cerraste los ojos al contacto.
-A mi me gusta mucho que me dejes ser la que te haga feliz.
-Querés que hablemos de... bueno...ya sabes...eso?
-No, ya te dije que no- y te miró confundida
-Pensé que era el momento.
-Eso porque pensas demasiado- y te besó tiernamente los labios- Dejame a mí
-No me vas a dejar salir de la cama?
-Podría, pero es el lugar más cómodo.
Abriste los ojos, y no recordabas bien que hora era. Aunque poco te importaba.
Miraste a tu costado y la viste dormir, al fin.
Con Juana tus reconciliaciones nunca habían sido tan... tan... así.
Te gustaba sentirla a Paula más tranquila, más relajada, sin tapujos. Y te encantaba que te haya dejado así, de cama.
-Mi abuela decía que para que el hombre no se vaya a otra cama, hay que cansarlo en la propia- te dijo interrumpiendo tus pensamientos.
-Que gauchita tu abuela
-Pedrooo! Es mi abuela!!
-Y qué? No deja de ser gauchita mi amor.
Ella movió la cabeza de un lado para otro, con sus ojos mirando al techo, como reprochando tu frase.
-Qué? Mira como me dejaste
-No escuché quejarte
-Nunca lo haría.
-Vamos por buen camino entonces- reconoció ella.
-Tenes miedo que me vaya?- le preguntaste. Y si, te había quedado en el tintero.
-Irte? A esta hora?
-Qué hora es?
-No se
-Y entonces?
-No se, quedaba bien en la frase.
Y te reíste fuerte. Muy fuerte. Y la abrazaste, más fuerte aún.
-No, no tengo miedo que te vayas, pero te extrañaba, esta mal?
-Está perfecto, extrañame más seguido
-No quiero hablar pero te quiero dejar algo en claro, mi paciencia tiene un límite, yo tengo un límite, y vos ya lo cruzaste, ya estuviste ahí, yo no te voy a perdonar todo, ni voy a estar siempre, no soy tan tolerable como pudiste haber imaginado. Tengo orgullo aunque parezca que no, yo no comparto hombre, no comparto cama, es todo o nada conmigo me entendés?
Te enderezaste porque la conversación venía seria.
-Y yo quiero todo con vos. No son simples palabras, de verdad te elijo, solo te pido que me acompañes, yo no se si voy a tener un hijo o no, no se que va a pasar con Juana, me pediste que vuelva cuando tenga algo claro, y volví, acá estoy. Quiero todo con vos, Pau.
-Yo también.- te dijo antes de besarte.
El sonido los interrumpía y tu celular estaba en la otra punta.
Te liberaste de sus brazos y fuiste a buscarlo, mientras ella te cargaba porque te tapabas como podías. Algo de pudor aún te quedaba.
-No creo que pueda ver algo que no haya visto antes- se burló de vos. Y vos le tiraste un almohadón.
Ella lo atajó y se echó a reír sobre él.
-Hospital ya- le dijiste. Y te miró seria
-Qué paso?- te preguntó asustada
-Caro rompió bolsa, voy a ser tío.
-Que lindo amor! Ahí te abro
-Como ahí te abro?
-Y...salvo que te quieras tirar por el balcón...
-No, vos venís conmigo?
-Yo?
-Y...vos también vas a ser tía, es tu sobrino también no?
Y te sonrió. Y te acercaste a besarla. Y te siguió el beso. Y te alejaste, porque de lo contrario llegarían para el bautismo y no para el nacimiento.
Que lindo,buenisimo el capitulo!!!
ResponderEliminarHermoso capitulo! Ya te extrañaba. Espero el proximo, me encantoo
ResponderEliminarHermosa reconciliacion! Q bueno volver a leerte!
ResponderEliminar