No estoy nerviosa, no estoy nerviosa, no estoy nerviosa, no estoy nerviosa.
¿Cuántas veces debías repetirlo para que tu subconsciente lo entienda?
A lo lejos escuchabas un zumbido, un sonido, algo, todavía no detectabas que era
-Paulaaaaaaaaa
Y vos, tan concentrada estabas en lo tuyo, en aparentar tranquilidad frente a tu novio que iba manejando lo más campante, como si nada fuera a pasar, que no lo escuchaste y como si fuera poco, te asustaste con su grito.
-Ay Pedro por favor, qué pasa?
-No, si me cebas mate porque me estoy muriendo hace 15 minutos fácil hablándote.
-Mate? En el auto decís?
-No esperame que freno en la banquina tomamos unos mates y llegamos en una semana. Si Paula, estás toda tensionada amor, frena un poco.
-Para vos es tan fácil...- le dijiste entre ofendida y realista.
-Y vos te la complicas tanto, no me decís que te proyectabas conmigo? Yo tengo una mamá...como vos... y ella es mi mamá y mi papá, es todo lo que tengo.
Auch. Golpe bajo por aquí.
Sentías tu dolor y el dolor de tu loro parlanchín interno, que aparentemente también tenía sentimientos.
-Eso no vale, porque sabes que contra eso no te puedo decir nada
-Es que no quiero que me digas nada Pau, no necesito que me estés protegiendo, solo necesito y quiero que me conozcas, ya sabes quien soy, de donde vengo y que hago, ahora te toca conocer a tu suegra, te juro que no te va a hacer pasar un mal momento.
-Perdoname- le dijiste acariciando su pierna- me ahogo en un vaso de agua, cuánto falta para que lleguemos?
-Supongo que para el mediodía, pero si no te sentís cómoda aún podemos parar a comer por acá y llegar más tarde a lo de mi vieja- te dijo intentando conciliar,y viste de alguna manera el cansancio que le ocasionaba esperar tus tiempos, tus miedos.
Esto no te podía frenar. Siempre fuiste de las que si la vida no te ponía palos en las ruedas, vos y tu hermosa psiquis empezaban a cuestionarse.
Tu mente era una rueda que nunca paraba de girar, pensando en todo, en cada hueco, en cada historia, en cada "que pasaría si".
Siempre creíste en el cuento de hada y nunca lo tuviste.
Quizás era momento de cambiar las fichas y apostar distinto.
-No mi amor, si llegamos para el almuerzo llegamos, le aviso a tu mamá?
Y el te sonrió.
***
Al principio pensaste que era un juego de Paula, esto de los "nervios", nunca pensaste que de verdad la tenía tan alterada.
Ahora la veías más tranquila pero no sabías muy bien si era frente a vos esta postura zen, o de verdad estaba más relajada.
-Te parece si pasamos por helado antes de llegar a la casa de tu mamá?
-Claro, hay una heladería buenísima de camino
-Y qué gustos son su preferidos?
Y vos sonreíste.
-Los mismos que los tuyos- le dijiste triunfante
-Dulce de leche granizado y chocolate con almendras?
-Correcto
-Ah pero me buscaste al propósito vos eh- te dijo riendo (al fin, relajada)
-Yo? A leguas se notaba la baba que dejabas cada vez que aparecía este cordobés
-jajajajjaja sabes que no? Me parecías tannnn odioso
-Y vos en cambio me parecías tannnnn linda, pero tannnnnn amargada que quise darte un final feliz desde el primer día
-Pedrooooooo
-Si señora de Alfonso? Ahí está la heladería, espera que estaciono y bajamos
-Aun no
-No querés bajar? Que me queres proponer?
-Pedrooooo! Que todavía no soy la Sra de Alfonso
-Ah pero falta nada...- le dijiste bajándote del auto
-Cómo sería eso?- te preguntó dándote la mano
-Qué cosa?
-No te hagas el tonto
-Y vos no arranques con tu ansiedad
***
Tu novio abrió la puerta con su llave y el olor a comida casera inundó tus fosas nasales, casi como cuando visitabas a tu abuela y ella hacía tu comida favorita.
La casa tenía mucha luz y plantas por todos lados.
Una música bastante alegre llegaba desde algún punto de la casa
-Cocina- te acotó Pedro sonriendo. Y viste en sus ojos la emoción que le provocaba estar ahí.
-Eso es...?
-No te conté que mamá es fanática de la lambada? Esa es danzando lambada de Kaoma
-Guauu no no me dijiste
-Vení está empezando recién- te dijo tomándote de la cintura y colocando tu brazo izquierdo en su hombro en un movimiento tan rápido que no te dio tiempo ni siquiera para pensarlo.
-No no se bailar Pepee- le dijiste despacito ya que todavía estaban en el living pero riéndote a más no poder.
El dio un paso hacia atrás lo que hizo que vos debas avanzar hacia su lado
-Dale, que no es difícil, movete conmigo
-Pero no se que hacer ayudame
-Siempre- te dijo besándote- Ahora vamos a contar tres tiempos y después vas a inclinar tu espalda hacia atrás, es el famoso látigo pero solo hasta la altura donde yo tengo mi mano si?
-Me da miedo Pedro para! jajajajjaaaa- le dijiste riéndote
-Va...Repetí uno...dos...tres
Hacía tiempo no te divertías así, ni hablar de lo relajada que estabas.
Terminaste el látigo con la cabeza a una altura entre tus hombros y tu cintura, y te volviste a abrazarlo.
Como si todo esto fuera muy normal, empezaste a escuchar aplausos.
-Primer lambada Paula?- te preguntó viniendo desde otra sector de la casa una señora de unos 60 años aproximadamente, rubia (teñida claramente), con ojos iguales a los de Pedro, entre delgada y rellenita.
Y sentiste el abrazo de tu novio por tu cintura
-Hola mamá!- le dijo soltándote y yendo a abrazarla- te extrañe
-Yo también mi amor, te emprolijaste la barba, que lindo que estás.
Y vos ahí cuál poste. Hola. Acá estoy.
Anita (como le decía el) corrió su cabeza del abrazo de su hijo
-Ah pero es todo una modelito Pepe- le dijo a su hijo y vos te sonrojaste.
-jajajajaja esperá ma que la vas a asustar y va a salir corriendo.
¿Qué vendría después del sonrojo? Si, bordo bordo.
Ella se acercó unos pasos a vos.
-Paula verdad?- te dijo cuando estaba frente a vos
-Si, hola, un gusto- le dijiste dándole un beso
-El gusto es mío querida- te dijo dándote un abrazo
-Vení a la cocina que se me quema la comida- te dijo yéndose- Pedro vengan que hice bifecitos a la criolla
-Ay que bueno ma! Asi le enseñas a Paula que no le salen tan ricos
-Pedrooo!- le girtaron Anita y vos a la par.
***
Estaban sentados a la mesa y el cuestionario venía en plena acción, bien, pero en plena acción.
-Y qué te enamoró de mi hijo?
-mmm que difícil, creo que su lado sensible
-Shhh que no le gusta que le reconozcan ese lado de su personalidad- le dijo tu mamá complice.
-Me gusta tanto este almuerzo má! Es tan lindo que la hayas querido conocer a Paula
-¿Y cómo no voy a querer conocerla? Si es una dulce
-Entonces ...¿Qué planes tienen para el futuro?
Momento incómodo. Parte 1.
-Estamos bien mamá, eso es lo importante
-Está bien, no pregunto entonces
-Mmmm... voy a hacer como que te creo
-Asi que abogada también Paula?
-Si, trabajamos en el mismo edificio con Pepe, pero para distintos estudios, ahí competimos- le dijo ella riéndose, y mostrandole esa sonrisa que a vos te había enamorado desde el momento 0.
-Y Pedro que es tan competitivo- dijo tu mamá- bueno, si le sacaste lo mujeriego, también podes sacarle lo competitivo, no sabes lo que era nena, el chico se me acostaba con par de piernas que se le cruzaran, a mi ya me había empezado a dar miedo. Cuando estaba con Juana, lo agarre un par de veces en off side que ni te cuento, tengo unas anécdotas de graciosas que te morís
Momento incómodo. Parte 2.
-Mamá ya está no es necesario
-Ay mi amor, estamos hablando me puede contar tranquila Ana- contestó Paula
-Ay pero tuteame querida- dijo tu mamá mientras se levantaba a buscar el helado
Paula estaba más relajada claramente, pero ahora el nervioso eras vos.
-Mirá lo que te traje- dijo tu mamá entrando con un album de fotos que si tocabas la tapa le sacabas el polvo
-No mamá no, a Paula no le interesan las fotos de bebé
-Como no le van a interesar Pedro, a todas las mujeres nos gustan, no querida?
-Claro, me muero de intriga por ver a Pedro en miniatura
-Si sabía que ibas a hacer esto ni la traía- contestaste ofuscado y viste como Paula se tapaba la cara para que no vieras como se te estaba riendo.
-Y vos sos muy joven también Paula, los dos, y hacen una pareja divina, realmente me encanta. Siento que sos lo que necesitaba mi hijo para encarrilarse, tenes que enseñarle a cocinar, porque Caro lo malcría mucho.
-De a poquito le estoy enseñando- comentó ella. Y vos ahí pintado al óleo.
-Ya viven juntos?- y ahí arrancó de nuevo
-No mamá si ya sabes todo porque te cuento todo- y se rieron los tres juntos.
-Y lo tengo que preguntar- escuchaste que decía cuando te llevabas el helado a la boca, y la veías que estaba punto de salirse de la vaina.
La miraste, mientras Paula seguía enamorada de su helado de dulce de leche granizado.
-Cuándo me van a hacer abuela??? Porque el otro día, a tu cuñado se le escapó algo de un bebé... están embarazados?
Porque no hay dos sin tres. Momento incómodo, parte 3.
martes, 28 de enero de 2014
miércoles, 22 de enero de 2014
Capítulo 32
Claramente, no sabías como podía terminar todo.
Vos, en algo así como un momento muy incómodo, te atragantaste. Paula, te golpeó la espalda, hasta que finalmente recuperaste tu compostura
-Cómo?
-Es sordo tu novio Paula?- básicamente esta chica era muy amable con vos.
-Vico- le dijo tu novia
-Hace mucho no me decís así-retrucó ella confundida
-A la cocina
Cuando volvieron la notaste bastante más simpática, si eso era posible, en ese intento de chuky parte 3.
-Entonces, pepe- dijo mirando de manera cómplice a tu novia- vos que idea tenes más o menos con mi amiga?- te preguntó repitiendo cada palabra lentamente, como pensandolas.
-A ver, sinceramente no se porque te caigo tan mal, yo a tu amiga la amo, y me la juego por ella desde que la conocí, quiero que conozca a mi mamá porque es de las personas más importantes que tengo, si eso es un complejo no resuelto, no, no lo es, solo que mi infancia seguramente no fue ni la mitad de lo feliz que fue la tuya. Si tu inquietud es que la lastime a tu amiga, creeme que es lo ultimo que quiero hacer. La verdad que a mi personalmente caerte bien me da igual, hago estas cosas solo por Pau, no por vos, no necesito tu visto bueno, como Paula no necesita el de mi mamá, nosotros somos 2, como vos con tu marido que son dos.
-Quién te dijo que no me caes bien? Acompañame a preparar café así no se duermen en la oficina
Vos miraste a tu novia por apoyo y ella te dio el visto bueno
Vic cerró la puerta y empezó a hablar
-Mirá la verdad que no me caes mal, mas allá de lo que vos pienses. Paula es como mi hermana y ya tomo bastantes malas decisiones en su vida, no quiero que vos seas una de ellas
-Y sabes bastantes cosas mías por eso supones que lo soy
-Yo estaba acá cuando ella venía llorando por tu culpa, pense varias veces en agarrar el auto y pasarte por encima
-jajajaja
-No te rías, no estoy jodiendo. Yo la vi echa un trapo de piso al finalizar otras relaciones y te juro, escuchame bien abogadito, repetís la historia y voy por vos
-No tenes porque amenazarme
-Se quien sos, y los problemas que traes, supongo que debes saberlo
-Pienso que estas celosa
-Celosa yo? y eso por que seria?
-Porque ahora tenes un poco menos la atención de paula, porque a vos nunca te dejo decirle pocha, y porque nunca lograste sacarla de viaje desde hace ya varios años
-no tiene nada que ver eso
-Sabes que si, y sabes que no estoy aca para competir con vos, ya te dije que es lo que pienso
-Me gusta que vayas de frente
-Y a mi no me gusta el café hervido
-Qué? jajajajjaja el agua!! como no me avisas?
-Es que estabas ocupada tratando de hundirme
-Pero no lo logré, te voy a dar una chance, aprovechala.
-Dale preparame el café que tengo que trabajar, querés?
Ya estabas abriendo la puerta cuando escuchaste
-Pedro?
-Si?
-De verdad no te estaba tratando mal, podría ser mucho más antipática
-Ah... una divina, como puede ser que seas amiga de mi mujer?
-Siempre tiene que haber una amiga buena y una mala, es la ley de la vida.
***
-No fue tan malo eh?- le preguntaste cuando entraron al auto
-Me jodes? Casi me come vivo, de donde la sacaste? De un reformatorio?
-No te va a matar, no te preocupes, lo dice siempre
-Ah buenisimo me quedo más tranquilo. Me vas a tener que pagar con creces, eh? Vas al estudio?
-Si, al estudio. Con creces? Bastante voy a tener con tu mamá
-Eso no es paga, ya voy a pensar en algo. Dormimos en casa hoy- te dijo antes de darte un beso y arrancar.
Al fin Victoria ya era un tema resuelto de alguna manera, ahora te tocaba a vos, ir por tu suegra.
Sabías cuanto Pedro la adoraba y eso era lo que más ruido te hacía.
Desde que conociste la historia no podías dejar de pensar en ella, en lo que tuvo que pasar no solo Pedro, sino también tu suegra. La historia que había atrás, una psiquis dañada, una familia que recomponer.
Tus dudas se acrecentaban sería protectora? Alegre o una mujer triste quizás? Tendría cicatrices? Congeniarían o te echaría de su casa?
Vos, con tu realidad tan de princesa, pero que aun así te ahogabas en ella, tenias que enfrentarte a la realidad de una mujer golpeada, por un hombre y por la vida.
Las preguntas se agolpaban en tu mente y ya no sabías si sentías miedo o ansiedad.
El miedo se mezcla con la ansiedad, el que dirán con tus propias expectativas.
La realidad empieza a tocar puertas, y hay que estar listos para ser buenos anfitriones.
Vic silbaba muy tranquila mientras preparaba las ensaladas y escuchaste como sonaba el timbre.
-Yo atiendo Vic
Estabas por agarrar el picaporte cuando Victoria te cortó en seco.
-Nono de ninguna manera, yo le abro a mi queridísimo invitado
-Vic, tranquila- le pediste
-Pero relajate querida- le pediste
-Hola que tal soy..- lo escuchaste hablar
-Pedro, verdad? Creo que puedo imaginarlo- lo interrumpió ella
-Vic- le llamaste la atención
-No dije nada ey- se defendió volteando hacia donde estabas
-Mmmmm...hola mi amor- lo saludaste, y te causó gracia verlo tan derechito, aun sin pasar la puerta, tenso y hasta podrías decir traspirando. Vic tenía un brazo en la puerta trancando la entrada, y el parecía un pollito mojado buscando protección.
-Traje helado- dijo de pronto
-mmm helado...que rico, espero no sea de limón- dijo en voz alta pero vos supiste que era un mensaje para vos, Facundo siempre traía helado de limón que le gustaba a él nada más.
-No, lo odio al de limón
-Pasa Pepe, te puedo decir pepe verdad?
-Si, claro- le dijo luego de un largo suspiro. Luego prácticamente corrió a tus brazos y Vic te moduló con sus labios un "estuve bien no?"
Estaban los cuatro almorzando, carne al horno con ensaladas, por ahora todo venía bien, hasta se podría decir que Vic estaba (dentro de lo que podía llegar a ser) simpática.
Al parecer Pedro pensaba lo mismo y se iba relajando porque la mano que tenía en tu pierna ya no te estrangulaba tanto como al comienzo del almuerzo.
Había bastante buena onda entre el marido de tu amiga y Pedro, y eso te tranquilizaba. No sabes cómo pero de pronto escuchaste...
-Entonces el finde del 21 que te parece?
-Ah sería genial, este finde nos vamos a Cordoba con Pochi y me traigo todo- decía el.
-Pochi?- preguntó Vic
-Pochi, Pau - dijo el un tanto confundido
-Es que a Paula nunca le gustó que le digan Pochi, te acordás Pau?- preguntó ella y vos te pusiste bordo.
-De verdad? Nunca se quejo
-Y.. viste los maridos tenemos ciertas ventajas- dijo tu cuñado
Y la viste cruzarse de brazos, casi ofendida, porque Pedro ganaba terreno sobre un tema que ella nunca pudo hacer nada.
-A donde piensan ir ustedes?- preguntaste al fin. Mientras tu loro parlanchín acotaba "de parranda". Sacudiste tu cabeza y ellos te miraron
-De pesca amor, no estabas escuchando?- te preguntó tu novio- al fin encontré a un fanático como yo
"Mentira, parranda" repetía el loro aleteando. Que alguien lo pesque a él, por favor.
-Ah mirá que copado, me lo tenes que cuidar cuñado- acotaste besando a tu novio de costado.
-Una vez que traes algo como la gente Pau...- y se calló enseguida
-Muchas malas decisiones mi novia?
-Pedro basta
-Pero me interesa che, estamos jodiendo amor
***
Por suerte, el ambiente se había relajado. Te estabas empezando a sentir cómodo, y te llevabas un pedazo de carne a la boca.
-Qué intenciones tenes con Pochi?- te preguntó Vic remarcando el Pochi.
Vos, en algo así como un momento muy incómodo, te atragantaste. Paula, te golpeó la espalda, hasta que finalmente recuperaste tu compostura
-Cómo?
-Es sordo tu novio Paula?- básicamente esta chica era muy amable con vos.
-Vico- le dijo tu novia
-Hace mucho no me decís así-retrucó ella confundida
-A la cocina
Cuando volvieron la notaste bastante más simpática, si eso era posible, en ese intento de chuky parte 3.
-Entonces, pepe- dijo mirando de manera cómplice a tu novia- vos que idea tenes más o menos con mi amiga?- te preguntó repitiendo cada palabra lentamente, como pensandolas.
-A ver, sinceramente no se porque te caigo tan mal, yo a tu amiga la amo, y me la juego por ella desde que la conocí, quiero que conozca a mi mamá porque es de las personas más importantes que tengo, si eso es un complejo no resuelto, no, no lo es, solo que mi infancia seguramente no fue ni la mitad de lo feliz que fue la tuya. Si tu inquietud es que la lastime a tu amiga, creeme que es lo ultimo que quiero hacer. La verdad que a mi personalmente caerte bien me da igual, hago estas cosas solo por Pau, no por vos, no necesito tu visto bueno, como Paula no necesita el de mi mamá, nosotros somos 2, como vos con tu marido que son dos.
-Quién te dijo que no me caes bien? Acompañame a preparar café así no se duermen en la oficina
Vos miraste a tu novia por apoyo y ella te dio el visto bueno
Vic cerró la puerta y empezó a hablar
-Mirá la verdad que no me caes mal, mas allá de lo que vos pienses. Paula es como mi hermana y ya tomo bastantes malas decisiones en su vida, no quiero que vos seas una de ellas
-Y sabes bastantes cosas mías por eso supones que lo soy
-Yo estaba acá cuando ella venía llorando por tu culpa, pense varias veces en agarrar el auto y pasarte por encima
-jajajaja
-No te rías, no estoy jodiendo. Yo la vi echa un trapo de piso al finalizar otras relaciones y te juro, escuchame bien abogadito, repetís la historia y voy por vos
-No tenes porque amenazarme
-Se quien sos, y los problemas que traes, supongo que debes saberlo
-Pienso que estas celosa
-Celosa yo? y eso por que seria?
-Porque ahora tenes un poco menos la atención de paula, porque a vos nunca te dejo decirle pocha, y porque nunca lograste sacarla de viaje desde hace ya varios años
-no tiene nada que ver eso
-Sabes que si, y sabes que no estoy aca para competir con vos, ya te dije que es lo que pienso
-Me gusta que vayas de frente
-Y a mi no me gusta el café hervido
-Qué? jajajajjaja el agua!! como no me avisas?
-Es que estabas ocupada tratando de hundirme
-Pero no lo logré, te voy a dar una chance, aprovechala.
-Dale preparame el café que tengo que trabajar, querés?
Ya estabas abriendo la puerta cuando escuchaste
-Pedro?
-Si?
-De verdad no te estaba tratando mal, podría ser mucho más antipática
-Ah... una divina, como puede ser que seas amiga de mi mujer?
-Siempre tiene que haber una amiga buena y una mala, es la ley de la vida.
***
-No fue tan malo eh?- le preguntaste cuando entraron al auto
-Me jodes? Casi me come vivo, de donde la sacaste? De un reformatorio?
-No te va a matar, no te preocupes, lo dice siempre
-Ah buenisimo me quedo más tranquilo. Me vas a tener que pagar con creces, eh? Vas al estudio?
-Si, al estudio. Con creces? Bastante voy a tener con tu mamá
-Eso no es paga, ya voy a pensar en algo. Dormimos en casa hoy- te dijo antes de darte un beso y arrancar.
Al fin Victoria ya era un tema resuelto de alguna manera, ahora te tocaba a vos, ir por tu suegra.
Sabías cuanto Pedro la adoraba y eso era lo que más ruido te hacía.
Desde que conociste la historia no podías dejar de pensar en ella, en lo que tuvo que pasar no solo Pedro, sino también tu suegra. La historia que había atrás, una psiquis dañada, una familia que recomponer.
Tus dudas se acrecentaban sería protectora? Alegre o una mujer triste quizás? Tendría cicatrices? Congeniarían o te echaría de su casa?
Vos, con tu realidad tan de princesa, pero que aun así te ahogabas en ella, tenias que enfrentarte a la realidad de una mujer golpeada, por un hombre y por la vida.
Las preguntas se agolpaban en tu mente y ya no sabías si sentías miedo o ansiedad.
El miedo se mezcla con la ansiedad, el que dirán con tus propias expectativas.
La realidad empieza a tocar puertas, y hay que estar listos para ser buenos anfitriones.
viernes, 17 de enero de 2014
Capítulo 31
-Nonono vos claramente enloqueciste- le dijiste mientras saltabas de la cama
-jajaja ahora no te resulta tan gracioso hablar con mamá?- se burló el muy yeguo de vos.
-Basta Pedro, el celular es una cosa, pero esto... esto de viajar no... claramente no estoy preparada, decile algo
-Tenés razón ahora le escribo que su nuera no quiere ir- te dijo mientras agarraba el celular
-No!! que hacés?- saltaste sobre la cama de manera brusca, que hasta el loro parlanchín se despertó.
-No me dijiste que no querías ir gordita?- te preguntó mientras te abrazaba, colocándote arriba de él.
-Basta de reírte de mí- le dijiste haciendo puchero
-Me gustas mucho mucho así toda asustada te lo dije?
-Es que no entendés a mi nunca me quisieron las suegras, te juro siempre fui demasiado torpe para esas relaciones, y si... si acaso no le caigo bien?
-Y como se te ocurre- te dijo mientras colocaba un mechón de pelo detrás de tu oreja- que no le podes caer bien?
-No se, por ejemplo, tu mamá es rubia o morocha?
-Eso importa?- te preguntó bastante sorprendido
-Claro que importa, quizás es rubia y odia a las morochas o por ahí odia a las rubias, y si piensa que soy hueca y no me quiere abrir la puerta? O por ahí me echa...eso sería un papel...te estas riendo? Pedrooo! Estoy hablando enserio- le dijiste con el ceño fruncido
-Nono esta conversación de ninguna manera puede ser seria. Mamá es rubia y no tiene ningún tipo de perjuicio. Es muy alegre, vive cantando, aunque no afina muy bien
-Ah ya se a quien saliste...
-Perdón? Ah no-te dijo para atacarte. Si, era un ataque de cosquillas.
El loro parlanchín se removía molesto, no solo odiaba que lo despierten, odiaba las cosquillas, las sentía como una invasión a su privacidad. Desde ya que Pedro no estaba sumando demasiados puntos con él.
Agito sus alas y lanzó un jmmmm : "te dije que era un desubicado"
***
-Te pensas levantar?- le preguntaste como pudiste mientras te lavabas los dientes, en el umbral de la puerta, con una toalla cubriendo tus caderas.
-Estas muy lindo así, sabías?
-Y vos muy exigente...
Ella revoleó los ojos. Y te apresuraste en acotar.
-Y me gusta. Mucho. Pero mejor seguimos a la noche, tengo que resolver un caso, podes creer que una abogada quiso abusar de mis encantos para saltear etapas?
-Que descarada esa muchacha no?- te dijo sonriendo
-Pensé en hacerle caso, estaba muy buena.
-De verdad? Vení un cachito- te dijo haciéndote señas con el dedo
-Decime
-Pobre, pobre, pobre de vos si un día se te cruza otra mina por delante estando conmigo eh?- te dijo rosando tus labios.
-mmm...miedo. Entonces nunca se me va a cruzar nadie porque yo quiero pasar toda mi vida con vos- y la viste enrojecer.
-Por qué sos tan tierno a veces?
-Porque vos no me terminas de creer mon cherie. Te reservas el finde entonces?
-No me queda otra?
-Vos te hiciste la canchera... y no, igual te va a encantar mamá, eso si, no me hagas sufrir que soy su bebé.
Ella se echó a reír y vos te empezaste a cambiar.
Empezabas a recordar cuando ella te parecía histérica. Si tenías que sincerarte desde el momento cero te había hipnotizado, pero después vino con sus histeriqueos, sus planteos, sus rabietas, y te exasperó, vaya que lo hizo.
Vos mismo, luchabas contra ella, pero su imagen se planteaba una y otra vez en tu cabeza (eso nunca se lo contarías).
Recordabas como esa primer charla, ese primer cruce en el que la viste por primera vez como una persona sensible, que lejos estabas antes de descubrir a la verdadera Paula, esa que hoy te morías porque sea tu mujer.
Pau, conocía la historia de tu vida casi de pie a cabeza, estuvo ahí sin que siquiera se lo pidas, y mucho más cuando se lo pediste.
Nunca olvidarías el primer día que la viste, bella pero con esos ojos tristes que tanto cautivaron tu atención. Una coraza la cubría y poco a poco la fuiste descubriendo.
Vos, no estabas nervioso (como si lo estaba ella) por el encuentro con tu mamá, sabías que la amaría, casi tanto como vos.
-Ey- te dijo tocando tu hombro y sacándote de tu trance
-Que amor?- le preguntaste anudandote la corbata
-Te estaba hablando pero parece que estabas en la tuya- te dijo mientras acomodaba tu corbata. Quisquillosa
-No te escuché. Pensaba en vos, en nosotros.
-Mmmm que lindo, y eso por qué?
-Porque me haces bien, muy bien- le dijiste consultando tu reloj- me voy.
-No vas a desayunar conmigo?- pucherito.
-No puedo, desayuna tranquila y salí con las nuevas llaves- le dijiste guiñándole el ojo
***
-Necesito que hablemos, dale
-...
-Si tengo la mañana tranquila
-...
-En casa, en un bar, voy a tu casa no se
-...
-En lo de Pedro, pero voy donde me digas
-...
-No empieces
-...
-Voy para allá entonces, prepará el mate. Esto es un claro código naranja.
-...
-Si, ya se que hace mucho no había este tipo de alertas.
-Pasa dale- te dijo rápido mientras habría la puerta
-Gracias gracias amiga- le dijiste abrazandola
-Sisi ya ya
-Hola tíaaaaa!- te dijeron sus hijos a la par
-Hola bonitos, ya se van?
-Si, tenemos dibujo Pau!- te explicó ella.
-Asi que dibujo eh?- dijiste mirando a tu amiga
-Vamos chicos- apareció su papá. -Hola Pau, no te vi, a ver cuando hacemos cena los 4 eh?
-Si, claro, que ideas brillantes tenes amor- lo interrumpió Vic, irónicamente, obvio.
-Que bueno dibujo eh- le dijiste cuando se quedaron solas
-Tienen 5 años!! Sabes lo que es? Son vacaciones!!
-jajajaja me matas!!
-Dale te mato, matar quiero al susodicho, que te hizo ahora?
-Estamos bien..
-Paula? Te conozco, ya sabes lo que pienso de el, no quiero que te lastime gorda, vos ya tenías las mil y una antes de que aparezca, y el con sus mambos no se, no me convence, vos sos feliz?
-Como nunca antes, lo juro.
-Ok, eso es bueno al menos. Contame que paso con las otras dos que aparecieron
Así lo hiciste, le contaste las novedades hasta donde podías y arreglando un poco los detalles que sabías no serían de su agrado, entre el loro parlanchín y Vic, no sabías cual era más dificil.
-Bueno dentro de todo bien, que se yo, también le pasan todas, parece el profesor de filosofía ese que teníamos te acordas? Todas le habían pasado según el, que embole!
-Bueno pobrecito Vic, el no tiene la culpa
-No, el no, pero vos te los buscas eh.
-Ahora me vas a atacar a mi?
-Quién ataca? Ay por favor amiga, vos me conoces y si lo quisiera atacar sería peor, digamos que todavía no es de mi total agrado, ahí si?
-El finde me voy a Cordoba
-Guauuuu, hace mucho no salías de la ciudad eh?
-Tampoco tanto che, 5 años?
Y la viste revolear los ojos, mientras empezaba a pasar quita esmalte a sus uñas.
-Se van juntos?- te preguntó.
-Me lleva a conocer a mi suegra.
Y ella se empezó a reir.
-Podes parar?????
-Es que recién caigo de que venía esta amorosa visita, tenes miedo verdad?
-Mucho. El dice que va a estar todo bien
-Propuesta de el?
-En realidad primero me escribió la madre que me quería conocer, que ya iban un par de meses, que la vayamos a visitar y eso, y cuando le conté a el hablo por teléfono con la madre y arregló todo, así que si medio a propuesta de el.
-Eso me gusta, ves que puedo reconocerle las cosas buenas? Estoy madurando
-jajajjajaa- y era tu turno de reírte.
-Y que onda el con su madre?
-Y... viste que te conte lo del padre, con su mamá tiene un vínculo muy especial, se nota cuanto la quiere, y creo que aún piensa que tiene medio como una cuenta pendiente con ella, sabes? Pero me gusta mucho como piensa y habla de ella.
Tu amiga te aconsejaba y te tranquilizaba. Ella te conocía como nadie. Sabía del miedo, no, miedo no, pánico, que sentías ante las presentaciones formales, siempre fue un karma para vos, el punto sensible, el punto de inflexión en una relación.
De a dos te manejabas a la perfección, pero cuando tenías que juntarte con las familias, eso si que era desastroso, siempre fuiste torpe. Te había pasado de todo: romper cosas, comentarios desafortunados, preguntas incómodas. Todo.
-No es ta grave Paula, la mina te va a odiar, de paso preguntale que hacer con la finada jajajaja
-Victoriaaaaa!
-Bueno, si, tenés razón, mala mía, me desubiqué... cuasi finada.
-No cambias más eh.
-Te suena el celular querida, por decir de alguna manera ya que lo tenes siempre en silencio.
-Hola amor
Si, le respondías con señas a Vic, que te preguntaba si era Pedro
-Acá en lo de Vic, no recién a las 3 entro, bueno almorcemos juntos entonces.
De pronto, sentiste como retiraban el celular de tu oreja, y te dedicaste a escuchar.
-Hola Pedro, soy Victoria
-...
-Sisi como sea, anotá la dirección, te esperamos a almorzar en casa
-...
-No, claro que no podes decir que no.
-...
-Si, muchos puntos restarías. Si la vas a llevar con tu mamá primero tenes que conocerme
-...
-Si, ya me contó. No des vueltas, te esperamos.
Y cortó. Así sin más.
-Ves como madure? Creo que hasta fui simpática.
Si el diccionario fuera con imágenes, al lado de la palabra atónita, debería estar tu cara en este momento.
-jajaja ahora no te resulta tan gracioso hablar con mamá?- se burló el muy yeguo de vos.
-Basta Pedro, el celular es una cosa, pero esto... esto de viajar no... claramente no estoy preparada, decile algo
-Tenés razón ahora le escribo que su nuera no quiere ir- te dijo mientras agarraba el celular
-No!! que hacés?- saltaste sobre la cama de manera brusca, que hasta el loro parlanchín se despertó.
-No me dijiste que no querías ir gordita?- te preguntó mientras te abrazaba, colocándote arriba de él.
-Basta de reírte de mí- le dijiste haciendo puchero
-Me gustas mucho mucho así toda asustada te lo dije?
-Es que no entendés a mi nunca me quisieron las suegras, te juro siempre fui demasiado torpe para esas relaciones, y si... si acaso no le caigo bien?
-Y como se te ocurre- te dijo mientras colocaba un mechón de pelo detrás de tu oreja- que no le podes caer bien?
-No se, por ejemplo, tu mamá es rubia o morocha?
-Eso importa?- te preguntó bastante sorprendido
-Claro que importa, quizás es rubia y odia a las morochas o por ahí odia a las rubias, y si piensa que soy hueca y no me quiere abrir la puerta? O por ahí me echa...eso sería un papel...te estas riendo? Pedrooo! Estoy hablando enserio- le dijiste con el ceño fruncido
-Nono esta conversación de ninguna manera puede ser seria. Mamá es rubia y no tiene ningún tipo de perjuicio. Es muy alegre, vive cantando, aunque no afina muy bien
-Ah ya se a quien saliste...
-Perdón? Ah no-te dijo para atacarte. Si, era un ataque de cosquillas.
El loro parlanchín se removía molesto, no solo odiaba que lo despierten, odiaba las cosquillas, las sentía como una invasión a su privacidad. Desde ya que Pedro no estaba sumando demasiados puntos con él.
Agito sus alas y lanzó un jmmmm : "te dije que era un desubicado"
***
-Te pensas levantar?- le preguntaste como pudiste mientras te lavabas los dientes, en el umbral de la puerta, con una toalla cubriendo tus caderas.
-Estas muy lindo así, sabías?
-Y vos muy exigente...
Ella revoleó los ojos. Y te apresuraste en acotar.
-Y me gusta. Mucho. Pero mejor seguimos a la noche, tengo que resolver un caso, podes creer que una abogada quiso abusar de mis encantos para saltear etapas?
-Que descarada esa muchacha no?- te dijo sonriendo
-Pensé en hacerle caso, estaba muy buena.
-De verdad? Vení un cachito- te dijo haciéndote señas con el dedo
-Decime
-Pobre, pobre, pobre de vos si un día se te cruza otra mina por delante estando conmigo eh?- te dijo rosando tus labios.
-mmm...miedo. Entonces nunca se me va a cruzar nadie porque yo quiero pasar toda mi vida con vos- y la viste enrojecer.
-Por qué sos tan tierno a veces?
-Porque vos no me terminas de creer mon cherie. Te reservas el finde entonces?
-No me queda otra?
-Vos te hiciste la canchera... y no, igual te va a encantar mamá, eso si, no me hagas sufrir que soy su bebé.
Ella se echó a reír y vos te empezaste a cambiar.
Empezabas a recordar cuando ella te parecía histérica. Si tenías que sincerarte desde el momento cero te había hipnotizado, pero después vino con sus histeriqueos, sus planteos, sus rabietas, y te exasperó, vaya que lo hizo.
Vos mismo, luchabas contra ella, pero su imagen se planteaba una y otra vez en tu cabeza (eso nunca se lo contarías).
Recordabas como esa primer charla, ese primer cruce en el que la viste por primera vez como una persona sensible, que lejos estabas antes de descubrir a la verdadera Paula, esa que hoy te morías porque sea tu mujer.
Pau, conocía la historia de tu vida casi de pie a cabeza, estuvo ahí sin que siquiera se lo pidas, y mucho más cuando se lo pediste.
Nunca olvidarías el primer día que la viste, bella pero con esos ojos tristes que tanto cautivaron tu atención. Una coraza la cubría y poco a poco la fuiste descubriendo.
Vos, no estabas nervioso (como si lo estaba ella) por el encuentro con tu mamá, sabías que la amaría, casi tanto como vos.
-Ey- te dijo tocando tu hombro y sacándote de tu trance
-Que amor?- le preguntaste anudandote la corbata
-Te estaba hablando pero parece que estabas en la tuya- te dijo mientras acomodaba tu corbata. Quisquillosa
-No te escuché. Pensaba en vos, en nosotros.
-Mmmm que lindo, y eso por qué?
-Porque me haces bien, muy bien- le dijiste consultando tu reloj- me voy.
-No vas a desayunar conmigo?- pucherito.
-No puedo, desayuna tranquila y salí con las nuevas llaves- le dijiste guiñándole el ojo
***
-Necesito que hablemos, dale
-...
-Si tengo la mañana tranquila
-...
-En casa, en un bar, voy a tu casa no se
-...
-En lo de Pedro, pero voy donde me digas
-...
-No empieces
-...
-Voy para allá entonces, prepará el mate. Esto es un claro código naranja.
-...
-Si, ya se que hace mucho no había este tipo de alertas.
-Pasa dale- te dijo rápido mientras habría la puerta
-Gracias gracias amiga- le dijiste abrazandola
-Sisi ya ya
-Hola tíaaaaa!- te dijeron sus hijos a la par
-Hola bonitos, ya se van?
-Si, tenemos dibujo Pau!- te explicó ella.
-Asi que dibujo eh?- dijiste mirando a tu amiga
-Vamos chicos- apareció su papá. -Hola Pau, no te vi, a ver cuando hacemos cena los 4 eh?
-Si, claro, que ideas brillantes tenes amor- lo interrumpió Vic, irónicamente, obvio.
-Que bueno dibujo eh- le dijiste cuando se quedaron solas
-Tienen 5 años!! Sabes lo que es? Son vacaciones!!
-jajajaja me matas!!
-Dale te mato, matar quiero al susodicho, que te hizo ahora?
-Estamos bien..
-Paula? Te conozco, ya sabes lo que pienso de el, no quiero que te lastime gorda, vos ya tenías las mil y una antes de que aparezca, y el con sus mambos no se, no me convence, vos sos feliz?
-Como nunca antes, lo juro.
-Ok, eso es bueno al menos. Contame que paso con las otras dos que aparecieron
Así lo hiciste, le contaste las novedades hasta donde podías y arreglando un poco los detalles que sabías no serían de su agrado, entre el loro parlanchín y Vic, no sabías cual era más dificil.
-Bueno dentro de todo bien, que se yo, también le pasan todas, parece el profesor de filosofía ese que teníamos te acordas? Todas le habían pasado según el, que embole!
-Bueno pobrecito Vic, el no tiene la culpa
-No, el no, pero vos te los buscas eh.
-Ahora me vas a atacar a mi?
-Quién ataca? Ay por favor amiga, vos me conoces y si lo quisiera atacar sería peor, digamos que todavía no es de mi total agrado, ahí si?
-El finde me voy a Cordoba
-Guauuuu, hace mucho no salías de la ciudad eh?
-Tampoco tanto che, 5 años?
Y la viste revolear los ojos, mientras empezaba a pasar quita esmalte a sus uñas.
-Se van juntos?- te preguntó.
-Me lleva a conocer a mi suegra.
Y ella se empezó a reir.
-Podes parar?????
-Es que recién caigo de que venía esta amorosa visita, tenes miedo verdad?
-Mucho. El dice que va a estar todo bien
-Propuesta de el?
-En realidad primero me escribió la madre que me quería conocer, que ya iban un par de meses, que la vayamos a visitar y eso, y cuando le conté a el hablo por teléfono con la madre y arregló todo, así que si medio a propuesta de el.
-Eso me gusta, ves que puedo reconocerle las cosas buenas? Estoy madurando
-jajajjajaa- y era tu turno de reírte.
-Y que onda el con su madre?
-Y... viste que te conte lo del padre, con su mamá tiene un vínculo muy especial, se nota cuanto la quiere, y creo que aún piensa que tiene medio como una cuenta pendiente con ella, sabes? Pero me gusta mucho como piensa y habla de ella.
Tu amiga te aconsejaba y te tranquilizaba. Ella te conocía como nadie. Sabía del miedo, no, miedo no, pánico, que sentías ante las presentaciones formales, siempre fue un karma para vos, el punto sensible, el punto de inflexión en una relación.
De a dos te manejabas a la perfección, pero cuando tenías que juntarte con las familias, eso si que era desastroso, siempre fuiste torpe. Te había pasado de todo: romper cosas, comentarios desafortunados, preguntas incómodas. Todo.
-No es ta grave Paula, la mina te va a odiar, de paso preguntale que hacer con la finada jajajaja
-Victoriaaaaa!
-Bueno, si, tenés razón, mala mía, me desubiqué... cuasi finada.
-No cambias más eh.
-Te suena el celular querida, por decir de alguna manera ya que lo tenes siempre en silencio.
-Hola amor
Si, le respondías con señas a Vic, que te preguntaba si era Pedro
-Acá en lo de Vic, no recién a las 3 entro, bueno almorcemos juntos entonces.
De pronto, sentiste como retiraban el celular de tu oreja, y te dedicaste a escuchar.
-Hola Pedro, soy Victoria
-...
-Sisi como sea, anotá la dirección, te esperamos a almorzar en casa
-...
-No, claro que no podes decir que no.
-...
-Si, muchos puntos restarías. Si la vas a llevar con tu mamá primero tenes que conocerme
-...
-Si, ya me contó. No des vueltas, te esperamos.
Y cortó. Así sin más.
-Ves como madure? Creo que hasta fui simpática.
Si el diccionario fuera con imágenes, al lado de la palabra atónita, debería estar tu cara en este momento.
jueves, 16 de enero de 2014
Capítulo 30
La escuchaste e instantáneamente cerraste los ojos, casi como una defensa, como una muralla.
La acercaste a vos, contra vos, la rodeaste con tu brazo, y respiraste en su oído.
-Me matas gorda
-No era la idea- te dijo despacito
-Ya lo se, como vamos a encarar todo? Porque vos estás cnmigo verdad?
-Siempre mi amor- te dijo mirando el celular- aunque ahora no, tengo que irme
-Problemas?
-Algo así
-Contame- le pediste
-No no puedo amor, después te llamo y hablamos, o, nos vemos en la oficina mañana mejor
-Qué?- le preguntaste deteniéndola en la puerta del departamento (técnicamente la aplastaste contra la puerta de madera de entrada)
-Ay bruto!- se quejó- no puedo te dije, mañana hablamos
-Y qué es tan grave que no me podes contar? Secretos?
Ella revoleó los ojos, abriendolos de par en par.
-Me jodes? Vos me hablas de secretos? Está todo bien. No seas chiquilin, no puedo hablar y punto.
-Nunca me lo vas a perdonar no?
-Que cosa?- te preguntó dándose vuelta
-Mis secretos, los traes siempre a colación. No me sirve si me perdonas pero me los recordás cada 5 minutos.
-No Pedro, no, te conozco. Me haces esta escenita para que te cuente que es lo que pasa.
-No de verdad no- le dijiste apenado- de verdad, soy esto, estos son mis mambos y mis inseguridades, este soy yo, ya deberías saberlo.
-Pense que la sensible de la relación era yo- te dijo acariciando tu barba incipiente.
-A mi no me gusta que se note, vos lloras hasta por una mancha nueva en la pared
-Tonto- te retó.
-No es una escena- le dijiste sincero
-Peor aún. Yo te perdone si es que hay algo por perdonar, no lo traigo cada 5 minutos a colación solo me pareció bastante gracioso que me dijeras eso, y me encanta que seas sensible, pero aflojale. Ahora me voy, hablamos después.
-Y te vas así? Sin contarme?
-Sos lindo hasta cuando sos denso eh. Es el caso que tenemos en común, no puedo hablarlo con vos, contento?
-Qué? Si iba todo bien...
-Vos lo dijiste...iba. Nos vemos mañana amor, tengo cosas que resolver.
***
-Yo te dije o no te lo dije ester? Estabamos tan cerca, no puedo creer lo que hiciste!
-Pero se me escapo, estabamos cerca, sentí que era el momento
-Dios Ester! Te dije que me preguntes cada cosa que hagas. Nadie quería tomar tu caso y yo lo tomé, hicimos concesiones, dimos y recibimos y a vos a una semana de que prácticamente se te conceda la custodia se te ocurre decirle que sos su mamá??? En que cabeza cabe?
-No me retes Paula, ya se que le erré, tendrías que haber visto su cara
-Errarle? Errarle no es la palabra- le repetías mientras dabas círculos.
-Y ahora? Esto es un retroceso?
-Me preguntas en serio Ester? No es que me la quiera agarrar con vos, pero es un evidente retroceso. Ahora... ahora debería hablar con la otra parte. Tenemos que volver a negociar, seguramente la asistente social ya este al tanto, y en el medio del caso, ya casi la teníamos de nuestro lado, ya casi que teníamos la custodia.
-Pero fue una sola semana que me anticipe!!- se defendió ella, mientras tomaba su taza de café.
-Pero el como fue desastrozo!! Se lo gritaste!
-Entendeme, por favor- se quebró- me hablaba de su mamá, y no doy más, me contaba sus cosas, yo soy su mamá, yo estoy luchando por ella, no te das una mano de lo inhumano que es escuchar el amor con el que habla de ella, sentí... sentí que nunca me va a aceptar, necesitaba que lo sepa
-Pero no así, necesito que lo aceptes para que pueda planificar como seguir...
-Lo entiendo, lo entiendo, que hago? Me odia ahora
-No te odia, pero va a seguir así unos días más, es chico.
-Hace todo lo que puedas, por favor.
Eran las 6 de la mañana y ya no pegabas un ojo.
Detestabas los imprevistos, y este claramente era un imprevisto. No solías trabajar con menores, vos no conocías muchos de estos.
La pregunta del millón era por que lo habías agarrado. La respuesta sería algo parecido al momento en que te encontrabas cuando apareció el caso, vos y tu mambo con el reloj biológico, con la soledad, la edad de Ester, las posibilidades de que tu vida pudiera ser parecida a la de ella.
La soledad te pegaba desde un punto, que hoy ya no lo hacía, aunque miles de mambos se agolparan igual en tu cabeza.
Pedro, la cuasi finada, ahora la de panza redonda, el, sus mambos, su sensibilidad, tu hermana, ese si que era un tema que aun no querías afrontar.
Preparaste el desayuno y partiste para la oficina.
Pediste cita para ver a tu novio, ahora no novio, sino la parte con la que debías empezar a tratar.
Silvia (la turra de panza redonda) te comunicó con Clara y a las 9 tenías la reunión.
-Mirá que han puesto excusas para verme pero como esta ninguna- te dijo el en tono burlón.
-Pedro, vengo como abogada
-Y sin humor, veo. Sentate
-Ester, mi defendida, dio un paso en falso. Tenemos que ver como solucionarlo
-Paso en falso? A que te referís?
-Le contó la verdad al menor
-Qué????
-Eso.
-Y a eso le llamas paso en falso? No se, y que querés que haga yo?
-Una conciliación
-No, acá la asistente social ya tomó parte, esto pudo haber sido perjudicial, no se trata solo de una conciliación, no se puede, vos lo sabes.
-Pedro... por favor, no sabes como está Ester.
-Pero veo como estas vos... como está usted abogada, de ninguna manera, ayer no lo podías hablar, hoy no podes usar lo nuestro para saltar etapas, nos jugamos la carrera, me preocupa que no lo hayas pensado
-Es que lo pensé
-Entonces me preocupa que te arriesgues, no hagas que pida un cambio en la defensa
-Qué? No lo harías.
-No me obligues, esto no tiene nada que ver con nosotros. Habla con el grupo de tu estudio y presentá por escrito la mejor solución que se te ocurra, y no te metas de más, es la última vez que te lo digo, la advertencia va como novio, como abogado ya hubiera hablado con el fiscal, o con el interventor.
-Me equivoqué con vos- le dijiste levantándote de la silla y dirigiéndote a la puerta.
El colocó su mano en la puerta antes que siquiera puedas amagar a abrirla.
-No te equivocaste conmigo. Te equivocaste en mezclar las cosas. Te veo en casa a la noche.
-No mezcles las cosas vos ahora.
-La conversación ya terminó.
-Yo pedí la reunión y yo digo cuando termina, Alfonso.- le dijiste cual protagonista de novela antes de cruzar la puerta.
***
SMS Pedro: Si tenes problemas con tu defendida, no te la agarres conmigo. Te espero a la noche.
SMS Paula: pensé que podías ayudar
SMS Pedro: pensaste mal. Nosotros somos nosotros, fuera de tribunales.
SMS Paula: sigo chispita, cuidá tus palabras.
SMS Pedro: y yo me estoy enojando, basta.
SMS Paula: ¡?=?
SMS Pedro: me gustaría que defiendas nuestra relación, como defendes el caso. Cuidanos.
Después de días turbulentos, pensabas hacer las paces así de una, y tenías todo preparado para ello.
-De qué te reís? Con quién te mensajeas?- le preguntaste a ella que estaba tirada en el sillón.
-No vas a adivinar
La acercaste a vos, contra vos, la rodeaste con tu brazo, y respiraste en su oído.
-Me matas gorda
-No era la idea- te dijo despacito
-Ya lo se, como vamos a encarar todo? Porque vos estás cnmigo verdad?
-Siempre mi amor- te dijo mirando el celular- aunque ahora no, tengo que irme
-Problemas?
-Algo así
-Contame- le pediste
-No no puedo amor, después te llamo y hablamos, o, nos vemos en la oficina mañana mejor
-Qué?- le preguntaste deteniéndola en la puerta del departamento (técnicamente la aplastaste contra la puerta de madera de entrada)
-Ay bruto!- se quejó- no puedo te dije, mañana hablamos
-Y qué es tan grave que no me podes contar? Secretos?
Ella revoleó los ojos, abriendolos de par en par.
-Me jodes? Vos me hablas de secretos? Está todo bien. No seas chiquilin, no puedo hablar y punto.
-Nunca me lo vas a perdonar no?
-Que cosa?- te preguntó dándose vuelta
-Mis secretos, los traes siempre a colación. No me sirve si me perdonas pero me los recordás cada 5 minutos.
-No Pedro, no, te conozco. Me haces esta escenita para que te cuente que es lo que pasa.
-No de verdad no- le dijiste apenado- de verdad, soy esto, estos son mis mambos y mis inseguridades, este soy yo, ya deberías saberlo.
-Pense que la sensible de la relación era yo- te dijo acariciando tu barba incipiente.
-A mi no me gusta que se note, vos lloras hasta por una mancha nueva en la pared
-Tonto- te retó.
-No es una escena- le dijiste sincero
-Peor aún. Yo te perdone si es que hay algo por perdonar, no lo traigo cada 5 minutos a colación solo me pareció bastante gracioso que me dijeras eso, y me encanta que seas sensible, pero aflojale. Ahora me voy, hablamos después.
-Y te vas así? Sin contarme?
-Sos lindo hasta cuando sos denso eh. Es el caso que tenemos en común, no puedo hablarlo con vos, contento?
-Qué? Si iba todo bien...
-Vos lo dijiste...iba. Nos vemos mañana amor, tengo cosas que resolver.
***
-Yo te dije o no te lo dije ester? Estabamos tan cerca, no puedo creer lo que hiciste!
-Pero se me escapo, estabamos cerca, sentí que era el momento
-Dios Ester! Te dije que me preguntes cada cosa que hagas. Nadie quería tomar tu caso y yo lo tomé, hicimos concesiones, dimos y recibimos y a vos a una semana de que prácticamente se te conceda la custodia se te ocurre decirle que sos su mamá??? En que cabeza cabe?
-No me retes Paula, ya se que le erré, tendrías que haber visto su cara
-Errarle? Errarle no es la palabra- le repetías mientras dabas círculos.
-Y ahora? Esto es un retroceso?
-Me preguntas en serio Ester? No es que me la quiera agarrar con vos, pero es un evidente retroceso. Ahora... ahora debería hablar con la otra parte. Tenemos que volver a negociar, seguramente la asistente social ya este al tanto, y en el medio del caso, ya casi la teníamos de nuestro lado, ya casi que teníamos la custodia.
-Pero fue una sola semana que me anticipe!!- se defendió ella, mientras tomaba su taza de café.
-Pero el como fue desastrozo!! Se lo gritaste!
-Entendeme, por favor- se quebró- me hablaba de su mamá, y no doy más, me contaba sus cosas, yo soy su mamá, yo estoy luchando por ella, no te das una mano de lo inhumano que es escuchar el amor con el que habla de ella, sentí... sentí que nunca me va a aceptar, necesitaba que lo sepa
-Pero no así, necesito que lo aceptes para que pueda planificar como seguir...
-Lo entiendo, lo entiendo, que hago? Me odia ahora
-No te odia, pero va a seguir así unos días más, es chico.
-Hace todo lo que puedas, por favor.
Eran las 6 de la mañana y ya no pegabas un ojo.
Detestabas los imprevistos, y este claramente era un imprevisto. No solías trabajar con menores, vos no conocías muchos de estos.
La pregunta del millón era por que lo habías agarrado. La respuesta sería algo parecido al momento en que te encontrabas cuando apareció el caso, vos y tu mambo con el reloj biológico, con la soledad, la edad de Ester, las posibilidades de que tu vida pudiera ser parecida a la de ella.
La soledad te pegaba desde un punto, que hoy ya no lo hacía, aunque miles de mambos se agolparan igual en tu cabeza.
Pedro, la cuasi finada, ahora la de panza redonda, el, sus mambos, su sensibilidad, tu hermana, ese si que era un tema que aun no querías afrontar.
Preparaste el desayuno y partiste para la oficina.
Pediste cita para ver a tu novio, ahora no novio, sino la parte con la que debías empezar a tratar.
Silvia (la turra de panza redonda) te comunicó con Clara y a las 9 tenías la reunión.
-Mirá que han puesto excusas para verme pero como esta ninguna- te dijo el en tono burlón.
-Pedro, vengo como abogada
-Y sin humor, veo. Sentate
-Ester, mi defendida, dio un paso en falso. Tenemos que ver como solucionarlo
-Paso en falso? A que te referís?
-Le contó la verdad al menor
-Qué????
-Eso.
-Y a eso le llamas paso en falso? No se, y que querés que haga yo?
-Una conciliación
-No, acá la asistente social ya tomó parte, esto pudo haber sido perjudicial, no se trata solo de una conciliación, no se puede, vos lo sabes.
-Pedro... por favor, no sabes como está Ester.
-Pero veo como estas vos... como está usted abogada, de ninguna manera, ayer no lo podías hablar, hoy no podes usar lo nuestro para saltar etapas, nos jugamos la carrera, me preocupa que no lo hayas pensado
-Es que lo pensé
-Entonces me preocupa que te arriesgues, no hagas que pida un cambio en la defensa
-Qué? No lo harías.
-No me obligues, esto no tiene nada que ver con nosotros. Habla con el grupo de tu estudio y presentá por escrito la mejor solución que se te ocurra, y no te metas de más, es la última vez que te lo digo, la advertencia va como novio, como abogado ya hubiera hablado con el fiscal, o con el interventor.
-Me equivoqué con vos- le dijiste levantándote de la silla y dirigiéndote a la puerta.
El colocó su mano en la puerta antes que siquiera puedas amagar a abrirla.
-No te equivocaste conmigo. Te equivocaste en mezclar las cosas. Te veo en casa a la noche.
-No mezcles las cosas vos ahora.
-La conversación ya terminó.
-Yo pedí la reunión y yo digo cuando termina, Alfonso.- le dijiste cual protagonista de novela antes de cruzar la puerta.
***
SMS Pedro: Si tenes problemas con tu defendida, no te la agarres conmigo. Te espero a la noche.
SMS Paula: pensé que podías ayudar
SMS Pedro: pensaste mal. Nosotros somos nosotros, fuera de tribunales.
SMS Paula: sigo chispita, cuidá tus palabras.
SMS Pedro: y yo me estoy enojando, basta.
SMS Paula: ¡?=?
SMS Pedro: me gustaría que defiendas nuestra relación, como defendes el caso. Cuidanos.
Después de días turbulentos, pensabas hacer las paces así de una, y tenías todo preparado para ello.
-De qué te reís? Con quién te mensajeas?- le preguntaste a ella que estaba tirada en el sillón.
-No vas a adivinar
-Y… si no me decis no, como estamos hoy eh, yo quería
descomprimir.
-Y eso como sería?- y al fin tuviste su atención.
-Tengo un regalo.
-A ver…
-Solo si me decis con quién hablás
-Eso es chantaje puro, no vale
-Tomá, fíjate- le dijiste entregándole una cajita pequeña
-Qué es?
-Abrila
***
-Qué es esto mi amor?- le preguntaste
-La llave de mi corazón, jajjaja no, mentira, la llave de casa, sin secretos.
-Y después de lo de hoy
-Lo de hoy no es nada, solo aclaramos las cosas, la última vez que mezclas...
-Me gusta mucho el gesto amor, gracias- le dijiste visiblemente emocionada mientras te acercabas a besarlo.
El, ni lento ni perezoso, te llevaba hasta su cama. Entre besos, te acariciaba, y te depositaba en la cama. Mordiendo el lóbulo de tu oreja
derecha, se ve que la curiosidad pudo más, e interrumpió el momento.
-Con quién te mensajeabas?- te preguntó. Chau líbido, te
mandamos un besito.
-Con tu mamá- le retrucaste.
-Ah claro, con mamá- te respondió mientras retomaba la
actividad.
-Con quiénnnnnnnnnn?- y finalmente cayó.
Y le mostraste los mensajes. Uno a uno.
“Hola soy Ana, la mamá de Pedro”
“Bien querida, gracias. Hace más de cuatro meses que me
robaste la atención de mi bebé, me gustaría conocerte”
“Pueden venir a visitarme”
“Decile que me llame, que la semana pasada fue la última vez
que hablamos”
“Antes me llamaba todos los días…”
-Creo que el último fue un palo, me odiará ya?- le
preguntaste
-jajajajajaja, es un aparato, no ella te va a amar, como yo
te amo- te dijo para ahora sí, dedicarse a hacerte el amor.
***
-Sí vamos a ir- le dijiste mientras Paula dormía
-…
-Acá, conmigo
-…
-Duerme
-…
-Muy bien…si, muy enamorado
-…
-Falta
-…
La viste despertarse a Paula, y te miraba desconcertada.
-Si, prepará la habitación que el finde conoces a tu nuera.
Y ahora sí, seguramente se despertó.
Sus ojos parecían fuera de órbita, su cara de susto para
filmar. Y a vos te divertía tenerla en tus manos. De una, u otra manera.
domingo, 12 de enero de 2014
Capítulo 29
-Es... como muy chiquito no? Pero es muy lindo también, viste como se me reía? Yo lo veo parecido a mi, vos que decis? Se puede parecer al tío?
-jajajaja mi amor, no se ríe, acaba de nacer, es precioso si, pero yo lo veo parecido al papá.
-Pfffffff nada que ver, por ahí su nariz, pero es un Alfonso de pie a cabeza, bueno excepto la nariz, eso no nos pertenece.
-Me haces reir, te veo muy bien
-mmm yo también te veo MUY bien- le dijiste mientras la acercabas a vos, abrazándola.
-Pedrooooo
-Anoche no te quejabas- le murmuraste
-Anoche no estabamos en un hospital
-Bueno vamonos entonces
-Pedrooooooo
-Vas a gastar mi nombre Paulaaaaa
-Ahora si quiero que hablemos
-Me lo temía, saludamos a Caro y nos vamos
-Dale, vamos a tu casa?
-Si, pero antes pasamos porque no hay nada, de lo que se dice nada en casa.
-Bueno vos compra verduras que yo voy por las cosas del desayuno- te dijo besandote.
-Claro, como no- le dijiste, mientras pensabas que no podía ser muy difícil.
Cuatro clases de lechuga. Tres clases de tomate. Tres colores de morrones. Dos colores de repollo.
Decidiste esperar a que alguien se acercara a elegir, para seguir sus pasos, pero nadie se acercaba.
No estabas acostumbrado a hacer las compras, menos verduras, vos no hacías estas cosas, vos no cocinabas, como pensaba Paula que fueras capaz de tomar esas decisiones?
-No pensas comprar nada, amor? Nos vamos a quedar todo el día en el super.
-Ja, claro que iba a comprar, estaba...estaba intentando decidirme
-Siempre tardas tanto para elegir una misera planta de lechuga?- te preguntó haciendo el trabajo por vos
-Aunque no lo creas es la primera vez- y técnicamente no mentías.
-No soles venir al super no?
-No demasiado- admitiste
Y te sonrió.
-Vas a aprender muchas cosas conmigo- te dijo, y te gustó.
-Eso me gusta. Todo listo?
-Así es...
***
Lo esperabas y lo mirabas. Lo medías con la mirada. El te observaba atento, como pensando cada palabra, cada gesto.
Sus manos se movían a un ritmo inusitado.
-Me perdonas? No supe manejarlo, y se ve que no lo maneje de la mejor manera.
-Seguro que no.
-Con un si, te perdono, me conformaba
-Es que no tengo nada que perdonarte. Vos no decidiste que ella aparezca en nuestras vidas, y la verdad que yo la hacía más muerta que viva
-Pero está viva
-No necesito que me lo recuerdes.
-Por qué fuiste a verla?
-Pensé que la preguntas las hacía yo
-Pensaste mal, es una conversación no un interrogatorio.
-Quería verla, conocerla.
-Y que sentiste?
-Sabes? Nunca me detuve a pensarlo pero creo que una mezcla de lástima, no lástima no, compasión y remordimiento.
-Remordimiento por qué?- te preguntó acercándose, colocándose a tu par, así, como te gusta a vos.
-Es un tanto egoísta, pero deseaba con todas mis fuerzas que nunca se hubiera despertado.
Y sentiste sus brazos alrededor tuyo. Sentiste su calor, su respiración lenta y rítmica.
Te sentiste en este tu mundo, ese que había elegido, ese que querías.
Cerraste tus ojos al contacto, y relajaste tus brazos, sin abrazarlo.
El tomó uno a uno tus brazos, colocándolos en sus hombros, creando el abrazo.
-no te vayas nunca- te pidió en un susurro
-no me dejes ir
***
-Sabes?- interrumpiste el momento- a veces en la soledad de la noche, te miro y no puedo creerlo
-Que no podes creer?- te preguntó mientras acomodaba tus rulitos que se filtraban en tu rostro.
-Esto, nosotros, esto que siento, esto que nunca sentí.
Y te sonrió emocionada.
-Pero me da miedo- le soltaste
-Miedo?
-Me creas una sensacióon de dependencia que me asusta
-Cuando pense que te perdía...
-Cuando pensaste que me perdías?? Si tenía un moño en la cabeza
-Tanto así? Yo pense que te perdía.
-Que mal pensas...
-Soy MUY mal pensado
-Ya te tenías que desviar
-Es tu culpa- le dijiste
-Dale, que paso cuando pensaste estúpidamente que me perdías?
-Sentía que te llevabas todo de mí, que me dejabas en pampa y la vía. Por primera vez me di cuenta que lo que sentí con el accidente de Juana fue nada.
-Cómo que fue nada?
-Que en realidad ese no fue ningún vacío, esto era lo que verdaderamente importaba. Vos sos lo que me importa, y por eso volví.
-Y yo me alegro que hayas vuelto, y por mucho que me cueste que tengas a esa mujer cerca, la vamos a esperar, y yo voy a ayudar a que se recupere, eso sí, vamos a a hablar con los médicos para ver cual es la mejor manera de decirle que no sos su novio ni mucho menos.
-No tenes nada que preocuparte con ella.
-Lo se. Silvia?
***
-Eso es todo- te dijo finalmente
-Eso es todo? - repetiste enarcando las cejas
-Vos sabías como era, no me podes juzgar ahora
-Como eras?- le preguntaste desde tu lugar
-Si Paula como era, vos sabes que desde te conocí no me volví a acostar con alguien que no seas vos, no volví a mis andanzas
-No volviste a tus andanzas?
-Paulaaaaa deja de repetir todo!!!- te gritó. (EL tupe)
-Bueno Pedro, te entiendo a vos, estoy con vos y te acompaño, pero para mí tambien es difícil
-Para vos difícil? Y eso por qué?- te preguntó incrédulo
-Porque yo quería ser la que te de tu primer hijo- finalmente admitiste mientras te ruborizabas.
A veces los planes nos juegan una mala pasada, lo que soñamos no es lo que es. Los sueños se alejan de la realidad, y la realidad aparece así de pronto, para darnos vuelta la cara.
El tiempo, no siempre es nuestro mejor aliado. A veces, puede parecer más un enemigo.
El tiempo pasa, la edad avanza, el reloj biológico suena. Y a veces, resuena, y cuesta aceptarlo.
-jajajaja mi amor, no se ríe, acaba de nacer, es precioso si, pero yo lo veo parecido al papá.
-Pfffffff nada que ver, por ahí su nariz, pero es un Alfonso de pie a cabeza, bueno excepto la nariz, eso no nos pertenece.
-Me haces reir, te veo muy bien
-mmm yo también te veo MUY bien- le dijiste mientras la acercabas a vos, abrazándola.
-Pedrooooo
-Anoche no te quejabas- le murmuraste
-Anoche no estabamos en un hospital
-Bueno vamonos entonces
-Pedrooooooo
-Vas a gastar mi nombre Paulaaaaa
-Ahora si quiero que hablemos
-Me lo temía, saludamos a Caro y nos vamos
-Dale, vamos a tu casa?
-Si, pero antes pasamos porque no hay nada, de lo que se dice nada en casa.
-Bueno vos compra verduras que yo voy por las cosas del desayuno- te dijo besandote.
-Claro, como no- le dijiste, mientras pensabas que no podía ser muy difícil.
Cuatro clases de lechuga. Tres clases de tomate. Tres colores de morrones. Dos colores de repollo.
Decidiste esperar a que alguien se acercara a elegir, para seguir sus pasos, pero nadie se acercaba.
No estabas acostumbrado a hacer las compras, menos verduras, vos no hacías estas cosas, vos no cocinabas, como pensaba Paula que fueras capaz de tomar esas decisiones?
-No pensas comprar nada, amor? Nos vamos a quedar todo el día en el super.
-Ja, claro que iba a comprar, estaba...estaba intentando decidirme
-Siempre tardas tanto para elegir una misera planta de lechuga?- te preguntó haciendo el trabajo por vos
-Aunque no lo creas es la primera vez- y técnicamente no mentías.
-No soles venir al super no?
-No demasiado- admitiste
Y te sonrió.
-Vas a aprender muchas cosas conmigo- te dijo, y te gustó.
-Eso me gusta. Todo listo?
-Así es...
***
Lo esperabas y lo mirabas. Lo medías con la mirada. El te observaba atento, como pensando cada palabra, cada gesto.
Sus manos se movían a un ritmo inusitado.
-Me perdonas? No supe manejarlo, y se ve que no lo maneje de la mejor manera.
-Seguro que no.
-Con un si, te perdono, me conformaba
-Es que no tengo nada que perdonarte. Vos no decidiste que ella aparezca en nuestras vidas, y la verdad que yo la hacía más muerta que viva
-Pero está viva
-No necesito que me lo recuerdes.
-Por qué fuiste a verla?
-Pensé que la preguntas las hacía yo
-Pensaste mal, es una conversación no un interrogatorio.
-Quería verla, conocerla.
-Y que sentiste?
-Sabes? Nunca me detuve a pensarlo pero creo que una mezcla de lástima, no lástima no, compasión y remordimiento.
-Remordimiento por qué?- te preguntó acercándose, colocándose a tu par, así, como te gusta a vos.
-Es un tanto egoísta, pero deseaba con todas mis fuerzas que nunca se hubiera despertado.
Y sentiste sus brazos alrededor tuyo. Sentiste su calor, su respiración lenta y rítmica.
Te sentiste en este tu mundo, ese que había elegido, ese que querías.
Cerraste tus ojos al contacto, y relajaste tus brazos, sin abrazarlo.
El tomó uno a uno tus brazos, colocándolos en sus hombros, creando el abrazo.
-no te vayas nunca- te pidió en un susurro
-no me dejes ir
***
-Sabes?- interrumpiste el momento- a veces en la soledad de la noche, te miro y no puedo creerlo
-Que no podes creer?- te preguntó mientras acomodaba tus rulitos que se filtraban en tu rostro.
-Esto, nosotros, esto que siento, esto que nunca sentí.
Y te sonrió emocionada.
-Pero me da miedo- le soltaste
-Miedo?
-Me creas una sensacióon de dependencia que me asusta
-Cuando pense que te perdía...
-Cuando pensaste que me perdías?? Si tenía un moño en la cabeza
-Tanto así? Yo pense que te perdía.
-Que mal pensas...
-Soy MUY mal pensado
-Ya te tenías que desviar
-Es tu culpa- le dijiste
-Dale, que paso cuando pensaste estúpidamente que me perdías?
-Sentía que te llevabas todo de mí, que me dejabas en pampa y la vía. Por primera vez me di cuenta que lo que sentí con el accidente de Juana fue nada.
-Cómo que fue nada?
-Que en realidad ese no fue ningún vacío, esto era lo que verdaderamente importaba. Vos sos lo que me importa, y por eso volví.
-Y yo me alegro que hayas vuelto, y por mucho que me cueste que tengas a esa mujer cerca, la vamos a esperar, y yo voy a ayudar a que se recupere, eso sí, vamos a a hablar con los médicos para ver cual es la mejor manera de decirle que no sos su novio ni mucho menos.
-No tenes nada que preocuparte con ella.
-Lo se. Silvia?
***
-Eso es todo- te dijo finalmente
-Eso es todo? - repetiste enarcando las cejas
-Vos sabías como era, no me podes juzgar ahora
-Como eras?- le preguntaste desde tu lugar
-Si Paula como era, vos sabes que desde te conocí no me volví a acostar con alguien que no seas vos, no volví a mis andanzas
-No volviste a tus andanzas?
-Paulaaaaa deja de repetir todo!!!- te gritó. (EL tupe)
-Bueno Pedro, te entiendo a vos, estoy con vos y te acompaño, pero para mí tambien es difícil
-Para vos difícil? Y eso por qué?- te preguntó incrédulo
-Porque yo quería ser la que te de tu primer hijo- finalmente admitiste mientras te ruborizabas.
A veces los planes nos juegan una mala pasada, lo que soñamos no es lo que es. Los sueños se alejan de la realidad, y la realidad aparece así de pronto, para darnos vuelta la cara.
El tiempo, no siempre es nuestro mejor aliado. A veces, puede parecer más un enemigo.
El tiempo pasa, la edad avanza, el reloj biológico suena. Y a veces, resuena, y cuesta aceptarlo.
sábado, 11 de enero de 2014
Capítulo 28
-Te amo- le susurrabas mientras besabas su pecho.
-Yo también, que estúpido fui, verdad?- te dijo reincorporándose un poco en la cama
Vos, alzaste las sábanas blancas, tapándote.
-Pero ya está, estamos bien, verdad?- le preguntaste casi como una niña de 5 años, casi asustada, casi temerosa.
El te acercó a su cuerpo, y te apretó fuerte fuerte, casi privándote de respirar. Pero era todo lo que necesitabas.
Te diste vuelta y lo besaste, porque era tuyo y porque estaba ahí, ahí para vos, sin fantasmas ni terceros.
-Sos mi salvadora, te lo dije no?- te preguntó en voz baja, porque estaban tan cerca que con eso bastaba.
-Muchas veces
-Entonces te lo voy a repetir muchas más.
-Pedro?
-Qué, amor?
-Que lindo se siente- le dijiste sonriendo.
-Amor, amor, amor, amor- se burló de vos.
-Te decía- le dijiste poniéndote seria, luego de pegarle suavemente en su hombro- que vos no tenes que agradecerme nada, ni decirme que soy tu salvadora, porque más allá de lo que vos pienses no estás dañado, y estás absolutamente listo para tener otra relación.
-Con vos- te interrumpió.
-Y con quién sino?
-Y...mirá tengo varias candidatas- te dijo haciéndose el canchero
-Ni que lo digas
-No fue el mejor chiste no?
-Has tenido mejores.
Lo viste acercarse a vos.
Viste como sus ojos marrones hacían contacto con tus ojos verdes.
Lo viste sonreír de costado. Y viste su hoyuelo marcarse. Lo amaste más.
Lo próximo que sentiste fue como tomaba tu labio inferior, te estaba mordiendo.
-Por suerte- le dijiste- nada me interesa menos en este momento que hablar de alguien que no seamos nosotros dos, en realidad, ni siquiera tengo ganas de hablar.
-Ah no? Y de qué tenes ganas?- y de pronto lo sentiste interesado.
-No te lo imaginas?
-De mil maneras. Pero quiero escucharlo.
-De mil maneras? Cómo sería eso?
-Mi imaginación es muy amplia, vos solo pedímelo.
-Quiero que me hagas el amor de mil y un formas- le susurraste.
-Siempre más, si serás competitiva- te dijo contento.
-Con vos siempre quiero más.
-Yo tendría que preguntarte con quién sino?
-No. Vos tendrías que empezar a cumplir con lo que te pedí.
-A sus ordenes capitán- te dijo mientras te sacaba la sábana con la que seguías cubriéndote y se dedicaba a tu cuello.
***
Te tiraste sobre ella. Con la cabeza sobre su hombro, casi tocando el colchón.
-No se si aguanto otra reconciliación así.
-De verdad?- te preguntó- yo creo que un par más me banco.
-Pero la previa no fue muy buena
-Te parece? A mi me pareció bastaaaante satisfactoria.
-Hablaba de los problemas Pau- y te reíste fuerte.
-Ahhh esa previa- y se rió a tu par.
-Me gusta mucho verte reír.- le confesaste sinceramente.
Ella acarició tu mejilla y vos cerraste los ojos al contacto.
-A mi me gusta mucho que me dejes ser la que te haga feliz.
-Querés que hablemos de... bueno...ya sabes...eso?
-No, ya te dije que no- y te miró confundida
-Pensé que era el momento.
-Eso porque pensas demasiado- y te besó tiernamente los labios- Dejame a mí
-No me vas a dejar salir de la cama?
-Podría, pero es el lugar más cómodo.
Abriste los ojos, y no recordabas bien que hora era. Aunque poco te importaba.
Miraste a tu costado y la viste dormir, al fin.
Con Juana tus reconciliaciones nunca habían sido tan... tan... así.
Te gustaba sentirla a Paula más tranquila, más relajada, sin tapujos. Y te encantaba que te haya dejado así, de cama.
-Mi abuela decía que para que el hombre no se vaya a otra cama, hay que cansarlo en la propia- te dijo interrumpiendo tus pensamientos.
-Que gauchita tu abuela
-Pedrooo! Es mi abuela!!
-Y qué? No deja de ser gauchita mi amor.
Ella movió la cabeza de un lado para otro, con sus ojos mirando al techo, como reprochando tu frase.
-Qué? Mira como me dejaste
-No escuché quejarte
-Nunca lo haría.
-Vamos por buen camino entonces- reconoció ella.
-Tenes miedo que me vaya?- le preguntaste. Y si, te había quedado en el tintero.
-Irte? A esta hora?
-Qué hora es?
-No se
-Y entonces?
-No se, quedaba bien en la frase.
Y te reíste fuerte. Muy fuerte. Y la abrazaste, más fuerte aún.
-No, no tengo miedo que te vayas, pero te extrañaba, esta mal?
-Está perfecto, extrañame más seguido
-No quiero hablar pero te quiero dejar algo en claro, mi paciencia tiene un límite, yo tengo un límite, y vos ya lo cruzaste, ya estuviste ahí, yo no te voy a perdonar todo, ni voy a estar siempre, no soy tan tolerable como pudiste haber imaginado. Tengo orgullo aunque parezca que no, yo no comparto hombre, no comparto cama, es todo o nada conmigo me entendés?
Te enderezaste porque la conversación venía seria.
-Y yo quiero todo con vos. No son simples palabras, de verdad te elijo, solo te pido que me acompañes, yo no se si voy a tener un hijo o no, no se que va a pasar con Juana, me pediste que vuelva cuando tenga algo claro, y volví, acá estoy. Quiero todo con vos, Pau.
-Yo también.- te dijo antes de besarte.
El sonido los interrumpía y tu celular estaba en la otra punta.
Te liberaste de sus brazos y fuiste a buscarlo, mientras ella te cargaba porque te tapabas como podías. Algo de pudor aún te quedaba.
-No creo que pueda ver algo que no haya visto antes- se burló de vos. Y vos le tiraste un almohadón.
Ella lo atajó y se echó a reír sobre él.
-Hospital ya- le dijiste. Y te miró seria
-Qué paso?- te preguntó asustada
-Caro rompió bolsa, voy a ser tío.
-Que lindo amor! Ahí te abro
-Como ahí te abro?
-Y...salvo que te quieras tirar por el balcón...
-No, vos venís conmigo?
-Yo?
-Y...vos también vas a ser tía, es tu sobrino también no?
Y te sonrió. Y te acercaste a besarla. Y te siguió el beso. Y te alejaste, porque de lo contrario llegarían para el bautismo y no para el nacimiento.
-Yo también, que estúpido fui, verdad?- te dijo reincorporándose un poco en la cama
Vos, alzaste las sábanas blancas, tapándote.
-Pero ya está, estamos bien, verdad?- le preguntaste casi como una niña de 5 años, casi asustada, casi temerosa.
El te acercó a su cuerpo, y te apretó fuerte fuerte, casi privándote de respirar. Pero era todo lo que necesitabas.
Te diste vuelta y lo besaste, porque era tuyo y porque estaba ahí, ahí para vos, sin fantasmas ni terceros.
-Sos mi salvadora, te lo dije no?- te preguntó en voz baja, porque estaban tan cerca que con eso bastaba.
-Muchas veces
-Entonces te lo voy a repetir muchas más.
-Pedro?
-Qué, amor?
-Que lindo se siente- le dijiste sonriendo.
-Amor, amor, amor, amor- se burló de vos.
-Te decía- le dijiste poniéndote seria, luego de pegarle suavemente en su hombro- que vos no tenes que agradecerme nada, ni decirme que soy tu salvadora, porque más allá de lo que vos pienses no estás dañado, y estás absolutamente listo para tener otra relación.
-Con vos- te interrumpió.
-Y con quién sino?
-Y...mirá tengo varias candidatas- te dijo haciéndose el canchero
-Ni que lo digas
-No fue el mejor chiste no?
-Has tenido mejores.
Lo viste acercarse a vos.
Viste como sus ojos marrones hacían contacto con tus ojos verdes.
Lo viste sonreír de costado. Y viste su hoyuelo marcarse. Lo amaste más.
Lo próximo que sentiste fue como tomaba tu labio inferior, te estaba mordiendo.
-Por suerte- le dijiste- nada me interesa menos en este momento que hablar de alguien que no seamos nosotros dos, en realidad, ni siquiera tengo ganas de hablar.
-Ah no? Y de qué tenes ganas?- y de pronto lo sentiste interesado.
-No te lo imaginas?
-De mil maneras. Pero quiero escucharlo.
-De mil maneras? Cómo sería eso?
-Mi imaginación es muy amplia, vos solo pedímelo.
-Quiero que me hagas el amor de mil y un formas- le susurraste.
-Siempre más, si serás competitiva- te dijo contento.
-Con vos siempre quiero más.
-Yo tendría que preguntarte con quién sino?
-No. Vos tendrías que empezar a cumplir con lo que te pedí.
-A sus ordenes capitán- te dijo mientras te sacaba la sábana con la que seguías cubriéndote y se dedicaba a tu cuello.
***
Te tiraste sobre ella. Con la cabeza sobre su hombro, casi tocando el colchón.
-No se si aguanto otra reconciliación así.
-De verdad?- te preguntó- yo creo que un par más me banco.
-Pero la previa no fue muy buena
-Te parece? A mi me pareció bastaaaante satisfactoria.
-Hablaba de los problemas Pau- y te reíste fuerte.
-Ahhh esa previa- y se rió a tu par.
-Me gusta mucho verte reír.- le confesaste sinceramente.
Ella acarició tu mejilla y vos cerraste los ojos al contacto.
-A mi me gusta mucho que me dejes ser la que te haga feliz.
-Querés que hablemos de... bueno...ya sabes...eso?
-No, ya te dije que no- y te miró confundida
-Pensé que era el momento.
-Eso porque pensas demasiado- y te besó tiernamente los labios- Dejame a mí
-No me vas a dejar salir de la cama?
-Podría, pero es el lugar más cómodo.
Abriste los ojos, y no recordabas bien que hora era. Aunque poco te importaba.
Miraste a tu costado y la viste dormir, al fin.
Con Juana tus reconciliaciones nunca habían sido tan... tan... así.
Te gustaba sentirla a Paula más tranquila, más relajada, sin tapujos. Y te encantaba que te haya dejado así, de cama.
-Mi abuela decía que para que el hombre no se vaya a otra cama, hay que cansarlo en la propia- te dijo interrumpiendo tus pensamientos.
-Que gauchita tu abuela
-Pedrooo! Es mi abuela!!
-Y qué? No deja de ser gauchita mi amor.
Ella movió la cabeza de un lado para otro, con sus ojos mirando al techo, como reprochando tu frase.
-Qué? Mira como me dejaste
-No escuché quejarte
-Nunca lo haría.
-Vamos por buen camino entonces- reconoció ella.
-Tenes miedo que me vaya?- le preguntaste. Y si, te había quedado en el tintero.
-Irte? A esta hora?
-Qué hora es?
-No se
-Y entonces?
-No se, quedaba bien en la frase.
Y te reíste fuerte. Muy fuerte. Y la abrazaste, más fuerte aún.
-No, no tengo miedo que te vayas, pero te extrañaba, esta mal?
-Está perfecto, extrañame más seguido
-No quiero hablar pero te quiero dejar algo en claro, mi paciencia tiene un límite, yo tengo un límite, y vos ya lo cruzaste, ya estuviste ahí, yo no te voy a perdonar todo, ni voy a estar siempre, no soy tan tolerable como pudiste haber imaginado. Tengo orgullo aunque parezca que no, yo no comparto hombre, no comparto cama, es todo o nada conmigo me entendés?
Te enderezaste porque la conversación venía seria.
-Y yo quiero todo con vos. No son simples palabras, de verdad te elijo, solo te pido que me acompañes, yo no se si voy a tener un hijo o no, no se que va a pasar con Juana, me pediste que vuelva cuando tenga algo claro, y volví, acá estoy. Quiero todo con vos, Pau.
-Yo también.- te dijo antes de besarte.
El sonido los interrumpía y tu celular estaba en la otra punta.
Te liberaste de sus brazos y fuiste a buscarlo, mientras ella te cargaba porque te tapabas como podías. Algo de pudor aún te quedaba.
-No creo que pueda ver algo que no haya visto antes- se burló de vos. Y vos le tiraste un almohadón.
Ella lo atajó y se echó a reír sobre él.
-Hospital ya- le dijiste. Y te miró seria
-Qué paso?- te preguntó asustada
-Caro rompió bolsa, voy a ser tío.
-Que lindo amor! Ahí te abro
-Como ahí te abro?
-Y...salvo que te quieras tirar por el balcón...
-No, vos venís conmigo?
-Yo?
-Y...vos también vas a ser tía, es tu sobrino también no?
Y te sonrió. Y te acercaste a besarla. Y te siguió el beso. Y te alejaste, porque de lo contrario llegarían para el bautismo y no para el nacimiento.
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